Actualidad
Tras dos años usando ChatGPT he empezado a pedirle consejos personalizados. Claramente sabe demasiado sobre nosotros

Todo cambió hace unas semanas, cuando tecleé por primera vez en ChatGPT “basándote en todo lo que sabes sobre mí…”. La respuesta me hizo acercarme a la pantalla y arquear la ceja.
Le pedí ideas para mi lista de sugerencias en un amigo invisible. Sin decirle nada más, solo “teniendo en cuenta todo lo que sabes sobre mí…”. No solo me sugirió veinticinco regalos de los que al menos veinte eran muy razonables y seis en concreto eran la bomba. Es que hasta los separó en cinco categorías que reflejaban mis intereses con una precisión brutal.
Libros que conectaban exactamente con mis últimas lecturas o mis intereses generales. Accesorios que encajaban con mi forma de trabajar. Productos deportivos que casi todos me vendrían bastante bien. Hasta productos de nicho que creía muy difíciles ver recomendados.


Imagen: Xataka.
Luego vino una prueba definitiva: le pregunté qué nuevo hobby podría engancharme. Su respuesta reveló patrones sobre mi personalidad que ni yo mismo había conectado. Analizó mis rutinas, mis momentos de ocio, incluso mi nivel de tolerancia a la frustración en el aprendizaje. Todo para sugerirme actividades que muchas personas de mi entorno no hubiesen afinado.
Es un salto revelador. Ya no estamos ante el ChatGPT inicial, que respondía de forma genérica, o que necesita que le expliquemos quiénes somos en cada conversación. La IA, desde que es capaz de recordar, ha estado observando, aprendiendo, y sobre todo, conectando puntos. Infiriendo. Construyendo un perfil sobre nosotros más preciso que el que tienen muchos de nuestros amigos.
Incluso en otro tipo de conversaciones donde no le pedí ese tipo de contexto es capaz de conectar un recuerdo de una conversación de mucho tiempo atrás, como me pasó de forma inesperada, para optimizar su respuesta. Un par de ejemplos:


Ni siquiera hizo falta empezar con “a partir de todo lo que sabes sobre de mí…”. Directamente se acordó de mi reloj inteligente cuando le pregunté por una estrategia para aumentar mi VO2 max. Imagen: Xataka.


Aquí tampoco hizo falta anticiparle nada: se acordó de que a principios de año le estuve preguntando por unas sobrecargas demasiado habituales en un músculo tan concreto y poco comentado como el tibial anterior. Imagen: Xataka.
Sus consejos son cada vez más valiosos precisamente porque nos conoce demasiado bien. Ha inferido de rasgos de nuestra personalidad que quizás ni nosotros teníamos del todo claros. Sabe qué nos motiva, qué nos frena, qué nos hace dudar. Hasta qué músculo se nos suele sobrecargar. Su memoria puede ser desactivada, pero esto revela de qué es capaz.
Y aquí es donde empiezan nuevas dudas. La capacidad de una IA para construir perfiles psicológicos detallados a partir de nuestras interacciones supone un punto de inflexión en la historia de la privacidad digital.
Un ejemplo que ya no es gracioso:


