Actualidad
el éxito más viral de la IA es al mismo tiempo un síntoma de sus problemas como producto diario

La IA había dejado de sorprendernos. Y entonces llegó la “ghiblización” de las imágenes e internet se volvió loco. En los últimos días hemos vivido una fiebre por convertir todo tipo de imágenes —e incluso vídeos— para imitar el estilo del maestro Miyazaki y las míticas creaciones de su Studio Ghibli. El fenómeno ha servido para volver a poner de moda la IA al menos durante unos días. Y ese es precisamente el problema.
Saturados de IA. La aparición de ChatGPT en noviembre de 2022 ha desatado una explosión de IA, pero tras el seísmo inicial las cosas se han relajado. Aunque se han producido avances notables, nos hemos “acostumbrado” a la IA, y la tecnología parece relegada a un segundo plano para la mayoría de los usuarios. Como bien decía mi compañero Javier Lacort en su reflexión de hace unos días, nos hemos visto inmersos en “un universo de jerga impenetrable que iba trasladando la conversación sobre IA desde el asombro inicial hasta el tecnicismo árido”.
La IA vive de momentos “mágicos”. Lo vimos con DeepSeek hace unos meses, y lo volvemos a ver ahora con las imágenes estilo Studio Ghibli. Hasta que no se producen esos momentos “mágicos”, la IA no acaba de cuajar entre el gran público. Hay desde luego un uso moderado entre parte de la población y también hay nichos que la usan de forma intensiva —la comunidad de programadores, por ejemplo—, pero a la gente le falta algo crucial: una killer app.
¿Tú para qué usas la IA? Las opciones actuales son sin duda llamativas en el terreno creativo y también como asistencia para tareas profesionales, pero de momento los chatbots no se han infiltrado en nuestra vida como lo hicieron por ejemplo los buscadores de internet. Solucionaban un problema más acuciante —encontrar lo que uno buscaba en internet— pero de momento la IA no acaba de reemplazarlos y tampoco se usa de forma masiva.
Buscando una IA que sea una Google de uso diario. La revolución de los buscadores es probablemente una de las conquistas inevitables de futuro para la IA. Lo estamos viendo con Perplexity y los buscadores con IA que tanto OpenAI como la propia Google están ofreciendo a los usuarios. Estas plataformas no desplazarán totalmente al buscador tradicional, pero una cosa es evidente: cada vez “buscamos más con ChatGPT” —o cualquier otro chatbot—, y el crecimiento de esa tendencia parece imparable.


De momento el ciclo de expectativas de Gartner está reflejando muy bien el fenómeno de la IA. Parece que hemos llegado al pico de expectativas sobredimensionadas, y caemos ahora en el avismo de la desilusión. Fuente: Wikimedia.
Cuidado con el abismo de desilusión. La Association for the Advancement of Artificial Intelligence (AAAI) publicó estos días un estudio realizado por 24 investigadores de IA. En él se incluía una sección titulada “Percepción de la IA vs Realidad”, y en ella se hablaba del conocido Ciclo de Expectativas de Gartner. La propia consultora estimó que las expectativas y el hype por la IA generativa había superado ya su pico más alto.
La IA no es para tanto (de momento). El 79% de los expertos encuestados en ese estudio indicaron que la percepción pública actual de las capacidades de la IA no se corresponden con la realidad de la investigación y desarrollo en este campo. De hecho el 90% afirmaba que eso está condicionando la investigación, y de esa cifra el 74% reveló que las áreas en las que se está investigando son áreas en las que sigue habiendo muchas expectativas.
Así no vamos a llegar a la AGI. Las empresas más importantes de este ámbito tienen un objetivo común: lograr una AGI, el santo grial de la inteligencia artificial. Sin embargo estos mismos expertos no tienen demasiadas esperanzas de que lleguemos a desarrollarla. El 76% de los 475 encuestados indicaron cómo escalar (más datos, más GPUs para entrenar modelos) no serán suficientes para alcanzar una AGI. Necesitamos un enfoque diferente, y esos expertos abogan por priorizar temas como la seguridad, la gobernanza ética y una innovación gradual y más responsable en lugar de esta aparente carrera frenética que no piensa en las consecuencias.
