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La ciudad que se adelantó al cambio climático y la DANA en 1970. Su diseño soporta el caudal de una inundación de 5.000 años

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Con más de 200 muertos hasta el momento, la DANA que ha inundado la provincia de Valencia convirtiéndose en la mayor catástrofe en España en lo que va de siglo arroja más preguntas que respuestas. A la cuestión de si es normal que dure tanto (por ahora más de ocho días en el territorio peninsular), desde AEMET han explicado que se trata de algo “excepcional”. Sin embargo, a la pregunta de si esto va a formar parte de nuestras vidas de cuando en cuando, la respuesta parece ser afirmativa. Siendo así, hay un lugar que se adelantó a cualquier previsión en los años 70 convirtiendo el enclave en inexpugnable a las inundaciones: Viena.

Inundaciones globales y la excepción. Antes de la DANA de Valencia han sido muchos los enclaves que se han visto afectados por inundaciones en los últimos tiempos. Florida, Nigeria, India y otros puntos de Europa, son algunos de ellos. Un aumento en la frecuencia e intensidad de las lluvias ligado al cambio climático y superando la capacidad de la infraestructura existente.

Sin embargo, un punto ha resistido a las inclemencias del tiempo. La ciudad de Viena destaca como un ejemplo de resiliencia frente a inundaciones gracias a décadas de planificación e ingeniería. Sin ir muy lejos, Austria experimentó graves inundaciones hace pocas semanas con la tormenta Boris, pero Viena sufrió daños mínimos, únicamente en su sistema de metro. El secreto: un sistema pionero que permite manejar un caudal equivalente a una “inundación de 5.000 años”.

La intrahistoria. La ciudad no se libró en septiembre de las inundaciones por estar en un terreno elevado, su protección radicó en una decisión política de los años 60. Tras una devastadora inundación en 1954, la urbe optó por construir la denominada como Donauinsel o isla del Danubio, una isla artificial de 21 kilómetros en el Danubio. Completada en 1969, esta masa de tierra artificial forma una especie de presa y canal de control (y alivio) que desvía el agua y protege a la ciudad de inundaciones a gran escala, como las ocurridas en 1501 o 1954.

Funcionamiento del Donauinsel. El Nuevo Danubio se llena cuando se abren las compuertas antes de una inundación, de esta forma permite que el Danubio maneje caudales elevados sin llegar a desbordarse. Un sistema que se puso realmente a prueba en 2013, cuando demostró su eficacia con éxito, y nuevamente en la reciente tormenta, al reducir considerablemente el impacto de las inundaciones.

Riesgos del desarrollo suburbano y la “Bodenversiegelung”. Contaba el Guardian hace unas semanas que las recientes lluvias también expusieron una cara “b”:  los riesgos de desarrollo en zonas vulnerables. En Tullnerfeld, al oeste de Viena, donde se construyó una estación de tren en 2012, se han erigido numerosas viviendas unifamiliares en terrenos propensos a inundaciones.

La Bodenversiegelung, o “sellado del suelo”, que implica cubrir áreas verdes con concreto u hormigón para desarrollo urbano, exacerba la problemática de las inundaciones en las periferias. Dicho de otra forma, el espectacular sistema creado alrededor de la urbe ha delatado el problema de se extiende en todo el mundo: la urbanización en zonas de riesgo aumenta la exposición y los costes de las futuras inundaciones.

Efecto Levee. Además, con esta urbanización en antiguas zonas de llanuras de inundación, Viena enfrenta desafíos adicionales. Pensemos que estas áreas naturales absorbían gran parte del agua en inundaciones anteriores, pero ahora están ocupadas por viviendas y cultivos. Esto aumenta el riesgo de desbordamientos, lo que se conoce como el “efecto levee”: al sentirse protegidos, las personas se asientan cerca de los ríos, aumentando el riesgo a largo plazo y el daño en caso de desbordamiento.

