Actualidad
Un anillo de 500 kg cayó del cielo en Kenia. El gobierno dijo que era parte de un cohete… pero ningún cohete encaja
Ni rastro de la estrella de Belén, pero un día antes de cerrar el año, un anillo gigante cayó del cielo en Mukuku, un pueblo de Kenia. Aunque se dijo que era parte de un cohete, los expertos han estado devanándose los sesos para tratar de identificar su origen.
La versión oficial. El anillo metálico reentró a las tres de la tarde del 30 de diciembre en una zona boscosa de Mukuku; afortunadamente, sin causar daños.
Según un comunicado de la Agencia Espacial de Kenia (KSA), mide dos metros y medio de diámetro y pesa alrededor de 500 kg. Se trata, dice el comunicado, de un fragmento de algún objeto espacial. Aparentemente, el anillo de separación de un cohete. Pero ¿qué cohete?
Un misterio. Si bien los vehículos de lanzamiento suelen estar diseñados para desintegrarse en la atmósfera o caer en áreas deshabitadas, como el cementerio de naves espaciales del océano Pacífico, los incidentes como este se han vuelto más frecuentes por la creciente cadencia de lanzamientos.
El misterio en este caso es que ningún cohete que se haya lanzado cerca de Kenia en las últimas semanas encaja con el anillo, por lo que tiene que provenir de un objeto que se encontraba en órbita y reentró sobre el país africano. ¿Qué objeto?
Los descartes
El astrofísico Jonathan McDowell, del Centro Harvard-Smithsonian, analizó varias posibilidades en su web y descartó dos de las más mencionadas en redes sociales:
- Un satélite Starlink de SpaceX. Cuatro satélites de la constelación Starlink reentraron en la atmósfera terrestre el 30 de diciembre: Starlink 1538, lanzado en agosto de 2020; Starlink 2115, lanzado en enero de 2021; Starlink 2351, lanzado en marzo de 2021; y Starlink 4785, lanzado en septiembre de 2022. Sin embargo, las horas a las que reentraron y las ubicaciones que sobrevolaron a medida que cayeron en la atmósfera no coinciden con el anillo encontrado en Kenia, por no hablar de que los satélites Starlink no usan este tipo de anillos.
- Un cohete PSLV de ISRO. La agencia espacial de la India lanzó el mismo día la misión SPADEX para probar el acoplamiento de dos pequeñas naves en el espacio. Lo hizo a bordo de un cohete PSLV desde la isla de Sriharikota, pero el despegue ocurrió cuatro horas después de la aparición del anillo. Tampoco podría ser un cohete PSLV más antiguo, como el que lanzó la misión europea Proba-3 a principios de diciembre, porque ninguno de los anillos de separación de etapas del cohete indio llegan a órbita. En cualquier caso, habría caído en el golfo de Bengala, al sureste de Australia, poco después del lanzamiento.
Y si…
Una opción es que el anillo no sea basura espacial en absoluto. Tal vez un objeto de origen industrial o de aviación. Pero hay otras dos opciones, según McDowell:
- Una vieja etapa de cohete. En concreto, la etapa Centaur AC-167 del cohete Atlas II que, en agosto de 2004, lanzó un satélite espía para la Oficina Nacional de Reconocimiento de Estados Unidos (NRO). Según la Fuerza Espacial estadounidense, la etapa Centaur reentró el 30 de diciembre de 2024 por la noche, horas después de que el anillo fuera encontrado en Kenia, pero es posible que una pieza del cohete se desprendiera horas antes y reentrara sobre África. El tamaño encaja, pero 500 kg es más de lo que pesaba la etapa.
- Un viejo adaptador de carga. La opción que más convence a McDowell es que fuera el adaptador de carga del cohete Ariane 5 que, en julio de 2008, lanzó los satélites Protostar 1 and Badr 6. La etapa superior del lanzador europeo es demasiado grande para el anillo (5,5 metros de diámetro). Sin embargo, el adaptador de carga Sylda, un mecanismo que se usa en el despliegue de múltiples satélites, mide aproximadamente dos metros y medio. Hasta aquí todo encaja, pero no podemos cantar victoria.
Por un lado, la Fuerza Espacial indica que los restos del viejo lanzamiento europeo reentraron en la atmósfera diez horas después de que lo hiciera el anillo sobre Kenia, aunque este cálculo se basa en una extrapolación. Según el científico Marco Langbroek, las órbitas coinciden con la ubicación del anillo.
El problema es que el anillo de un adaptador Sylda no pesa media tonelada. Todo el Sylda en sí pesaba 505 kg. El anillo, como mucho, pesaría una décima parte. Por lo tanto, el adaptador de carga de un viejo cohete Ariane 5 tampoco encaja al 100%. A menos que la Agencia Espacial de Kenia escribiera 500 kg por error y, en realidad, quisiera escribir 50 kg.
