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Las 35 mejores películas en la historia

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Hacer una lista de las mejores películas en la historia no es una tarea nada fácil. Sería imposible si quiera hacer una lista de todas las películas que se han hecho desde el nacimiento del cine, por lo que escoger unas cuantas entre todas ellas es casi imposible. Sin embargo, aún así decidimos intentarlo.

Para elegir estas 35 películas seguimos ciertos lineamientos, empezando por el hecho de que no consideramos ninguna película que no haya salido hace al menos 10 años. Esto es porque una de las características más importantes que hace que una película pueda ser considerada como una de las mejores es si resisten o no el paso del tiempo.

También consideramos su calidad en términos narrativos, lo cual básicamente significa que tomamos en cuenta qué tan buena es la historia que cuenta. Asimismo, también consideramos su calidad en términos técnicos, es decir, la forma en la que fue filmada, las actuaciones que dieron sus actores, su fotografía y sonido, entre otros elementos.

Además de esto también consideramos la recepción que tuvieron por parte de la crítica, por parte de las audiencias, e incluso por parte de algunos directores de cine. Para hacer esto consultamos fuentes como Rotten Tomatoes, IMDb, Sector Cine, y la publicación Sight & Sound del British Film Institute (Instituto británico del cine).

La lista no está ordenada en ningún orden particular, pero pueden tener la certeza de que vale la pena ver cada una de estas películas, ya que ofrecen una experiencia cinematográfica como ninguna otra.

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El padrino (Dir. Francis Ford Coppola, 1972)

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Desde que el autor Mario Puzo publicó su novela El padrino, la historia fascinó a los lectores por cómo parecía darles un vistazo dentro del oscuro mundo de la mafia. Sin embargo, varios directores rechazaron adaptar la novela al cine antes de que el guión cayera en manos de Francis Ford Coppola. El resto, como dicen, es historia.

A diferencia de Coppola, el actor Marlon Brando siempre fue la primera opción para interpretar al icónico Vito Corleone, y hoy es imposible separarlo de este papel. Además de Brando, esta película también lanzó a la fama a varios actores que hoy se consideran como legendarios como Al Pacino y Robert Duvall. Aunque siempre existirá un debate sobre si es mejor la primera o segunda parte de esta trilogía, la realidad es que El padrino siempre será acreditada como la obra maestra del subgénero del cine de mafiosos.

8 ½ (Dir. Federico Fellini, 1960)

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La filmografía de Federico Fellini es de las más impresionantes que existen, pero usualmente 8 ½ se considera como su magnum opus. Esta película se llama así porque el director la realizó después de haber filmado 7 largometrajes y 3 cortometrajes, por lo que consideró que se podía considerar como su octavo (y medio) proyecto. Es casi imposible que cualquier lista de las mejores películas en la historia no la incluya, y por muy buena razón.

Este proyecto casi autobiográfico de Fellini es una obra maestra del neorrealismo italiano, y verla significa echarse un clavado en el subconsciente del director mientras lucha con la falta de inspiración y la enorme presión externa que tenía cada que realizaba una nueva película. Marcello Mastroianni es sublime en el papel principal, y sus monólogos internos junto con las secuencias de ensueño y la impresionante fotografía en blanco y negro ayudan a crear una de las experiencias cinematográficas más fascinantes que se han hecho. 

Los siete samuráis (Dir. Akira Kurosawa, 1954)

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Varios de los directores que realizaron las películas incluidas en esta lista podrían considerarse entre los mejores del mundo. No obstante, cuando se habla sobre el mejor director en la historia, un nombre que suele repetirse es el de Akira Kurosawa. Muchas obras de este director japonés podrían formar parte de esta lista, como Rashomon o El intendente Sansho, pero Los siete samurais es indudablemente su mejor y más épico trabajo.

La película comienza cuando los habitantes de una aldea le piden ayuda a un samurai para protegerlos de sus enemigos, quien a su vez enlista la ayuda de otros seis samurais para cumplir este propósito y enseñarle a los aldeanos a protegerse por ellos mismos. Aunque la película dura más de tres horas y media, su historia es tan cautivadora y tan bien realizada que incluso quisieras que durara otra hora más. 

2001: Odisea en el espacio (Dir. Stanley Kubrick, 1968)

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En una época durante la cual casi no se realizaban películas sobre el espacio, 2001: Odisea en el espacio fue una revelación en todos los sentidos. El legendario director Stanley Kubrick reclutó al escritor de ciencia ficción Arthur C. Clark para escribir el guión juntos, y el resultado fue una historia épica que lidia con temas como la vida extraterrestre, la linealidad del tiempo, lo que significa ser humano, y la ética y el peligro de la inteligencia artificial.

Todo sobre esta obra se puede considerar como épico, en el sentido más literal de la palabra. Desde su historia, hasta sus técnicas de filmación, su cinematografía, su banda sonora y los impresionantes efectos especiales que le ganaron a Kubrick el premio Óscar. 2001: Odisea en el espacio sin duda es una de las películas que más influencia han tenido sobre la industria cinematográfica, y también es una de las mejores que se han hecho en la historia.

Sueños de libertad (Dir. Frank Darabont, 1994)

Sueños de libertad suele considerarse como la mejor adaptación cinematográfica de una novela del autor estadounidense Stephen King. Además, el sitio web de IMDb tiene a esta película dirigida por Frank Darabont en el primer lugar de su lista de las películas mejor calificadas en la historia. Esta cuenta la historia de Andy Dufrense (interpretado por Tim Robbins), un banquero que fue injustamente condenado a pasar dos cadenas perpetuas en prisión por el asesinato de su esposa y su amante. 