El reto político. Qué duda cabe, es otro problema con el que lidiar, da igual donde sea. La experiencia de Viena también plantea cuestiones políticas. Es más, inicialmente, el proyecto de la Donauinsel enfrentó oposición por parte del Partido Popular de Austria (ÖVP), que argumentaba que había necesidades más urgentes que mirar al futuro y los posibles cambios climáticos.

Aunque esta visión ha cambiado en la política local en su mayoría, sigue habiendo un hilo en contra. El partido y la extrema derecha a nivel nacional siguen oponiéndose a medidas de acción climática, lo que refleja un problema global en el que la falta de voluntad política a veces impide implementar soluciones necesarias.

Inversión y mejora de pronósticos. Es otra de las patas por las que ha apostado el gobierno. Austria ha incrementado su inversión en medidas contra inundaciones, gastando alrededor de 60 millones de euros anuales. Dicha estrategia incluye simulacros regulares para instalar muros móviles y un sistema avanzado de pronóstico, lo que ha permitido una preparación adecuada y una reducción significativa de los daños. De hecho, la precisión en los pronósticos ayudó a la nación a anticiparse al riesgo de desbordamiento y planificar evacuaciones en los últimos años.

Adaptarse al cambio climático. Hoy parece más obvio que nunca, pero la preparación es esencial porque el cambio climático está intensificando las tormentas en Europa. Los mares más cálidos, como el Mediterráneo, alimentan estas tormentas, como sucedió con Boris y ahora con la DANA en España, creando lluvias más intensas. Además, hay otro dato a tener en cuenta: el calentamiento desproporcionado entre el Ártico y el ecuador provoca un desplazamiento hacia el norte de las lluvias. ¿Resultado? Por ejemplo, en 2021 las inundaciones devastadoras en Europa occidental ya avisaron al dejar más de 200 muertos, destacando la necesidad de mejorar, aún más, la prevención de desastres.

El caso de Viena, por tanto, muestra que construir infraestructuras resistentes es importante, aunque solo el comienzo en la lucha contra los posibles desastres naturales. En 2023, un equipo de científicos europeos que analizó megainundaciones históricas descubrió que el 95,5 % podrían haberse previsto basándose en eventos anteriores en otros lugares comparables de Europa.

La planificación y previsión mostradas por la urbe europea podrían servir como modelo de lanzadera para que otras ciudades fortalezcan su resiliencia frente a un clima cada vez más extremo e inesperado.

Imagen | EU Civil Protection, Karl Gruber

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El mundo sigue produciendo mucho vino. El problema no es ese, sino que no hay suficiente gente que se lo beba

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Más allá del debate sobre si “un vaso de vino al día es bueno para la salud” es cierto o más bien no, algo está pasando con el sector. La producción se mantiene estable, pero se las botellas se están quedando en las bodegas porque no hay quien se las beba. 

Bebemos menos vino. Según datos de la International Organization of Wine and Vine (OIV por sus siglas en francés), en 2023 el consumo global de vino fue de 221 millones de hectolitros. Eso representa una caída notable con respecto a 2017, cuando ese consumo llegó a los 247 millones de hectolitros en todo el mundo.

Captura De Pantalla 2024 11 05 A Las 12 27 09
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Evolución del consumo global de vino. Fuente: OIV.

Caída notable. Como indican en Axios, eso supone que se vendieron 3.500 millones menos de botellas de vino en todo el mundo. La caída, como puede verse en el gráfico de OIV, ha provocado que el consumo esté por debajo de niveles de hace casi 25 años.

Pero no tanto en España. Esa caída global no se refleja en España, donde el consumo parece haberse recuperado según el Observatorio español del Mercado del vino (OeMv). En julio de 2024 había un crecimiento acumulado del 2,2% del consumo, una cifra modesta pero que desde luego compensa ligeramente la tendencia global. El consumo español se mantiene más o menos estable: en 2020 fue de 10,3 millones de hectolitros, y en 2024 se prevé que sea de 9,76 millones de hectolitros.

