Estamos a un mes de que se celebre el Día de Muertos y el ambiente comienza a enrarecerse, las noches se vuelven más oscuras y en las madrugadas empiezan a escucharse ruidos raros que nos dejan paralizados. Sí, en una de esas son rateros, pero también cabe la posibilidad de que sean fantasmas o, peor aún, alguno de los siguientes monstruos originarios de México.

Algunos monstruos originarios de México

Monstruos, bestias o criaturas son parte de las historias populares, leyendas y hasta mitología de México. Anécdotas que con el paso de los años han sobrevivido porque hasta la fecha hay personas que juran haberlos visto, por lo que a pesar de surgir en la época prehispánica o en tiempos de la colonia, en la actualidad siguen vigentes en nuestra cultura.

Acá las historias de algunos monstruos originarios de México:

El nahual

Comencemos con un clásico de cualquier pueblo mexicano (e incluso de las grandes ciudades de nuestro país): el nahual.

Según el libro “Monstruos Mexicanos” de Carmen Leñero, es parte de varias culturas prehispánicas, como la náhuatl, tolteca, mixe, maya, tarahumara y más, y el término viene de la palabra náhuatl “nahualli”, que significa “doble”.

Se trata de una criatura mitad humano, mitad bestia, que se cree es el espíritu secreto de cualquier persona… peeero, la mayoría considera que se trata de brujos que se transforman por la noche en animales, como en perros negros, jaguares y hasta guajolotes.

La Cegua

Según Carlos Fernando Sánchez Ruiz de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, la Cegua es una leyenda que no solo tiene su origen en México, pues también se habla de ella en países de Centroamérica como Guatemala o Belice.

También conocida como Siguanaba o Tzegua, surgió en la época prehispánica; aunque muchos afirman que se le puede ver hoy en día con el cuerpo de una dama que seduce a los hombres que se han portado mal con las mujeres, pues los castiga asustándolos cuando les muestra su verdadera cara: la de un caballo descarnado.

El Ahuízotl

México Desconocido nos cuenta que el Ahuízotl es un monstruo de la mitología nacional que se describe como un animal parecido en tamaño y físico a un coyote, pero que también poseía características especiales: un pelo gris y resbaladizo, pero que fuera del agua se volvía duro y puntiagudo, además de manos y pies de mono, incluyendo una en su cola.

Esta bestia, en específico, trabajaba para dioses como Tláloc y Chalchitlicue, pues solo atacaba a aquellas personas que las deidades escogían. Entonces, llorando como un bebé o simulando el movimiento de los peces, atraía a sus víctimas y luego las sumergía en el agua.

Waay Chivo

Carmen Leñero señala que el Waay Chivo es un monstruo de origen maya, conocido también como “el chivo brujo”, “espanto de la medianoche”, y en años más recientes, incluso, como el mismísimo “chupacabras”.

Sí, tiene cuerpo humano, cabeza, piernas y cuernos de chivo, y es de color negro, como suele representarse al diablo en la cultura popular. Además, es inteligente como un humano, tiene una gran fuerza y es muy rápido. Se alimenta principalmente de sangre de cabras, y se considera que es “extremadamente maligno”.

Este monstruo originario de México se encarga de castigar a los hombres por sus pecados, pero también a comérselos, en especial a los niños. Incluso, se dice, quema la boca de aquellos que hablan de él o pronuncian su nombre.

El Sinsimito

Y por último, tenemos al Sinsimito, un monstruo que puede encontrarse en la cultura maya y náhuatl. Igual se le conoce como “El Señor de los animales”, “El salvaje”, “Monstruo de la selva”, y “Poderoso guardián del cerro”.

Se trata de una especie de gorila con rasgos más humanos; aunque también se cuenta que puede tener rostro de hombre o mujer. Tiene igualmente una larga cabellera y su cuerpo está cubierto de peló café oscuro, como el de un oso. Pero lo más raro es que posee de pies grandes y al revés, y sus dedos están separados y torcidos hacia atrás, por lo que le es difícil moverse en círculo o correr, por eso salta apoyándose en el tronco de un árbol como si éste fuera un bastón.

Igual es muy musculoso, duerme de pie, tiene la cabeza volteada (como en “El exorcista”), y come carne humana. “Es feroz, irracional, lascivo, rebelde y furtivo”, se lee en el libro “Monstruos Mexicanos”.

Sus actividades favoritas son custodiar las montañas, asustas a la gente, matar a los hombres y secuestrar a las mujeres.

Estos son solo algunos de los muchos monstruos originarios de México, que pueden encontrarse en diferentes partes del país… e incluso, cerca de ti.

Acá les dejamos 5 leyendas del Centro Histórico, si quieren seguir conociendo más historias terroríficas:

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