La película lo sigue a través de su estadía en prisión, y muestra cómo a pesar de las terribles circunstancias en las que se encuentra no deja que esto quiebre su espíritu, e incluso entabla una honesta amistad con otro de los prisioneros conocido como Red (interpretado por Morgan Freeman). Sueños de libertad es una obra sobre la importancia de la esperanza y de pelear por la justicia, pero en esencia también es una historia sobre cómo una sola persona puede inspirar a miles a ser mejores.

El ciudadano Kane (Dir. Orson Welles, 1941)

Para muchas personas, El ciudadano Kane es una película que conocen únicamente por su nombre pero que nunca han visto, ya sea porque piensan que es aburrida o que está sobrevalorada. No obstante, tiene muy merecido el hecho de que una gran mayoría de los críticos y los espectadores la consideren como la mejor película de todos los tiempos.

No hay nada acerca de El ciudadano Kane que no sea impresionante. Desde el hecho de que Orson Welles la dirigió y la protagonizó, hasta las técnicas tan innovadoras que se utilizaron durante su rodaje, es una película que ayudó a moldear la industria del cine de Hollywood como la conocemos. Aunque tanto Welles como el guionista Herman Mankiewicz lo negaron varias veces, el personaje principal tiene una vida muy similar a la del magnate estadounidense William Randolph Hearst, quien después de tener una infancia difícil se convirtió en uno de los hombres más poderosos de su país. Esta es una película tan entretenida como lo es extraordinaria, y definitivamente se tiene que ver aunque sea una vez en la vida.

Intriga internacional (Dir. Alfred Hitchcock, 1959)

El director estadounidense Alfred Hitchcock es una de las figuras más icónicas dentro del mundo del cine y de la cultura popular, y varias de sus películas podrían ser consideradas como parte de las mejores que se han hecho. No obstante, una que siempre ha destacado según la opinión de los críticos y las audiencias es Intriga internacional, protagonizada por el espectacular actor Cary Grant.

La película sigue a Roger O. Thornhill, un agente publicitario que un grupo de criminales confunden con un agente de la CIA (Agencia central de inteligencia). Esto lo lleva a verse involucrado en una serie de eventos progresivamente más peligrosos por los que tendrá que pasar para salvar su propia vida. Tanto sus secuencias de acción como su brillante sentido del humor han hecho que sea una de las películas más adoradas por los fanáticos del cine, y también que muchos cineastas hagan referencia a ella en sus propias obras. 

Historias de Tokio (Dir. Yasujirô Ozu, 1953)

Yasujirô Ozu es conocido por sus películas que lidian con las partes más sensibles de la experiencia humana, pero Historias de Tokio definitivamente es la más conmovedora. El British Film Institute (Instituto británico de cine) la describe como “una historia realmente universal sobre la familia, el paso del tiempo, y el difícil sentimiento que es la pérdida”. 

Historias de Tokio sigue a un matrimonio entrando en la última etapa de sus vidas, que deciden ir a visitar a sus hijos adultos que viven lejos de ellos desde hace muchos años. Sin embargo, al ser un estudiante de medicina y una estilista, los hijos no le pueden dedicar mucho tiempo a sus papás. Esta es una película que nos hace reflexionar sobre lo que realmente importa en esta vida, y sobre la importancia de apreciar lo que tenemos porque nunca sabemos cuánto tiempo puede durar. 

Buenos muchachos (Dir. Martin Scorsese, 1990)

Hay pocos directores que siguen trabajando el día de hoy que sean más respetados que Martin Scorsese, y la realidad es que varias de sus obras podrían ser incluidas en esta lista. Sin embargo, Buenos muchachos destaca entre su excepcional filmografía. Con un elenco conformado por Ray Liotta, Joe Pesci, Robert De Niro y Lorraine Bracco, hay varias escenas en esta película que se consideran de las mejores y más memorables en la historia del cine.

Mientras que El padrino es una historia ficticia acerca de lo que significa formar parte de la mafia por derecho divino, Buenos muchachos se concentra en una historia real de lo que significa entrar en ese mundo por voluntad propia. Es la historia de un mundo en el que la lealtad lo es todo hasta que no lo es, y muestra cómo al final del día cuando se vive siguiendo un código moral cuestionable, es imposible que la supervivencia del más fuerte no se convierta en la ley máxima a seguir. 

La lista de Schindler (Dir. Steven Spielberg, 1993)

Steven Spielberg indudablemente es uno de los directores estadounidenses más reconocidos a nivel mundial, si no es que el más reconocido, y sus películas tienen el poder de asombrar y conmover a todas las audiencias por igual. Sin embargo, es incuestionable que esta película basada en una historia real y ambientada en la Segunda Guerra Mundial es su mejor trabajo.

Liam Neeson interpreta a Oskar Schindler, un empresario alemán que lo arriesga todo para ayudar a salvar las vidas de miles de judíos que trabajaban como esclavos en la fábrica que poseía. Lo que hace especial a La lista de Schindler es cómo logra que las audiencias comprendan la magnitud de esta guerra, y que empaticen con las personas que sufrieron horrores inimaginables de tal forma que incluso llega a ser difícil de procesar. Steven Spielberg muestra el impacto que pueden tener las acciones de una sola persona, y la importancia de nunca ser indiferentes al sufrimiento de otros ni de dejar que el miedo nos venza. 

Los olvidados (Dir. Luis Buñuel, 1950)

Aunque Luis Buñuel nació en España, el director vivió y trabajó durante varios años de su vida en México. Por esto, Los olvidados se considera como una de las películas mexicanas que además es de las mejores películas en la historia. Esta sigue a un grupo de jóvenes, casi niños, que viven en una comunidad muy pobre de nuestro país y cuyo código moral se ve influenciado por las pandillas que también la habitan.

