La conquista de China al terreno del tren de alta velocidad es imponente. En los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, el país tenía apenas 120 kilómetros de alta velocidad entre Pekín y Tianjin. 17 años después, gestionan más kilómetros de alta velocidad que cualquier otro país, a muchísima distancia de España o Japón. No sólo están construyendo kilómetros para unir todo el país: están desarrollando tecnologías para que el avión deje de ser necesario. ¿Cómo? Con trenes Maglev a velocidades de 1.000 km/h.

Y un modelo concreto, el T-Flight, que sueña con los 4.000 km/h.

Maglev + Hyperloop. China es uno de los países, junto a Japón, que está invirtiendo muchísimo dinero en el desarrollo de los trenes de levitación magnética, o Maglev. Esta tecnología permite que los trenes no apoyen sus ruedas sobre los carriles, sino que floten gracias una serie de potentes imanes y un campo electromagnético. Esto permite superar los 250 km/h que se han fijado como estándar para la alta velocidad y, por ejemplo, China tiene el Maglev más rápido del mundo, uno que alcanza 431 km/h.

Ya está operativo entre Pekín y Shanghái, pero en Japón están probando uno que superará los 600 km/h. Es una velocidad que parecerá lenta en comparación con lo que CASIC está preparando. Son las siglas de “China Aerospace Science and Industry Corporation”, una empresa estatal de misiles tácticos que anunció el proyecto T-Flight en agosto de 2017. ¿La idea? Combinar los trenes de levitación magnética con los tubos de vacío a lo Hyperloop.

T-Flight. En pocas palabras, es meter un Maglev en un tubo de vacío, eliminando todo lo posible la presión y resistencia del aire, pero hay mucho más. Por ejemplo, la idea de CASIC es que la levitación magnética se potencie gracias a superconductores que elevarán el tren hasta 100 mm por encima del carril. Los Maglev convencionales se elevan unos 10 mm, y la idea es que, cuanto más alto esté el tren, más estabilidad tendrá a velocidades extremas.

Por otro lado, el propio tubo, con un sistema que extrae aire del mismo para crear un entorno de baja presión, reduciendo al máximo la resistencia aerodinámica. Este vacío parcial y la levitación que elimina la resistencia física de la rueda y la vía es lo que permitirá alcanzar velocidades sin precedentes.

Logros. En 2024 ya consiguieron una primera prueba validada como un récord mundial al alcanzar los 623 km/h, pero en verano de este año, en un entorno de baja presión, el tren alcanzó los 650 km/h en siete segundos en su laboratorio. Fueron unas pruebas raras, ya que la pista tenía un kilómetro de largo cuando lo habitual suele ser mucho más, pero eso también nos da una pista de lo brutal que es tanto la aceleración como el frenado del tren.

Es decir, piensa que, en siete segundos y en sólo un kilómetro, el tren aceleró hasta los 650 km/h y se detuvo. La idea del equipo es alcanzar los 800 km/h como velocidad punta este año, pero la ambición va mucho más allá.

Ambición. Actualmente, el equipo se encuentra en la Fase 1, que es la que tiene como objetivo esa velocidad de 1.000 km/h. Para ello, y para validar la velocidad en condiciones reales, quieren extender la pista de pruebas hasta los 60 kilómetros. Sin embargo, la cosa no queda ahí y, cuando nació el proyecto ya se dijo que la Fase 2 y Fase 3 tendrían como objetivo los 2.000 km/h (casi el doble que la velocidad de crucero de un avión comercial tradicional) y 4.000 km/h, velocidades supersónicas que competirían con los aviones más rápidos del mundo.

Esto permitiría unir grandes núcleos urbanos de China en pocos minutos, dejando a un lado la necesidad de coger aviones para cubrir grandes distancias. De hecho, esa alta velocidad ya está demostrando en Europa que los vuelos cortos no tienen sentido si combinamos el tiempo de espera en aeropuerto con el del propio vuelo y comparamos con la comodidad del acceso al tren.

