A veces las historias trascienden la música. Y aunque tal vez es poco recordado —porque ha pasado tanto tiempo o porque muchas personas no le seguían la pista— uno de esos momentos se centra en Shawn Mendes, el cantante canadiense, que apoyó a México y a los damnificados del sismo del 19S de 2017.

Al igual que otros artistas y millones de mexicanos que colaboraron en la ayuda de aquel momento trágico, la historia de Shawn Mendes con México empezó con la asistencia en instantes inesperados.

Shawn Mendes iba a presentarse en México en el 19S

Shawn Mendes tenía una presentación en México programada para el 20 de septiembre de 2017 en el Auditorio Nacional.

Por obvias razones, después del sismo del 19S ese evento fue cancelado.

Hubo reembolsos de boletos y cuestionamientos sobre las siguientes fechas, pero en ese momento había otras prioridades. “Mis más profundas condolencias a todos los afectados por el sismo en México hoy. Mi amor está con todos ustedes y les prometo que estaré de vuelta pronto”, dijo Shawn Mendes en ese momento.

Fans lo vieron ayudando a damnificados

En los momentos posteriores al sismo del 19S, sus fans vieron a Shawn Mendes ayudando a los damnificados en la Ciudad de México.

Algunos recuerdos de 2017 recuerdan que —tres días después del sismo—, el cantante canadiense seguía en nuestro país comprando víveres en un supermercado o repartiendo ayuda cerca del Auditorio Nacional. “Fue visto en un Walmart comprando cosas para ayudar a los damnificados”, decía un testimonio.

Aunque no hay videos o fotografías, recuerdan también que su equipo se acercó a sus fans para saber que estaban bien después de la tragedia.

Organizó una campaña y donó 100 mil dólares

De lo que sí existen pruebas, es que Shawn Mendes organizó una campaña en conjunto con la Cruz Roja Internacional para ayudar a los damnificados de México en el 19S.

El 22 de septiembre, comenzó una campaña para juntar recursos de sus fans en todo el mundo y la inició con una donación de 100 mil dólares.

Desde entonces, Shawn Mendes ha regresado a México a compartir su música, e incluso se presentó como headliner en el Corona Capital 2024, pero el recuerdo de su ayuda en el 19S marca su relación con nuestro país.

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Entre las legendarias fondas, cantinas, cafeterías e icónicos restaurantes que tenemos en la capital, no pueden faltar los muy famosos cafés de chinos que marcaron una época y siguen siendo populares entre las familias mexicanas. Así son los cafés chinos de la CDMX, lugares famosos por sus platillos orientales, su pan dulce y su tradicional café con leche.

Estos cafés tan particulares conservan el sabor tan característico de sus recetas en pleno siglo XXI, el rico café servido en un vaso de cristal en dos partes (primero un concentrado de café y luego leche caliente), su típico “pan de chinos” (bisquets, panqués y gran variedad de pastelillos adaptados de la repostería francesa), sin faltar el chop suey, el chow fan de arroz frito y otras delicias. 

Este concepto llegó durante la primera mitad del siglo XX, junto con las comunidades de inmigrantes chinos que se establecieron en México. Los cafés de chinos se hicieron famosos por su ambiente acogedor, por sus vitrinas llenas de pan y por sus precios económicos, gracias a los que por unos centavos le daban la oportunidad a cualquiera de disfrutar de un café con leche acompañado de pan de calidad.

Los cafés chinos de la CDMX

Muchos de estos cafés tradicionales han desaparecido, pero hoy todavía tenemos muchas opciones para comer rico y pasar un buen rato en una atmósfera oriental única en la ciudad. Aquí tenemos algunos de los cafés chinos que encontramos en la CDMX.

El Popular

Fundado en 1948 en un edificio que se conserva desde hace ya más de cien años, El Popular guarda un ambiente familiar entre sus comensales y abre las 24 horas durante todo el año. Aquí puedes disfrutar varios desayunos con fruta, así como sopas, tamales, hamburguesas y otras muchas especialidades para la hora de la comida o la cena. No puede faltar el café con leche traída desde un rancho de Texcoco o el chocolate caliente.

Dirección: Av. 5 de mayo 50 y 52, Centro Histórico

Café & Restaurante Lucky

El menú de este lugar se distingue por su oferta de platillos veganos y vegetarianos. Es un típico café chino con varias décadas de existencia en Santa María La Ribera. Sus platos orientales no tienen falla y además hay una gran oferta de comida mexicana. Aquí puedes comer de forma económica y abundante. Además tienen tienda de productos y de artesanías orientales.

Dirección: Nogal 1 A, Santa María La Ribera

Café Kowloon

Si quieres disfrutar de un lugar con dragones y lámparas chinas, acuarios y budas, visita este café ubicado en pleno Centro de Coyoacán. Fundado en los años noventas del siglo pasado, hoy el Café Kowloon es un referente de este barrio. Ofrece delicioso café con leche y pan, así como una gran variedad de platillos de la cocina oriental y mexicana a excelentes precios. También tiene una sucursal en Av. División del Norte, a unas cuadras del metro General Anaya.

Dirección: Jardín Centenario 6, Col. Villa Coyoacán y División del Norte 2800, Col Parque San Andrés, Coyoacán

Café Allende

Otro de los típicos cafés chinos de la CDMX, ubicado en el corazón del barrio de La Lagunilla. Conserva sus aires de la primera mitad del siglo XX y desde 1937 no ha dejado de servir buen café con leche y panes artesanales. Aquí también se puede comer rico y a excelentes precios. Llévate una bolsa de pan para la familia.