Imagen | AirLive
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
Este inventazo carga el móvil en tan solo cuatro segundos. Siempre y cuando puedas pagarlo
Cargar el móvil en cuatro segundos suena bien, muy bien. Tan bien que, técnicamente, es imposible hacerlo con una batería de litio convencional. Pero hay empresas con mucha inventiva, y el Swippitt es la mejor prueba de ello.
Se autodefine como el primer sistema de carga instantánea de su tipo, diseñado en principio para los iPhone 14 y superiores, pero asegurando que tendrá compatibilidad con “las marcas más importantes de Android”. Además, permite que estos dispositivos utilicen una batería de mayor capacidad respecto a la que incorporan de fábrica. Veamos cómo funciona.
El sistema. El Swittpitt es un Hub encargado de cargar cinco baterías. Utiliza un software propio encargado de distribuir la carga para mantenerlas cargadas de forma óptima, sin sobrecargas, y estando siempre listas para el remplazo.
En tan solo cuatro segundos, es capaz de remplazar la batería de nuestro teléfono, el cual debemos introducir en el Hub y sacar cuando se nos indique. Pero ¿cómo es posible remplazar una batería en cuatro segundos?
La funda. El truco de Swittpitt es que no cambiamos la batería del propio teléfono, sino de la funda. Esta carcasa incorpora una batería de 3.500mAh que podemos remplazar mediante un sistema muy sencillo de extracción, permitiendo así que el teléfono esté al máximo en tan solo unos segundos.
El problema. Técnicamente, lo que estamos haciendo es conectar nuestro teléfono a una funda con PowerBank. Es decir, por un lado duplicamos la capacidad de la batería, ya que cuando se agote la del teléfono podemos cargarla con 3.500mAh.
Pero no dejaremos de estar utilizando un teléfono que está cargando constantemente, algo perjudicial en el largo plazo para la batería original.
Un cambio de concepto. Siempre cabe plantearse otro camino: si estás pagando por cinco baterías, que no te importe la de tu teléfono. Olvidarse de la batería original y pasar a utilizar un sistema de baterías intercambiables que prometen preservar su capacidad durante tres a cuatro años no es un mal plan.
El Swittpitt tiene un precio de salida de 450 dólares, y pronto se podrá comprar en su web oficial.
Imagen | Swittpitt
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
la arqueología desmonta una de las tendencias más populares del momento
En 2010, un profesor de la Universidad Estatal de Colorado llamado Loren Cordain publicó un librito que, de forma totalmente inesperada, ha llenado miles de webs, mentes y neveras durante los últimos 15 años: hablamos de la dieta paleo.
Es decir, hablamos de alimentarse de huevos, frutas, verduras, frutos secos, semillas, tubérculos y, sobre todo, carnes magras; hablamos de rechazar los alimentos procesados, los cereales, las legumbres y los lácteos; hablamos de comer como lo hacían nuestros antepasados recolectores y cazadores.
Hablamos, en definitiva, de una idea increíblemente popular que unos investigadores israelíes acaban de tirar a cubo de la basura.
¿Qué ha pasado? Un nuevo estudio arqueológico ha encontrado pruebas de que los antiguos cazadores-recolectores dependían en gran medida de alimentos vegetales para sobrevivir: en concreto, de plantas ricas en almidón.
Más allá de la dieta paleo. No nos equivoquemos, la dieta paleo nunca ha sido más que una idea curiosa sin demasiado aval científico. Ni a nivel histórico (porque, como decía el Doctor en Historia y experto en los fenómenos sociales asociados a la alimentación, Juanjo Cáceres, “en realidad no sabemos qué vegetales tomaban en el paleolítico“), ni a nivel nutricional (porque, aunque tiene algunas ventajas, también tiene serios inconvenientes).
Sin embargo, se ha hecho muy popular y es un ejemplo de libro de hasta qué punto se pueden usar prejuicios instalados en el imaginario colectivo para impulsar cambios en el estilo de vida de decenas de miles de personas.
¿Prejuicios? Efectivamente, como decía Cáceres y aunque cada vez sabemos más, nuestra comprensión de la dieta paleolítica real es limitada. Hay razones técnicas y de conservación que lo explican, claro: pero, afortunadamente, eso está cambiando.
Un yacimiento en Israel. La investigación en cuestión ha analizado los restos de un yacimiento de 780.000 años a orillas del Jordán. El sitio, gracias a “más de 20 capas de asentamiento, [ha proporcionado evidencias como] restos fosilizados de animales y restos de plantas como semillas y frutas”.