Su título en inglés se traduce literalmente a “los jóvenes y malditos”, y justamente lo que Buñuel buscó explorar es cómo el nacer en una situación de pobreza es casi una maldición. El personaje principal, Pedro, parece ser como cualquier otro niño al principio de la película, pero mientras más se involucra con los criminales a su alrededor más se va corrompiendo. Los olvidados es una película que presenta la cruda realidad sobre lo que implica ser pobre en México, y por esto es una de las obras más importantes que se han hecho sobre nuestro país.

Jeanne Dielman, 23, Quai du Commerce, 1080 Bruxelles (Dir. Chantal Akerman, 1975)

Esta película no es tan conocida por el público general como otros de los títulos que se encuentran en esta lista, pero esto no significa que no merezca estar aquí. Chantal Akerman creó una obra maestra sobre lo que significa ser mujer, mostrando todas las dificultades que esto conlleva a través de la vida aparentemente normal de una viuda que vive en Bruselas. 

Jeanne Dielman, 23, Quai du Commerce, 1080 Bruxelles sigue la vida diaria de Jeanne (interpretada por Delphine Seyrig), quien debe luchar por mantener su rutina diaria y darle una vida estable a su hijo. Jeanne lo hace todo y más para que ella y su hijo puedan salir adelante, algo con lo que muchas mujeres y hombres por igual se identificarán. La brillantez de la película recae en cómo retrata una condición casi universal al contar una historia tan personal como la de Jeanne, y es una fuerte crítica a todas las sociedades que hacen que una vida tranquila y digna sea casi imposible de obtener. 

Persona (Dir. Ingmar Bergman, 1966)

Cuando se toma en cuenta que el director sueco Ingmar Bergman dirigió 49 películas a lo largo de su vida, se entiende por qué no es tarea fácil escoger cuál es la mejor entre ellas. No obstante, Persona siempre parece ser la que la mayoría de las personas señalan cuando se les pide intentarlo. Esta película lleva confundiendo y fascinando a los espectadores desde su estreno hace 53 años, y su influencia se siente hasta el día de hoy.

Liv Ullmann interpreta a la actriz Elisabet Vogler, quien aunque parece no tener alguna enfermedad física simplemente se rehúsa a hablar. Bibi Andersson interpreta a Alma, la joven enfermera que debe cuidarla y que encuentra en ella una confidente a la que le puede contar todos sus secretos sin siquiera ser interrumpida. Sin embargo, Alma comienza a darse cuenta de que Elisabet parece estar robando su personalidad, y así Bergman nos sumerge en un viaje surrealista en el cual nunca queda explícitamente claro cuál es la realidad.

Con ánimo de amar (Dir. Wong Kar-Wai, 2000)

Usualmente, las películas románticas se aprecian por la hermosa y duradera relación que se forma entre los personajes principales. Pero casi dos décadas antes de que La La Land presentara una historia sobre un amor que casi fue, Wong Kar-Wai nos dio Con ánimo de amar, una de las obras más conmovedoras y emocionalmente impactantes que se han hecho.

Tony Leung interpreta a un escritor reservado que tiene una visión un tanto cínica sobre la vida, mientras que Maggie Cheung interpreta a una mujer que está desilusionada con su matrimonio actual. Sus caminos se cruzan cuando descubren que sus respectivas parejas están teniendo un amorío, y lo que comienza como un encuentro entre dos extraños rápidamente se convierte en algo mucho más profundo que eso. Wong Kar-Wai cuenta esta historia prácticamente sin utilizar diálogo, basándose únicamente en miradas que dicen más que mil palabras, y en tomas que se demoran en detalles aparentemente pequeños que realmente lo valen todo. 

Apocalipsis ahora (Dir. Francis Ford Coppola, 1979)

Apocalipsis ahora es una de las películas más reconocidas a nivel mundial, y es de las pocas obras cuya filmación es casi igual de mítica que la propia historia que cuenta. Francis Ford Coppola, el elenco, y todos los involucrados en su realización tuvieron que vivir en condiciones casi inhumanas y pasar por miles de contratiempos para hacerla, pero al menos pueden decir que el resultado final hizo que valiera la pena.

La película se desarrolla durante la Guerra de Vietnam, pero en vez de concentrarse en el conflicto entre los estadounidenses y los vietnamitas se centra en las tensiones que surgen dentro del propio ejército del país norteamericano. Martin Sheen da una de las mejores actuaciones de su carrera interpretando al soldado que debe enfrentarse a un ex-capitán militar que se rebeló después de caer en la locura (interpretado por Marlon Brando). Apocalipsis ahora muestra los efectos que las atrocidades de la guerra pueden tener en una persona y los dilemas morales que todos los soldados deben enfrentar como ninguna otra película lo ha hecho, y sin dudas merece tener un puesto en esta lista. 

Más corazón que odio (Dir. John Ford, 1956)

Con Más corazón que odio, el director John Ford creó lo que muchos consideran como el mejor western que se ha hecho en la historia. John Wayne interpreta al antihéroe Ethan Edwards, un vaquero sumamente racista cuyo odio hacia los nativos americanos se acrecentó cuando secuestraron a su sobrina (interpretada por Natalie Wood) nueve años antes de los sucesos de la película. 

Esta no es una película fácil de ver, sobre todo por la forma increíblemente realista en la que retrata el racismo que siempre ha formado parte intrínseca de Estados Unidos. La realidad es que por culpa de su obsesivo odio contra los indios que lo lleva a cometer actos verdaderamente atroces, el personaje de Edwards a veces se siente más como un villano que un antihéroe. Sin embargo, Más corazón que odio es una película que merece ser vista justo por lo difícil que resulta hacerlo, ya que plantea cuestiones morales que te dejarán pensando en ellas por mucho tiempo después de que termine. 