Esperando al próximo bombazo de la IA. La fiebre por la “ghiblización” parece haberse relajado sensiblemente y seguramente en pocos días o semanas quede difuminada como una opción llamativa más de una IA que nos emociona a tirones —antes lo hicieron las imágenes sin censura de Grok 3, por ejemplo—, pero no nos conquista de forma permanente. De momento parece que esa seguirá siendo la norma, y ahora nos quedamos esperando a ese próximo tirón y quizás a esa killer app que pueda marcar un punto de inflexión en la adopción de la IA.
OpenAI y sus rivales necesitan hype. Mientras tanto una cosa es evidente: lo que nos venden las empresas (“estamos cerca de la AGI” o “con la IA lo puedes hacer todo mejor y más rápido“) está alejado de la realidad. Venden expectativas y hype. Aquí el mejor ejemplo es OpenAI, que necesita ese mensaje para seguir levantando rondas de inversión gigantescas que le permitan seguir quemando dinero como si no hubiera mañana.
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
la clave es la distribución

Midjourney lanzó hace unos días su modelo V7 después de un año sin actualizaciones. Un año. Doce meses en los que a OpenAI le ha dado tiempo a convertir ChatGPT en una máquina de generar imágenes que está arrasando. El contraste es brutal: mientras uno trabajaba con mucha paciencia, el otro conquistaba el mercado.
Es un caso de manual de una ley inmutable en la industria: la mejor tecnología no suele ganar a la mejor distribución. Es algo parecido a lo que ocurre con Claude.
Hace menos de dos años, Midjourney era el rey indiscutible de la generación de imágenes con IA. Sus creaciones estaban muy por delante del resto –al menos entre las de complejidad similar– en calidad artística y en capacidad para interpretar prompts complejos cuando DALL-E aún se limitaba a figuras difusas. Stable Diffusion requería conocimientos técnicos fuera del alcance del usuario medio.
Midjourney marcaba tendencia, acaparaba portadas y abría debates sobre el arte digital. Pero lo hacía con un desarrollo del producto –al margen de su tecnología– demasiado lento. Pasó demasiado tiempo anclado en Discord como interfaz, una plataforma diseñada para gamers, no para creadores visuales; y su nueva web es una gran mejora, solo despeja, no dispara las capacidades del usuario ni facilita la exploración creativa.
OpenAI, de repente, ha integrado una generación de imágenes bestial en ChatGPT. Y ni siquiera ha necesitado un productazo específico. Se ha limitado al mismo lienzo en blanco que con el chatbot. Y la diferencia es abismal. No hay fricciones ni aplicaciones extra ni interfaces ajenas y complejas. Ni de aprender comandos concretos.
El desarrollo de producto en Midjourney está siendo algo decepcionante. Ha tardado un año en pasar de V6 a V7 y su web sigue siendo un Discord depurado y bonito, no una interfaz realmente propia centrada en disparar nuestra creatividad, como la de Freepik. Contrasta con la agilidad de OpenAI.
Lo más llamativo, y no necesariamente positivo, es que el debate actual sobre estas herramientas se centra en algo tan superficial como la capacidad para generar imágenes estilo Ghibli. Lo que debería ser una revolución creativa se ha convertido en una carrera por la función viral del momento. Y Midjourney, que fue pionero, ahora responde reactivamente a tendencias marcadas por otros.
La integración es la clave. Millones de usuarios ya acceden a ChatGPT diariamente para escribir textos, generar código o responder preguntas. Ahora pueden crear imágenes sin salir de esa misma ventana. Con Midjourney necesitas una cuenta separada, una interfaz distinta, un flujo de trabajo completamente diferente.
Es la misma razón por la que Windows Phone murió pese a su gran planteamiento estético, o por qué pocos usan Proton Mail a pesar de su privacidad superior. La conveniencia siempre vence a la excelencia técnica.
David Holz, CEO de Midjourney, describe su nuevo V7 como una “arquitectura totalmente diferente”, pero la pregunta es si esto importa cuando el público ya ha normalizado usar ChatGPT para todo, incluidas las imágenes, sin tener siquiera que invocar a DALL-E, que ya es historia. Si el mejor producto es el que la gente realmente usa, Midjourney ya ha perdido.
La mejor innovación no suele estar en crear la mejor tecnología posible, sino en integrar tecnología suficientemente buena donde la gente ya está. Distribución. Una lección que Midjourney ha aprendido demasiado tarde, convirtiéndose en la mayor víctima del impresionante generador de imágenes de ChatGPT.