De hecho, los arqueólogos destacan los “sofisticados métodos para procesar materiales vegetales” que han encontrado. De hecho, se trata de”la evidencia más temprana del procesamiento humano de alimentos vegetales”.
¿Qué impacto debe tener todo esto en nuestra dieta? La verdad es que, según los expertos, ninguno. Al fin y al cabo, las ideas que mejor ordenan nuestra alimentación no parten del pasado, sino de la realidad alimentaria actual.
Imagen | Gary Todd / Jon Tyson
En Xataka | Un pasado de color rosa: por qué nuestros cerebros no pueden combatir a la nostalgia
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
la directiva de los tapones
Cuando el 5 de junio de 2019, Antonio Tajani firmó la directiva 2019/904 no podía imaginarse que tenía entre manos uno de los temas más polémicos de la última década: el dichoso tapón de plástico.
Sobre el papel era una medida sencilla. Es más, era una medida de sentido común: según las estimaciones de la Comisión Europea, solo 10 productos representaban el 70% de toda la basura marina del mundo y, uno de ellos, eran los tapones de plástico (de los envases desechables).
Bastaban un puñado de medidas de fácil implementación para “reducir a la mitad esos desperdicios y evitar daños en el medio ambiente valorados en 230.000 millones de euros”.
Pero la gente (mucha gente) no se tomó bien lo de los tapones.
El problema es que la cosa no se quedaba ahí. La idea básica del proyecto era que, una vez entre en vigor la nueva normativa, “hasta una decena de productos deberán fabricarse ‘exclusivamente’ con materiales sostenibles o, en caso de ser inviable, se deberá cambiar el diseño para garantizar una recogida de hasta el 90% (y, en el caso de productos especialmente sensibles, una serie de campañas para reducir su al mínimo posible)”.
Se buscaba impulsar un enorme programa de innovación y desarrollo destinado “a impulsar nuevos diseños industriales, nuevos materiales y nuevos usos”; pero la Comisión se topó con una sociedad que no entendía muy bien lo que pretendían hacer y lo que aún queda por hacer.
Otro cambio más. Porque a partir de 2025, las botellas PET debían contener al menos un 25% de plástico reciclado y eso ha generado una enorme cantidad de problemas: durante el año pasado, el precio del PET reciclado se duplicó siendo más caro que el plástico nuevo. Las hojuelas de Tereftalato de Polietileno (PET) postconsumo en Europa se vendían hasta en 1.690 euros por tonelada en febrero de 2024.
El motivo es sencillo: no se reciclaba tanto PET como era necesario para suplir ese 25% y la demanda empujó a los precios hasta un punto que, como explicaba Tatiana ROjas, el impacto en las múltiples industrias que dependen de este material para la fabricación de productos ha sido muy considerable.
2024 fue el gran año de transición. Al fin y al cabo, nadie quería llegar a 2025 con los deberes sin hacer. Pero esto no significa que la vida de la directiva ya se haya acabado: al contrario, la industria tiene cinco años para llegar al 30%.
Y la pregunta de si merece la pena sigue encima de la mesa. No ambientalmente, claro. En el mundo se reciclan menos del 10% de los plásticos que se desechan y la industria lleva décadas fomentando el reciclaje a sabiendas de que tiene poca aplicación práctica. Aunque el impacto europeo es pequeño, medidas como estas demuestran que la aplicación práctica es una cuestión de voluntad.
El “merecer la pena” se refiere, sobre todo, al costo político. El año pasado, la Unión Europea perdió una de sus batallas clave en mitad de una guerra abierta con el campo y ha empezado muy tocada en un contexto global cada vez más complejo.
Como decía Juncker, “los líderes europeos sabemos perfectamente lo que hay que hacer, lo que no sabemos es cómo ser reelegidos después de hacerlo”. Y este parecer ser un caso muy claro de ello.
Imagen | Jonathan Chng / Waldemar
En Xataka | Llevamos décadas pensando que el reciclado de plásticos valía para algo. Quizá nos equivocáramos
ues de anuncios individuales.
Source link
-
Actualidad1 día ago
Steve Jobs y Tim Cook las han usado todas
-
Musica1 día ago
Fallece Danny Buster, guitarrista de Maskatesta
-
Musica1 día ago
Danny Buster de Maskateta: ¿Quién fue y de qué falleció el fundador de la banda de ska?
-
Musica1 día ago
Cazzu desata críticas por hablar de Dios en una de sus canciones
-
Musica1 día ago
Arte: La agenda cultural que destacará en 2025
-
Deportes2 días ago
Renueva Heung-Min Son contrato con Spurs hasta el 2026
-
Actualidad2 días ago
la mitad de usuarios de PS la apagan cuando terminan de jugar
-
Curiosidades1 día ago
Los principales cambios que presentará Ferrari en el auto del 2025 para el debut de Hamilton