Imagen: Xataka.
Respondió realmente bien.
Hablemos de las implicaciones. Cada conversación con ChatGPT es una sesión de minería de datos sobre nuestra personalidad. No solo procesa lo que decimos explícitamente, también analiza nuestros patrones de lenguaje, nuestras preocupaciones recurrentes, nuestras contradicciones internas. Construye un modelo predictivo de nuestro comportamiento que se refina con cada interacción.
Las aplicaciones de este conocimiento van mucho más allá de sugerir regalos o hobbies. Una IA con este nivel de comprensión psicológica puede ser capaz de anticipar crisis personales, detectar cambios sutiles en nuestro estado mental, o incluso manipular nuestras decisiones apelando a sesgos que ni sabíamos que teníamos. Como lo del pantallazo anterior.
La pregunta no es si deberíamos limitar este poder. Es si podemos. La tendencia hacia una personalización cada vez más profunda parece inevitable. Las IAs seguirán aprendiendo sobre nosotros, construyendo modelos cada vez más precisos de quiénes somos y cómo pensamos.
Quizás la verdadera pregunta es otra: ¿estamos preparados para un mundo donde las máquinas nos entiendan mejor que nosotros mismos? Porque ese futuro ya no es ciencia ficción. Está ocurriendo cada vez que empezamos una frase con “teniendo en cuenta lo que sabes de mí…” en nuestro chatbot de confianza. Sumemos a eso las capacidades del reconocimiento facial.
El debate sobre la privacidad de los datos cobra una nueva dimensión. Ya no hablamos solo de proteger información personal concreta, hablamos de proteger nuestra propia esencia. No la que proclamamos en redes, filtrada y moldeada. La real. Nuestros patrones de pensamiento, nuestras vulnerabilidades, nuestros deseos más profundos.
Los europeos hemos sido los primeros del mundo en contar con una legislación específica para la IA. Es una normativa proteccionista, que prioriza la seguridad y la privacidad del usuario a costa de demorar la llegada de innovaciones o disuadir de ciertas actividades. El peaje que la Unión ha querido pagar.
Ni siquiera eso parece buscar un equilibrio entre el potencial beneficioso de la personalización con la necesidad de mantener ciertos aspectos de nuestra psique fuera del alcance de los algoritmos.
Mientras tanto, cada vez que ChatGPT me sugiere algo perfectamente adaptado a mi personalidad, siento una mezcla de fascinación y vértigo. La IA se ha convertido en un espejo que refleja aspectos de mí mismo que no sabía que eran visibles. Un espejo que, quizás, ya sabe demasiado.
En Xataka | Mi móvil me estaba robando todos los tiempos muertos. Hasta que decidí ponerle fin
Imagen destacada | Xataka con Mockuuups Studio
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
cómo consiguió escapar de la quiebra y convertirse en una máquina de hacer dinero

Recuerdo perfectamente lo que hice cuando mis padres me compraron una de las cajitas pequeñas de LEGO System: construir la casa que se veía en el dibujo de la misma. Acto seguido, mis Playmobil la demolieron y empecé a dar rienda suelta a mi imaginación, creando mininaves de ‘Star Wars’. Fue esta caja la que me creó la afición de montar y coleccionar LEGO, pero mientras en mi infancia jugaba con ellos, ahora, acumulan polvo en una estantería.
Me siguen fascinando, pero… ¿han dejado de ser un ‘juguete’ para pasar a ser objetos de colección e, incluso, de inversión? Por precio y temática, podríamos decir que sí, pero lo cierto es que LEGO ha sabido surfear bien esa línea entre ser un juguete y un objeto. También entre sus dos públicos: los adultos que crecimos con los LEGO y ahora compramos y regalamos y los niños que siguen queriendo un ‘simple’ juguete.
Hoy, LEGO es una compañía con ganancias netas de más de 13.000 millones de dólares, más de 28.000 empleados y su timeline oficial parece intachable, sin un bache en el camino. La realidad es muy distinta y, de hecho, hace poco más de 20 años estuvieron a punto de desaparecer. Veamos qué ha ocurrido en este tiempo, cómo consiguieron sobrevivir y si, realmente, LEGO es una marca para adultos o para todas las edades.
Al borde de la quiebra
Si algo podemos decir de los primeros años de este siglo es que LEGO lo vivió con intranquilidad. Tras unos años 90 exitosos, el final de la década y comienzo de siglo les pilló a contrapié. La empresa, fundada en 1932, enfrentó en 1998 sus primeras pérdidas de unos 26 millones de euros. La empresa estaba al “borde de la quiebra”, reconocería Mads Nipper, quien fue vicepresidente de la compañía.
No habían tomado buenas decisiones: pese a que en la directiva empezaban a ver que algo no funcionaba, seguían invirtiendo como si todo fuera viento en popa. Entraron en juego varios aspectos, como la caída de la natalidad y que los niños cada vez jugaban más a videojuegos. El mercado había evolucionado y Nipper comentó que “las tendencias cambiaron, y nosotros no logramos hacerlo”.
En esa época, curiosamente, se lanzaron los primeros kits de ‘Star Wars’ y ‘Harry Potter’, dos franquicias multimillonarias que cosechaban éxitos en la gran pantalla. El problema era que seguían sin ser videojuegos y, además, eran licencias. Esto significa que LEGO pagaba para poder utilizar ese nombre comercial y que, además, no todas las ganancias de las ventas iban a parar a manos de la compañía.


