Escrito en ENTRETENIMIENTO el
Actualidad
Hace 7.000 años los plátanos tenían semillas y casi no eran comestibles. La ciencia aún estudia cómo llegaron a lo que son hoy
Ni las grandes novelas de León Tolstói o Víctor Hugo, ni las desbordantes sagas llenas de volantazos argumentales escritas por Tolkien o George R.R. Martin. Si quieres disfrutar de una historia realmente compleja, llena de misterios, sumérgete en la intrincada crónica de cómo hemos llegado a cultivar los plátanos que puedes encontrar en la frutería de tu barrio. Tal vez parezca exagerado, pero los científicos llevan años quemándose las pestañas para desenmarañar su domesticación.
Gracias a sus esfuerzos ahora conocemos cómo era su ancestro remoto de hace 7.000 años. Y espóiler: poco se parece a las bananas actuales.
¿Tan complicada es? Y tanto. Buena prueba es que hace un año un grupo de ocho investigadores de Francia, Bélgica y Papúa Nueva Guinea publicaron un extenso estudio en Frontiers en el que básicamente indagaban en el proceso de hibridación y domesticación de los plátanos, deteniéndose de paso en sus ancestros silvestres desaparecidos. En el proceso tuvieron que analizar 68 muestras de parientes silvestres y de 154 tipos de plátanos cultivados.
Si la aventura no era lo suficientemente ardua de por sí, se complica aún más por la propia diversidad de la fruta: como recuerdan en Science, hay plátanos con dos conjuntos de cromosomas y otros con tres o más, lo que nos habla sobre su origen como híbridos. “La domesticación del plátano es mucho más complicado de lo que pensaba”, admitía Loren Rieseberg, de la Universidad de Columbia Británica.
Un viaje de miles de años y kilómetros. Gracias a la labor de los investigadores hoy sabemos que el plátano tiene sus orígenes en una amplia región del sudeste asiático y Oceanía e incluso acotar en cierto modo su ‘nacimiento’.
“Fue domesticado a partir de Musa acuminata, una especie silvestre perteneciente a las monocotiledóneas, hace más de 7.000 años, seguramente en Nueva Guinea”, detallan los investigadores en su estudio. Durante la transición del estado silvestre al cultivo domesticado, se cuidaron sobre todo dos rasgos: la partenocarpia, que es la capacidad de producir frutos sin polinización previa; y la esterilidad, dos rasgos que aseguraban frutos comestibles carnosos y libres de molestas semillas.
¿Cómo era ese ancestro de hace 7.000 años? Bastante distinto de los plátanos actuales. Su pulpa era casi incomestible y contenía semillas negras. De hecho aprovechábamos otras partes las plantas: las flores y tubérculos enterrados y la fibra de los troncos, que se usaban para elaborar cuerdas y ropa. “Estaban muy lejos de los plátanos que vemos hoy”, señala Julie Sardos, científica de la Alliance of Bioversity International y una de las autoras del artículo de Frontiers.
El antepasado silvestre predominante de los plátanos es el Musa acuminata, que surgió hace alrededor de 10 millones de años probablemente en la región norte de Indo-Birmania, pero mucho más complicado es precisar cómo fue el proceso de “domesticación” que nos permite disfrutar de la fruta actual. Se sabe que entraron en juego otros ancestros silvestres conocidos, pero en 2020 se averiguó que hay otras especies que contribuyeron al plátano moderno. Eso sí, no se concretó cuales.
Acotando el foco. Es ahí donde centró parte de sus esfuerzos la nueva investigación, que gracias al estudio de una considerable cantidad de muestras de parientes silvestres y tipos de bananos cultivados llegaron a algunas conclusiones interesantes. La primera, que efectivamente todo indica que en origen los plátanos se cultivaron en Nueva Guinea. Segundo, que la “banskia”, una subespecies del M. acuminata, pudo ser la primera domesticada y contribuyó a variedades cultivadas.
El estudio indica además la existencia de tres ancestros antes desconocidos. “Se detectaron tres reservas genéticas indefinidas, es decir, en cuya muestra no se encuentran individuos no mezclados procedentes de las poblaciones de origen”, recoge el estudio. El hallazgo de esos tres acervos genéticos sin muestras de referencia concuerda, abundan, con estudios publicados en 2020 y 2021.
