Que Hacer
Alcalá del Júcar, uno de los pueblos más bonitos de España. Qué ver y qué hacer
Me gusta mucho la asociación de los Pueblos más bonitos de España, que otorga esta distinción a algunos municipios con una belleza por encima de la media y que puede servir de guía para animarse a conocerlos. Tal es el caso de Alcalá del Júcar, que es sin duda uno de los pueblos más bonitos de nuestro país.
En esta época incierta en la que no sabemos cómo serán nuestros próximos viajes, las escapadas a lugares no muy alejados son planes perfectos y una visita a Alcalá del Júcar en la comarca de la Manchuela -provincia de Albacete-, resulta muy recomendable.
Qué ver y qué hacer en Alcalá del Júcar

Alcalá del Jucar es una población muy bella, pero más si se considera en conjunto que porque tenga elementos particularmente bonitos. De hecho fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1982. Además de la propia ciudad, también pertenecen al municipio algunas pedanías como Casas del Cerro, Las Eras, La Gila, Tolosa y Zulema.
Ya desde el acceso por la carretera, sinuosa y en zona de terreno calizo podremos ir haciéndonos una idea, en especial cuando comenzamos a divisar la ciudad, que parece estar encaramada por la ladera de la montaña, y cuando se divisa el castillo se nota que nos encontramos en un municipio muy especial lleno de belleza y con mucha historia.
La erosión que el Júcar ha realizado a las rocas a lo largo de los siglos formando un cañón, nos pone en escena. Alcalá, con paisajes fabulosos, lugares pintorescos, buena gastronomía, cuevas y fósiles y rutas de senderismo para tener una escapada de fin de semana por las tierras de esta comarca albaceteña.
Entre los atractivos turísticos que no debéis perderos, os recomiendo…
1. El Castillo de Alcalá del Júcar
Castillo de Alcalá del Júcar
El Castillo de Alcalá del Júcar, situado en el alto de la peña,y que se ve desde cualquier punto del pueblo, fue construido por los almohades entre los siglos XII y XIII. Está situado sobre una peña sobre una de las hoces del río Júcar, y desde él donde se divisa toda la ciudad.
No es especialmente bello, pero su ubicación, las vistas y la buena conservación del mismo, hace interesante la visita. Se compone de un gran torreón con forma pentagonal y dos torres más pequeñas, de planta circular. El Marqués de Villena, Don Juan Pacheco, fue quien le dio el aspecto actual en el siglo XV y aún conserva parte de las murallas exteriores de la ciudad de entonces.
2. La Ruta del agua
Es una ruta para caminar, entre el canal y el río, que puede ser una buena opción como primer contacto con este municipio. Irás escuchando el agradable sonido del agua mientras caminas junto a los árboles de la ribera del Júcar. Además, si vas al atardecer, te sorprenderá la iluminación del pueblo a la puesta del sol, donde descubrirás la belleza de Alcalá bajo los focos.
3. Caracoles fósiles procedentes del Diluvio Universal

En las peñas de la subida hacia el Castillo podemos encontrar caracoles fosilizados. Es toda una curiosidad que puede serviros como curiosa anécdota. Parece ser que no se corresponden a la fauna local y desde hace siglos se dice que llegaron con el Diluvio.
Según dijo Tomás López en el año 1786, “se manifiestan en las peñas de esta cañada muchos caracoles enteramente petrificados, y algunos otros testáceos, que ni los unos ni los otros son de los que se crían en el país, por lo que de haber crecido por encima de las piedras más de seis o siete varas, juzgamos que son los del Diluvio Universal, que se quedaron aquí“
4. Ruta de senderismo por la Hoz del Júcar
Alrededores de Alcalá del Júcar
Una de las muchas opciones para caminar por la zona y disfrutar de los paisajes que va formando el río, es la ruta circular del Morrón, que sale de Alcalá del Júcar, y recorre la pedanía de Las Eras y llega a Tolosa. No es especialmente dura y es perfecta para una mañana en contacto con la naturaleza.
5. Cuevas del Diablo y otras casas-cueva

Todas las carreteras y calles que bordean la ciudad, están llenas de cuevas y excavaciones de terreno sobre la piedra calcárea. Las casas-cueva son uno de los atractivos indiscutibles de Alcalá del Júcar.
Debido a la peculiar ubicación del pueblo en la peña formada por el Júcar, hay muchas casas que están excavadas en el terreno calizo, desde tiempos de los almohades, y algunas están intactas en la actualidad.
La cueva Garadén tiene unos 750 años y es una cueva fortificada. Vale la pena hacer una excursión visitar esta casa-cueva cuyo nombre deriva del de un rey musulmán. Más abajo, está la llamada Cueva del Diablo.