Un reto mayúsculo. Ahora bien, el objetivo no será nada fácil. La tecnología Maglev funciona y es algo demostrado, pero lo que quieren conseguir con este T-Flight no sólo complica las cosas debido a que, además de una vía, hay que construir un tubo. Y, claro está, mantenerlo.

Prolongar ese vacío parcial en cientos de kilómetros de tubo supone un desafío técnico enorme porque implica que las juntas deben estar perfectamente selladas, sin que el frío y el calor las dilate para que no haya fugas. Se estima que un tubo de 600 km necesita una junta de dilatación cada 100 metros, y cada una de ellas supone un punto potencial de fallo. Además, a 300 km/h se aprecian vibraciones en los asientos. 

Sistema de aire para reducir la presión dentro de los tubos

Además, cualquier descompresión sería catastrófica y quizá lo más importante: no hay un estándar de certificación ni protocolos de seguridad para algo así. De la manera que sea, T-Flight sigue dando pasos a buen ritmo y, aunque se antoja complicado verlo funcionando a corto plazo, si un país puede conseguirlo ahora mismo… ese es China.

Imágenes | Geely

En Xataka | Tras 20 años, llega la definitiva: Brasil prepara el primer tren de alta velocidad de América del Sur

iRobot ha sido la referencia del segmento de los robots aspiradores desde el principio, llegando incluso a convertir sus Roomba en metonimia del producto. A nivel estético, sus aspiradores son reconocibles a simple vista y lo mismo puede decirse de su app, sencilla y fiable como ninguna otra. Su algoritmo de navegación está depurado como pocos y es quien más y mejor ha apostado por los rodillos de goma para hogares con mascotas. 

La marca se ha mantenido en su propia senda con el boom de los aspiradores chinos, que no solo han demostrado ganar la batalla de la calidad precio, sino también ser fuertes en innovación. Precisamente una de las asignaturas pendientes de la firma norteamericana en los últimos tiempos. Uno de sus últimos éxitos fue la base que se limpia, pero otros como la pletina a lo descapotable pasaron con más pena que gloria frente a una tecnología, la del fregado, que seguía mejorando a pasos agigantados. iRobot no pasa por su mejor momento, pero esconde un as en la manga para resarcirse: el nuevo Roomba Max 705 Combo. Lo hemos probado a fondo y esta ha sido nuestra experiencia.

Ficha técnica del Roomba Max 705 Combo

iRobot Roomba MAX 705 Combo con Base AutoWash multifunción y Agua Caliente, Rodillo de fregado PowerSpin Extensible, Cubierta Protectora, cepillos Dobles, fregado y Secado con Calor, LiDAR 3D con IA_N

El precio podría variar. Obtenemos comisión por estos enlaces

Un diseño tan elegante como ambicioso

Un aspirador con una base de esas que hacen de todo no parece a priori lo más bonito para poner en un salón… salvo que sea una Roomba. Si además es de gama alta como esta, mejor que mejor. En pocas palabras, la Roomba Max 705 Combo entra por los ojos. Lo único que no me gusta es que si lo tocas con las yemas de los dedos tanto el robot como la base, se queda la marca. 

La base tiene líneas estilizadas y un tamaño moderadamente contenido con un elegante acabado mate. En la zona superior, una tapa para acceder a los tres compartimentos para el depósito de sólidos, agua limpia y agua sucia. 

Como el grueso de robots aspiradores, esta Roomba es un cilindro achatado con chasis de plástico, pero qué chasis: su acabado negro mate con una mitad texturizada y una esquina que emula el metal lo hacen lucir minimalista y sofisticado. En el frontal, la cámara y un LED que se enciende cuando hay poca luz, además de una hendidura que ocupa medio cuerpo en su sección lateral desde donde ve el LiDAR que está integrado en su interior . 