Amores perros (Dir. Alejandro González Iñárritu, 2000)

Hoy, Alejandro González Iñárritu es uno de los nombres más conocidos dentro del mundo del cine a nivel mundial. Sin embargo, en el 2000 logró impactar a las audiencias Mexicanas por primera vez con su impresionante ópera prima Amores perros, por la cual recibió su primera nominación al premio Óscar por Mejor película extranjera.

La película cuenta tres historias diferentes que giran en torno a un mismo incidente: un terrible accidente automovilístico que cambia para siempre la vida de todos los involucrados. Amores perros es tan brutal como el título parece indicarlo, y muestra tanto las peores partes de la sociedad Mexicana como de los seres humanos como individuos mediante sus diferentes personajes. Esta obra cimentó a Alejandro González Iñárritu como uno de los mejores directores del siglo XXI, lanzando así su carrera y llevándolo a ganar cuatro premios de la Academia, incluyendo tres por Mejor director. 

Casablanca (Dir. Michael Curtiz, 1942)

Casablanca es una película tan icónica que incluso aquellos que no la han visto seguramente conocen la frase de “siempre nos quedará París”. De igual forma, es muy poco probable que alguien no haya visto al menos una de las escenas que conforman esta maravillosa película que muchos consideran como el pináculo del viejo Hollywood.

Humphrey Bogart interpreta a Rick, el cínico dueño de un bar en una ciudad del país africano de Marruecos, donde está obligado a residir como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. La incomparable Ingrid Bergman interpreta a Ingrid Lund, una hermosa mujer que Rick nunca se imaginó volver a encontrarse. Casablanca es una historia de amor atemporal, que muestra cómo hay ciertas relaciones que aunque terminen nunca dejarán de ser parte de tu vida. Pero además de esto, también es una película sobre la forma en la que la guerra afectó incluso a las personas que no participaron en los combates armados. 

Sin aliento (Dir. Jean-Luc Godard, 1960)

Como lo dice una reseña publicada en el Criterion Channel: “hubo un antes y un después de Sin aliento”. Esta es la primera película dirigida por el legendario Jean-Luc Godard, y aunque claramente no es tan refinada como otros de sus trabajos sigue siendo excepcional, y es una de las principales razones por la cual el movimiento de la nueva ola francesa comenzó a ser tan popular.

Sin aliento sigue a un ladrón de autos que asesina a un policía y después intenta convencer a una hermosa joven de huir a Italia con él. Jean Paul Belmondo y Jean Seberg son increíblemente carismáticos en sus respectivos papeles, y no es ninguna sorpresa que hoy se les recuerde como dos íconos del cine francés. El debut directorial de Godard inspiró a otros directores a salirse de los cánones que dominaban a la industria cinematográfica de esa época, y sería imposible listar todas las películas que influenció de forma directa. 

Petróleo sangriento (Dir. Paul Thomas Anderson, 2007)

Paul Thomas Anderson comenzó su carrera como cineasta cuando tenía tan solo 26 años, y aunque en los años siguientes a su debut directorial realizó varias películas espectaculares, parece haber un consenso sobre el hecho de que Petróleo sangriento es su obra maestra. La película recibió ocho nominaciones a los premios Óscar y ganó cuatro, entre los cuales destaca el premio por Mejor actor que recibió Daniel Day-Lewis por su papel como Daniel Plainview, la cual muchos consideran como la mejor actuación que una persona ha dado en la historia. 

Esta es la obra más reciente incluida en esta lista, y lo tiene más que merecido. El título en inglés de la película se traduce literalmente como “habrá sangre”, y sirve como una profecía de lo que se mostrará en sus casi tres horas de duración. Petróleo sangriento muestra cómo es casi imposible evitar que el poder te corrompa, sin importar de dónde provenga dicho poder. Esta película es una crítica despiadada de la sociedad estadounidense, una sociedad tan obsesionada con el éxito individual que está completamente despreocupada por el daño que se le puede causar a los demás, y al mundo en general. 

Y tu mamá también (Dir. Alfonso Cuarón, 2001)

Antes de que Alfonso Cuarón deslumbrara a Hollywood con películas como Gravedad y más recientemente Roma, sorprendió a amantes del cine a nivel internacional con Y tu mamá también. La película sigue a dos amigos adolescentes llamados Tenoch y Julio (interpretados por Diego Luna y Gael García Bernal) que conocen a Luisa (interpretada por Maribel Verdú), una mujer española que accede a acompañarlos en un viaje a la playa improvisado.

Y tu mamá también se puede ver como una coming-of-age bastante inusual, que explora el despertar sexual de estos dos jóvenes de una forma graciosa, sensual, y sorprendentemente conmovedora. Cuando se discute sobre esta película casi siempre se habla de cómo muestra lo hermoso que es vivir cuando te permites ser completamente libre, algo que a veces se pierde junto con la juventud, pero que definitivamente no tiene por qué ser así. 

Las zapatillas rojas (Dir. Emeric Pressburger y Michael Powell, 1948)

Emeric Pressburger y Michael Powell fueron un dúo que creó varias obras espectaculares a lo largo de su colaboración, pero entre toda su filmografía esta es la que vale la pena destacar. Martin Scorsese ha dicho en repetidas ocasiones que Las zapatillas rojas es una de sus películas favoritas, e incluso la ha descrito como “la película que pasa en su corazón”. 

Moira Shearer interpreta a Vicky Page, una bailarina que sueña con alcanzar la grandeza pero que debe lidiar con el dilema que presenta dedicarse completamente a su trabajo o permitirse tener un tiempo para otras cosas, especialmente el amor. Las zapatillas rojas es una historia sobre pasión, sacrificio, y la dificultad de entregarte por completo a una sola disciplina. Es un logro artístico monumental, y definitivamente se debe considerar como una de las mejores películas en la historia.