Los Bionicle. Algunos de ellos, al menos
Tuvieron, sin embargo, una gran idea: lanzar juguetes articulados para jugar, que fueran cross-media y que, además, apuntaran a un público algo más adulto: el de los jóvenes de hasta 16 años. Ese producto fue… Bionicle. Hay a quien no terminó de encajarle esta colección y el bombardeo publicitario asociado, pero en 2003, los Bionicle ya representaban el 25% de los ingresos de la empresa.
Era una burrada y un acierto por dos motivos. El primero es que no era una licencia, por lo que LEGO no tenía que pagar nada a nadie y podían hacer lo que quisieran con ellos. El segundo es una consecuencia del primero: explotaron Bionicle hasta la saciedad con acuerdos televisivos, acuerdos con marcas como Nike o McDonald’s y hasta hicieron videojuegos.
En 2009, Bionicle perdió fuelle, tanto que ni aparece en el timeline oficial de la compañía, pero jugaron su papel como balón de oxígeno para una LEGO que se aferró con todas sus fuerzas al mercado juguetero. Un mercado que, pocos años después, sufrió un terremoto que vivimos con cierres como el de la mítica Toys ‘r’ Us, el tambaleo de Playmobil y de otras marcas jugueteras en general, con excepción de una Mattel y Barbie que vivieron un momento dulce hace unos meses gracias a su película.
LEGO, sin embargo, resistió.
La fiebre del ladrillo (de plástico)
En un gráfico publicado por Visual Capitalist, podemos ver el crecimiento de los ingresos de la compañía desde uno de los últimos años del desastre -2003- y el cierre de 2023. Es una escalera con unos últimos escalones realmente empinados que evidencian cómo la compañía alcanzó los 10.000 millones a finales de 2023:


Podemos ver algunos de los hitos, como el lanzamiento del primer videojuego de la popular saga ‘LEGO Star Wars’ (que no tuvo demasiado que ver en las cuentas) y algo que sí consiguió impulsarlas: el estreno de la ‘LEGO Película’. Desde entonces, aunque con algún pequeño bache, LEGO no ha hecho más que crecer, y uno de los mejores años fue el que nos mantuvo encerrados sin poder salir de casa.
2021 fue un año en el que varios sectores experimentaron un crecimiento. El consumo de plataformas de streaming, la compra de dispositivos como portátiles y el boom de juegos como ‘Animal Crossing’ son algunos ejemplos, otro es el auge de LEGO. Niels Christiansen, CEO de LEGO, comentó que 2021 fue el año en el que las inversiones estratégicas para expandir su capacidad dieron frutos.
Pero si algo está claro, es que LEGO ha mantenido su foco principal a la hora de crear juguetes, pero ahora sí han sabido diversificar con estrenos en cine, mucho merchandising que no tiene nada que ver con montar ladrillos (peluches o libros, por ejemplo), parques de atracciones por todo el mundo y videojuegos de prácticamente cualquier franquicia conocida. Incluidos ‘Fortnite‘ o el ‘Horizon Adventures‘ en colaboración con PlayStation. Y hasta sets para aprender de robótica y electrónica.
LEGO no es -sólo- para niños. Adultos. Niños
Con todo este contexto, voy a meterme de lleno en la gran pregunta de si LEGO está resistiendo en la industria juguetera porque ha cambiado el enfoque 180 grados, convirtiéndose en una empresa que hace juguetes para… adultos. Aquí, creo que todos podemos aportar algo de nuestra experiencia si tenemos LEGO, pero la propia compañía lo tiene bastante claro: LEGO es para todas las edades.