Esta es una cueva mucho más turística, una especie de museo decorado con aperos de labranza antiguos. Otra cueva visitable es la Cueva de Masagó, llamada la Gruta del Duende, con una bodega de la Edad Media, y colecciones de fósiles, monedas antiguas y que además es restaurante.
Otros atractivos para visitar en Alcalá del Jucar

Es curiosa la plaza de toros, con forma de anfiteatro romano, la Iglesia de San Andrés o el Puente de Piedra. También merece la pena recorrer sus calles andando o en coche para poder descubrir los mejores ángulos para una ciudad tan fotogénica como esta.
Dónde comer y otros planes por los alrededores
Algunos de los platos del restaurante Cañitas Maite
La oferta gastronómica de la zona de la Manchuela albaceteña es muy rica y variada. Además de disfrutar con los clásicos Miguelitos de la Roda, para mí es imprescindible recomendaros que os acerquéis al cercano pueblo de Casas Ibáñez a descubrir la maravillosa comida de Cañitas Maite, uno de los mejores restaurantes en que he comido en los últimos tiempos. Su oferta tanto de carta de tapas como de Carta de Producto o sus fantásticos arroces os van a encantar.
En Alcalá del Júcar, además de la Cueva Massagó – Gruta del Duende, también podéis comer en Los Fogones El Chato, Restaurante El Almendro o Restaurante San Agustín, donde encontraéis platos típicos de la comarca, como las calderetas que seguro que os gustarán.
Para completar el recorrido, los aficionados a los buenos quesos, podéis ir a visitar la Quesería La Rueda, en Villamalea, donde podréis degustar y comprar quesos de leche de cabra de altísima calidad y conocer sus instalaciones o acercaros al Valle del Río Cabriel, donde podéis hacer turismo ecológico y actividades como senderismo y deportes de aventura.
Jorquera, en la comarca de La Manchuela albaceteña
También podéis acercaros a conocer Jorquera, una población cercana llena de encanto, que empezaréis a disfrutar ya desde el recorrido, debido a sus paisajes, cuevas y que está a menos de 15 minutos en coche.
En Diario del Viajero | Menú V Centenario de la Vuelta al Mundo en restaurantes de Andalucía
En Diario del Viajero | Como aprovechar un fin de semana sin estado de alarma según nuestros Compañeros de Ruta
Que Hacer
170.000 bombillas iluminan sus calles
Hay lugares que parecen tener un brillo propio, pero en Navidad consiguen algo todavía más difícil: multiplicar su belleza hasta crear una estampa casi irreal. En pleno invierno, cuando cae la noche, este rincón de la provincia de Salamanca se transforma en un escenario de cuento, con calles empedradas que resplandecen, balcones de madera decorados con miles de puntos de luz y una plaza mayor que invita a detenerse y mirar alrededor sin prisas. No es casualidad que, año tras año, se haya convertido en uno de los destinos más buscados para una escapada invernal con encanto.
Ese lugar es La Alberca, uno de los pueblos más bonitos de España en cualquier época del año, pero especialmente cautivador durante la Navidad. Desde finales de noviembre y hasta bien entrado enero, más de 170.000 bombillas LED iluminan su casco histórico, envolviendo plazas y callejuelas en una atmósfera cálida que contrasta con el paisaje serrano y el frío del invierno. La iluminación no es un simple reclamo estético, sino una apuesta decidida por revitalizar el pueblo en temporada baja y consolidarlo como un referente turístico más allá de los meses de verano.
Esta ambiciosa iniciativa alcanzó proyección nacional cuando en 2023 La Alberca se alzó como ganadora del concurso anual “Juntos Brillamos Más” de Ferrero Rocher, un reconocimiento que impulsó aún más su espectacular despliegue luminoso. El premio supuso un antes y un después, no solo por el impacto visual, sino por el orgullo colectivo de vecinos y comerciantes, que han hecho de la Navidad una celebración compartida y un motor de vida para el pueblo. Hoy, al pasear por el pueblo en estas fechas es fácil comprobar cómo todos aúnan esfuerzos para crear una experiencia inolvidable a quien la visita.
La Alberca: el pueblo de las 160 luces por cada habitante