Buen trabajo (Dir. Claire Denis, 1999)

Claire Denis se considera como una de las mejores directoras de cine en la historia, y Buen trabajo indudablemente es su magnum opus. La historia sigue a un oficial militar que debe lidiar con el hecho de que sus días de gloria ya se quedaron atrás, pero que también debe cuestionarse si estos fueron tan gloriosos como él lo recuerda mientras lucha con la envidia que siente hacia uno de los nuevos (y jóvenes) reclutas.

El estilo de Denis se caracteriza por cómo logra decir todo lo que quiere casi sin el uso de las palabras, en vez apoyándose en el lenguaje corporal, el movimiento de la cámara, e incluso mediante la música que elige para una cierta escena. Buen trabajo es un poético estudio acerca de la masculinidad, más específicamente de lo frágil que puede ser cuando se basa en la represión emocional inescapable que caracteriza a un ambiente tan opresivo como la milicia. 

El ángel exterminador (Dir. Luis Buñuel, 1962)

Luis Buñuel es un director conocido por cómo retrata la frivolidad que caracteriza al estilo de vida de las clases altas, sobre todo cuando lo contrasta con los problemas muy reales de las clases bajas. En El ángel exterminador, Buñuel cuenta una historia un tanto surrealista sobre un grupo de amigos de la alta sociedad que atienden una cena en una elegante mansión. Sin embargo, la noche de un extraño giro cuando se dan cuenta que por alguna razón no pueden irse de la mansión. Con esta obra Buñuel exploró el lado más terrible de los seres humanos, específicamente cómo no es tan difícil que salgan a la luz a sus instintos más básicos bajo las circunstancias correctas para ello. 

El ángel exterminador es una película que busca inquietar a los espectadores por los temas que trata pero también con las técnicas que usa, como por ejemplo la forma en la que repite ciertas escenas sutilmente para que el espectador sienta que hay algo mal sobre lo que está viendo y esto le provoque ansiedad. No cabe duda de que Buñuel fue uno de los directores que más experimentó con sus trabajos y que siempre buscó superar los límites de lo que era permitido.

Dr. Insólito o: Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba (Dir. Stanley Kubrick, 1964)

Si hay otra película de Kubrick que merece incluirse en esta lista además de 2001: Odisea en el espacio, definitivamente tiene que ser Dr. Insólito o: Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba. Esta película de 1964 sirvió como una potente crítica anti-guerra que causó mucho descontento entre el gobierno estadounidense, ya que al momento de su estreno aún estaba en curso la Guerra de Vietnam.

Usualmente se recuerda a Kubrick por sus películas dramáticas que provocan tensión e incomodidad en las personas que las ven, pero con esta sátira política demuestra que su sentido del humor también es excepcional. Hay muchos momentos en la película que se pueden sentir absurdos, pero lo realmente absurdo es lo fácil que es imaginarse que algo así pasara en la vida real. Es por esto que la última escena de la película es igual de graciosa como lo es deprimente, y esto es una prueba incuestionable de la genialidad de su director.

Los 400 golpes (Dir. François Truffaut, 1959)

Los 400 golpes del director francés François Truffaut se considera como una de las mejores películas que se han hecho, y también como el “abuelo” de las películas coming-of-age que conocemos el día de hoy. Esta es la primera parte de una serie de cinco películas que se consideran como autobiográficas del director, y el personaje de Antoine Doinel (interpretado por Jean-Pierre Léaud) es uno de los más famosos en la historia del cine.

Este clásico de la nueva ola francesa hace que los espectadores recuerden lo difícil que puede llegar a ser la infancia, incluso cuando intentamos recordarla como una bella etapa libre de problemas. Los 400 golpes es una obra que ha inspirado a innumerables cineastas al momento de realizar sus propios proyectos, tanto por su estructura, como por las técnicas que utilizó Truffaut e incluso por la brillante actuación del joven Jean-Pierre.

El laberinto del fauno (Dir. Guillermo del Toro, 2006)

Esta película del director Mexicano Guillermo del Toro aún tiene el récord de ser receptora de la ovación más larga en la historia del festival de Cannes, ya que después de su estreno los espectadores le aplaudieron durante 22 minutos consecutivos. Al ver este macabro cuento de hadas que indudablemente es una obra maestra, no es difícil comprender que haya suscitado esta reacción.

La historia está ambientada poco después la Guerra Civil española, y aunque la película tiene muchos elementos de fantasía, nunca deja que se te olvide que la mayor parte de lo que se ve se inspiró en la terrible realidad que se vivió durante esa época. El laberinto del fauno es una historia sobre cómo no es posible escapar de las atrocidades que plaga al mundo incluso cuando eres un niño pequeño, y así demuestra la importancia de que todos hagamos lo posible para evitar que se revivan estos capítulos tan oscuros en la historia.

Tiempos violentos (Dir. Quentin Tarantino, 1994)

Quentin Tarantino ha escandalizado tanto a críticos como a espectadores desde que estrenó su ópera prima Perros de reserva, una película que seguramente estaría incluida en esta lista si fuera un poco más larga. En su segunda obra, Tarantino amplificó todos los elementos que hicieron que la primera funcionara tan bien, y fue así como surgió esta obra maestra del cine moderno.

Tiempos violentos cuenta tres historias diferentes de un grupo de criminales que de alguna forma se relacionan unos con otros, y la manera errática en la que la película salta del pasado al presente junto con la brillantez de su diálogo y la locura de sus personajes hace que sea una experiencia cinematográfica como ninguna otra. Esta película revolucionó la industria de Hollywood, marcó para siempre la cultura popular y rompió con todos los esquemas que dictaban cuáles obras podían ser exitosas en taquilla. 