Cada vez lanzan más maquetas/dioramas. Están enfocados a un usuario adulto, nostálgico y que busca ponerlos en la estantería. Incluso las cajas son diferentes (y diría que el cartón… también)
Hay varios temas que debemos abordar. Si vamos a una tienda, vemos dos tipos de kits: los más asequibles con pequeños dioramas o conjuntos de marcas como ‘Harry Potter’, ‘Marvel’ y ‘Star Wars’. También los de LEGO City, que son los que permiten tirar más de imaginación porque, si bien hay una serie de diseños preestablecidos, la cantidad de piezas y su variedad permite que hagamos nuestras propias creaciones.
Asimismo, dentro de los que son de ‘Star Wars’ o ‘Marvel’, lo que solemos encontrar en una horquilla de precio accesible son juguetes estilo Bionicle. Superhéroes como Spider-Man o Lobezno, así como personajes sacados de la mente de George Lucas, montados en mechas. Son los que veo más en la línea del usuario infantil.
Por otro lado, y ocupando directamente el puesto de los Bionicle como los LEGO para jóvenes, tenemos la línea Ninjago. Aquí los precios van de menos a más en función del tamaño del conjunto, con dragones por menos de 20 euros, armaduras por menos de 10 euros y hasta ciudades complejas por 370 euros. Hay muchísima variedad, pero lo que está claro es que son sets creados para que juguemos con ellos. Además, son parte de esa estrategia transmedia que LEGO explotó con Bionicle.


Los Ninjago son los ‘nuevos’ Bionicle. Hay de todo, pero están enfocados a jugar con ellos y son relativamente asequibles
Por otro lado, tenemos todo lo contrario: conjuntos que claramente están enfocados a los adultos, tanto a los que crecieron con LEGO y siguen disfrutando montando los sets como adultos que nunca antes habían tenido un LEGO, pero están hartos de que se les mueran las plantas.
Hobby y nostalgia
Está muy claro cuáles son los LEGO para adultos. Sólo hay que echar un ojo a las últimas novedades en el momento de escribir estas líneas:
- Casa de los Cullen de Crepúsculo.
- Esquina Tudor.
- Arreglo floral.
- Miniorquídea.
- Bambú de la suerte.
- Cuadro ‘Los Girasoles’ de Vincent van Gogh.
- ‘Fontana di Trevi’.
Bajando algo más en la web de novedades, el primero que se me ocurre que es para todas las edades es el Callejón Diagon de ‘Harry Potter’ y, si eso, el Piolín Cariñoso. Tengo que ir al final de la segunda página para encontrar un Dragón Medieval, y la mayoría de nuevos sets son, directamente, para mayores de 18 años.
No por su temática (no hay violencia alguna), sino por la complejidad y… el público objetivo. Acaban de sacar hasta el Blacktron Renegade, una versión de una nave que LEGO ya sacó en los 80. Si eso no es un puñetazo en el pecho de la nostalgia, yo ya no sé. Y, precisamente, de eso se nutren muchos de los sets de LEGO, siendo ‘Star Wars’ el ejemplo perfecto.




De las novedades, el noveno set es el que podemos decir que es para niños (y es por la colección de San Valentín)
Más de que los sets de las últimas películas, LEGO se está remontando a la trilogía original de los 80 con las colecciones 40 aniversario. Son conjuntos espectaculares (tengo varios), pero que están claramente enfocados a un público más adulto, a ponerlos en la estantería. Muestra de ello es que vienen con su peana de mírame y no me toques.
La nostalgia juega un papel importantísimo en nuestros hábitos de consumo, algo que no sólo LEGO ha entendido a la perfección: también compañías como Disney. Lo retro vende, y vende entre quien tiene dinero para poder pagarlo. Esos son los adultos, y alguien puede decir que “Star Wars es universal”, sí, pero la línea LEGO Icons… no lo es.
Una radio retro, un Rivendel de ‘El Señor de los Anillos’ por 500 euros, una Vespa 125, maquetas del Concorde por 200 euros o la Torre Eiffel por 630 euros, el Titanic o el McLaren MP4/4 de Senna apuntan directamente a cierto público. El público con dinero. Dentro de esta colección tenemos castillos y líneas medievales, pero da la casualidad de que, al igual que el Blacktron Renegade, son versiones de los LEGO del medievo de hace décadas.


