El 12 de octubre de 1968, Enriqueta Basilio se convirtió en la primera mujer en encender el fuego olímpico. Aquel día el pebetero del Estadio Olímpico Universitario lució en imágenes que recorrieron todo el  mundo y hasta la fecha la postal de Enriqueta, fallecida el 26 de octubre de 2019, está presente en espectaculares de la ciudad de París, sede de los Juegos Olímpicos del 2024. 

El deterioro del pebetero del Estadio Olímpico

El pebetero, sin embargo, ha sufrido deterioros importantes a lo largo de más de cinco décadas, y después de múltiples intentos fallidos, se podría dar luz verde a los trabajos de restauración de uno de los mayores símbolos que nos dejaron aquellos Juegos Olímpicos, marcados por fascinantes historias deportivas como el Black Power y las medallas de oro de Felipe Muñoz, Antonio Roldán y Ricardo Nogales, así como aquella mancha imborrable del 2 de octubre en Tlatelolco que precedió a la justa veraniega. 

Miguel Andrés Ávila Camacho y Oscar Uriel Cervantes Chávez son los responsables de esta iniciativa, la cual te contamos en Sopitas.com en 2013, cuando recabaron firmas para hacer realidad la restauración del pebetero y aunque en algunas ocasiones en parecía que se había logrado el objetivo, finalmente todo quedaba en los terrenos burocráticos, como sucedió en 2018.

Aquel año, Miguel Andrés recibió una respuesta negativa por parte de administrador del estadio, Juan José Ugalde García, pese a que dos años antes, el administrador había indicado que la restauración del pebetero era casi un hecho, y que sólo era cuestión de tiempo debido a la burocracia en la UNAM.

Pebetero del Estadio Olímpico, en proceso de restauración

Sin embargo, después de tantos años de espera, Miguel Andrés Ávila Camacho compartió con Sopitas.com un documento en el cual se informa que el proyecto de restauración del pebetero comenzó a inicios del año 2023. El documento, fechado el 28 de julio de 2023, por Pablo Tamayo Castroparedes, director general del Patrimonio Universitario, indica lo siguiente.

“Hago de su conocimiento que a inicios del 2023, la Dirección General del Patrimonio Universitario (DPGU) a mi cargo, solicitó a especialistas en estructuras del Instituto de Ingeniería (IINGEN) y de química metalúrgica  de la Facultad de Química, realizar la revisión de la seguridad estructural y en análisis metalográfico del acero que conforman al citado elemento. 

“Actualmente estos estudios están en proceso y con el resultado de estos diagnósticos se determinarán las necesidades de conservación del pebetero, con lo que se programarán los recursos para su posible intervención”, indica el documento con con el número de oficio DGPU/1748/2023 y del cual Sopitas.com tiene una copia. 

El pebetero no puede ser sustituido, sólo restaurado

La restauración del pebetero es más compleja al formar parte del Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, que desde 2007 es reconocido como Patrimonio Mundial de la Organización de de las Naciones Unidas (UNESCO), por lo cual el estadio no se puede modificar sin autorización de la organización. 

A lo largo de este proceso, Miguel Andrés Ávila Camacho y Oscar Uriel Cervantes Chávez, sostuvieron reuniones con el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, responsable de inmuebles icónicos de la Ciudad de México como el Estadio Azteca, el Museo Nacional de Antropología e Historia y la Basílica de Guadalupe, quien además autorizó la construcción del Estadio Olímpico.

Se dice que Pedro Ramírez Vázquez, fallecido el 13 de abril de 2013, estaba de acuerdo con devolverle el aspecto original al estadio Olímpico, aunque recalcó que el pebetero no puede ser sustituido por una réplica.

“Estoy de acuerdo en devolver el diseño que se pintó en las explanadas y rampas que rodean al estadio, el emblema monumental con el logo y las astas bandera, no así a una réplica del pebetero ya que el que debe permanecer es el actual, el original, que es el testimonio auténtico de ese gran evento. En caso de que esté dañado por el paso del tiempo, se le puede restaurar, estoy seguro que el autor del diseño, el Arq. Eduardo Terrazas estaría complacido en auxiliar a esto“, indicó.

El pebetero fue intervenido por última vez en 1985

El Estadio Olímpico Universitario fue parte de las sedes del Mundial de México en 1986, y recibió un total de cinco partidos. Para dicho Mundial, el pebetero fue restaurado con trabajos forzados y “al vapor”, en los cuales se perdió parte de la masa original, además de modificaciones en la altura e inclinación por la soldadura, nos contó Ávila en 2018.

Durante estos trabajos se retiró el acceso al podio, por el cual decenas de personas subieron para ponerse a salvo de las estampidas de la tragedia del túnel 29, en el cual fallecieron 11 personas, producto del sobrecupo en la final del torneo mexicano de futbol de la temporada  1984-85, entre América y Pumas. 

El pebetero quedó doblado debido a que varias personas subieron a esta estructura, de modo que los trabajos de restauración fueron realmente necesarios y en ese proceso se instalaron nuevos quemadores, los cuales fueron encendidos por última vez en octubre de 2018, con motivo del 50 aniversario de los Juegos Olímpicos de México y al igual suenen 1968, Enriqueta Basilio fue la encargada de encenderlo.

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