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‘Qué tan diferentes somos de los monos’: Una entrevista con Martin Gore (o el tercer chimpancé)

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Entrevistamos a Martin Gore –de Depeche Mode– con motivo de su nuevo EP como solista. Nos pidieron dejar de fuera las preguntas sobre la banda y concentrarnos en este nuevo material. Enjoy… The Third Chimpanzee!

A finales de los 80 el mundo le pertenecía a Depeche Mode. La banda venía de publicar algunos de los mejores discos de la época como el Music for the Masses, Black Celebration, ni se diga del Some Great Reward (el menos de los tres, para ser justos). Esos tres discos reunieron rolas que ya son clásicos irrefutables, canciones demasiado conocidas, geniales.

Lo que vino después no fue distinto. Depeche arrancó la década de los 90 con el Violator (y con Alan Wilder), considerado como el mejor disco de la agrupación. Fue una locura su lanzamiento.

Andrew Fletcher, Dave Gahan, Alan Wilder y Martin Gore como Depeche Mode en 1987. Foto: Paul Natkin / Getty Images

Violator = Martin Gore

Cuenta la leyenda que la ciudad de Los Ángeles tuvo que costear con 25 mil dólares, a 130 elementos de la policía para poner orden afuera de una tienda de discos donde Depeche Mode estaba firmando. Cristales reventados y personas heridas. En eso se tradujo la efusividad de la gente por un álbum, una banda, un cantante, una serie de sintetizadores y canciones eróticas que hacían comercial lo gótico.

Pero Depeche siempre ha sido más que una banda: un grupo de humanos haciendo música que juega con la artificialidad, y eso es precisamente lo que los hace tan terrenales.

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Cada letra y melodía del Violator, fue obra de Martin Gore, a quien proclamamos el genio detrás de Depeche Mode. Por eso, nos da tanto gusto poder compartir con ustedes la breve entrevista que tuvimos con él con motivo de salida de The Third Chimpanzee, su más reciente EP como solista.

The Rise and Fall of Martin Gore or the Third Chimpanzee

Todos somos el tercer chimpancé, incluido Martin Gore. O al menos eso dijo Jared Diamond en 1991, un año después de la salida del Violator, con la publicación de The Rise and Fall of the Third Chimpanzee. De acuerdo con el autor, los seres humanos somos ese tercer mono, y hemos de entender nuestra naturaleza a partir de nuestra herencia animal.

¿Por qué reaccionamos de ciertas formas?, ¿cuáles son nuestros instintos? Incluso lo que creemos meramente humano, como el arte, tiene algo animal, algo salvaje, pues no podemos negar nuestra realidad: somos 98 por ciento monos. Esa teoría de The Rise and Fall of the Third Chimpanzee, se quedó en la mente de Martin Gore por casi 30 años e inspiró, de alguna manera, no sólo el título de su nuevo EP como solista, sino el concepto musical de este proyecto.

Portada de ‘The Rise and Fall of the Third Chimpanzee’. / Foto: Penguin

Así que en conversación con Gore, le preguntamos sobre esto: Somos humanos, pero primero somos parte del reino animal, somos primates. ¿Cómo piensas que nuestra herencia animal no afecta, sino participa en el proceso creativo? Específicamente en la música y en tu música en este EP. 

Es una pregunta interesante, y uno de los puntos que apliqué en ‘The Third Chimpanzee’… Cuando lo leí al inicio de los 90, el libro se llamaba ‘The Rise and Fall of the Third Chimpanzee’, es que sólo 2 por ciento de nuestros genes son diferentes a los de los chimpancés y bonobos. 

Pero obviamente ese 2 por ciento hace una gran diferencia porque, hasta donde sé, sabemos que a los animales les gusta pintar y sabemos que a los monos les gusta pintar. Por eso conseguí que un mono pintara la portada. Pero la música, hasta donde sabemos, no sé de ningún animal que de verdad haga música…

El señor Gore dejó de hablar por una interferencia en el teléfono. Han de entender que nosotros estábamos en la Ciudad de México, y él en algún lugar sin acceso a internet… O al menos eso entendemos ante la insistencia de hacer la entrevista únicamente por teléfono. 