Por cierto, es un poquito más grande de lo habitual, lo que anticipa una buena experiencia para subir obstáculos pero algún que otro problema para colarse en espacios reducidos. 

Ponemos patas arriba la Roomba Max 705 Combo y siguen las alegrías: un rodillo para fregar que va de lado a lado y que puede salirse un poco del eje para llegar mejor a los bordes. Además, cuenta con una cobertura de plástico, de modo que si solo queremos aspirar, lo cubre. Esto es especialmente importante si la superficie a limpiar es una alfombra en tanto en cuanto humedecerla sería una malísima idea. 

Eso es la novedad, pero no podemos olvidarnos de un cepillo principal doble multisuperficie de goma, lo que anticipa buenos resultados en hogares con mascotas. Además, cuenta con dos cepillos laterales bastante largos, uno a cada lado. En definitiva, un diseño elegante pero también ambicioso para la limpieza. Lo iremos comprobando.

Navegación: esperaba más

Para moverse por casa este robot aspirador combina la clásica cámara de las Roomba (en su última versión) vitaminada con reconocimiento y evasión de objetos y un LiDAR. Que no tenga la habitual protuberancia donde suele ir el láser podría ser una buena noticia si con ello el dispositivo fuera más bajito, y por ende pudiera pasar por debajo de más sitios, pero no es el caso: es algo más alto y ancho de lo normal, así que hay sitios por donde no se mete simple y llanamente porque no cabe. Un par de ejemplos: bajo la puerta del armario cuando este está abierto o bajo el radiador.

Que sea un poco más grande de lo estándar y el tamaño de sus ruedas podría llevar a pensar que sube mejor a los obstáculos, pero nada más lejos de la realidad: se atraganta en las alfombras peludas de los dormitorios, que rondan los 4 – 5 centímetros de altura. 

Pero mientras que algunos robots aspiradores solo se atascan en las de mis padres, este también tiene problemas con la de mi cuarto, que ronda los cuatro centímetros. No es un robot aspirador escalador, pero tiene sentido: más allá de ruedas grandes, no tiene ningún sistema para saltar escalones como hemos visto en otros modelos. En cualquier caso, la solución es fácil con estas alfombras: retirarlas y listo.

Llevo años probando Roombas y tengo claro que el algoritmo de iRobot es históricamente el más depurado del mercado, si bien las cámaras suelen tener algunos hándicaps en lugares donde hay poca luz, por ejemplo bajo la cama. Así que tenía curiosidad por ver cómo integraría el LiDAR en esta combinación. Mi sensación es que la combinación aún no está fina: alguna que otra vez me ha dado errores sin motivo aparente, quedando parado y supuestamente atascado en sitios donde no debería. iRobot es una de las marcas que más cuida su software, así que cabe esperar alguna actualización que lo mejore.

Dejando al margen esos extravíos inesperados de vez en cuando, la experiencia ha sido buena: puedes elegir qué habitaciones y en qué orden y las pasadas. Después, el robot sigue minuciosamente una trayectoria lógica para cubrir todo el área sin dar pasadas de más y además mide calcula bastante bien por dónde cabe y por dónde no, algo que puede comprobarse en la app, donde una tonalidad verde va cubriendo el mapa de la casa.

Limpieza: no te pido que mejores, solo iguálamelo

iRobot no ofrece datos de capacidad de succión absolutos (175 veces más que otro modelo del que tampoco sabemos no dice mucho), pero estamos ante uno de los robots aspiradores que mejor limpia. Ojo, históricamente las Roomba han aspirado bien, pero con este Roomba Max 705 Combo iRobot se ha resarcido en su asignatura pendiente: el fregado. De hecho, si no tiene problemas navegando, deja la casa impecable.