Las nuevas generaciones no están tan interesadas. Mike Veseth, analista y responsable de The Wine Economist explicaba cómo al menos en EEUU la generación que tradicionalmente más vino ha consumido ha sido la de los Baby Boomers, nacidos entre 1946 y 1964. Ahora esa generación está comprando menos vino, “y no está siendo reemplazada por generaciones más jóvenes”.

El alcohol ya no mola. Ya en 2019 hablábamos del movimiento “Sober Curious” que estaba convirtiendo la abstemia en una tendencia. Estar sobrio se ha puesto de moda, y en Reino Unido se iniciaron campañas como “Dry January” para no beber alcohol durante todo un mes. Dichas iniciativas acabaron trasladándose a varios países europeos, y en otros como Canadá o la República Checa fueron sustituidos por “Dry February”.

Y el vino es caro. Otro de los posibles factores de la caída del consumo está en el hecho de que la inflación golpeó fuerte al sector del vino. El precio ha subido, y según Veseth eso ha hecho que la gente pueda haberlo reemplazado por bebidas más baratas, alcohólicas o no.

Medidas extremas. Según algunos expertos, el vino español está en un callejón sin salida y los expertos empiezan a plantear lo impensable: arrancar miles de hectáreas de viñedos, algo que ya ha pasado con otros cultivos como los naranjos, los almendros o los olivos.

Imagen | Denis Sousa

En Xataka | En Navidad, bebe con Dios: todo el alcohol que disfrutamos se lo debemos a monjes y santos

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su duración también ha llamado la atención de los expertos

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Durante la mañana de ayer, la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en la Comunidad Valenciana daba por finalizado el episodio de DANA. A pesar la agencia aún emitió avisos naranjas y rojos en distintas zonas del litoral norte mediterráneo y de que aún esta semana se esperan lluvias en la región, la depresión causante de las graves riadas de la semana pasada se ha desvanecido ya.

Una larga DANA. La última DANA ha destacado por su poder de destrucción, el cual se desató sobretodo durante la jornada del martes 29 de octubre, pero también por su duración: Los primeros impactos relevantes de la DANA se produjeron en Andalucía oriental el lunes 28 (aunque ya el domingo comenzaban a darse algunos episodios de lluvias), y continuarían hasta ayer, 4 de octubre.

Rubén del Campo confirmaba ayer a la Agencia EFE que el episodio vivido estos últimos días no solo había sido muy intenso, sino que también se había prolongado en el tiempo más de lo que es habitual dado el fenómeno. El experto señalaba que la DANA había sido “excepcional, tanto en duración como en intensidad”. Otros meteorólogos coinciden en indicar esto mismo.

Además de preguntarse en numerosas ocasiones por “cuándo terminará la DANA”, ahora muchos se preguntan por qué se ha prolongado tanto en el tiempo. Lo cierto es que aún no lo sabemos, hará falta que pase el tiempo y los estudios nos permitan comprender nuevos detalles sobre este fenómeno.

Primeros informes. Si nos guiamos por esta presunta relación, podemos sospechar del cambio climático como factor determinante. Algunos informes preliminares han señalado este fenómeno como uno de los factores no causantes pero sí agravantes de esta DANA dentro de su contexto meteorológico.

Uno de estos informes vino dado por la asociación World Weather Attribution (WWA). Su informe, aunque preliminar, estimaba que el cambio climático habría agravado el impacto meteorológico en un 12%. El equipo encargado señalaba que este era un análisis “súper rápido, analizando solo observaciones, y que por tanto no es un informe formal de atribución.” Señalaban también que el informe “podría subestimar la intensidad de las precipitaciones en ciertas regiones”.

Otro informe reciente, este de ClimaMeter, se inclinaba a indicar que el cambio climático había potenciado el volumen de las lluvias vistas durante la última DANA. Resaltaban de nuevo que los datos son aún escasos para extraer “conclusiones robustas”.