La publicidad del Blacktron. Nostalgia a puñetazos
Es innegable que la ‘nueva’ LEGO está jugando muy bien la carta de las licencias. Si al principio era algo que no les reportó demasiado por los motivos comentados, ahora es algo que están explotando a base de bien. No sólo ‘Star Wars’ o ‘Harry Potter’, quizá las más clásicas, sino otras como ‘Animal Crossing’, ‘Mario’ y ‘Sonic’. Aquí, la visión de LEGO está siendo impecable.
Como comentaba Christiansen, LEGO caló hondo durante la pandemia, pero otro producto al que le vino genial el confinamiento fue ‘Animal Crossing’. El título de Nintendo se convirtió en el refugio de millones de jugadores, también en la forma de salir al exterior cuando, físicamente, no podíamos hacerlo.
Seguro que mucha gente tiene buenos recuerdos del videojuego, y ahora LEGO está sacando sets basados en ‘Animal Crossing’ que son aptos tanto para adultos como para niños. Y otros sets perfectos para ambos públicos son los de ‘Mario’ y ‘Sonic’. Algo que tienen en común las dos franquicias es que han atrapado a millones de espectadores jóvenes que no se criaron con los videojuegos, pero que ahora han descubierto tanto al fontanero como al erizo.


A la izquierda, set de 2007. A la derecha, el original de 1999. LEGO ha relanzado sets haciéndolos más complejos. Y en esa foto falta un tercero
Si quieren juguetes de ambos, tienen sets de LEGO que son muy interactivos. Pero también, LEGO acierta apelando a la nostalgia de esos adultos que sí se criaron con esos personajes y pueden montar ahora pequeños dioramas basados en esos videojuegos. Es el cruce ideal entre la nostalgia de los adultos y el ansia por tener juguetes de esos personajes en el caso de los niños. Y no son los sets más caros.


También juegan con el FOMO (‘fear of missing out’ o “miedo a quedarse fuera”). Hay productos que se retiran del mercado cada poco tiempo y, si no lo compraste, te lo pierdes
Mucho más que un juguete
Al comienzo del artículo planteábamos si LEGO era para adultos o seguía siendo para niños. La respuesta, en mi opinión, está clara. Christiansen desveló que los sets más vendidos durante la pandemia fueron los de LEGO City para niños, pero también los de licencias y LEGO Technic para adultos y jóvenes.
En la web de la compañía, tenemos un apartado exclusivamente para adultos que convive con uno para niños y jóvenes en el que se mezclan diseños más o menos caros, pero que suelen ser accesibles en precio. La conclusión es que LEGO es para todos gracias a un movimiento magistral: adaptarse a las tendencias y modas mejor que hace 20 años, cautivar a los que crecimos con ellos y ahora tenemos poder adquisitivo y a esos adultos que pueden querer una réplica del Coliseo en su casa.
Este es uno de los sets más grandes de LEGO, junto al del Bernabéu o el Camp Nou (ahora, ambos son retro porque tienen el diseño de antes de la remodelación), la Torre Eiffel o la Estación Espacial Internacional, sets que pueden considerarse maquetas, una forma de hobby para los más mayores. Dando una vuelta por Reddit, es asombroso descubrir gente que se estrena en la afición de LEGO con productos como Notre Dame.