Opciones de limpieza a cascoporro. En la app podemos elegir si queremos solo aspirar, solo fregar, aspirar y fregar o aspirar primero y despegar después. En cuanto a niveles, iRobot ofrece dos opciones: una para no complicarse eligiendo entre limpieza ligera, estándar, a fondo o inteligente y otra más personalizada donde elegir secuencia de limpieza y configurar estancia a estancia la aspiración (ahorro, normal, alta y máxima) y el fregado (ligera, estándar, alta). Asimismo, elegir una o dos pasada y si queremos o no activar el Smartscrub para que el rodillo de fregar frote. 

La máxima potencia de aspiración se lleva la práctica totalidad de pequeños sólidos como la arenilla que traigo en el calzado de pádel a migas de pan pasando por lentejas tiradas al suelo deliberadamente. Pero a media potencia el resultado ha sido prácticamente el mismo: tanto el nivel de succión como la configuración de cepillos resulta solvente. Pero hay algo que retira especialmente bien: el pelo.  

Desgraciadamente no tenemos perros en casa, pero ponerla a limpiar el baño después de pasarme la plancha es un gusto porque se los traga sin necesidad de ponerle la máxima potencia o pasar dos veces, incluso en las esquinas (en las que cabe, obvio). Con un doble cepillo central y lateral, una pasada rinde más. Desde luego, es una buenísima candidata para hogares con mascotas.

Cuando sube a una alfombra fina, hace maravillas. El modo inteligente ajusta la potencia al detectar más suciedad, llevándose esos pelos que caen y quedan incrustados en el tejido y también ese polvillo que vemos al agitarla. De hecho, lo hace tan bien que puedes olvidarte de pasar el aspirador de trineo. Obviamente, si no tiene objetos encima.

Además, puede aspirar alfombras con toda tranquilidad. Me explico: si está en modo aspiración y fregado o solo fregado, las evita para no mojarlas. Pero si pones el modo de aspirar primero y fregar después, en esa fase inicial de aspirado cubre el rodillo para no dañarlas con humedad. 

iRobot se ha puesto las pilas en fregado. Esta generación de Roomba por fin tiene fregados de calidad (sus hermanos pequeños los 405 y 505 con mopas rotatorias también deberían ser solventes), en este caso con un rodillo similar al que se usa para pintar que gira y además se desplaza sobre su eje para llegar mejor a las esquinas. Es de un tejido similar a la microfibra con rugosidades, de modo que aumenta la fricción con el suelo, ideal para retirar suciedad pegada. 

Y si activas el ‘Smartscrub’, mejor todavía. Me ha sorprendido que incluso con poca humedad retira manchas pequeñas aunque estén secas. Y si hay muchas manchas tampoco es problema en tanto en cuanto el rodillo se va limpiando solo. De hecho, tiene una capacidad de limpieza tal que si se te cae medio vaso de leche, lo limpia (eso sí, como algo excepcional, para derramamientos es mejor una fregona). Algo que me ha sorprendido es la poquísima agua que consume, algo meritorio para lo bien que limpia.

Autonomía: batería para aburrir

iRobot no acostumbra a ofrecer datos de la capacidad de su batería, pero ya os lo adelantamos: da para casas grandes. A lo largo de mis semanas de prueba en un piso que ronda los 100 metros cuadrados de área he podido limpiarlo de sobra incluso poniéndolo en el modo más exigente. Para medir su batería siempre usamos el mismo modo: solo aspiración a máxima potencia. En ese escenario, ha consumido un 54% en 90 minutos.

No obstante, lo normal no será ponerlo solo a aspirar y a máxima potencia, sino probablemente aspirar y fregar después o aspirar y fregar a la vez. Y como hemos visto en el apartado de limpieza, lo más sensato es usar el modo inteligente. Con aspiración primero y fregado después y el modo inteligente, ha gastado un 40% de batería limpiando toda la casa. Vamos, que da para dos veces y pico. Me he propuesto gastar la batería limpiando la casa con el modo inteligente y algo más de tres horas non stop ha estado funcionando esta Roomba. 