Vértigo (Dir. Alfred Hitchcock, 1958)

No es hipérbole decir que todo el mundo considera a Alfred Hitchcock como uno de los mejores directores de la historia. Pero justamente por esta razón suele ser difícil elegir cuáles de sus películas merecen mencionarse cuando se habla de sus mejores trabajos. En esta lista ya mencionamos a Intriga internacional, y si hay otro de sus títulos que se debe incluir tiene que ser Vértigo, que superó a El ciudadano Kane en la lista de las mejores películas en la historia curada por la revista Sight and Sound

El propio Hitchcock llamó a esta película su proyecto más personal, y es fácil creerlo gracias al hecho de que contiene la gran mayoría de los elementos y técnicas que caracterizan a su filmografía. Vértigo es una historia sobre la obsesión, específicamente la obsesión romántica. James Stewart y Kim Novak protagonizan en esta película donde nada es lo que parece, que lleva al espectador a tener que cuestionar todo lo que ven en pantalla para intentar hacer sentido del intrigante rompecabezas que Hitchcock magistralmente construyó. 

El espejo (Dir. Andrei Tarkovsky, 1975)

En esencia, lo que hizo Andrei Tarkovsky con El espejo es comparable a lo que Fellini hizo con 8 ½. Pero si la película de Fellini se considera como parte del neorrealismo, la película de Tarkovsky prácticamente se puede considerar como arte conceptual. No obstante, esto no significa que no sea una película que cualquier persona puede admirar y disfrutar.

En El espejo, el director ruso cuenta partes de la historia de su vida mediante fragmentos episódicos que no siguen una línea del tiempo concreta. Estos episodios representan memorias, y Tarkovsky quería representar cómo las memorias son entes que existen por separado pero que se pueden juntar sin estructura alguna y aún así lograr transmitir una historia. Esta película muchas veces se ha descrito como un poema visual, tanto por su cinematografía hermosa como por su diálogo lírico, y es muy fácil perderte en la belleza de lo que estás observando. 

Nosotros los pobres (Dir. Ismael Rodríguez, 1947)

Esta película de Ismael Rodríguez perfectamente captura una faceta de la sociedad mexicana que otros directores suelen ignorar o parodiar. Como lo dice su título, Nosotros los pobres se centra en mostrar lo que implica vivir en una situación de pobreza, lo cual es una realidad que sufre un gran porcentaje de la población de nuestro país. 

El legendario actor Pedro Infante interpreta al igualmente legendario personaje de Pepe “El Toro”, un humilde carpintero que no tiene nada más que a su familia y el amor que siente por ellos. Nosotros los pobres muestra lo difícil que es ser pobre en todos los sentidos, ya sea por el rechazo que se sufre por parte del resto de la sociedad y por los evidentes problemas que conlleva no tener dinero suficiente para comprar aquellas cosas necesarias para tener una vida digna.  

Tiburón (Dir. Steven Spielberg, 1975)

Encontrar un póster más reconocible que el de esta película dirigida por Steven Spielberg sería una misión imposible. Tiburón tuvo y sigue teniendo un impacto inmensurable dentro del mundo del cine, y tanto su icónico póster como varias de sus escenas han sido referenciadas desde su estreno en una enorme variedad de películas, series, obras de arte y hasta libros. Esta película es tan famosa que incluso su tema musical principal es conocido alrededor del mundo.

Con Tiburón, Spielberg perfeccionó el arte de crear suspenso en los espectadores, y el hecho de que lo lograra casi sin mostrar al “monstruo” de la historia es impresionante, y algo que muchos directores han buscado replicar. Esta película es la prueba de que mientras se tenga el talento necesario para trabajar con lo que se tiene y saber improvisar, no se necesita un presupuesto enorme para crear una obra maestra.

Cantando bajo la lluvia (Dir. Stanley Donen y Gene Kelly, 1951)

Si nunca se ha visto Cantando bajo la lluvia, es fácil descartarla como un musical cursi más. Pero la realidad es que esta película dirigida por Stanley Donen y Gene Kelly (quien también la protagoniza) tiene muy merecido su lugar en esta lista por cómo retrata la transición que Hollywood tuvo que hacer cuando se pasó del cine mudo al cine sonoro. 

Gene Kelly, Debbie Reynolds y Donald O’Connor son espectaculares en sus respectivos papeles, y es imposible no disfrutar de las pegajosas canciones que cantan y las complejas rutinas de baile que realizan a lo largo de la película. Sin embargo, además del aspecto musical, Cantando bajo la lluvia también es sumamente graciosa y es prácticamente imposible que tu humor no mejore después de verla.

Titanic (Dir. James Cameron, 1997)

A 22 años de su estreno, Titanic aún comparte el récord de ser la película que ganó más premios Óscar en la historia por haber recibido 11 de las codiciadas estatuillas doradas. Pero por más impresionante que sea este logro, no es la razón por la cual este proyecto del director James Cameron se considera como una de las mejores películas que se han hecho, tanto técnicamente como narrativamente hablando. 

Titanic fue un logro monumental en todos los sentidos. Cameron combinó una historia de amor con la historia real de uno de los accidentes marítimos más devastadores que han sucedido, y el resultado fue una obra maestra que capturó el corazón de las audiencias alrededor del mundo. Leonardo DiCaprio y Kate Winslet dan actuaciones inolvidables en esta película, y logran transmitir el amor que existe entre Jack y Rose de una forma tan efectiva que hace que todo lo que ocurre después de que el barco choque contra el iceberg sea aún más trágico. 