En Xataka | 18 ideas de estilos para editar tus fotos con ChatGPT
Imagen destacada | Xataka
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
la clave es la distribución

Midjourney lanzó hace unos días su modelo V7 después de un año sin actualizaciones. Un año. Doce meses en los que a OpenAI le ha dado tiempo a convertir ChatGPT en una máquina de generar imágenes que está arrasando. El contraste es brutal: mientras uno trabajaba con mucha paciencia, el otro conquistaba el mercado.
Es un caso de manual de una ley inmutable en la industria: la mejor tecnología no suele ganar a la mejor distribución. Es algo parecido a lo que ocurre con Claude.
Hace menos de dos años, Midjourney era el rey indiscutible de la generación de imágenes con IA. Sus creaciones estaban muy por delante del resto –al menos entre las de complejidad similar– en calidad artística y en capacidad para interpretar prompts complejos cuando DALL-E aún se limitaba a figuras difusas. Stable Diffusion requería conocimientos técnicos fuera del alcance del usuario medio.
Midjourney marcaba tendencia, acaparaba portadas y abría debates sobre el arte digital. Pero lo hacía con un desarrollo del producto –al margen de su tecnología– demasiado lento. Pasó demasiado tiempo anclado en Discord como interfaz, una plataforma diseñada para gamers, no para creadores visuales; y su nueva web es una gran mejora, solo despeja, no dispara las capacidades del usuario ni facilita la exploración creativa.
OpenAI, de repente, ha integrado una generación de imágenes bestial en ChatGPT. Y ni siquiera ha necesitado un productazo específico. Se ha limitado al mismo lienzo en blanco que con el chatbot. Y la diferencia es abismal. No hay fricciones ni aplicaciones extra ni interfaces ajenas y complejas. Ni de aprender comandos concretos.
El desarrollo de producto en Midjourney está siendo algo decepcionante. Ha tardado un año en pasar de V6 a V7 y su web sigue siendo un Discord depurado y bonito, no una interfaz realmente propia centrada en disparar nuestra creatividad, como la de Freepik. Contrasta con la agilidad de OpenAI.
Lo más llamativo, y no necesariamente positivo, es que el debate actual sobre estas herramientas se centra en algo tan superficial como la capacidad para generar imágenes estilo Ghibli. Lo que debería ser una revolución creativa se ha convertido en una carrera por la función viral del momento. Y Midjourney, que fue pionero, ahora responde reactivamente a tendencias marcadas por otros.
La integración es la clave. Millones de usuarios ya acceden a ChatGPT diariamente para escribir textos, generar código o responder preguntas. Ahora pueden crear imágenes sin salir de esa misma ventana. Con Midjourney necesitas una cuenta separada, una interfaz distinta, un flujo de trabajo completamente diferente.
Es la misma razón por la que Windows Phone murió pese a su gran planteamiento estético, o por qué pocos usan Proton Mail a pesar de su privacidad superior. La conveniencia siempre vence a la excelencia técnica.
David Holz, CEO de Midjourney, describe su nuevo V7 como una “arquitectura totalmente diferente”, pero la pregunta es si esto importa cuando el público ya ha normalizado usar ChatGPT para todo, incluidas las imágenes, sin tener siquiera que invocar a DALL-E, que ya es historia. Si el mejor producto es el que la gente realmente usa, Midjourney ya ha perdido.
La mejor innovación no suele estar en crear la mejor tecnología posible, sino en integrar tecnología suficientemente buena donde la gente ya está. Distribución. Una lección que Midjourney ha aprendido demasiado tarde, convirtiéndose en la mayor víctima del impresionante generador de imágenes de ChatGPT.
En Xataka | 18 ideas de estilos para editar tus fotos con ChatGPT
Imagen destacada | Xataka
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
La bola de nieve de los aranceles empieza en el precio de los iPhone. El verdadero problema son sus ramificaciones

No es solo que el iPhone pueda acabar costando más —como tantas otras cosas— sino todo lo que se deriva del problema con los aranceles de Trump que hoy entran en vigor en todo el mundo. Las consecuencias de estas medidas son imprevisibles, pero hay algunas industrias que claramente se verán especialmente afectadas.
El efecto bola de nieve puede ser espectacular. Pongamos de ejemplo inicial a Apple, una de las primeras grandes víctimas de los aranceles. No sabemos si la empresa acabará subiendo el precio de sus iPhone o de otros productos, pero la realidad es que a la compañía todo le va a costar más por culpa de los aranceles.