¿Y si tengo una casa más grande y muy sucia? Como es habitual, cuenta con un sistema de memoria tal que si se queda a medias, vuelve a la base para cargarse y concluir después su misión de limpieza, así que sin problema.

Cómo es la app: hace fácil lo difícil

Aunque puedes poner el aspirador tocando sobre el botón, lo mejor es instalarse la app de Roomba Home, disponible gratis para iPhone en App Store y para Android en Google Play Store. Te creas una cuenta, inicias sesión y lo emparejas para descubrir algo: iRobot ha hecho su robot más completo hasta la fecha, pero ha mantenido la esencia simple de su app. Y eso es una buenísima noticia.

En mis reviews de aspiradores siempre pruebo a dejarle el móvil a mi madre porque al margen de personas más jóvenes y más tecnológicas, un robot aspirador es un elemento a la orden del día que interesa a todo el mundo. El problema está en que igual tiene tantas opciones y una app tan densa que el usuario no sabe usarla. A mi madre, que se maneja decente en WhatsApp o Google Maps y pide cita para el médico en la app, se le hacen bola la mayoría de apps de aspiradores salvo una: la de las Roomba.

Más allá de un diseño colorido y mensajes claros, iRobot mantiene una interfaz simple reservando menús más ocultos para una experiencia personalizada. Me explico: abres la app y en el menú inferior lo primero que te encuentras es ‘Mi hogar con los mapas’. Tocas en el mapa de tu casa y ya le das a cualquiera de los botones que aparecen en la zona inferior para que empiece a limpiar. Hasta aquí llega mi madre. 

Por defecto incluye algunos programas, pero si así lo deseas puedes diseñar absolutamente todo de la limpieza: por dónde pasa y por dónde no, la secuencia, la intensidad de aspiración y fregado…el proceso es algo más largo, pero puede ser interesante si quieres una limpieza somera por toda la casa y que termine dando una limpieza profunda a baño y cocina. En el menú principal inferior también tienes un acceso al robot y su estado (para ver componentes, manuales o contacto), las automatizaciones, ayuda y tienda. Tocando sobre los tres puntitos de la sección de ‘Robots‘ llegas a los ajustes generales donde puedes configurar desde bloqueo para niños y mascotas a frecuencia de vaciado del aspirador o de lavado de la mopa. 

En definitiva, si eres techie, encontrarás opciones a medida, pero si no lo eres, no te vas a desesperar con la app. Mis dieces al equipo de devs: lograr una app robusta y completa en una interfaz intuitiva no es tarea fácil. De hecho, he probado diferentes marcas y modelos en los últimos años y lo tengo claro: las de iRobot son las únicas que cumplen con este criterio. Y un extra más del que se habla poco: tengo un modelo de la casa que tiene más de un lustro y sigue actualizándose.

Mantenimiento: con cuentagotas

La app y los manuales muestran la frecuencia de degradación, sustitución y mantenimiento de sus principales componentes, pero en la práctica vamos a tener que meterle mano muy de vez en cuando.

La base es un tres en uno que acumula la suciedad de aspiración mediante un sonoro pero puntual sistema de succión, un depósito para el agua de fregar y de limpieza y otro depósito más para agua, esta vez agua sucia. Además, incluye una función esencial para los modelos que friegan. Históricamente este tipo de modelos siempre ha tenido el hándicap del mantenimiento de la mopa: si no la quitas, se queda húmeda y sucia, por lo que tarde o temprano la cosa acaba oliendo a algas. Y estar lavándola a menudo se acaba haciendo bola. Así que este robot incluye la función de limpieza de rodillo con secado con aire caliente.

