La música, un lenguaje universal que despierta emociones, recuerdos y conexiones, también puede analizarse desde la perspectiva científica. En un fascinante estudio del Instituto Max Planck en Alemania, investigadores intentaron definir cuáles son las canciones “perfectas” y qué las hace tan especiales.
El equipo examinó más de 80 mil acordes de éxitos populares grabados entre 1958 y 1991, buscando patrones que generaran placer en los oyentes. Según el estudio, las canciones que combinan expectativas claras con giros inesperados son las que más captan nuestra atención, generando una experiencia musical placentera e incluso adictiva.
Estas composiciones logran mantenernos atentos, emocionados y en muchos casos, reproduciéndolas en bucle. De este análisis surgió una lista de seis canciones que, según la ciencia, logran ese equilibrio ideal:
The Beatles – “Ob-La-Di, Ob-La-Da” (1968)
Una melodía alegre que mezcla simplicidad y cambios rítmicos, característica del genio creativo de los Beatles.
Genesis – “Invisible Touch” (1986)
Un clásico del pop-rock con una estructura dinámica que combina emoción y sorpresa en sus acordes.
BJ Thomas – “Hooked on a Feeling” (1968)
Con su pegajoso “Ooga-Chaka”, esta canción es un ejemplo de cómo un elemento inesperado puede generar un impacto memorable.
The Jackson 5 – “I Want You Back” (1969)
Una explosión de energía juvenil con cambios armónicos que mantienen al oyente enganchado desde el primer acorde.
The La’s – “There She Goes” (1988)
Sutil y melódica, esta canción captura emociones con una estructura aparentemente simple, pero llena de sorpresas.
Van Halen – “When It’s Love” (1988)
Una balada que combina la potencia del rock con cambios melódicos inesperados, logrando un equilibrio único.
La ciencia detrás del placer musical
El estudio demostró que el placer musical es dependiente de nuestra capacidad de anticipar lo que vendrá, combinado con la sorpresa. Las canciones “perfectas” logran encontrar el balance entre lo predecible y lo novedoso, estimulando el cerebro con cada acorde.
Sin embargo, como dice el refrán, “el corazón tiene razones que la razón no entiende”. Aunque estas canciones pueden considerarse perfectas desde un punto de vista técnico, la conexión emocional con la música siempre será subjetiva, influida por nuestras experiencias y recuerdos.
Más allá de las investigaciones, la música sigue siendo una expresión de emociones personales y colectivas. Quizás estas seis canciones no sean tus favoritas, pero son un recordatorio de cómo la música, en toda su complejidad, puede cautivar tanto al corazón como a la mente. Y vos, ¿qué canciones considerarías “perfectas”?
FS