Hay varias decisiones culturales del gobierno de López Obrador que han preocupado a la comunidad artística. Pero la noticia de la extinción de una serie de fideicomisos puso en duda el futuro y la estabilidad del cine mexicano y de la cultura en nuestro país. Tras varios días de incertidumbre, se confirmó que el FONCA, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, sería extinguido y sus recursos pasarán a ser parte de la Secretaría de Cultura. «Trabajaremos por fortalecer y ampliar el sistema Nacional de Creadores con reglas transparentes», declaró Alejandra Frausto, titular de dicha Secretaría. Además informó que habría una fusión entre FOPROCINE y FIDECINE «incorporando los objetivos y beneficios del primero en el segundo».

Ante esta decisión, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) emitió un comunicado donde afirma estar preocupada por las decisiones tomadas sin haber sido tomado en cuenta. «Independientemente del sexenio en el que cada uno [de los fideicomisos] haya sido creado, es preocupante que se haya tomado una decisión de esta envergadura, que tendrá consecuencias determinantes para la actividad cinematográfica y artística del país, sin haber escuchado la voz de quienes nos dedicamos a estas disciplinas».

Serénense, artistas

Tras el anuncio de lo que ocurriría con estos fideicomisos, la reacción de la comunidad artística de México no se hizo esperar. Especialmente cuando Irma Eréndira Sandoval, titular de la Secretaria de la Función Pública, escribió un tuit celebrando el fin del «FONCA salinista, nacido para controlar a los rebeldes y premiar a los compadres».

«Ni FOPROCINE ni FONCA se limitaban a otorgar becas. Se trataba, en ambos casos, de importantes motores para la creación y la producción artística del país», respondió la AMACC ante tal declaración. «Nos sorprenden las declaraciones de algunos funcionarios en el sentido de que ambos Fondos desaparecieron debido a su falta de transparencia y de democracia. Tales acusaciones, sin presentar las pruebas correspondientes, así como los intentos de desprestigiar a aquellos creadores que han sido beneficiarios de los Fondos extinguidos, polarizan irresponsablemente el ambiente y no contribuyen al necesario diálogo ni a la reflexión constructiva, en conjunto con la comunidad artística, sobre el futuro del fomento y estímulo del Estado a la cultura y las artes».

Dicha declaración de la AMACC, presidida por Mónica Lozano, vino después de una avalancha de comentarios contra la declaración de Sandoval. Ante el señalamiento de la comunidad artística, la funcionaria envió un nuevo tuit que encendió nuevamente el enojo de los artistas de México.

En un acto conciliador, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, afirmó que, pese a lo dicho, el FONCA fue una propuesta de la comunidad artística. «Independientemente del tiempo político en que se dio, tenía que ver con tiempos económicos como los que estamos viviendo ahorita», dijo en entrevista con el periodista Jenaro Villamil en Canal 14. Su creación, según la funcionaria, obedeció más a la defensa de la cultura de la privatización, «pero de ninguna manera para acallar o cooptar o para este tipo de juicios que se han hecho. Creo que toda herramienta que apoye a la cultura, a su desarrollo, a la creación, que reconozca la excelencia artística es bienvenida y es fundamental. El corazón de una sociedad son sus creadores, sus artistas, son quienes están pensando y repensando la realidad», afirmó Frausto.

Para ella, «las herramientas que tiene [la Secretaría de] Cultura han sido históricamente luchas que han surgido de la propia comunidad cultural. Y ante cualquier cambio, [se genera] una efervescencia clara y natural de una comunidad […] donde se discute, se discrepa y donde lo más importante es defender este terreno de libertad».

Previo a estas declaraciones, en un boletín donde se daba a conocer el futuro del los fideicomisos, Frausto expresó su agradecimiento a la comunidad cultural por «un debate intenso y oportuno sobre el rol del Estado en el apoyo a la cultura. Como lo ha dicho el Presidente de México, un gobierno emanado de un movimiento social jamás desdeñará el papel de la cultura en la transformación social”, dijo la titular de la Secretaría de Cultura.

«¿Cómo vamos a dejar sin becas a los creadores? ¡Claro que no!», dijo AMLO en su mañanera del 16 de abril. «Sí nos importa mucho el fomento a la cultura, a las artes. No somos conservadores […]. Nada más vamos a buscar el mecanismo para que se entregue. No podíamos expedir un decreto con excepciones porque entonces ya no iba a tener ningún efecto».

El resultado ante ambas declaraciones se materializó en la extinción del FONCA y en la fusión de FOPROCINE con FIDECINE. «El FONCA será incorporado a la estructura orgánica de la Secretaría de Cultura, lo que permitirá contar con reglas de operación claras, transparentes y sin espacio a la corrupción. Además de dotarlo de certeza jurídica, reconociendo como un Sistema Nacional de Creadores que abarca desde los jóvenes creadores de los estados hasta los eméritos en todos los campos de la creación», explicó la Secretaría de Cultura a través de un comunicado de prensa el 17 de abril pasado. «En el caso del FOPROCINE, se fusiona con el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE) como uno solo que apoye la creación cinematográfica de calidad, este operará con los recursos de ambos». La dependencia gubernamental informó que, ante la extinción del FONCA como para FOPROCINE y durante su proceso de transición, se garantizan todos los recursos para becas y convocatorias que están en curso.

