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“Everybody Wants to Rule the World” de Tears For Fears y su relación con The Clash y la Guerra Fría

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La historia de "Everybody Wants to Rule the World" de Tears For Fears

Ah, la década de los 80… Los que la vivieron a plenitud, saben la riqueza musical que dejó al mundo. Incluso los que solo conocemos la época a través del legado registrado en diferentes medios y canales de información, la disfrutamos tanto como se puede. Eso sí, todos seguramente coincidimos en algo: Tears For Fears tienen su nombre grabado en oro dentro de esos años.

Y sí, “Everybody Wants to Rule the World” debe ser por mucho la canción insignia de la banda comandada por Roland Orzabal y Curt Smith. Esta rola, legendaria por donde se le escuche, no solo es un hitazo que define por completo la era ochentera a nivel musical o cultural, sino que también esconde algunas curiosas anécdotas sobre su origen.

10 canciones por las que Tears for Fears ‘rules the world’
Roland orzabal y Curt Smith de Tears For Fears. Foto: Getty Images

Una peculiar experiencia con un integrante de The Clash y el asunto de la Guerra Fría en medio… aquí la historia detrás de la canción.

Tears For Fears desde entre el primer y segundo disco

Para muchos artistas, el lanzamiento de segundo álbum es un momento cumbre porque ahí es cuando uno comprueba si el éxito del primer material discográfico no fue fortuito. Y en el caso de Tears For Fears, Songs from the Big Chair significó establecerse como una de las agrupaciones más sobresalientes de la época y de la escena new-wave más popera. Una joya pues que terminó por cimentar al llamado synth-pop a gran escala.

Este disco fue producido por Chris Hughes, quien también había trabajado en el The Hurting de 1983, pero hubo un momento en el que las cosas estaban tensas. El primer álbum de TFF había sido un éxito y la discográfica quería que se repitiera el hitazo, así que casi de inmediato Roland Orzabal y Curt Smith comenzaron a componer.

En el camino entre un disco y otro, lanzaron un sencillo independiente titulado “The Way You Are” que fue más una especie de lanzamiento para aprovechar la popularidad del grupo. Con el tiempo -y los fans deben saberlo-, este tema no ha sido precisamente de los favoritos del proyecto musical británico… pero fue un parteaguas para establecer que no iban a componer solo por cubrir una cuota.

La historia de "Everybody Wants to Rule the World" de Tears For Fears
Tears For Fears en 1983. Foto: Getty.

‘Songs from the Big Chair’

“Supongo que todo nuestro empuje musical y filosóficamente como Tears for Fears, surgió en The Hurting”, dijo Roland Orzabal en una entrevista de hace algunos años con Las Vegas Weekly. Con eso a cuestas y teniendo en cuenta la mala experiencia con la ya mencionada “The Way You Are”, era momento de redirigir sus esfuerzos en un nuevo material que fuera un éxito rotundo, pero que les permitiera hacer algo diferente.

Los detalles, tanto los pequeños como los grandes, cuentan para dimensionar el éxito de Songs from the Big Chair y su legado. El álbum ni siquiera se iba a llamar así, sino ‘The Working Hour’ como una de sus canciones, pero Orzabal hizo lo posible por cambiarlo al ya conocido.

El título con el que se terminó quedando está inspirado en la película Sybil de 1976, sobre una mujer con trastorno de personalidad que solo se siente segura cuando va a sus citas y está en la ‘silla grande’ (la traducción de Big Chair) de su doctor. El disco, mencionan algunos, era como una manera en la que el dúo británico Orzabal-Smith expresaban su manera de sobrellevar la fama.

La historia de "Everybody Wants to Rule the World" de Tears For Fears
Portada de ‘Songs from the Big Chair’. Foto: Especial.

Comenzó la producción y composición del nuevo disco, pero agregando algunos toques que quizá no eran tan certeros en The Hurting, como el uso más marcado de la guitarra eléctrica. Además, la banda no esconde que elaborar su primer disco fue hasta cierta parte una experiencia complicada (aunque exitosa).