Dirección: Ignacio Allende 69, Lagunilla

Café Kowlaan

Ubicado en el corredor gastronómico de Tacubaya, este restaurante es famoso por su gran variedad de platillos que van desde los huevos en más de diez presentaciones, sus muchos antojitos que van desde las enchiladas hasta las tortas y los huaraches y sus muchas carnes y pollos servido en tu estilo favorito. No le faltan los platillos típicos chinos y el cafecito con pan chino.

Dirección: Av. Revolución 107, Tacubaya

La Pagoda

Ubicado también en el Centro de la Ciudad de México, este café – restaurante ofrece grandes platos de la cocina mexicana acompañados de música en vivo. Siempre tiene paquetes y promociones, pero hay que llegar temprano, porque la comida se acaba. Es de los primeros cafés de chinos de la CDMX. Abrió originalmente con el nombre de Café París y en la década de 1990 fue adquirido por los dueños de El Popular.

Dirección: Av. 5 de mayo 10-F, Centro Histórico

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La historia de México está llena de momentos épicos y memorables. Uno de tantos es el día en el que los dos generales revolucionarios más importantes del país se encontraron en la Ciudad de México para llegar hasta el Palacio Nacional, inconformes con el gobierno de Carranza y Obregón. Ese fue el día que Zapata y Villa se pelaron por la supuesta silla presidencial, un momento histórico que quedó plasmado en fotografía para que hoy lo recordemos todos los mexicanos.

Este suceso que podría sonar como una leyenda ocurrió el 6 de diciembre de 1914. La División del Norte, al mando de Francisco Villa y el Ejército Libertador del Sur, liderado por Emiliano Zapata se encontraron dos días antes en Xochimilco para dialogar, ocupar la capital y hacer que Venustiano Carranza hiciera valer los acuerdos de la Convención Revolucionaria de Aguascalientes y el Plan de Ayala.

La Revolución Mexicana se dio ante la inconformidad de la población por los abusos y la tiranía del gobierno de Porfirio Díaz, que explotaba a los pobres y beneficiaba a la gente rica. Tanto en el norte como en el sur de México surgieron movimientos importantes que lucharían contra la desigualdad.

Un encuentro en Xochimilco

El 20 de noviembre de 1910 estalló la revolución armada y llegó a su fin oficialmente en 1917, con la promulgación de una nueva Constitución Política. Muchos sucesos acontecieron durante estos años. y así tenemos que el 4 de diciembre de 1914, las fuerzas villistas y zapatistas tuvieron un encuentro al sur de la capital, en Xochimilco, para entrar hasta Palacio Nacional y hacer valer sus intereses y los del pueblo mexicano.

Los dos personajes no habían tenido un contacto directo hasta este encuentro. Anteriormente ya se habían puesto en contacto por correspondencia. Así acordaron una reunión de ambos ejércitos en Xochimilco, el 4 de diciembre de ese año, para conseguir la ocupación de la capital mexicana. El pacto entre la División del Norte y el Ejército Libertador del Sur es uno de los hechos más importantes de la época.

Una procesión de más de 50 mil efectivos de los dos ejércitos se dieron paso a caballo y a pie para llegar hasta el centro de la ciudad en el desfile más grande que se ha visto en el país. Los de Villa entraron por los rumbos de Tacuba y Hacienda de los Morales y los zapatistas se abrieron paso hacia el Zócalo desde Tlalpan, San Lázaro y San Ángel.

Entrada al Zócalo

Así, los grupos alidados se encontraron y el gran ejército anduvo por las calles de Tlacopan, que hoy es Tacuba, Rosales, Reforma, Avenida Juárez y la antigua San Francisco, que hoy es Madero, a la que por cierto, dos días después de la entrada a Palacio Nacional, el general Francisco Villa se encargó de cambiarle el nombre por el del ex presidente asesinado en febrero de 1913.

Se dice que los dos ejércitos fueron recibidos con vítores por la gente de la capital. Para entonces, Venustiano Carranza había sido destituido como presidente y el lugar lo ocupaba Eulalio Gutiérrez, en su puesto de presidente provisional, quien recibió a Villa y Zapata sin ningún problema. Carranza y Obregón evacuaron la ciudad y se refugiaron en Veracruz.

Disputa por la silla en Palacio Nacional

Así fue como después del largo desfile, los dos personajes entraron a Palacio Nacional recibidos desde el balcón por Eulalio Gutiérrez. Los generales anduvieron por varios salones del lugar antes de dar una entrevista. En uno de ellos encontraron cuatro sillas ostentosas, una de ellas llena de detalles dorados, forrada de terciopelo y con el águila del imperio de Maximiliano en el respaldo.

Esta silla en particular llamaba la atención. El grupo decidió tomar asiento en este salón para dialogar e incluso en un momento hubo una discusión por quién ocuparía el asiento que podía pasar por un trono o por la silla presidencial, pero el pleito no era porque alguno quisiera ocuparla. Villa le ofreció a Zapata sentarse en ese asiento tan particular, pero el Caudillo del Sur se negó rotundamente, dejándole el lugar al Centauro del Norte.

El momento en que los dos generales están sentados en este salón junto con otros personajes y gente de la época quedó documentado en foto gracias a Agustín Víctor Casasola, quien tomó una gran cantidad de fotografías de la Revolución Mexicana y cuya colección conforma el famoso Archivo Casasola, encargado de preservar la memoria gráfica de nuestro país.

La posición de Zapata y Villa ante el poder

Tanto Zapata como Villa se negaban a ocupar un puesto público. Lo suyo era la lucha. Después de tener una entrevista, los generales del norte y del sur disfrutaron de un banquete en el mismo Palacio Nacional acompañados por Eulalio Gutiérrez y otros personajes.

Esta reunión fue uno de los momentos más importantes de la Revolución Mexicana. Tristemente, los dos ejércitos fueron derrotados más tarde, el de Villa en 1915 y el de Zapata en 1916.

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