¿Qué tres ancestros? El estudio de 2022 dejó botando sobre la mesa esa pregunta, con las tres especies pendientes de identificar. “Nuestra convicción personal es que aún viven en algún lugar de la naturaleza, ya sea mal descrito por la ciencia o no descritos, en cuyo caso es probable que estén amenazados”, señala Sardos. Sus análisis reflejan que uno de esos antepasados pudo llegar de la región entre el Golfo de Tailandia y el oeste del Mar de China Meridional; otro de entre el norte de Borneo y Filipinas; y la tercera de la isla de Nueva Guinea.
Desenmarañando la historia. “La M acuminata se cultiva desde hace 7000 años. Los progenitores silvestres de la planta moderna eran variedades diploides, con dos juegos de cromosomas, que producían frutos incomestibles con semillas pequeñas, duras y negras, y poca pulpa”, concuerda la Universidad de Arizona.
Gracias a “hibridaciones entre distintas subespecies y variedades” hemos conseguido los frutos comestibles, libres de pepitas, dulces y carnosos que han convertido al plátano en un cultivo tan popular. A Europa llegaron en el siglo X. Y desde aquí, a través de los marineros portugueses y exploradores españoles, acabaron cruzando el charco y trasladándose a América ya en el XVI.
Es ciencia, y es economía. Desenmarañar la intrincada historia del plátano sirve para algo más que satisfacer la curiosidad de los científicos y ampliar nuestra comprensión de nuestro entorno. Más allá de la teoría, de la botánica, la biología y el estudio genético, la investigación de Sardos y sus compañeros tiene un enfoque eminentemente práctico. Uno además con una valiosa vertiente económica.
“El sector del plátano es una industria en crecimiento de 25.000 millones de dólares y se prevé que crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta del 4,5% entre 2022 y 2027. La cadena de valor del plátano proporciona empleo directo a millones de personas en todo el mundo”, recoge el International Institute of Sustainable Development, IISD. Solo en 2021 el volumen de producción mundial alcanzó los 125 millones de toneladas, según el portal estadístico Statista.
Conocer… y ayudar. Como todo cultivo, las plantaciones de plátanos afrontan sin embargo riesgos importantes, como el azote del mal de Panamá o la “marchitez bacteriana del plátano”. Conocer mejor el acervo genético de los plátanos puede ayudar a la industria a combatir contra esos patógenos, sobre todo los que afectan a los Cavendish, ahondando en su conocimiento e incluso introduciendo genes de ancestros que pueden ayudar a fortalecer los plátanos modernos.
Imágenes | Alliance Bioversity & CIAT-S. Carpentier y Sardos, Breton, Perrier, Van den Houwe, Carpentier, Paofa, Rouard y Roux (Frontiers)
*Una versión anterior de este artículo se publicó en noviembre de 2023
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
Un estudio a partir de imágenes de satélites nos ha indicado las áreas donde la selva podría recuperarse. Sin ayuda humana
La deforestación es un problema que afecta a muchas regiones del planeta de forma directa, pero que genera impactos indirectos en todo el globo. Estamos acostumbrados a escuchar noticias sobre el alarmante ritmo de la pérdida de masa forestal pero, de cuando en cuando, surgen datos que dan lugar a la esperanza.
El último de estos, nos lo han dado unas mediciones por satélite.
215 millones de hectáreas. Un estudio basado en estas medidas satelitales ha estimado que unas 215 millones de hectáreas de tierra en zonas tropicales del mundo podrían recuperar su vegetación de forma natural. Esto representa un área mayor que la extensión de México o la mitad del área de la Unión Europea.
Esta posibilidad un enorme potencial para decelerar el ritmo al que crece la concentración de gases de efecto invernadero: esta hipotética masa forestal podría almacenar hasta 23,4 gigatoneladas de carbono, según los cálculos del equipo responsable del estudio. Esta reforestación no solo afectaría al clima, también aumentaría la biodiversidad y ayudaría a solventar otros problemas, por ejemplo mejorando la calidad del agua, explica el equipo.
“Plantar árboles en paisajes degradados puede ser costoso. Al aprovechar técnicas de regeneración naturales, las naciones pueden cumplir sus objetivos de restauración de una forma coste-eficiente,” explicaba en una nota de prensa Brooke Williams, coautora del estudio.
Cartografiar la reforestación. El estudio dio como resultado un mapa de los trópicos en el que se evalúa la capacidad para la reforestación con una definición de 30 kilómetros. Este nos muestra que son cinco los países donde se concentran más de la mitad (el 52%) de las regiones con “fuerte potencial” para esta reforestación. Se trata de Brasil, México, Indonesia, China, y Colombia.