Según iRobot, esta configuración permite estar hasta 75 días sin cambiar la bolsa (aunque esto depende enormemente de la frecuencia con la que aspiramos o si tenemos mascotas en casa o no) y da para ocho semanas de fregado y lavado de mopa. Esto último me ha parecido una barbaridad: llevo un par de semanas poniéndolo a diario y efectivamente, casi no he tenido que tocarlo. Nunca me había pasado. 

Roomba Max 705 Combo, la opinión de Xataka

Con este Roomba Max 705 Combo, iRobot se ha esmerado aprobando con nota sus asignaturas pendientes para conseguir un robot aspirador para competir por el mejor del año. Y lo ha hecho manteniendo las virtudes características de la marca, como su cuidado diseño premium tanto del dispositivo y su interfaz como sus características de aspiración.

Es cierto que a la navegación todavía le faltan unos flecos para ser sobresaliente, pero es un aspirador que limpia como pocos. Mientras que otras marcas se jactan de Pascales de succión, esta Roomba viene armada hasta los dientes para un aspirado y fregado de primer nivel. No hay robot aspirador en el mercado con dos rodillos de goma y dos cepillos laterales, lo que lo postula como el candidato ideal para hogares con mascota.

La historia de las Roomba con el fregado es curioso. Primero pasaron de esa función (cuando la verdad sea dicha, todos los robots fregaban mal) y cuando llegaron, se quedaron en tierra de nadie. Ahora se han puesto las pilas y de qué forma: este gran rodillo giratorio que se mueve a los lados friega bien. Y como a iRobot siempre le ha gustado ir al detalle, que gaste tan poca agua es sencillamente una muestra más de su saber hacer.

Hubo un momento al inicio de los tiempos de los robots aspiradores en los que casi se llegó a la metonimia con las Roomba. Y ser la marca de referencia también se notaba en el precio. Ahora se da una paradoja: esta Roomba Max 705 Combo es de gama alta, pero es bastante más asequible que sus homólogos, dejando ofertas aparte. 

iRobot Roomba MAX 705 Combo con Base AutoWash multifunción y Agua Caliente, Rodillo de fregado PowerSpin Extensible, Cubierta Protectora, cepillos Dobles, fregado y Secado con Calor, LiDAR 3D con IA_N

El precio podría variar. Obtenemos comisión por estos enlaces

En Xataka | Mejores robots aspirador en calidad precio: cuál comprar en función del uso y seis modelos recomendados

Este producto ha sido cedido para la prueba por parte de iRobot. Puedes consultar cómo hacemos las reviews en Xataka y nuestra política de relaciones con empresas.

Imágenes | Xataka

El aguacate es sin duda un alimento muy rico y también muy demandado por sus buenas macros, lo que ha llevado a un aumento en su producción. Esta proliferación en su cultivo parece que puede traer buenas noticias para nuestra tierra (sobre todo porque se vende bien), pero en la Costa del Sol y la Costa Tropical de Málaga y Granada ya se ven los grandes impactos ambientales que está generando como la roturación de las laderas y un gran consumo hídrico que agrava la sequía ya propia del sur de España. 

Un gran consumo. Para ponerle cifras, más de 20.000 hectáreas se dedican ahora mismo al aguacate en estas provincias, con unas 5.000 hectáreas convertidas de secano a regadío, con una dudosa legalidad detrás, lo que también ha provocado que aparezcan hasta 250 pozos ilegales en 2023. 

Esta expansión, que representa el 30% de la superficie andaluza de aguacate (unas 9.400 hectáreas en total), ha sustituido cultivos tradicionales por tropicales hipertensivos pese a la crisis climática. Todo para optar por un cultivo que sin duda puede dar un gran rendimiento económico. 

El ecologismo. Una reciente denuncia hecha a través de X de Santiago Martín Barajas, un referente del ecologismo en España, ha vuelto a poner el foco sobre la herida abierta en la geografía andaluza. Junto a esta denuncia, donde apunta a los graves problemas medioambientales que se están viviendo, se muestran diferentes imágenes que sin duda hablan por sí solas para entender cómo está afectando este cultivo a la geografía. 