Vas a tardar más en construir el Titanic de LEGO que lo que tardaron en levantar el de verdad
Y algo muy importante que puede pasarse por alto es que, mientras los jóvenes pueden jugar con los Ninjago (y sus videojuegos), y los treintañeros y cuarentones exponen sus sets de ‘Harry Potter’ y ‘Star Wars’, un público más adulto puede, simplemente, buscar un hobby. Las maquetas de hace unos años eran edificios con cemento y ladrillos de arcilla en miniatura, las de ahora están hechas de plástico.
Montar un LEGO implica organizar las piezas, crear procesos mentales y ‘gamificar’ el proceso. Un ejemplo lo tengo en mis familiares más mayores, que utilizan los LEGO como forma de desconexión a la vez que crean minijuegos durante el proceso. Por ejemplo, intentando encontrar o clasificar lo más rápido posible las piezas que las instrucciones marcan en cada momento. Y también hay experiencias de personas que cuentan cómo montar estos sets les ha ayudado a lidiar con problemas como adicciones o la depresión.
Cuando comencé a escribir este artículo tenía claro que LEGO es algo universal. El precio ha subido mucho a lo largo de los años, pero esos packs más caros son, precisamente, los enfocados al segmento de la población con recursos para hacer frente a su compra. Los enfocados a los más jóvenes no se van tanto de precio y no es de extrañar, viendo cómo han jugado las cartas estos últimos años, que los gráficos como el que compartíamos muestren la tendencia alcista de los beneficios.
Si apuntas a todos, es muy complicado errar el tiro.
Imágenes | Xataka, LEGO, Voxumo
En Xataka | LEGO parece, LEGO no es: Lepin, la empresa china que vende sets clavados a los originales
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
Cada día miles de personas se burlan sin saberlo de un imperio cuando desayunan. El responsable: el cruasán

Si algo ha demostrado a lo largo de los siglos la gastronomía es que las cocinas sirven para algo más que elaborar platos sabrosos. Al calor de sus fogones suelen cuajar también tradiciones culinarias, leyendas y mitos, como el que explica que cada vez que desayunamos un cruasán en realidad estamos participando en un fasto bélico. ¿Por qué? Pues porque con ese gesto aparentemente inocente nos burlamos de la derrota de uno de los imperios más influyentes de la historia.
Nos explicamos.
¿Cruasanes y guerras? Sí. La relación tal vez suene un poco extraña, pero llega con darse una vuelta por Google para encontrar decenas de blogs, foros, revistas y diarios que relatan la misma historia: cómo el cruasán se creó para conmemorar la derrota de los otomanos en Viena a finales del siglo XVII. Para ser más precisos, el frustrado asedio de la ciudad por parte del gran visir Kara Mustafá que derivó en la batalla de Kahlenberg y marcó el comienzo del declive otomano en Europa.
Una gran victoria, un gran pastel para festejarla.


Una historia épica. Hay gestas bélicas que inspiran poemas, canciones, óperas, películas, cuadros, novelas; pero… ¿Un pastel? ¿Por qué conmemorar el asedio de una ciudad con un bollo que hoy desayunan miles de personas a lo largo y ancho del mundo? La respuesta es bastante sencilla: la leyenda dice que los reposteros vieneses jugaron un papel clave en la derrota otomana de 1683, por lo que el gremio quiso celebrarlo como mejor sabía, amasando y horneando masa.
De complots y noctámbulos. La historia es desde luego digna de las grandes crónicas románticas. Desesperados por tomar Viena, hacia 1683 los otomanos se pusieron a pensar formas de burlar la fortificación de la ciudad. Algunas versiones aseguran que decidieron hacerlo excavando una galería subterránea. Otras, que se propusieron abrir túneles para colocar minas. En cualquier caso la leyenda cuenta que, para esquivar la vigilancia de los vieneses, los otomanos trabajaban de noche, entre quinqués y a la luz de la luna, mientras sus enemigos dormían.
Con lo que no contaron los musulmanes es que no todos los vecinos de Viena se metían en cama de noche. Había un gremio que trabajaba todos los días desde la puesta de sol hasta el alba y acabó escuchando el ruido que hacían los soldados con sus picos y palas, lo que le permitió alertar a las autoridades y repeler el ataque enemigo. ¿Qué gremio de noctámbulos era ese? Correcto: los panaderos.
Y llegó la ‘Larousse’ de 1938. Que esa historia de tintes románticos haya llegado hasta nosotros se explica por dos razones: siglos de tradición oral y la pluma del chef francés Posper Montagné, quien en 1938 publicó una obra icónica de la cocina universal, la ‘Larousse gastronomique’. Además de explicar cómo se elaboran los cruasanes, en sus páginas el erudito relata el origen del pastel, haciéndose eco de una versión similar a la leyenda vienesa del siglo XVII.
En la obra (al menos en la que puede consultarse online) Montagné relata una historia parecida, aunque él sitúa la trama durante el sitio de Buda en 1686, no en el asedio de Viena de 1683. “Los turcos sitiaron la ciudad y para llegar a su corazón excavaron galerías subterráneas. Unos panaderos, que trabajaban de noche, oyeron el ruido que hacían los turcos y dieron la alarma”, relata.


