Si algo escuchamos en estas fechas son palabras como: “muertos, muerte, difuntos, nuestros muertos, panteón, ofrenda, altar”. Lo cual, desde la perspectiva adulta resulta completamente normal ante el Día de Muertos y su tan arraigada celebración en México. Pero, ¿qué y cómo será entender este culto y estas palabras para un niño o niña, más allá de los disfraces, la fiesta, el altar y la calaverita?
A pesar de que la muerte está presente de muchas formas en el entorno de un niño, hablarlo de manera consciente, quitando la fantasía de los fantasmas, monstruos, videojuegos, espantos o cazafantasmas, siempre será un reto enorme para mamás o papás. En principio porque se trata de un tema que genera dolor y por tanto miedo. Desde el mundo adulto sabemos que a través de la tanatología, las terapias de duelo y otras formas, podemos hacer mejor frente al sinfín de sentimientos, pensamientos y emociones que una muerte podría detonar. Pero desde la estructura de pensamiento de un niño y ante la presencia constante de temas relacionados con la muerte ¿cómo poder abordarla?
Más que nunca la muerte adquiere un sentido profundo, y es que ante el contexto de miles de familias frente a COVID-19, hablar de ella o evocarla se convirtió en tema de todos los días. Imaginemos lo que para las y los niños significa escuchar y sentir las consecuencias de una muerte en la familia, darse cuenta del sufrimiento de su entorno, pero al mismo tiempo no lograr comprenderlo de igual forma.
Recurrimos a nuestro gran amigo y especialista de cabecera, el psicólogo Rodrigo Zamora, quien además es especialista en infancia y adolescencia, para poder comprender mejor lo complejo del tema y cómo poder abordarlo de maneras más eficientes y sinceras con nuestros niños alrededor.
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¿Cómo entender la muerte desde la mirada de las y los niños?
La muerte es un concepto muy significativo para los adultos por dos razones principalmente: la primera es porque le hemos dado una connotación muy abstracta y por tanto le damos un significado muy amplio que los niños evidentemente no entienden o podrán entender muchos años después; la segunda es porque este significado tan importante que tiene la muerte se da por el apego que tenemos a las personas, el miedo a perderlas y el dolor ante la ausencia de un ser querido.
Por estas razones es que resulta tan difícil y complejo hablar de la muerte con niños o adolescentes. Sin embargo, para ellos la muerte aún no resulta un acontecimiento igual de doloroso o significativo como lo es para los adultos a su alrededor.
¿Cómo podemos hablar de la muerte, de acuerdo a su edad?
Una muy buena forma de referirnos a la muerte con los niños es partiendo de la realidad de que todo lo que inicia tiene un final, haciéndoles ver que todo, desde sus caricaturas, dulces o fiestas tiene que terminar, por lo tanto los seres vivos también lo tendrán. ¿Cuándo y cómo es ese final? No lo sabemos. Los niños tienen una forma de pensamiento más abstracta, mientras que los adolescentes ya pueden comprender lo que significa que una persona muera.
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¿Nos puedes dar algunas herramientas?
Preguntarles: ¿qué es para ellos morir?
Escuchar atentamente lo que ellos imaginan que es morir.
Explicarles de manera sincera lo que la muerte es y hacerles ver la diferencia entre la realidad y la fantasía.
No detallar las causas, porque cuando les hablamos de las posibles causas, se podría presentar algún temor o miedo. Por ejemplo no decir: “se murió dormido”, “se murió por envejecer”, para evitar que presente miedo a crecer o a dormir.
Utilizar lenguaje sencillo y adecuado a su edad.
A partir de la muerte de algún familiar o ser querido:
Preguntarles ¿cómo se sienten al respecto?
Escuchar y observar sus comportamientos.
Identificar su emoción para que a partir de ella podamos guiarlos hacia completar su sentimiento.
Hacerles ver que a pesar de que pueda doler, no se tiene que evitar el dolor.
Hacer notar que la muerte es algo que no podemos controlar, de otra manera corremos el riesgo de que el niño constantemente crea que repentinamente puede quedarse solo o que él mismo puede morir.
Otra de las maneras más prudentes de referirnos a la muerte con un niño es justo hacia el lado contrario, que es hacia la vida y todas sus virtudes, posibilidades y diversiones.
¿Pueden manifestar miedo desde la niñez?
Es común que los niños y adolescentes comiencen a tener miedo a la muerte por creer que les dolerá a ellos o a las personas a su alrededor. De igual forma pueden llegar a pensar que toda enfermedad puede causar la muerte. Por ello, en cualquier etapa o edad, lo ideal siempre será priorizar formas que sumen a su seguridad, hacerles ver que están bien cuidados y hablar de las emociones y lo importante que es sentirlas y reconocerlas.
A pesar de las claras diferencias de pensamiento entre niños y adultos, no cabe duda que de los niños se aprende siempre. En muchas ocasiones creemos que referirnos a ciertos temas difíciles con ellos es “bajarnos a su nivel”, pero no perdamos de vista que esa claridad, sencillez y forma de explicar las cosas es tal vez la base de la comprensión humana.
En este Día de Muertos, por muchas razones tan especial, queremos invitarles a platicar con sus niños alrededor y perder el miedo al hacerlo, al final, tal vez lo puedan comprender de mejor forma que nosotros o de lo que pensamos.
Mafer Olvera y Paola Palazón Seguel son creadoras de SIKI y Ser Mamá Hoy, plataformas de bienestar emocional y promoción de la salud mental. Mafer es creadora del modelo Hospital de las Emociones, consultora en juventudes y salud mental, y Paola es autora, emprendedora y creadora de proyectos de bienestar emocional y espiritual.
La entrada ¿Cómo perderle el miedo a hablar de la muerte con niñas y niños? se publicó primero en Sopitas.com.
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