Publicación en X de Santiago M. Barajas | Vía X

Lo que estamos viendo no es solo agricultura; es una transformación industrial del paisaje que está llevando al límite los recursos hídricos y geológicos de Málaga y Granada. Así es cómo el aguacate y el mango han pasado de ser el “oro verde” a convertirse en una bomba de relojería ambiental.

Ingeniería de destrucción. De manera tradicional, la agricultura en estas zonas se adaptaba a la orografía natural del terreno. Pero ahora, el modelo que se ha impuesto impulsado por la altísima rentabilidad del fruto tropical, hace lo contrario: adaptar la orografía al cultivo a la fuerza. 

Según denuncian Ecologistas en Acción y confirman diversos estudios edáficos, la implantación de estos cultivos requiere maquinaria pesada para roturar laderas. El proceso elimina la cubierta vegetal original para crear bancales artificiales. ¿El resultado? Una degradación severa del suelo en sus horizontes superficiales.

Un problema con las tormentas. Con esta degradación lo que se provoca es la eliminación de la vegetación natural, lo que produce un “sellado” del suelo y por consiguiente la aparición de grietas que anulan sus funciones biológicas. El problema llega cuando aparecen las lluvias torrenciales (cada vez más frecuentes en el Mediterráneo), lo que provoca que el agua no filtre y corra arrastrando los nutrientes y provocando una erosión masiva. 

Esto es algo que se traduce en el uso de más fertilizantes por parte de los agricultores, que acaban contaminando el subsuelo. En definitiva, estamos ante un círculo vicioso de degradación química y física. 

Una sed infinita. El aguacate es un fruto que encaja perfectamente en la selva tropical, pero que ha sido trasplantado ahora en una zona con un clima mediterráneo semiárido. Un lugar ideal para los cultivos tradicionales de secano como el olivo o el almendro que pueden sobrevivir con lo que cae del cielo. Pero el aguacate o el mango en un modelo hipertensivo demandan unos 7.500 metros cúbicos de agua por hectárea al año. 

Estas exigencias sumadas con la gran cantidad de plantaciones que existen, como hemos comentado anteriormente, lleva a una gran tensión hídrica que hemos visto reflejada en el embalse de La Viñuela que ha llegado a tener solo el 7% de su capacidad en 2023, y que ha llegado a La Axarquía malagueña a una situación crítica. 

Y este déficit no se soluciona con lluvia, sino con perforadoras que abren pozos en la zona. De esta manera, la consecuencia directa es clara: sobreexplotación de los acuíferos y su salinización por intrusión marina. 

Un problema escalado. Esta burbuja del aguacate no para de aumentar en nuestro país. Ante el colapso que se ha vivido en Málaga, el modelo se ha replicado en Cádiz, Hueva o Murcia, que al final son regiones que ya sufren su propio estrés hídrico por no recibir muchas precipitaciones a lo largo del año. 

Pero no solo ha ido emigrando de provincias, sino que también ha escalado hasta el ámbito judicial, donde la fiscalía apunta ya se investiga un posible delito ambiental con daños al dominio público hídrico valorados en 10 millones de euros y la sustracción ilegal de hasta 26 hectómetros cúbicos de agua. Y es que en muchas de estas regiones los ciudadanos han tenido que sufrir cortes en el suministro por esta escasez, mientas que este modelo de agricultura seguía demandando 

Una solución. Lo que se plantea en este caso es la desescalada ordenada de estos cultivos. Para ello, se apunta a la paralización de las nuevas conversaciones a regadío y la clausura de los pozos ilegales. El problema es que se enfrenta a una pata muy importante de la economía de alguna de estas provincias, en contra del cambio de los paisajes de la región. 

En Xataka | Andalucía se ha convertido en tierra hostil para el aguacate. Así que una región inesperada le está tomando el relevo: Galicia