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El viajero ciego que recorrió el mundo en el siglo XIX y escribió libros de viajes transmitiendo los lugares con cuatro sentidos
James Holman fue un invidente que se convirtió en uno de los más grandes viajeros del mundo a principios del siglo xix, adquiriendo el sobrenombre de “El viajero ciego”.
En 1810, Holman, con 25 años, contrajo escorbuto siendo teniente de navío, lo cual le dejó ciego. Tal como hicieron Marco Polo o Mungo Park, Holman se lanzó a la aventura con la intención de explorar el mundo aunque fuera con sus otros cuatro sentidos.
Los viajes con cuatro sentidos
En su primer viaje recorrió media Europa y, entre otras cosas, se paseó por el cráter del Vesubio o escaló la cúpula de San Pedro en Roma. Tres años después, en otro viaje a Rusia, fue arrestado por la policía del zar porque no tenía permiso de viaje y le acusaron de espionaje.
Obviamente, nadie se creía que aquel viajero fuera ciego, porque los ciegos no viajan. Holman estuvo 18 meses en la cárcel antes de ser deportado a Polonia, pero continuó viajando, pisando África, Suramérica, Australia (cuyo desierto central atravesó en compañía de una tribu de aborígenes que lo alimentaban con termitas y lagartos), India (donde intentó cazar tigres a lomos de elefantes) y China, y narró su periplo al dictado al regresar a Inglaterra, alcanzando la fama.
En lo que hoy es Guinea Ecuatorial, el gobierno británico bautizó un río con su nombre, en honor a su cruzada contra la trata de esclavos en la región.
Como Holman, este libro pretende que en vuestro próximo viaje a un lugar cotidiano lo llevéis a cabo mirando de otra forma, o ciegos, percibiendo lo que os rodea con otros sentidos, como esos pies con ojos que tenía Holman. O con los ojos que todos tenemos en la nariz.
Porque el olfato puede ser el hilo de Ariadna que mejor os orientará a través del laberinto de la memoria y de las emociones.
Proust se equivocaba con su magdalena en su En busca del tiempo perdido: los neurólogos saben que las células gustativas son mediocres y que al morir no se renuevan con facilidad, al contrario que las células olfativas. Recordamos olores, antes que sabores. Así que olfatead para viajar.
El olor a polución que generan los vehículos a motor de Roma debido a la insuficiente red de metro: es problemático horadar más líneas de metro porque continuamente aparecen restos arqueológicos que detienen las obras. La mezcla de «café, cebolla y gauloise, el cigarrillo negro», que a juicio del reportero Manu Leguineche exhala el aliento de París.
Turquía, ampliamente conocido como el bazar de especias. México. Este país tiene una gran diversidad de flores y alimentos típicos que sin duda puede hacer que la gente lo recuerde como por ejemplo la flor de Jamaica, que también se utiliza para hacer infusiones.
El hedor nauseabundo de Barcelona, considerada por muchos como una de las ciudades que peor huele en toda Europa desde el siglo XIX debido a sus problemas de salubridad y su relación con la presión atmosférica y el nivel del mar. El olor a «carne recalentada, ropa de difunto y un deje de grasa de chorizo» con el que el poeta Jaime Gil de Biedma describía a Madrid en Retrato del artista (y la cocina española, según el cronista Julio Camba, desprende un aroma a «ajo y a prejuicios religiosos»).
Viajar es tener todos los sentidos despiertos. No dejarse nada. Es una buena lección que podemos tomar de un viajero ciego que, a pesar de carecer de uno de los sentidos que creemos más importantes para viajar, la visión, fue capaz de hacerlo con tanta intensidad como cualquiera.
Ya viene Halloween y nosotros estamos organizando una increíble caravana que recorrerá las principales calles de San Luis Potosí presentada por Digital Radio. Y queremos que formes parte de ella el proximo martes estaremos reuniéndonos partiremos desde el estacionamiento del banco Banamex Glorieta alas 20 hrs.
¿Quieres Formar Parte?
Te esperamos con tu Automóvil, Camioneta o Motocicleta. Recuerda traer tu disfraz y muy importante traer dulces para regalar.
La ruta la estaremos compartiendo el día Sábado.
Muy pronto mas información
La Fontana di Trevi es uno de los monumentos más emblemáticos de Roma, pero también uno de los más masificados, por lo que visitarlo no siempre es una experiencia agradable.
Al igual que pasa con el Park Güell en Barcelona, podemos acabar agobiados y decepcionados con tanta gente alrededor. Los últimos datos de 2018 ya hablaban de 450.000 turistas visitando la fuente cada mes, y 1.200 visitantes por hora parándose delante, para hacer una foto o lanzar una moneda. Un gesto que en la actualidad recauda entre 3.000 y 4.000 € al día, casi un millón y medio de euros al año.