Pero… ¿Por qué es una burla? Sencillo. Porque al crear su nuevo pastel conmemorativo los reposteros vieneses se fijaron en un símbolo del Islam: la luna creciente. Lo explica también la enciclopedia de Montágne: “Para recompensar a los panaderos que habían salvado la ciudad, se les dio el privilegio de elaborar un pastel especial que, en recuerdo del emblema que decoraba la bandera otomana, debía tener forma de media luna”, añade la enciclopedia gastronómica.
En resumen: el nuevo pastel servía para celebrar la resistencia cristiana y aguante de la ciudad… y de paso se mofaba de paso de las fuerzas otomanas. Como recoge National Geographic, cuando un vienés devoraba uno de aquellos sabrosos pasteles que emulaba a una luna en realidad “se comía a los turcos”.
La historia era curiosa. El relato, poderoso. Y para más inri aparecía ratificado en una obra del prestigio de la ‘Larousse gastronomique’. Así que ocurrió lo que cabía esperar: el mito se extendió, ganó fuerza e hizo que los cruasanes pasasen a ser algo más que simple repostería. A su modo, se convirtieron en un símbolo.
¿Pero es cierto? La pregunta del millón. Si en algo es buena la gastronomía (además de satisfacer paladares), es en crear mitos y tradiciones de rigurosidad más que cuestionable. Las cocinas italiana, española o japonesa (por citar solo tres ejemplos) dejan unos cuantos ejemplos. Y la leyenda vienesa del cruasán podría ser únicamente eso: una leyenda de veracidad cuanto menos difícil de comprobar. Desde luego hay expertos que están convencidos de que es puro mito.


Con ustedes, el kipferl. La historia cuenta que los reposteros de la ciudad elaboraron dos panes conmemorativos de la victoria: el kaiseremmel, una suerte de “panecillo imperial”; y kipferl, con forma de media luna. Que ese sea el origen de lo que a día de hoy entendemos como cruasanes es sin embargo más que cuestionable, recuerdan desde el Institute of Culinary Education (ICE).
“El kipferl, un panecillo horneado a partir de una masa de trigo con levadura, es común en Europa central”, aclara la institución en su blog, en el que recuerda que hay registros que sugieren que el kipferl se comía ya en el siglo XIII. Es más, hay quien cree que sus orígenes son más antiguos y bollería con forma similar puede verse en Magreb (tchareke) o la propia Turquía, donde es popular el ay çöreği.
De historia e historias. “Es casi seguro que estas historias son falsas”, asegura el chef austriaco Jürgen David. De hecho pueden encontrarse otros relatos que relacionan también la invención del capuchino con el asedio otomano de Viena.
La popular cadena de desayunos Dunkin se hace eco en su web por ejemplo de la leyenda que sostiene que el famosísimo café, con su característico color (similar al del hábito de los frailes capuchinos) se sirvió por primera vez en Viena después de que sus ciudadanos encontrasen los sacos de café que los otomanos habían dejado atrás. De ser cierto, dos de los grandes protagonistas de los desayunos de occidente (el capuchino y el cruasán) tendrían un origen común. Coincidencia sospechosa.
Ganan los franceses. Lo curioso es que al final no importa gran cosa cuál es el origen real de los cruasanes o si estos entroncan con una tradición culinaria más o menos antigua. Para la inmensa mayoría de la gente hoy (y desde hace tiempo) el cruasán es una creación francesa. Y en cierto modo no se equivocan.
Hacia el siglo XIX el kipferl se abrió paso en Francia, donde supieron hacerlo suyo. Hay una leyenda que atribuye su triunfó a María Antonieta, nacida en Viena. Otras versiones aseguran que el mérito es en realidad de un oficial de origen austriaco, August Zang, quien en 1839 fundó una panadería vienesa en pleno París.
Lo que resulta innegable es que aquel pastel con dos cuernos (o forma de media luna) gustó. Mucho. Y que a comienzos del siglo XX Sylvain Claudius Goy registró la primera versión auténticamente francesa, con su característica masa de levadura laminada. “El cruasán comenzó siendo el kipferl austríaco, pero se hizo francés en el momento en que la gente empezó a prepararlo con hojaldre, una innovación francesa”, anota Jim Chevallier, autor de un libro sobre la historia del cruasán.
Imágenes | Wikipedia 1, 2 y 3, Larissa Megale (Unsplash) y Nakul
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
por qué un astronauta se obsesionó con el fracaso (y la lección que nos deja para mejorar nuestra productividad)