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Los monos aulladores y la falta de letras

Sin embargo, la respuesta de Martin Gore es, por decir menos, interesante y científicamente cierta. Las cinco canciones de The Third Chimpanzee, son un reclamo de ese lado primitivo y brutal. Es música hecha por un humano, pero que suena animal en un sentido casi literal. Lo que hace aún más interesante The Third Chimpanzee

Este EP es completamente instrumental, algo que Martin Gore ya había hecho (recordemos MG de 2015 o el proyecto VCMG junto a Vince Clark), pero que ahora cobra mucho más sentido porque gran parte del reino animal, nos comunicamos a través de sonidos. 

Mono aullador / Foto: Getty Images

Pero son los primates los que le dan un sentido especial. Tal es el caso del mono aullador o el mandril que si bien no hacen música, son musicales. Así, en The Third Chimpanzee no hay propiamente una melodía, no letras, sólo sonidos. ¿Pero por qué?

La primera canción de este EP la llamamos Howler’ y manipulamos algunos de mis sonidos vocales, y regresaron a mí sonando un poco como un mono aullador.

Yo voy a Costa Rica bastante seguido durante tiempos normales, y tienen a muchos aulladores allá y los veo todo el tiempo. Eso fue lo que me dio la idea de nombrarla por un mono, esa fue la primera…Ese fue el punto de inicio de este proceso.

Y después, cuando empecé a trabajar en la siguiente canción pensé que sería una buena idea continuar con el sonido vocal casi humano, y tal vez eso podía convertirse en un concepto. Y así fue como la siguiente pieza del rompecabezas cayó en su lugar.

Decidí no usar letras y usar ese tipo de sonidos vocales que no suenan tan humanos. Después me gustó la idea de nombrar el EP ‘The Third Chimpanzee’ para cuestionar qué tan diferentes somos a los monos.

¿Estamos mucho más evolucionados? Eso era en realidad lo que trataba de averiguar.Porque en realidad el libro hace el argumento de que no somos tan diferentes genéticamente, hay algunas especies que son más divergentes como los chimpancés. 

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Martin Gore y la experiencia fílmica

No queremos pecar de básicos, y esperamos no lo sientan así. Pero escuchar The Third Chimpanzee, NO es como presenciar un documental sobre naturaleza o un trabajo en video de Jane Goodall (por cierto, vean su documental Jane).

Sino una ficción protagonizada por monos o alguna primera versión de los humanos. Un espacio creado, digamos, por Stanley Kubrick. Y lo primero que se nos viene a la cabeza es la icónica escena en la que aquellos primates descubren la manera de asir las cosas, esa acción que los hizo diferentes al resto de los seres vivos.

Imagen de ‘2001: A Space Odyssey’ de Stanley Kubrick.

Y también, siguiendo en la misma línea de Kubrick, este EP nos lleva por A Clockwork Orange, pero en cuanto a la brutalidad (animal) de su protagonista, la misma que vemos entre primates en la naturaleza.

Así que ante la ola de imágenes que pueden llegar a nuestra mente a través del viaje sonoro de The Third Chimpanzee, mejor decidimos preguntarle cómo funciona: ¿Usó algunas referencias cinematográficas? O fue al revés: ¿Creó su propia experiencia cinemática para hacer este EP?

Sí, creo que es más la segunda, creo que es la forma en la que tiendo a escribir, especialmente cuando estoy trabajando en instrumentales. Cuando escribes letras y le pones vocales a algo, la mayoría de las emociones proviene de lo que estás diciendo y las vocales mismas.

Pero cuando trabajas en algo instrumental, de alguna forma tienes que capturar eso de diferente manera, y para mí eso tiende a ser, de cierta forma, tratar de atrapar algo que es cinemático.