La iniciativa partió del Ayuntamiento, con el apoyo de sus poco más de 1.000 vecinos y comercios locales, y ha ido creciendo y perfeccionándose con los años hasta convertirse en una seña de identidad navideña. El resultado es un recorrido luminoso que invita a perderse sin mapa, dejándose llevar por la belleza de cada rincón.
De hecho ya es toda una institución: este año el estreno oficial de la iluminación tuvo lugar el 29 de noviembre en una pequeña ceremonia, una fecha que se adelantó ligeramente respecto a lo previsto inicialmente tras escuchar la petición de vecinos y comerciantes. Desde el Ayuntamiento se optó por escoger un día más tranquilo, pensado no solo para repartir mejor la afluencia de visitantes, sino también para servir de impulso a la actividad económica local desde el inicio de la campaña navideña.
Además del encendido de luces, la programación navideña se completa con actividades pensadas para todos los públicos: visitas de Papá Noel y los Reyes Magos, espectáculos infantiles, conciertos, mercadillos y propuestas culturales que animan las tardes frías y refuerzan ese espíritu comunitario tan característico del pueblo. A todo ello se suman tradiciones singulares, como la del marrano de San Antón, donde un cerdo es cuidado por el pueblo y rifado para fines benéficos en enero, representando una práctica que ha perdurado más de 500 años… tradición que por supuesto sorprende a quienes visitan La Alberca por primera vez.
Un pueblo anclado en el tiempo que merece la pena visitar en cualquier momento del año


Pero La Alberca es mucho más que luces. Fue el primer municipio de España declarado Conjunto Histórico-Artístico, y basta un paseo por su Plaza Mayor para entender por qué. El crucero de granito en el centro, las casas tradicionales con entramado de madera y los soportales crean una estampa que parece detenida en el tiempo. Muy cerca se alza la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los edificios más destacados del pueblo, junto a pequeñas ermitas y miradores que permiten asomarse al paisaje de la Sierra de Francia.
Una escapada en estas fechas es también la excusa perfecta para descubrir (o redescubrir), la gastronomía de la zona. En sus tiendas y obradores se pueden adquirir embutidos ibéricos, jamón de Guijuelo, quesos, miel, dulces tradicionales como las perrunillas o productos artesanos ideales para llevar a casa o para convertir en protagonistas de las cenas navideñas (y de paso apoyar a los pequeños productores locales).
Y si se dispone de más tiempo, el entorno natural es un valor añadido. El Parque Natural de Las Batuecas–Sierra de Francia ofrece rutas sencillas incluso en invierno, bosques cubiertos de niebla y paisajes que invitan a caminar con calma, respirando aire limpio y disfrutando del silencio. Además está muy cerca de Salamanca, así que recorriendo algunos kilómetros más, una escapada completa y sorprendente está garantizada.
Imágenes | Ayuntamiento de la Alberca
ues de anuncios individuales.
Source link
Que Hacer
visitarla te hace sentir que entras en otro siglo
Hay lugares que, nada más llegar, te invitan a bajar un poco el ritmo. De esos que te hacen respirar hondo sin que tú lo decidas, simplemente porque el entorno lo pide. En este sitio pasa exactamente eso: ves un valle tranquilo, un casco antiguo, un río que avanza con calma entre jardines muy cuidados y, al fondo, una silueta de granito que capta la atención sin necesidad de imponerse. Es uno de esos lugares ideales para practicar el famoso turismo slow, un término fácil de emplear pero difícil de poner en práctica en los tiempos que vivimos: caminar sin prisa, fijarte en los detalles, escuchar el agua, oler la madera de las casas antiguas y dejar que el paisaje vaya cambiando delante de ti.
Cuando llegas a Fougères, entiendes por qué todos hablan de su encanto. Lo primero que ves es la fortaleza en lo alto, vigilando el pueblo como si siempre hubiera estado ahí para orientarte. Debajo, las casas de entramado de madera mantienen ese aire auténtico que a veces se pierde en otros destinos, y las calles adoquinadas te llevan de un rincón a otro sin necesidad de acelerar el paso. Es un lugar que te invita a tomártelo con calma desde el primer minuto.
Luego están los bares y terrazas, que casi parecen puestos ahí para que te sientes un buen rato a disfrutar. Una galette, una sidra o algún dulce bretón saben mejor cuando no tienes prisa. Y la verdad es que aquí es fácil dejarse llevar: Fougères te recompensa si decides parar, mirar alrededor y simplemente estar. No hace falta más para empezar a disfrutarlo de verdad.
Fougères y su fortaleza medieval que te deja sin palabras