La mayoría de nosotros evitamos pensar en el fracaso. Y cuando lo hacemos suele ser algo inevitable, pero efímero, porque huimos de ese pensamiento.
Chris Hadfield, el astronauta canadiense que comandó la Estación Espacial Internacional, hizo exactamente lo contrario durante toda su carrera: visualizó metódicamente cada posible fallo.
¿Por qué? Para prevenirlo.
Esto que parece una paradoja (enfocarse en el fracaso para alcanzar el éxito) tiene cierto sentido. Precisamente en su lugar de trabajo, el espacio, un error puede significar la muerte. Ahí, la NASA dedica buena parte del tiempo de entrenamiento a practicar la respuesta frente a emergencias. No es pesimismo, sino preparación estratégica.
Es un método aplicable a la vida cotidiana y en la superficie terrestre. Cuando visualizamos qué puede salir mal en un proyecto o una decisión importante, estamos reduciendo la ansiedad y la incertidumbre. Y mejorando nuestra capacidad de respuesta.
Es como tener un GPS mental que ya ha calculado rutas alternativas antes de encontrarse con el primer obstáculo.
Pero hay una trampa: la clave no está en obsesionarse con los peores escenarios, sino convertirlos en planes de contingencia. Hadfield no se limitaba a imaginar desastres, sino que desarrollaba respuestas específicas para cada uno. Convertía el miedo en algo productivo.
El método se puede reducir a tres pasos:
- Identificar fisuras.
- Desarrollar una respuesta específica para cada una.
- Practicas esas respuestas hasta que se vuelvan automáticas.
Este método tiene sentido y funciona porque elimina el factor sorpresa del fracaso. Cuando ya has visualizado un problema, y practicado la respuesta frente a él, nuestro cerebro lo procesa como una situación similar, no como una crisis.
Hadfield llegó a comandar la Estación Espacial Internacional preparándose de forma obsesiva para todo aquello que pudiera salir mal. Nosotros, en un nivel más mundano, literal y metafórico, podemos alcanzar nuestros objetivos poniendo a prueba de forma sistemática todas las posibles fisuras.
No es algo que nos garantice el éxito, pero sí es una forma de pensar que nos hará más competentes y a prueba de fallos.
Imagen destacada | NASA / Wikipedia Commons
ues de anuncios individuales.
Source link
-
Actualidad1 día ago
qué autos pueden circular y cuáles descansan el 22 de febrero
-
Musica2 días ago
Lady Gaga tendrá concierto gratis en Brasil: Fecha y boletos
-
Musica2 días ago
Checa los conciertos y festivales en México para marzo de 2025
-
Musica1 día ago
Música: Rey Pila vuelve con su fusión de rock y electrónica
-
Curiosidades1 día ago
Murales famosos dentro de los mercados
-
Actualidad2 días ago
“Malcolm el de en medio” regresará este 2025 con una hija y nueva novia
-
Actualidad1 día ago
otra vez una fuga de la segunda etapa
-
Curiosidades1 día ago
Supercomputadora predice al campeón de la Champions League 2025