Mulholland Drive (Dir. David Lynch, 2001)

El director estadounidense David Lynch es conocido por su estilo profundamente surrealista que lo lleva a realizar obras que se sienten más como alucinaciones que como películas. Su filmografía es tan fascinante que vale la pena visitar cada una de sus obras, pero si hay un lugar por donde comenzar ese es Mulholland Drive.

A grandes rasgos, la película trata sobre una actriz que se muda a Hollywood para perseguir su sueño, y que conoce a una misteriosa mujer con amnesia que no recuerda nada sobre su propia identidad. Mientras menos sepas sobre la película antes de verla mejor, ya que intentar resolver el misterio que se desenvuelve en pantalla es parte del encanto. Naomi Watts y Laura Harring son espectaculares en los papeles principales, y sus actuaciones son gran parte de la razón por la cual Mulholland Drive ya es considerada como una de las mejores películas en la historia.

La entrada Las 35 mejores películas en la historia se publicó primero en Cine PREMIERE.

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‘La Mostra’ de Venecia será el primer festival de cine presencial desde que comenzó la pandemia

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EFE.- A principios de 2020, cuando se empezaron a cancelar grandes eventos por la pandemia, muchos no esperábamos que la crisis sanitaria durara tanto. Ahora, a inicios de septiembre, llega una gran noticia para los amantes del cine: La Mostra será el primer certamen cinematográfico presencial de la época del Covid-19.

También conocido como el Festival Internacional de Cine de Venecia, este magno evento se llevará a cabo del 2 al 12 de septiembre de este año. Y, como dice el director de La Mostra, Alberto Barbera, el cine “no puede permitirse seguir bloqueado”.

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“Hemos decidido celebrarlo de todos los modos porque creemos necesario lanzar una señal de optimismo y solidaridad con la industria del cine“.

“Es hora de reabrir porque no podemos permitirnos permanecer confinados durante mucho tiempo”, sostuvo Barbera, a pocos días del comienzo de del certamen más memorable de Venecia.

El virus no ha logrado detener al festival de cine internacional más antiguo del mundo, instituido en 1932, aunque estuvo a punto, pero lo cierto es que influirá fuertemente en su celebración.

La Mostra in extremis

El director del festival, enredado en la vorágine de los preparativos finales, no esconde los desvelos que vivió en las últimas semanas al ver que su evento podría acabar suspendiéndose.

Esto parecía posible debido a la suerte de algunos de sus más directos competidores, como el francés de Cannes.

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Durante la primera mitad del año parecía imponerse el pesimismo y todo parecía apuntar a que no sería posible realizar el festival. “Sólo a finales de mayo, cuando se redujeron las medidas de confinamiento (en Italia) empezamos a comprender que la situación mejoraba”, rememora.

La duda entonces era si merecería la pena celebrar La Mostra con menos películas y estrellas. Y a mediados de junio se apostó por seguir adelante pero, eso sí, aplicando estrictos protocolos de seguridad.

Foto: Shutterstock

Venecia y su mensaje de optimismo

Ahora todo está listo y Venecia aspira a lanzar un mensaje de optimismo: dejar claro que se puede seguir disfrutando del cine si se respetan las indicaciones sanitarias al pie de la letra. El porvenir de la industria depende de cómo se adapte al contexto de la pandemia.

“Creemos que se puede hacer. Esperamos que el festival pueda convertirse en una suerte de laboratorio en este sentido”.

“Que sirva como ejemplo para otros, que pueda ser la demostración de que si se respetan todas las medidas y protocolos se puede comenzar a volver al cine y a grabar películas”, defiende Alberto Barbera.

El futuro del Séptimo Arte depende de que logre adaptarse a esta nueva normalidad. Así, la idea es defenderlo y perseverar en celebrarlo justo cuando vive uno de sus momentos más aciagos.

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Por lo tanto este año cabe esperar que La Mostra sea “muy diferente a la habitual”, adelanta Barbera. Los cubrebocas, la distancia y por supuesto la desinfección estarán a la orden del día.

Una de las cuestiones más comentadas es la ausencia de
Hollywood. Este año no se esperan grandes estrellas en el Lido veneciano como
en las ediciones pasadas, siempre impregnadas de glamour.

Barbera reconoce que este ha sido un precio a pagar con tal de celebrar el certamen porque las grandes productoras como Netflix prohíben a sus directores y actores viajar por el riesgo de contagio de coronavirus, lo que supondría paralizar los rodajes.

No obstante La Mostra también contará con grandes figuras como las actrices Tilda Swinton o Frances McDormand. Además, asistirán directores de la talla de Amos Gitai, Andréi Konchalovski o Pedro Almodóvar, que estrenará su primera obra en inglés, La voz humana.

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Cine y Tv

“Soul”, la nueva película de Disney que reflexiona sobre la vida con el jazz

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CINE
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EFE.- Si en Inside Out se adentraba en el cerebro de los seres humanos, en Soul Pete Docter busca en el alma para construir una historia que funde música y sueños, en la primera película de Pixar con un protagonista afroamericano, que es una nueva joya de estos estudios de animación.

Quizás le falta la irreverencia de Toy Story, la perfección de Wall-E, la magia de Coco o el humor de Los Increíbles, pero Soul es un gran compendio de los 25 años que lleva Pixar revolucionando el mundo de animación.

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Preciosista hasta en el más mínimo detalle, Soul completa el estudio del interior de las personas que Docter comenzó en Inside Out y lo hace en clave existencialista, tratando de responder a una de las preguntas clave de la humanidad: ¿cuáles son las razones de identidad de cada ser humano?

