Si algo nos pesa después de la fiesta es la cruda, y a cierta edad ya consideramos seriamente esta terrible situación. Y es que cuando nos pasamos de copas, despertarnos al otro día con dolor de cabeza y malestar es de las cosas que no le deseamos a nuestro peor enemigo, es por eso que recurrimos a distintos métodos para curarla, como una buena barbacoa o cosas por el estilo. Sin embargo, en la antigüedad contaban con algo que nos encantaría tener ahora, un anillo “anti crudas”. 

Sí, no es broma y mucho menos lo estamos inventando. Mientras que algunos arqueólogos hallan herramientas milenarias (como lo que pasó en Zacatecas y ACÁ lo pueden checar), otros se dan a la tarea de encontrar verdaderos tesoros de la humanidad, como el caso de un grupo de investigadores en la ciudad de Yavne en Israel, pues descubrieron una joya que según pudo haber ayudado en el pasado a prevenir cargar la cruz después del reventón, un método más práctico que los parches y demás inventos que tenemos en la actualidad.

Foto: Israel Antiquities Authority

¿Cómo está eso del anillo que “previene la cruda”?

De acuerdo con CNN, la Autoridad de Antigüedades de Israel declaró que encontraron este anillo de amatista de oro y morado dentro de la mayor bodega conocida de la época bizantina. Esta maravilla estaba a 150 metros de los restos de un almacén que contenía ánforas y más utensilios par la vida diaria. Por ahora, los especialistas afirman que la joya es originaria aproximadamente del siglo VII, aunque también mencionan que incluso podría ser mucho más antiguo.

Pero volviendo al anillo, en un principio pensaron que se trataba de un simple accesorio de lujo que alguien muy importante podría haber cargado en aquellos años. Sin embargo, al investigarlo y considerando que lo hallaron en un lugar en el que probablemente guardaban vino, llegaron a la conclusión de que quizá lo usaban para evitar la cruda. ¿Por qué lo dicen? Bueno, pues el arqueólogo Amir Golani declaró que la amatista podría haberse usado para prevenir los efectos de beber alcohol en exceso. 

Foto: Israel Antiquities Authority

Y a todo esto, ¿quién era el dueño de esta maravilla?

“Se han atribuido muchas virtudes a esta gema, incluida la prevención del efecto secundario de la bebida, la resaca”, dijo Golani. Por su parte, también se dieron a la tarea de investigar quién era el dueño de este increíble anillo, y aunque no dieron exactamente con la persona, afirmaron que lo más seguro es que lo cargaba el propietario de la bodega, un capataz, alguien muy poderoso o de plano un simple visitante que perdió esta verdadera reliquia mientras visitaba el lugar.

“¿La persona que llevaba el anillo quería evitar la intoxicación por haber bebido mucho vino? Probablemente nunca lo sabremos”, mencionó Elie Haddad, codirector de la excavación. Cabe aclarar que la amatista no es es la única cura antigua para la cruda. En 2015, se descubrió un antiguo remedio griego en un papiro que recomendaba llevar un collar de hojas de laurel para “curar el dolor de la embriaguez”, y se cree que en Mesopotamia usaban una mezcla de tintura de regaliz, adelfa, judías, aceite y vino para la resaca.

Foto: Israel Antiquities Authority

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