La importancia de la temperatura. La temperatura superficial del mar Mediterráneo ha batido récords durante este último verano. Aunque la situación revirtió durante el mes de octubre, la energía térmica acumulada en el mar sigue consistentemente por encima de la media del periodo 1981-2011, según los datos de la Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM).

Sospechoso habitual, no el único. El cambio climático es el “sospechoso habitual” en estos casos, pero siempre conviene tener presentes algunas consideraciones a la hora de atribuirle culpas, como recuerdan los expertos. El motivo es que este es solo un factor más en el sistema complejo de la meteorología. Es más, las consecuencias de la DANA no solo son fruto de la intensidad del fenómeno meteorológico en sí mismo sino consecuencia de un cúmulo de circunstancias, algunas vinculadas con el clima, otras no.

La persistencia de la DANA no ha sido impedimento para que miles de profesionales y voluntarios se hayan puesto manos a la obra en recuperar los entornos y buscar a los desaparecidos. A pesar de ello, el fin del evento es un pequeño primer paso a la hora de cerrar heridas, uno necesario y muy anticipado.

En Xataka | 2023 fue el año en el que El Niño y el cambio climático compitieron. En la Amazonia ya sabemos quién ganó

Imagen | AEMET / Copernicus (Septiembre de 2024)

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Netflix va a eliminar casi todos sus títulos interactivos. La promesa de ‘Bandersnatch’ se queda en nada

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“La tecnología sirvió a su propósito, pero ahora está limitando a medida que nos centramos en los esfuerzos tecnológicos en otras áreas”. Así justifica Chrissy Kelleher, de Netflix, la decisión de eliminar casi todos los contenidos interactivos de Netflix. Lo que durante un tiempo fue una de las grandes apuestas de la plataforma por una forma distinta de consumir contenido, se deja a un lado definitivamente.

Actualmente, los especiales interactivos suman un total de 24 en la plataforma. De ellos solo sobrevivirán cuatro: ‘Black Mirror: Bandersnatch‘, ‘Unbreakable Kimmy Schmidt: Kimmy contra el reverendo’, ‘Sobrevivir es el reto’ y ‘Sobrevivir es el reto con Ranveer y Bear Grylls’. Es decir, que perderemos spin-offs interactivos como ‘Campamento Cretácico – Aventura secreta’, ‘Bebé Jefazo – Atrapa al bebé’ o ‘La flipante Opció-O-Rama del Capitán Calzoncillos’. Quizás la mayor pérdida de todas sea el mejor experimento interactivo producido por Netflix, el soberbio homenaje a la animación clásica ‘El gato caco’, así que conviene revisarlo en los próximos días.

‘Bandersnatch’ fue, de hecho, una de las propuestas primeras y más sofisticadas de todos estos títulos, acompañado de ‘El gato con botas: Atrapado en un cuento épico’, otra de las piezas interactivas más interesantes, pero que desapareció hace tiempo de la plataforma. Con el tiempo, Netflix probó otros formatos, como el juego ‘Triviaverso’, lo más parecido a un videojuego que se ensayó en este formato, o el trivial diario ‘Preguntados’.

Estos cambios coinciden, quizás no casualmente, con el nombramiento de Mike Verdu, antiguo directivo del apartado de videojuegos de Netflix, como vicepresidente de “GenAI for Games’. Es él quien ha comunicado que se abandonaban los episodios interactivos a la vez que querda clara la reorientación parcial de la compañía hacia la creación de contenido con IA. Recordemos que hace apenas unas semanas, Netflix cerraba Team Blue, estudio con el que la plataforma quería dar el salto a las producciones AAA, propósito que de momento queda en el aire.

Cabecera | Netflix

En Xataka | ‘Black Mirror: Bandersnatch’ es más interesante por su propuesta interactiva que por su convencional historia

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