La respuesta es la que busca Joe, un músico dedicado a la enseñanza que por fin consigue su gran oportunidad, actuar en un club de jazz acompañando al piano a la cantante Dorothea. Pero surge un pequeño obstáculo: se muere.

Cuando se ve en la escalera que le lleva al cielo, hace lo imposible por regresar a la Tierra, pero acaba en el ‘Great before‘, el lugar en el que las nuevas almas reciben sus personalidades antes de nacer como seres humanos.

Dos mundos muy diferentes, el colorista y vertiginoso Nueva York en el que vive Joe y el paisaje de nubes azules y rosadas en el que se mueven las blanquecinas almas mientras esperan encontrar la chispa que complete sus características.

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El contraste entre ambos mundos es evidente y no solo por los colores. La música, las voces y hasta el ritmo de la narración es completamente diferente, hasta el punto de que parecen dos películas vinculadas por un solo personaje.

Pero son precisamente esas diferencias las que dotan a la película de una unidad difícil de entender sólo con el planteamiento inicial.

Foto: EFE

Hay que ver el filme –ya en Disney+-, para entender la idea que le surgió a Docter cuando hace 23 años nació su hijo. El realizador se dio cuenta de que el bebé tenía su propia personalidad desde el mismo instante de su nacimiento.

“¿De dónde le venía? Yo creía que la personalidad se desarrolla a medida que interactúas con el mundo. Pero estaba claro que todos nacemos sabiendo de forma muy certera quiénes somos”, explica Docter en las notas de producción de Soul.

Con ese punto de partida, Docter, Kemp Powers (codirector) y Mike Jones elaboraron una historia en la que la música es una parte central y vuelve a ser un elemento diferenciador de los dos mundos en los que se mueve Joe.

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Para la música de jazz de la vida de Joe en la Tierra, fue Jon Batiste el encargado de la composición que acompaña a las escenas de Nueva York. Y para las del universo de las almas los encargados fueron Trent Reznor y Atticus Ross, de Nine Inch Nails.

Además, para las diferentes versiones ling\u00fcísticas de la película se eligió a cantantes populares para interpretar alguno de los temas principales.

Es el caso de Pablo López que compuso e interpretó Escucha la vida para la versión española, o de la colombiana Greeicy Rendón, que canta para la latinoamericana Así es la vida.

Una película concebida para ser exhibida en cines, como resaltó Docter en un encuentro virtual con periodistas unos días antes de que Disney anunciara que se estrenaría directamente en la plataforma debido a la pandemia

No se cobrará un extra, como sí se hizo con Mulán, pero en el trasvase a la pequeña pantalla, Soul ha perdido parte de su alma, que necesita de una sala de cine para brillar en todo su esplendor. 

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“Soul”, la nueva película de Disney que reflexiona sobre la vida con el jazz

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EFE.- Si en Inside Out se adentraba en el cerebro de los seres humanos, en Soul Pete Docter busca en el alma para construir una historia que funde música y sueños, en la primera película de Pixar con un protagonista afroamericano, que es una nueva joya de estos estudios de animación.

Quizás le falta la irreverencia de Toy Story, la perfección de Wall-E, la magia de Coco o el humor de Los Increíbles, pero Soul es un gran compendio de los 25 años que lleva Pixar revolucionando el mundo de animación.

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La respuesta es la que busca Joe, un músico dedicado a la enseñanza que por fin consigue su gran oportunidad, actuar en un club de jazz acompañando al piano a la cantante Dorothea. Pero surge un pequeño obstáculo: se muere.

Cuando se ve en la escalera que le lleva al cielo, hace lo imposible por regresar a la Tierra, pero acaba en el ‘Great before‘, el lugar en el que las nuevas almas reciben sus personalidades antes de nacer como seres humanos.

Dos mundos muy diferentes, el colorista y vertiginoso Nueva York en el que vive Joe y el paisaje de nubes azules y rosadas en el que se mueven las blanquecinas almas mientras esperan encontrar la chispa que complete sus características.

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El contraste entre ambos mundos es evidente y no solo por los colores. La música, las voces y hasta el ritmo de la narración es completamente diferente, hasta el punto de que parecen dos películas vinculadas por un solo personaje.

Pero son precisamente esas diferencias las que dotan a la película de una unidad difícil de entender sólo con el planteamiento inicial.

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Hay que ver el filme –ya en Disney+-, para entender la idea que le surgió a Docter cuando hace 23 años nació su hijo. El realizador se dio cuenta de que el bebé tenía su propia personalidad desde el mismo instante de su nacimiento.

“¿De dónde le venía? Yo creía que la personalidad se desarrolla a medida que interactúas con el mundo. Pero estaba claro que todos nacemos sabiendo de forma muy certera quiénes somos”, explica Docter en las notas de producción de Soul.

Con ese punto de partida, Docter, Kemp Powers (codirector) y Mike Jones elaboraron una historia en la que la música es una parte central y vuelve a ser un elemento diferenciador de los dos mundos en los que se mueve Joe.

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Para la música de jazz de la vida de Joe en la Tierra, fue Jon Batiste el encargado de la composición que acompaña a las escenas de Nueva York. Y para las del universo de las almas los encargados fueron Trent Reznor y Atticus Ross, de Nine Inch Nails.

Además, para las diferentes versiones ling\u00fcísticas de la película se eligió a cantantes populares para interpretar alguno de los temas principales.

Es el caso de Pablo López que compuso e interpretó Escucha la vida para la versión española, o de la colombiana Greeicy Rendón, que canta para la latinoamericana Así es la vida.

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No se cobrará un extra, como sí se hizo con Mulán, pero en el trasvase a la pequeña pantalla, Soul ha perdido parte de su alma, que necesita de una sala de cine para brillar en todo su esplendor. 

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