Martin Gore en un concierto de Depeche Mode. / Foto: Mick Hutson / Getty Images

Y sí, nos declaramos culpables: le tuvimos que preguntar si algún día le hará un favor al mundo del cine y participa en una cinta con el score. ¿Se imaginan el mundo de posibilidades para Martin Gore en cualquier género? Creemos, firmemente, y se lo dijimos, que hay muchas películas en este mundo, pero un score de Martin Gore merece una película grande, una gran historia, un gran director y el momento correcto…

Creo que estaría interesado si llegara la película correcta, pero he estado diciendo eso, probablemente, durante 20 años. Porque no sólo tiene llegar eso, sino tiene que llegar en el momento adecuado.

Por ejemplo, si estoy nuevamente en una gira de Depeche Mode y estamos por empezar los ensayos, y alguien viene y me dice “¿Estás interesado en hacer el soundtrack de una película?”. No podría hacerlo porque estaré ocupado por los próximos 18 meses. Tendría que llegar en el momento adecuado, así como ser el proyecto correcto en el que yo estaría interesado. 

Los monos son poderosos

El proceso de composición de Martin Gore siempre ha sido especial. Toma una guitarra, un piano o un teclado, cosas “básicas” para él, y crea una canción. Pero con The Third Chimpanzee fue diferente por el concepto mismo del EP: un concepto filosófico y científico, no artístico y menos musical.

En realidad fue diferente porque siento que ‘The Third Chimpanzee’ está mucho menos centrado en la melodía a diferencia de mi otro trabajo. Es más sobre capturar un tipo de poder, puede ser un poder tribal.

Desde el inicio con ‘Howler’, hay una intensidad en el bajo que inicia, y siento que eso era suficientemente interesante por sí mismo al grado de que que no necesitaba mucha melodía alrededor. 

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Un sonido poderoso, mas no violento

De bote pronto, The Third Chimpanzee y sus cinco canciones –”Howler”, “Mandrill”, “Capuchin”, “Vervet” y “Howler’s End”–, suenan bastante agresivas, pero no en un concepto negativo de la palabra. Son duras, son fuertes, brutales, los sonidos chocan entre sí y crean una atmósfera en la que necesariamente un humano no se sentiría cómodo o cómoda.

O al menos así nos sentimos nosotros. E insistimos, esto no es malo, sino que logra sacarnos de nuestra zona de confort y nos pone en un lugar donde dejan de existir las palabras para describir las emociones. Sí, el principio de Martin Gore también es el fin, es el resultado: no hay palabras, sólo poder. ¿Pero realmente hablamos de un concepto violento si nos apegamos al poderío del mono y cómo lo ejercen? 

No estoy seguro si me sentiría cómodo describiéndolo como ‘violento’, en realidad pensaría en algo más como poderoso, tal vez algo que tenga que ver con este concepto de los monos porque los monos son poderosos.

Tal vez es algo sobre eso. Lo que quise capturar y siempre me ha fascinado, es el hecho de que los chimpancés son los únicos otros… La única otra especie que hace redadas violentas a sí mismos. Eso me fascina pero no es algo que tratara de decir ahí porque también sé que son excepcionales, muy amorosos y amables. 

El origen, el principio y el fin de las cosas

Con The Third Chimpanzee hablamos de algo que se siente como el origen de todo, esa primera versión de un ser humano: somos animales y después somos humanos y este EP es eso. Somos brutales y poderosos, y creemos que esa es la mejor manera de describirnos como seres. ¿Pero qué hay de un músico, de un creador, de un compositor?, ¿cómo describiría Martin Gore su propio origen como artista?

Empecé muy ingenuo, considerando que llevo mucho en esto ahora. He estado en una banda por más de cuarenta años, así que (inaudible)…

Creo que aprendí en el camino que me gustan las cosas prematuras y no me gustan las cosas que se vuelven demasiado complicadas. Creo que no necesitas complicarte demasiado para capturar emociones. 

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Vhagar, Meleys y Sunfyre: La historia de los dragones del cuarto episodio de ‘House of the Dragon’

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Vhagar, Meleys y Sunfyre: La historia de los dragones del cuarto episodio de 'House of the Dragon'

Estamos en el cuarto episodio de la segunda temporada de House of the Dragon. Y nos atrevemos a decir que hasta ahora, ha sido el capítulo más emocionante de todos porque por fin la “Danza de los dragones” se hizo realidad.