Pedimos que se nos tome en cuenta: AMACC

Ante la oficialización de los cambios en la vida cultural del país, la AMACC reconoció la voluntad de las autoridades culturales de México para preservar las funciones de FOPROCINE y el FONCA. «Creemos que dicha voluntad será fundamental, siempre y cuando rebase las declaraciones de carácter general y se vea reflejada, en el corto plazo, en la definición de cuáles serán esos nuevos mecanismos; con qué fondos tiempos y reglas operarán; de qué manera se les dotará de la solidez jurídica suficiente que evite que, en el futuro, vuelvan a ser sujetos de una liquidación expedita como la que atestiguamos en estos días; y, sobre todo, cómo se garantizará que la selección de los proyectos que reciban apoyo se realice de manera colegiada, democrática, transparente y con la participación de la propia comunidad, bajo criterios artísticos y no políticos ni clientelares», expresó la Academia en un comunicado.

Para la AMACC, «los nuevos mecanismos que serán implementados deben fortalecer los principios y normatividades con que ambos Fondos venían operando a lo largo de las últimas décadas, y que se fueron perfeccionando y afinando de manera transparente con los años. Cualquier modificación que no tome en cuenta estos principios implicaría un retroceso inaceptable. La AMACC exige ser tomada en cuenta, junto con el resto de la comunidad cinematográfica y artística del país, en el diseño y reingeniería de los nuevos mecanismos de estímulo y fomento a la creación cinematográfica y artística que serán creados; y manifiesta su mejor disposición e interés en colaborar estrecha y activamente en dicho proceso, como lo hemos venido haciendo en la discusión sobre las reformas a la Ley Federal de Cinematografía que se lleva a cabo en el seno de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados».

¿El cine mexicano independiente está en riesgo?

Es imposible pensar en un cine mexicano sin recursos federales. Al menos en los últimos 20 años, la industria fílmica mexicana se ha visto beneficiada enormemente con el apoyo del gobierno federal. Sin importar partidos políticos o ideologías sociales, los recursos destinados a la cultura en nuestro país han generado un cine mexicano mucho más sólido –y reconocido internacionalmente– que lo que se filmaba en la Época de Oro. 

Más allá las películas que dividen al público, que provocan miles de comentarios negativos en redes sociales y, al mismo tiempo, generan grandes ganancias en la taquilla nacional, hay un cine mexicano que ha desafiado lo establecido y se ha atrevido a filmar las historias más valientes y sobresalientes de los últimos años. Y muchas de ellas, si no es que la gran mayoría, han sido producidas gracias a los estímulos fiscales de IMCINE; y propiamente, de los apoyos otorgados a través de FOPROCINE.

El Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE) es un fideicomiso que ha buscado apoyar la producción o postproducción de largometrajes de más de 60 minutos de ficción y documental. La lista de títulos que se han creado gracias a este fideicomiso es enorme –aquí pueden consultar las más de 400 películas que se han generado gracias a FOPROCINE desde 1998 a 2019–, pero la mayoría de los títulos corresponden a historias de corte más autoral y no propiamente pensadas en ser un éxito en taquilla.

Aunque FOPROCINE y FIDECINE comparten ciertas similitudes en sus propósitos, la diferencia entre el primero y el segundo es que éste último contempla también en sus reglas el apoyar la distribución y exhibición de películas; aunque únicamente de ficción y/o animación y cuyas historias puedan ser atractivas para la cartelera comercial.

Es por ello que para FOPROCINE, el comité a cargo de elegir los proyectos seleccionados debe estar conformado por un representante de la Secretaría de Cultura, junto a otro más de IMCINE, de la Secretaría de Hacienda, de la SEP y del Fideicomiso para la Cineteca Nacional. Por su parte, los encargados de otorgar los apoyos de FIDECINE se conforman de un representante de IMCINE, otro más de la Secretaría de Hacienda, uno de la AMACC, uno más del STPC y miembros de la comunidad de productores, de distribuidores y de exhibidores comerciales.

De mantenerse los mismos estatutos que sigue la ley en la actualidad, significaría que la fusión de ambos fondos involucraría a más personas para decidir qué proyectos se apoyarán con recursos federales. ¿Esto quiere decir que el cine mexicano con propósitos más artísticos y culturales –no meramente comerciales– podrían estar en riesgo?

En la mencionada entrevista con Jenaro Villamil en Canal 14, Alejandra Frausto reconoció a FOPROCINE como «una herramienta muy poderosa para la creación de un cine de calidad» que, al fusionarse con un fondo como FIDECINE, «va a salir ganando» y beneficiará a la industria cinematográfica, una «fundamental para la economía» y «una de las herramientas más poderosas con las que dialogamos con el mundo».

Muchas veces, la ley se toma su tiempo y es bastante meticulosa para reformar los estatutos con los que se ha regido en el pasado. Quizás el que toda esta noticia ocurra en medio de una pandemia global que ha detenido el ritmo social y económico del mundo, provocará que estemos lejos de saber cómo operará ahora FOPROCINE tras fusionarse con FIDECINE.

Mientras eso ocurre y descubramos si todo esto se trata de una buena o una mala noticia, afortunadamente tenemos una producción cinematográfica envidiable para conocer o redescubrir. En estos momentos donde todo es incierto y quizá lo que nos espera sea un futuro desolador, ahí están todas estas películas mexicanas –de comedia, de drama; documentales o de terror; animadas o cortometrajes– para sorprendernos, para emocionarnos y, en el mejor de los casos, para transportarnos a miles de mundos y poder escapar de nuestra realidad.

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