Pero para Songs from the Big Chair, la cosa fue distinta. “Compré una consola de grabación y la pusimos en la casa de nuestro teclista Ian Stanley. Y luego, de repente, íbamos a casa todas las noches y teníamos un entorno familiar, rodeados de nuestras novias, esposas, lo que sea…”, dijo Orzabal en la entrevista con Las Vegas Weekly. Era claro entonces que estaban componiendo en un entorno posiblemente más ‘maduro’ (por decirlo de alguna manera) que en la primera entrega discográfica.

Rolas como “Shout”, revelan sus compositores, tienen influencias de bandas como Talking Heads. Otras como “Head Over Heels” son más cercanas a la primera producción de Tears For Fears… y luego está “Everybody Wants to Rule the World”

También puedes leer: 10 canciones por las que Tears for Fears ‘rules the world’

“Everybody Wants to Rule the World” y la Guerra Fría

Esta canción es sin duda la más icónica no solo del Songs from the Big Chair, sino también de la carrera en general de Tears For Fears. Lo curioso es que esta rola no estaba considerada para aparecer en el álbum en un principio; fue uno de esos experimentos hechos casi sin querer que terminaron funcionando.

Orzabal practicaba un par de acordes para el productor Chris Hughes y lo que eran sesiones sin mucha expectativa de por medio, se convirtió en la canción más emblemática del disco. Una semana o máximos dos les tomó terminar de componerla instrumentalmente y arreglarla, con un ligero cambio en el verso final que originalmente era “everybody wants to go to war”.

La historia de "Everybody Wants to Rule the World" de Tears For Fears
Curt Smith y Roland Orzabal. Foto: Getty.

El disco salió en 1985 y “Everybody Wants to Rule the World” era un mensaje poderoso. A grandes rasgos, la canción habla sobre la ambición por el poder y lo que ello implicaba, pero tenía un sinfín de detalles en su lírica referentes a los problemas del medio ambiente, la definición del éxito, la libertad y el placer, pero sobre todo la guerra. La Guerra Fría, más que nada.

“Antes, cuando hacíamos Songs From the Big Chair y ‘Everybody Wants to Rule the World’, realmente hablábamos de la Guerra Fría... Pero entonces eran Estados Unidos y Rusia, y ahora la preocupación es más Estados Unidos y Corea”, dijo Curt Smith en una entrevista del 2017. Una canción atemporal, claro que sí.

La historia de "Everybody Wants to Rule the World" de Tears For Fears
Ilustrativa de un oncierto de Tears For Fears. Foto: Getty.

La anécdota con Joe Strummer

Otro dato que ya muchos fans saben y algunos otros no recuerdan, es esa anécdota que liga a Tears For Fears con The Clash. El título “Everybody Wants to Rule the World” parece también una referencia a una línea de la canción “Charlie Don’t Surf”del disco Sandinista! de la icónica banda de punk rock.

Strummer contó a la antigua revista Musician en 1988, que alguna vez se encontró con Roland Orzabal en un restaurante, se le acercó y a manera de broma -suponen algunos- le dijo que le debía cinco libras esterlinas por tomar la línea de su canción. Y según esto, Orzabal metió la mando a su bolsillo, sacó un billete y se lo dio al ídolo del punk.

La historia de "Everybody Wants to Rule the World" de Tears For Fears
Joe Strummer y Mick Jones de The Clash. Foto: Getty.

Vaya anécdota curiosa, ¿no lo creen? Pero bueno, ese dato solo acrecenta el legado de una canción clásica de todos los tiempos. Un tema que quizá, hoy en día, nos ayuda a reflexionar cómo la ambición del poder es algo que prácticamente es parte de la naturaleza humana y que no parece cerca de cambiar.

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Vhagar, Meleys y Sunfyre: La historia de los dragones del cuarto episodio de ‘House of the Dragon’

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Vhagar, Meleys y Sunfyre: La historia de los dragones del cuarto episodio de 'House of the Dragon'

Estamos en el cuarto episodio de la segunda temporada de House of the Dragon. Y nos atrevemos a decir que hasta ahora, ha sido el capítulo más emocionante de todos porque por fin la “Danza de los dragones” se hizo realidad.