Antes de que piensen que les vamos a dar spoilers, aquí sólo van a encontrar un peso de contexto sobre los dragones que aparecen en este episodio. Les platicaremos la historia de Meleys, la dragona de Rhaenys; Vhagar, el enorme dragón de Aemond; y Sunfyre, el hermoso dragón de Aegon.

Y como dato extra, también les platicaremos de Dreamfyre, el dragón de Helaena. Este dragón nunca ha salido en la serie, pero su historia es una de las más interesantes desde los primeros años tras la conquista de Aegon. Así que pongan atención porque se puede poner enredado.

Pensando en los nombres repetidos de la familia Targaryen en 'House of the Dragon'
Pensando en los nombres repetidos de la familia Targaryen en ‘House of the Dragon’ / Foto: El internet de las cosas

Sunfyre, el dragón de Aegon III

Cuando Aegon tenía 13 años, “conectó” con su dragón, el cual lleva el nombre de Sunfyre. De acuerdo al libro Fire & Blood, Sunfyre era el dragón más hermoso que jamás se hubiera visto, pues tenía las escamas doradas y sus alas eran rosadas.

Ahora bien. En la época de los Targaryen que vemos en House of the Dragon, coexisten dragones viejos y dragones jóvenes. Uno de los más viejos es Vhagar, el cual pertenece a Aemond, pero tuvo más jinetes desde la conquista (ahorita vamos a eso).

El rey Aegon II Targaryen en 'House of the Dragon'
El rey Aegon II Targaryen en ‘House of the Dragon’ / Foto: Max

Sunfyre, en el caso contrario, era de los dragones más jóvenes, y su primer jinete fue el mismo Aegon. Después de los episodios vistos en este cuarto capítulo de la serie (aguas porque pueden ser spoilers), el destino de Sunfyre es incierto.

Sunfyre, de ser el dragón más hermoso, pasa a estar gravemente herido, con un ala rota, sin un ojo y un montón de heridas en su cuerpo que tardan en sanar. Tan mal estaba, que incluso lo mandan a matar, pero el dragón dio batalla y sobrevive.

Meleys, la dragona de Rhaenys

En la primera temporada de House of the Dragon, Meleys y Rhaenys protagonizaron una de las escenas más emocionantes. Al cierre, la princesa y su dragona se aparecen en la coronación de Aegon como rey de Westeros (muy al estilo de Shrek, pues).

Sabemos perfectamente que Rhaenys pudo decir “dracarys“, matar a Aegon, Alicent, Otto y toda la familia usurpadora, y evitar que la guerra diera inicio. Pero también entendemos el punto de Rhaenys al decir que no le correspondía dar ese primer paso.

Te decimos quién es quién en 'House of the Dragon'
Eve Best como Rhaenys Targaryen. Foto: HBO.

Conocida como la “Reina Roja”, Meleys le perteneció, primero, a la princesa Alyssa Targaryen. ¿Y quién era ella? Alyssa era hija de Jaehaerys I, el rey conciliador, y madre de Viserys y Daemon. En ese caso, Alyssa estaba casada con Baelon o el príncipe de la primavera (no olviden su nombre porque vuelve a aparecer).

Después, Rhaenys logra montarla y convertirse en una de las figuras más temidas en todo Westeros y entre los dragones de los Targaryen.

Vhagar, el dragón de Aemond

Baelon, el llamado rey de la primavera, esposo de Alyssa y padre de Viserys I y Daemon, fue el jinete de Vhagar, uno de los dragones que participaron en la conquista de los Targaryen en Westeros (Vhagar tenía unos 52 años durante la conquista).

*Sólo como dato curioso, Baelon y su hermano Aemon se querían mucho y tomaron la decisión de que ambos compartirían el trono. Uno sería rey y el otro la Mano. Y aunque las cosas no salieron como lo planeado, han de saber que Aemon es el papá de Rhaenys, y fue el primer jinete de Caraxes, el extraño dragón de Daemon en House of the Dragon.