Erguida sobre un peñasco de esquisto, esta inmensa obra defensiva construida entre los siglos XII y XV, impresiona a cualquiera. Sus trece torres rodean dos hectáreas de murallas restauradas que, siglos atrás, estuvieron protegidas por un foso de agua. Seguir el camino de ronda es casi obligatorio: desde allí se admiran no solo las murallas en todo su esplendor, sino también los jardines que bordean el pueblo, perfectamente integrados en el paisaje.
Cada torre cuenta una historia, pero pocas atrapan tanto la imaginación como la torre Mélusine. Lleva el nombre del hada de Lusignan, símbolo de misterio y metamorfosis, y se eleva unos treinta metros sobre el conjunto, con muros de tres metros y medio de grosor. Una construcción así no solo servía para vigilar; su sola presencia disuadía a cualquiera que pensara poner a prueba las defensas del lugar.
Caminar por la fortaleza es como recorrer siglos de historia con los pies. Hay torres cuadradas, circulares y en forma de herradura que muestran la evolución de la ingeniería militar medieval. Desde lo alto, las vistas abarcan el valle, los tejados desiguales del casco antiguo y los colores de sus espectaculares jardines, que cambian con cada estación. A sus pies se encuentra el pasadizo, un Centro de Interpretación de la Arquitectura y el Patrimonio, una visita imprescindible que ayuda a imaginar la vida cotidiana entre asedios, el papel de Fougères en las fronteras bretonas y las sucesivas reconstrucciones que han permitido que el conjunto llegue hasta nosotros tan completo.
Una ciudad para disfrutar con calma