Antes de que piensen que les vamos a dar spoilers, aquí sólo van a encontrar un peso de contexto sobre los dragones que aparecen en este episodio. Les platicaremos la historia de Meleys, la dragona de Rhaenys; Vhagar, el enorme dragón de Aemond; y Sunfyre, el hermoso dragón de Aegon.

Y como dato extra, también les platicaremos de Dreamfyre, el dragón de Helaena. Este dragón nunca ha salido en la serie, pero su historia es una de las más interesantes desde los primeros años tras la conquista de Aegon. Así que pongan atención porque se puede poner enredado.

Pensando en los nombres repetidos de la familia Targaryen en 'House of the Dragon'
Pensando en los nombres repetidos de la familia Targaryen en ‘House of the Dragon’ / Foto: El internet de las cosas

Sunfyre, el dragón de Aegon III

Cuando Aegon tenía 13 años, “conectó” con su dragón, el cual lleva el nombre de Sunfyre. De acuerdo al libro Fire & Blood, Sunfyre era el dragón más hermoso que jamás se hubiera visto, pues tenía las escamas doradas y sus alas eran rosadas.

Ahora bien. En la época de los Targaryen que vemos en House of the Dragon, coexisten dragones viejos y dragones jóvenes. Uno de los más viejos es Vhagar, el cual pertenece a Aemond, pero tuvo más jinetes desde la conquista (ahorita vamos a eso).

El rey Aegon II Targaryen en 'House of the Dragon'
El rey Aegon II Targaryen en ‘House of the Dragon’ / Foto: Max

Sunfyre, en el caso contrario, era de los dragones más jóvenes, y su primer jinete fue el mismo Aegon. Después de los episodios vistos en este cuarto capítulo de la serie (aguas porque pueden ser spoilers), el destino de Sunfyre es incierto.

Sunfyre, de ser el dragón más hermoso, pasa a estar gravemente herido, con un ala rota, sin un ojo y un montón de heridas en su cuerpo que tardan en sanar. Tan mal estaba, que incluso lo mandan a matar, pero el dragón dio batalla y sobrevive.

Meleys, la dragona de Rhaenys

En la primera temporada de House of the Dragon, Meleys y Rhaenys protagonizaron una de las escenas más emocionantes. Al cierre, la princesa y su dragona se aparecen en la coronación de Aegon como rey de Westeros (muy al estilo de Shrek, pues).

Sabemos perfectamente que Rhaenys pudo decir “dracarys“, matar a Aegon, Alicent, Otto y toda la familia usurpadora, y evitar que la guerra diera inicio. Pero también entendemos el punto de Rhaenys al decir que no le correspondía dar ese primer paso.

Te decimos quién es quién en 'House of the Dragon'
Eve Best como Rhaenys Targaryen. Foto: HBO.

Conocida como la “Reina Roja”, Meleys le perteneció, primero, a la princesa Alyssa Targaryen. ¿Y quién era ella? Alyssa era hija de Jaehaerys I, el rey conciliador, y madre de Viserys y Daemon. En ese caso, Alyssa estaba casada con Baelon o el príncipe de la primavera (no olviden su nombre porque vuelve a aparecer).

Después, Rhaenys logra montarla y convertirse en una de las figuras más temidas en todo Westeros y entre los dragones de los Targaryen.

Vhagar, el dragón de Aemond

Baelon, el llamado rey de la primavera, esposo de Alyssa y padre de Viserys I y Daemon, fue el jinete de Vhagar, uno de los dragones que participaron en la conquista de los Targaryen en Westeros (Vhagar tenía unos 52 años durante la conquista).

*Sólo como dato curioso, Baelon y su hermano Aemon se querían mucho y tomaron la decisión de que ambos compartirían el trono. Uno sería rey y el otro la Mano. Y aunque las cosas no salieron como lo planeado, han de saber que Aemon es el papá de Rhaenys, y fue el primer jinete de Caraxes, el extraño dragón de Daemon en House of the Dragon.