Desde la órbita. Para crear este mapa, el equipo recurrió a imágenes por satélite en pequeñas áreas donde la vegetación había crecido. Estudiaron imágenes captadas entre los años 2000 y 2012, las cuales combinaron con observaciones de 2015 con las que validar si este crecimiento había sido fugaz o si se había mantenido en el tiempo.
Recurrieron a una herramienta de aprendizaje automatizado (machine learning) para localizar y descartar aquellas áreas que habían sido replantadas por personas, para así poder centrar el estudio en el crecimiento natural. Combinaron estas observaciones con medidas de diverso tipo: calidad del suelo, pendiente del terreno, densidad de población y de carreteras, entre otros factores ambientales y socioeconómicos.
Principales determinantes. Saber qué condiciones se daban en los entornos reforestados en ese periodo sirvió al equipo a estimar el potencial de terrenos deforestados para regenerarse de forma natural. Observaron que los factores que más ayudaban a determinar si un área acabaría reforestada eran la proximidad a un bosque, la densidad de éste y el contenido de carbono de la tierra.
Los detalles del estudio fueron publicados en un artículo en la revista Nature.
De lo posible a lo hecho. Los resultados del estudio dan cierto lugar a la esperanza, pero que esta recuperación se materialice, o que no sea echada a perder por los avances de la deforestación sí dependerá del factor humano. No solo se trata de permitir el crecimiento en términos netos: si uno de los factores para la regeneración natural es la cercanía de bosques, proteger estos resulta de vital importancia.
El estudio se refiere, además, a reforestación natural. Conocer las áreas propensas a estas puede ayudarnos a centrar los esfuerzos en áreas donde la intervención humana puede ser más importante, ya sea plantando nuevos árboles o protegiendo áreas vulnerables.
Imagen | David Riaño Cortés
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
Ringo Starr confirma que Barry Keoghan lo interpretará en las películas sobre The Beatles dirigidas por Sam Mendes
EFE.- El legendario baterista Ringo Starr afirmó en una entrevista con el programa Entertainment Tonight que Barry Keoghan lo interpretará en las películas de la mítica banda The Beatles que dirigirá el cineasta Sam Mendes.
“Creo que es genial”, celebró el baterista británico al respecto, que dijo tener constancia de que el actor irlandés, conocido por la cinta “Saltburn” (2023), está tomando clases de batería.
Esta producción de Sony Pictures constará de cuatro películas independientes en las que se abordará el punto de vista de cada integrante de la mítica banda británica, conocida por éxitos como “Help!” o “Yellow Submarine”.
Tanto Starr como Paul McCartney y los familiares de los fallecidos John Lennon y George Harrison han cedido los derechos musicales y de la historia de su vida para la realización de películas y documentales.
Según Variety, una fuente cercana a la película advierte de que todavía no hay acuerdos con ningún reparto, por lo que por el momento se desconocen más detalles al respecto, como la fecha de su estreno o el resto de actores que darán vida en la ficción a la banda de rock que nació en la década de 1960 en Liverpool (Reino Unido) y se convirtió en un icono cultural mundial.
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
Este libro te promete que escribirás la novela que tienes en la cabeza en un año (y puede que tenga razón)
¿Alguna vez has probado a escribir un texto de ficción que vaya más allá de una veintena de páginas? Es un auténtico follón. Como persona que ha publicado un par de novelillas, poner en pie una de ellas y lograr que tenga un mínimo sentido es una tarea capaz de hacer enloquecer al más pintado: cada nuevo párrafo, cada frase es un surtidor de nuevas dudas que se ramifican en nuevas y nuevas incógnitas. El problema esencial, del que brotan todos los demás, es la página en blanco.
Es decir, el hecho de que un autor de novela, hasta el menos imaginativo, tiene todas las posibilidades del mundo ante sí. A diferencia del director de una película o el autor de una canción, el escritor tiene un solo límite: su vocabulario. Y por eso, su trabajo no conoce barreras potenciales: se le ha concedido una libertad de acción absolutamente apabullante. Por suerte, libros como ‘Este año escribes tu novela‘, de Walter Moslkey, editado por EsPop Ediciones, acota un poco el ingente trabajo que todo novelista tiene por delante.
Mosley ha escrito un delicioso ensayo de algo menos de 150 páginas donde ha aglutinado unos cuantos consejos que parten de su propia experiencia: su personaje más famoso es el detective afroamericano Easy Rawlins, que debutó en 1990 en ‘El diablo viste de azul’ (adaptada en una película del mismo nombre protagonizada por Denzel Washington), y que desde entonces ha aparecido en dieciséis novelas. Mosley ha escrito desde ciencia ficción a cómics de superhéroes, aunque su prestigio procede principalmente de la novela negra.
