La revictimización, lentitud en los procedimientos judiciales, falta de coordinación, respuesta e información de las autoridades y la habitual —y muy dañina— impunidad que ha acarreado nuestro país en cientos de casos han rodeado el caso de Camila Gómez Ortega, una niña de 8 años de edad que desapareció el 27 de marzo luego de ser invitada a casa de una amiga en Taxco, Guerrero.

En la madrugada del 28 de marzo, el cuerpo de Camila fue hallado en la carretera Taxco-Cuernavaca. Lo que siguió fue una serie de hechos violentos marcada aún más por la falta de coordinación de las autoridades locales, estatales y hasta federal que terminó en el linchamiento de los presuntos secuestradores.

Y en la revictimización de Camila Gómez y su familia por parte de las mismas autoridades de Taxco.

Fallas de las autoridades en el caso de Camila Gómez en Taxco

¿Qué sucedió?

Lo que sabemos es vía los testimonios de los familiares de Camila Gómez, ya que como les contamos, aún falta que la Fiscalía de Guerrero dé a conocer una relatoría de lo que sucedió, si bien ha publicado un comunicado explicando que investiga el caso como feminicidio.

El 27 de marzo Camila pidió permiso para ir a jugar a casa de una de sus amigas en la avenida Plateros, en el barrio La Florida en Taxco, Guerrero.

Cuando su mamá fue a recogerla, la vecina le dijo que Camila no había llegado al domicilio y entonces comenzó su búsqueda.

En el intervalo, la mamá de Camila, de acuerdo con los testimonios, recibió varias llamadas para exigirle 250 mil pesos por su hija. Después, la familia presentó una denuncia en la Fiscalía Regional de Iguala.

(Seguimos con los testimonios). Ya con la Fiscalía involucrada, las autoridades detuvieron a un taxista que terminó por acusar a las personas que supuestamente habían participado en el secuestro de Camila.

En todo este tiempo, los familiares de Camila Gómez habían tenido acceso a los videos de la cámara de seguridad que unos vecinos les proporcionaron.

En los videos se ve a Camila entrando a la casa de su amiga, pero nunca salir. Y, de hecho, en otro se ve a unas personas abordando un taxi con una bolsa negra.

Para vecinos y familiares se trató de una prueba clara de que la familia de la amiga de Camila mentía.

Lo que dice la Fiscalía de Guerrero

En un comunicado publicado después del linchamiento, el 28 de marzo, la Fiscalía de Guerrero explicó que el caso de Camila es investigado como feminicidio.

Además de que todavía estaba a la espera de que un juez de Control liberara las órdenes de detención en contra de los presuntos responsables.

Sí, hasta después del linchamiento la Fiscalía de Guerrero estaba a la espera de las órdenes de detención.

Este factor fue uno de los detonantes de la reacción de la gente que participó en el linchamiento, al ver que pese a los videos, la policía no detenía a los vecinos de Camila.

La investigación por el linchamiento

Llegamos al otro caso que se derivó del feminicidio de Camila Gómez Ortega: el linchamiento de tres personas que presuntamente habrían participado en su desaparición.

La Fiscalía de Guerrero investiga los delitos de homicidio calificado y lesiones contra Ana “N” —identificada como la vecina que recibió a Camila y su presunta agresora— y dos hombres.

Omisiones: falta de coordinación entre autoridades de Taxco

Vecinos y familiares localizaron el domicilio donde Camila fue vista por última vez. Lo cercaron, quedando a la espera de que las autoridades detuvieran a Ana N y a las personas que pudieron participar en el feminicidio —no sin antes haberse movilizado en protestas para pedir justicia por la niña de 8 años.

Como en una olla de presión, al ver que no sucedía nada, la gente convocada reventó. Sacó de ese domicilio a tres personas que fueron acusadas del feminicidio de Camila.

Y comenzó el linchamiento, ante elementos de la policía municipal, estatal y Guardia Nacional.

Las imágenes se viralizaron en redes el jueves 28 y han sido compartidas un sinfín de veces en medios de comunicación, lo cual sólo ha expuesto la compleja violencia que se vivió, en gran parte, por la misma inacción de las autoridades.

Sí, la falta de coordinación de las policías municipales y estatales para contener a la gente y, de esta manera, evitar otras situaciones de riesgo para la misma población.

O la tardanza en los procesos judiciales para asegurar que no habrá impunidad en un caso.

“Responsabilidad maternal”: otra forma de revictimización

Entrevistado en Foro TV, el secretario de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Protección Civil de Taxco Doroteo Eugenio Vázquez responsabilizó a la mamá de Camila, revictimizando a la menor y su familia.

Es decir, el secretario de Seguridad trasladó la responsabilidad del feminicidio en la familia —práctica ilegal a la que recurren las autoridades cuando son expuestas y evitan reconocer que son las responsables de la seguridad de una comunidad.

Aquí su cuestionable declaración sobre la “responsabilidad maternal”:

“Hubo una responsabilidad maternal y hay una omisión porque si yo como padre tengo un hijo debo vigilarlo.

Aquí la mamá supuestamente dejó salir a su niña sin percatarse con las medidas de seguridad pertinentes, porque ella refería que la persona esta que falleció pues era su amiga de ella … nosotros no somos quiénes para juzgar”.

Ya sea por cinismo o por ignorancia —si es lo segundo, ¿por qué ocupa un cargo en la seguridad pública?— el secretario de Seguridad de Taxco cae en una omisión de responsabilidades y estigmatización.

Porque desplaza la responsabilidad del caso hacia la mamá de Camila, en lugar de poner en foco que los familiares necesitan acompañamiento jurídico y psicológico. Y coloca a la familia en otro estado de situación vulnerable.

Taxco en medio de la violencia

A inicios de este 2024, la vida social en Taxco se vio interrumpida por una ola de extorsiones del crimen organizado, que terminó en la suspensión de clases, del servicio de transporte público y el cierre de negocios.

En este contexto, el periodista y documentalista Oscar Balmen explicó en un hilo en Twitter —o X— que la policía de Taxco se ha quedado sin legitimidad, asumiendo “su papel de institución armada, pero sin poder”.

A eso hay que sumar las declaraciones del presidente municipal Taxco acerca de que no cuentan con personal suficiente —además de reprochar que no hay apoyo por parte del gobierno de Guerrero, que no se ha pronunciado por los casos.

Entonces, la falta de legitimidad de las policías también fue otro factor de la reacción desbordada de la gente.

El contexto también es importante, porque este pueblo mágico ha estado rodeado de la violencia generada por el crimen organizado y otros actores.

En medio de todo esto, el Estado le queda a deber a la niñez mexicana una vida sin violencia y un ambiente seguro para su libre desarrollo.

El caso de Camila Gómez Ortega y el caso de linchamiento de los tres presuntos agresores es una muestra de todos estos elementos.

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