Pero Fougères no es solo su castillo. Es un destino que se saborea mejor sin reloj: paseando por el barrio antiguo, entrando en alguna tienda artesanal, cruzando pequeños puentes sobre el río, subiendo a los miradores naturales o sencillamente sentándose en una terraza a contemplar cómo la fortaleza cambia de tono al caer la tarde. Aquí todo parece invitar a bajar el paso.
Si viajas en familia, las actividades del castillo suelen ser un acierto. Si vas en pareja, el atardecer desde las murallas es uno de esos momentos que se guardan en la memoria. Y si tienes ganas de tranquilidad, basta caminar por los jardines del pueblo o detenerse en cualquier rincón del casco antiguo para entender por qué estos lugares, lejos del ruido, acaban conquistando a quien los visita.
Imágenes | Web Oficial de Turismo de Bretaña
ues de anuncios individuales.
Source link
Que Hacer
esta ciudad tiene uno de los mercadillos navideños más bonitos y mágicos de España
Siempre he pensado que la mejor manera de “calentar motores” cuando llega diciembre es pasear por un mercadillo navideño: entre luces, aromas y música, el espíritu festivo se enciende casi sin que nos demos cuenta. Y aunque muchos viajeros se dejan seducir por los mercados más famosos, y por tanto, más concurridos, existen alternativas fantásticas. Además en España tenemos mucha suerte porque hay muchos destinos que conservan intacta la magia, pero sin las aglomeraciones que a veces empañan la experiencia.
De hecho hay una ciudad en particular que, pese a no disfrutar de la popularidad de Madrid o Vigo, se transforma por completo en estas fechas. Durante más de cinco semanas, cada calle y cada plaza se llenan de luz, creatividad y ambiente festivo. Su programación, que este año incorpora novedades respecto a ediciones anteriores, es inmensa: más de 600 actividades repartidas en 39 días convierten este rincón del nordeste español en un gran escenario navideño pensado para disfrutar en familia, en pareja o con amigos. Hablamos de Zaragoza.
El epicentro es la Plaza del Pilar, donde se instala la ya emblemática Muestra Navideña, uno de los mercadillos más característicos del país. Pero la celebración no se queda ahí: el ambiente festivo se extiende también a otros espacios clave, como el Parque Grande José Antonio Labordeta, que se suma cada año con propuestas propias para completar una experiencia inolvidable en la ciudad.
Dos mercadillos para disfrutar de la Navidad más tradicional (y gourmet)
El mercado principal reúne alrededor de medio centenar de casetas, todas decoradas con un cuidado especial que invita a pasear sin prisa. Aquí puedes encontrar artesanía local, adornos hechos a mano, regalos originales, figuras para el belén, dulces tradicionales, chocolates, turrones y productos gastronómicos de la tierra. El ambiente, sin embargo, va mucho más allá de la compra: frente a la basílica se levanta un Belén de tamaño real, uno de los más grandes del país, que cada año se renueva y atrae a miles de visitantes. También hay pista de hielo, trineos neumáticos, un gran árbol de los deseos, carruseles y actividades constantes para todas las edades.
Si el plan pasa por llevarse sabores auténticos a casa, o por encontrar regalos gourmet de calidad, el Mercado Gourmet del Parque Grande es otra parada que merece un hueco en la ruta. Allí, productores y artesanos de toda la región ofrecen vinos, aceites, embutidos, dulces, panes de pueblo y conservas que son un acierto seguro para las cenas navideñas o para sorprender con un detalle para alguien especial. Además, este mercado suele acompañarse de actuaciones, talleres y degustaciones, lo que lo convierte en una experiencia completa.
La ciudad, además, estrena cada año novedades: un acto de encendido más espectacular, nuevas zonas iluminadas (como el Paseo Independencia), y un espectáculo lumínico en el Parque Grande que invita a recorrerlo al caer la tarde. Incluso la Cabalgata de Reyes renueva su recorrido y su puesta en escena, con más énfasis en la narrativa y en la calidad artística del desfile.
Zaragoza: una escapada perfecta en Navidad

Imagen | Perfil Facebook Zaragoza Cultura
Y entre todo este ambiente festivo se cuelan joyas patrimoniales que ningún viajero debería pasar por alto. La Basílica del Pilar, con sus cúpulas y su reflejo en el Ebro, es una visita imprescindible, igual que la Catedral del Salvador o la Aljafería, uno de los palacios mudéjares más importantes del país. Pasear por el casco histórico, descubrir pequeñas plazas, adentrarse en museos y perderse por calles llenas de vida es parte del encanto de esta escapada navideña.
Quizá otros mercados acaparen titulares, pero pocos equilibran tan bien la tradición, la artesanía, la gastronomía y la calidez de una ciudad volcada en estas fechas. Aquí la Navidad no solo se contempla: se vive, se siente y se comparte. Y quizá por eso, este mercadillo se ha convertido en uno de los más bonitos y mágicos de toda España. ¿La receta? calidez, actividades para todos, buena gastronomía y un ritmo que permite disfrutarlo de verdad.
Imagen | Ayuntamiento de Zaragoza
ues de anuncios individuales.
Source link
-
Musica2 días agoConciertos: Guadalajara vive un cierre de año con amplia oferta musical
-
Actualidad1 día agoel margen de error es de solo cinco centímetros
-
Musica2 días agoMúsica: Jelly Roll: de la cárcel al Grammy
-
Actualidad14 horas agoMiss Universo se va de México: retirará sus operaciones de la CDMX y regresará la sede a Nueva York en medio del caso de Raúl Rocha
-
Deportes2 días ago
Isaac del Toro rodará en el Tour de Francia en 2026: Cumplirá ‘un sueño desde niño’
-
Deportes1 día ago
FIFA recibe en 24 horas cinco millones de solicitudes de entradas para el Mundial 2026
-
Actualidad2 días agoel increíble secretismo con el que se fabricó el primer iPhone
-
Actualidad1 día agoFallece a los 86 años Abraham Quintanilla, padre de la cantante Selena y del productor A.B