A volar, joven
¿Y qué consejos mágicos tiene Mosley en la manga que en solo 150 páginas puede plantar una novelaza salida de tu pluma? Pocos, en realidad, y si los valoramos al pero, pero sorprentemente valiosos, y que se resumen en un par de básicos. El primero de ellos es que desarrolles una confianza en ti mismo o misma y en tu trabajo. El segundo es la constancia, mucha constancia. Si algo vas a sacar de ‘Este año escribes tu novela’ es que hay que dedicar un rato cada día a la tarea más complicada: sentarse un rato a escribir (y si queréis la opinión de un novelista mucho menos exitoso y prolífico que Mosley, es decir, la mía, me parece un consejo excelente). Hay una explicación para esto: según el autor, la novela también se escribe de forma inconsciente. Si te sientas todos los días a escribir, seguirás escribiendo aunque no tengas el papel por delante.
Desde que me puse a escribir de forma más metódica, y no como un simple entretenimiento para llenar ratos muertos, intento no saltarme ni un día mi rato de escribir. Mosley aconseja encontrar tu rincón del día donde estés aislado y en silencio, y donde no vayas a ser interrumpido. En mi caso es a las seis de la mañana, cuando nadie a mi alrededor se ha despertado aún (ni en casa ni en la calle, que a esas horas no han puesto las aceras aún). Hay que pagar ciertos peajes (no puedo acostarme muy tarde, y eh: ¡a nadie le gusta madrugar!), pero la hora de silencio absoluto es impagable. Mosley está de acuerdo, y así lo cuenta en su libro.
Pero sobre todo, hay una enseñanza invisible y que sobrevuela el libro de principio a fin. Tiene que ver con ese primer consejo que os decía más arriba, el de confiar en sí mismo, y va implícito en el título, ‘Este año escribes tu novela’. Esa moraleja de Mosley es muy sencilla, pero hay que interiorizarla: cualquiera puede escribir una novela. Cuanto antes asumas que escribir una novela no es un acto mágico, no necesita de un talento para el que solo están tocados unos privilegiados, no convierte a quienes lo hacen en seres especiales (y de hecho, desconfía de los escritores que transmiten lo contrario), antes estarás preparado para escribir la tuya.
Hay algo de libro de autoayuda en la propuesta de Mosley, desde luego más que de manual técnico o creativo al uso. Pero que nadie se espante: no es autoayuda corriente, porque Mosley parece sugerir que tú puedes, sí, pero que si al final no te sale o no es lo tuyo, tampoco pasa nada. La ligereza impregna las sencillas lecciones de Mosley para hacernos entender que sí, cualquiera (incluido tú) puede escribir una novela, pero que tampoco hay que agobiarse si no tienes el día. Al fin y al cabo, solo es una novela. Y que quizás tampoco sea ‘Guerra y paz’.
“No prometo una obra maestra, solo una primera novela correcta de cierta longitud”, afirma Mosley, y para ello encadena unas cuantas ideas sobre cómo preparar un borrador, algunas nociones elementales (¿primera o tercera persona, narrador omnisciente o no?) y unas ideas ligeras sobre, bueno, qué tiene que tener una novela mínimente legible. En resumen: las apuestas están bajas, los consejos son fáciles, cualquiera puede escribir una novela. Este libro es el único empujoncito que te hace falta.
En Xataka | Hay un superpoder que mejora la memoria y la capacidad de aprendizaje: escribir a mano
ues de anuncios individuales.
Source link
-
Actualidad2 días ago
Realme GT7 Pro, análisis – review con características, precio y especificaciones
-
Curiosidades2 días ago
Claudia Sheinbaum amenaza a Donald Trump con batalla de aranceles
-
Curiosidades6 horas ago
Lo que sabemos sobre la llamada entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump
-
Musica5 horas ago
Billboard: Estas son las ‘mayores estrellas del pop del siglo XXI’
-
Curiosidades2 días ago
Pato O’Ward, entre los pilotos que podría ir a General Motors Cadillac en 2026
-
Curiosidades1 día ago
Día de Acción de Gracias: Tradiciones y Orígenes
-
Actualidad14 horas ago
Porsche aspiraba a vender un 50% de eléctricos en 2025. Con China en caída libre, ya planea desarrollar más motores térmicos
-
Deportes1 día ago
Champions League: Comandan Álvarez y Correa goleada del Atleti en Praga