Si eso ocurre, tendrá que aplicar medidas para que el negocio siga siendo rentable, porque es probable que venda menos y que los consumidores se aprieten el cinturón. Y se lo aprietan ellos, se lo apretarán todos los demás.
Apple podría tomar decisiones y realizar recortes en ciertas áreas de negocio. Una de las más evidentes —además de recortes de plantilla— está en el gasto publicitario. Apple podría decidir que (por ejemplo) va a invertir la mitad de lo que invertía en redes sociales como las de Meta. Es algo que ya preven en eMarketer, donde indican que las redes sociales serán las más afectadas por la caída del gasto publicitario.


Los expertos esperan recortes de entre el 12 y el 41% del presupuesto publicitario en EEUU por culpa de los aranceles. Fuente: eMarketer
Ahora pongámonos en la piel de Mark Zuckerberg, que ve cómo le va a llegar mucho menos dinero precisamente en aquello que es el pilar de su negocio, la publicidad. Y si los ingresos bajan, tendrá que afrontar esa caída tratando de retener a los anunciantes, pero también adaptándose a la situación.
Ese recorte en gasto publicitario afectará especialmente a los medios de comunicación, señalan en MarketWatch. En algunos casos podrán afrontarlo gracias a usar modelos mixtos que combinan publicidad y suscripciones. Ni siquiera ellos estarán a salvo, porque en esa bola de nieve muchos consumidores se verán atrapados y decidirán gastar menos en esos pagos mensuales y se darán de baja, al menos de forma temporal, en contenidos.
Si hay menos dinero de anuncios en Meta, hay que hacer recortes también. Y eso suele suponer centrarse en las áreas de negocio que funcionan y dejar otras divisiones en “modo de bajo consumo”.
De nuevo los despidos son el recurso claro, pero Meta también podría recortar en frenar su inversión en su apuesta por la IA. El desarrollo de su familia de modelos Llama 4 podría estancarse, lo que afectaría también al trabajo de instituciones, empresas y desarrolladores independientes que lo usan como base para sus propios proyectos.
Lo mismo podría ocurrir en Redmond. Para Microsoft los aranceles teóricamente provocarán que mantener sus servicios y su gigantesca infraestructura en la nube salga más caro, así que nos enfrentamos a potenciales subidas de precio de Microsoft 365 y de otros muchos de sus servicios. Pero no serían los únicos recortes factibles, porque de hecho Microsoft ya ha empezado a mover ficha y a prevenir antes que curar.
Así, la empresa ha hecho recortes en sus proyectos para ampliar su infraestructura. Microsoft llevaba meses sin parar de invertir en nuevos centros de datos en todo el mundo, pero sus planes han empezado a cambiar. Ha cancelado o pausado la creación de centros de datos en todo el mundo y eso supone un claro obstáculo para su apuesta por la inteligencia artificial.
La bola de nieve puede hacerse mucho mayor, desde luego, y las represalias que otros países puedan tomar contra los aranceles de Trump no harán más que agravar la situación. Así, China ya ha respondido a la subida de aranceles del 104% que Trump amenazó con activar: ahora los aranceles para bienes que EEUU exporte a China pasarán del 34% al 84%. La UE también prepara ya su primera respuesta, y mientras la bola sigue haciéndose más y más grande… y más imparable.
Imagen | Jp Valery
ues de anuncios individuales.
Source link
-
Actualidad23 horas ago
la mayor base militar del planeta
-
Tecnologia1 día ago
Tecnológicas chinas redoblan su apuesta por la IA con modelos más baratos y abiertos
-
Actualidad1 día ago
amenaza con encarecer el uso de la IA
-
Actualidad1 día ago
Corte de Colombia pide a reguetoneros como Karol G, Maluma y J Balvin no componer canciones que afecten los derechos de los niños
-
Tecnologia15 horas ago
‘Astro Bot’ arrasa en los BAFTA de videojuegos y el juego español ‘Neva’ da la sorpresa
-
Actualidad1 día ago
EEUU finalmente ha oficializado el arancel del 104% a China. Acto seguido Apple ha dejado de ser la compañía más valiosa
-
Actualidad5 horas ago
Los aranceles ya se están cobrando a su primera gran víctima de la economía global: el precio del petróleo
-
Actualidad1 día ago
será el avión civil más rápido del mundo desde el Concorde