Esta bonita historia hará que más de uno vea con más atención las cosas que tiene en casa. Si no dice “made in China” igual y es más valiosa de lo que se piensa… tanto que, a pesar de ser un “simple” mosaico, podría haber pertenecido a Calígula.

Así es… nada menos que al emperador más atascado de la antigua Roma.

Pues quién sabe cómo, pero de haber servido como decoración de una de las naves de Calígula, un preciado mosaico llegó hasta Nueva York para ser utilizado como simple mesita para el café. Ahí llevaba en un departamento como 50 años.

Captura de pantalla

El descubrimiento que reveló el verdadero valor (histórico y artístico) del bloque fue hecho por Dario del Bufalo, un italiano experto en el uso antiguo del mármol y la piedra. Así fue como lo contó el pasado domingo 21 de noviembre para el programa 60 minutos:

Allá por 2013, Del Bufalo se encontraba dando conferencias y firmas de su libro Porphyry, el cual habla del interesantísimo tema del uso que emperadores romanos daban a la roca de color púrpura rojiza.

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Precisamente, en ese libro se aborda la desaparición de un preciado mosaico que alguna vez sirvió para decorar los pisos de uno de los barcos en que viajaba el emperador Calígula. Aunque el objeto había sido recuperado en 1930, años después, cuando los nazis desocuparon Italia, muchas piezas de arte fueron destruidas… se pensaba que el mosaico había sido una de ellas. Peeeero…

Entre la gente presente en la firma del libro Porphyry,  Del Bufalo notó que una pareja se sorprendió al ver la foto del legendario mosaico. “Oye, se parece a la cosa ésa que tienes en tu casa, ¿no?”

Bueno, con más exactitud fueron estas las palabras: “Qué hermoso libro. ¡Oh, Helen, mira, ese es tu mosaico ¡’. Y ella dijo:’ Sí, ese es mi mosaico’”… “era”, porque el especialista no dejó pasar la posibilidad de recuperar la preciada pieza. Y luego de algunas llamadas pudo confirmar que la tal Helen, efectivamente, tenía el mosaico en su departamento en Manhattan.

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De acuerdo con Helen Fioratti, la pieza llegó hasta Nueva York luego de un viaje que realizó a Italia. Ahí, con su esposo, compró el mosaico a una familia, esto en 1960. “Fue una compra inocente”, dijo Fioratti al Times. “Era nuestra cosa favorita y la tuvimos durante 45 años”.

Aunque Del Bufalo dijo sentir mucha pena por Helen, ya que se veía que se encariñó con la pieza, ni modo: dio aviso a las autoridades para que el mosaico regrese a un museo de Italia.

“No pude hacer otra cosa, sabiendo que a mi museo en Nemi le falta la mejor pieza, que pasó por los siglos, por la guerra, por un incendio, y luego a través de un comerciante de arte italiano, y finalmente podría volver al museo”.

Bueno, para que no haya resentimiento, Del Bufalo mandará a hacer una copia del mosaico y ésa se seguirá como mesita de café. “Pienso que así mi alma se descansará”, comentó el especialista.

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