Ante este panorama, ¿se puede tener un momento de calma? Sí, aplicando el fantástico truco que nos ha revelado el tiktoker Diego Ayús. El mismo que nos descubrió cómo evitar que nos cobren de más por el café en Italia, así que si estás pensando visitar la Ciudad Eterna, es muy recomendable seguir su cuenta.
Cómo entrar gratis dentro del edificio de la Fontana di Trevi
Entrar al Palazzo Poli, el edificio que alberga en su fachada la Fontana di Trevi, es tan fácil, que es inevitable preguntarse, ¿cómo no me di cuenta antes? Solo hay que seguir los pasos de este vídeo:
El secreto consiste en acceder al Istituto Centrale per la Grafica, que tiene su entrada en un lateral del palacio, y suele programar diferentes exposiciones con entrada gratuita. Desde sus ventanas tenemos una vista exclusiva de la plaza y de la fuente y, lo que es mejor, un rato de tranquilidad, lo cual en Roma siempre se agradece.
La muestra que aparece en el vídeo, “Le Marche. La unicidad de la multiplicidad” dura hasta el 28 de mayo, y está dedicada a las figuras célebres de esta bonita región en todos los ámbitos: deporte, música, ciencia, arte, etc.
Se pueden consultar las próximas exhibiciones en la página de Facebook del Instituto o en su web oficial, aunque esta última no siempre funciona. Tal vez no tengan demasiado entusiasmo en promocionarse, lo cual se agradece si hacemos una visita y conseguimos quedarnos solos, como nuestro guía de TikTok. También es muy probable que esta situación no dure mucho tiempo.
Otra opción es visitar la Fontana di Trevi de noche, al más puro estilo Anita Ekberg en la Dolce Vita, pero no descartes encontrarte al menos con un centenar de personas que hayan tenido la misma idea. En Roma (casi) todo es cuestión de suerte.
Portada | Michele Bitetto – Unsplash
Ver a los perros divirtiéndose en la playa es un espectáculo que siempre me hace sonreír. Jugando con la arena, bañándose, saltando o corriendo a velocidad máxima en todas las direcciones… Están tan felices disfrutando, por fin, de un espacio sin límites, que dan ganas de llevarlos cada día.
Pero no es algo que puedan hacer en cualquier parte. La normativa depende de las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, aunque, por lo general, tienen el acceso restringido a las playas de mayo a septiembre.
Por suerte, no en todas. Cada vez existen más playas en nuestras costas para ir con perro, y en Red Canina han preparado un mapa actualizado en Google Maps, donde es posible localizarlas de forma rápida y sencilla.
Alicante, la provincia con más playas para perros
Si estás pensando en un destino costero para tu próxima escapada, el gráfico es muy claro, Alicante se ha coronado como el paraíso perruno, con 11 playas caninas, disponibles todo el año.
Es la provincia que más tiene de España (si se confirman las que están pendientes en Elche), repartidas en ocho localidades, entre las que destacan la Caleta dels Gossets, en Santa Pola, la playa de Agua Amarga en Alicante y la playa Punta del Riu, en el Campello, ideal para perritos pequeños o que prefieran aguas tranquilas.
Le siguen muy de cerca, en la lista de playas para perros en España 2023, Barcelona, con 10; Baleares, con 9; y Murcia y Málaga, con 8 cada una.
Checklist para un día de playa perfecto
Con más o menos opciones disponibles, nuestros compañeros peludos pueden gozar del sol y el mar en todo el litoral español. Eso sí, con precauciones.
Elisa Kennemer – Unsplash
Además de los consejos para viajar de forma segura, en tren, en coche, en barco o en avión, es imprescindible llevar:
- Mucha agua fresca y un cuenco para beber. No dejes que tu perro pase sed, porque si le da por beber agua salada es algo que nunca olvidaréis ninguno de los dos.
- Bolsas para recoger sus deposiciones.
- Su documentación.
- Correa y collar. Aunque lo dejes suelto, puede que necesites controlarlo en alguna situación.
- Un juguete que flote en el agua, para lanzarlo hasta el infinito y más allá.
Por último, una recomendación que sirve para humanos y caninos: nada de exponerse al sol en las horas centrales de más calor, entre las 12 y las 18 horas. Aun así, una sombrilla se agradece siempre. Y antes de volver al alojamiento, por supuesto pet-friendly, vale la pena enjugarnos bien en la ducha para quitarnos la sal y la arena.
Portada | Damian Barczak – Unsplash