Volviendo a Vhagar… como les contamos, este dragón formó parte de la conquista de Aegon junto a sus hermanas y esposas. Una de ellas era Rhaenys junto a su dragón Meraxes. También estaba Visenya, una reina guerrera, y su dragón (adivinen) Vhagar.

El príncipe Aemond Targaryen
El príncipe Aemond Targaryen / Foto: Max

Después de Visenya, Baelon toma a Vhagar. Y después pasa a Laena Velaryon, la hija mayor de Lord Corlys y la princesa Rhaenys. Como recordamos, ella se casa con Daemon, con quien tiene dos hijas gemelas, Rhaena y Baela.

La muerte de Laena no es igual en los libros y la serie. En la serie, la princesa le pide a Vhagar, su dragón, que la mate. Pero en los libros no es así. Laena tuvo complicaciones durante un parto, y tras días enferma, decide que quiere volar a Vhagar por última vez. En camino hacia el dragón, colapsa y muere.

Tras la muerte de Laena, Vhagar se queda sin jinete, lo cual coincide con la falta de un dragón para el príncipe Aemond. Tras las burlas de sus hermanos y sobrinos (los hijos de Rhaenyra), Aemond se arma de valor y monta a Vhagar.

Sin embargo, Aemond nunca logra controlar por completo a Vhagar, pues es un dragón enorme y viejo. Parte de las consecuencias de esto es la muerte de Lucerys Velaryon: Vhagar destroza a Luke y su joven dragón Arrax de una mordida. Como alguna vez dijo Viserys, controlar a un dragón es una “ilusión”.

Dreamfyre, la dragona de Helaena

Visenya, la jinete de Vhagar en la conquista, tuvo un hijo llamado Maegor, quien al convertirse en rey recibió el nombre de “Maegor el Cruel”. Era hijo de Aegon el conquistador, pero no su primogénito. Sin embargo, su madre siempre quiso que él fuera el sucesor.

El segundo rey Targaryen en Westeros fue Aenys (hijo de Rhaenys), al cual describían como una persona amable y culta. Contrario a los deseos de Visenya, Aenys se convierte en rey y tiene dos hijos: Aegon y Rhaena. Aegon heredaría el trono, y lo quería hacer tomando como esposa a su hermana.

El rey Aenys acepta, pero el pueblo se niega bajo la manipulación de la Fe de los Siete. Entonces, Aenys se arma un plan y le dice a sus hijos/esposos que viajen por todo Westeros para demostrar que no pasa nada si son hermanos y están casados (Cersei y Jaime necesitaban un representante como Aenys, sin duda).

A estas alturas, Aegon no tenía dragón, pero Rhaena sí, Dreamfyre. Mientras el heredero está de viaje, el rey Aenys enferma y muere. ¿Qué debía suceder? Aegon tomaría el trono para convertirse en rey… pero aparece Maegor con su dragón Balerion (el mismo dragón de Aegon el conquistador), y toma el reino con ayuda de su madre Visenya.

Aegon lucha para tomar lo que le pertenece, pero Maegor lo mata. Es así como se convierte en el rey de los Siete Reinos, mata a los líderes de la Fe de los Siete, y toma a muchas mujeres como esposas. Entre ellas están las Black Brides (les decían así porque eran viudas a partir de que sus esposos habían muerto en manos de Maegor).

¿Y adivinen quién estaba entre las Black Brides? La princesa Rhaena, viuda de Aegon y sobrina del mismo Maegor. Pero esa no es la parte más interesante del chisme. Rhaena siempre estuvo enamorada de una mujer de la corte: Elissa Farman. Y así como llevaba a su hermano Aegon sobre Dreamfyre, también lo hizo con Elissa (como cuando te dedican la misma canción).

El chisme real dice que tras la muerte de Maegor, Rhaena se casó con Androw Farman, hermano de Elissa. Pero sólo lo hizo para estar cerca de ella… pero esa es otra historia.

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