Volviendo a Vhagar… como les contamos, este dragón formó parte de la conquista de Aegon junto a sus hermanas y esposas. Una de ellas era Rhaenys junto a su dragón Meraxes. También estaba Visenya, una reina guerrera, y su dragón (adivinen) Vhagar.

El príncipe Aemond Targaryen
El príncipe Aemond Targaryen / Foto: Max

Después de Visenya, Baelon toma a Vhagar. Y después pasa a Laena Velaryon, la hija mayor de Lord Corlys y la princesa Rhaenys. Como recordamos, ella se casa con Daemon, con quien tiene dos hijas gemelas, Rhaena y Baela.

La muerte de Laena no es igual en los libros y la serie. En la serie, la princesa le pide a Vhagar, su dragón, que la mate. Pero en los libros no es así. Laena tuvo complicaciones durante un parto, y tras días enferma, decide que quiere volar a Vhagar por última vez. En camino hacia el dragón, colapsa y muere.

Tras la muerte de Laena, Vhagar se queda sin jinete, lo cual coincide con la falta de un dragón para el príncipe Aemond. Tras las burlas de sus hermanos y sobrinos (los hijos de Rhaenyra), Aemond se arma de valor y monta a Vhagar.

Sin embargo, Aemond nunca logra controlar por completo a Vhagar, pues es un dragón enorme y viejo. Parte de las consecuencias de esto es la muerte de Lucerys Velaryon: Vhagar destroza a Luke y su joven dragón Arrax de una mordida. Como alguna vez dijo Viserys, controlar a un dragón es una “ilusión”.

Dreamfyre, la dragona de Helaena

Visenya, la jinete de Vhagar en la conquista, tuvo un hijo llamado Maegor, quien al convertirse en rey recibió el nombre de “Maegor el Cruel”. Era hijo de Aegon el conquistador, pero no su primogénito. Sin embargo, su madre siempre quiso que él fuera el sucesor.

El segundo rey Targaryen en Westeros fue Aenys (hijo de Rhaenys), al cual describían como una persona amable y culta. Contrario a los deseos de Visenya, Aenys se convierte en rey y tiene dos hijos: Aegon y Rhaena. Aegon heredaría el trono, y lo quería hacer tomando como esposa a su hermana.

El rey Aenys acepta, pero el pueblo se niega bajo la manipulación de la Fe de los Siete. Entonces, Aenys se arma un plan y le dice a sus hijos/esposos que viajen por todo Westeros para demostrar que no pasa nada si son hermanos y están casados (Cersei y Jaime necesitaban un representante como Aenys, sin duda).

A estas alturas, Aegon no tenía dragón, pero Rhaena sí, Dreamfyre. Mientras el heredero está de viaje, el rey Aenys enferma y muere. ¿Qué debía suceder? Aegon tomaría el trono para convertirse en rey… pero aparece Maegor con su dragón Balerion (el mismo dragón de Aegon el conquistador), y toma el reino con ayuda de su madre Visenya.

Aegon lucha para tomar lo que le pertenece, pero Maegor lo mata. Es así como se convierte en el rey de los Siete Reinos, mata a los líderes de la Fe de los Siete, y toma a muchas mujeres como esposas. Entre ellas están las Black Brides (les decían así porque eran viudas a partir de que sus esposos habían muerto en manos de Maegor).

¿Y adivinen quién estaba entre las Black Brides? La princesa Rhaena, viuda de Aegon y sobrina del mismo Maegor. Pero esa no es la parte más interesante del chisme. Rhaena siempre estuvo enamorada de una mujer de la corte: Elissa Farman. Y así como llevaba a su hermano Aegon sobre Dreamfyre, también lo hizo con Elissa (como cuando te dedican la misma canción).

El chisme real dice que tras la muerte de Maegor, Rhaena se casó con Androw Farman, hermano de Elissa. Pero sólo lo hizo para estar cerca de ella… pero esa es otra historia.

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