Pocas son las bandas que después de dar el salto al mainstream, regresan a los espacios íntimos, esos que les recuerdan sus primeros años de carrera. Sin embargo, a pesar de la fama y la enorme base de fans que Twenty One Pilots tiene en México, nos recordaron que a veces es necesario volver a los venues íntimos, como el Lunario del Auditorio Nacional de la CDMX.
Para nadie es un secreto que desde hace algunos años, Tyler Joseph y Josh Dun están más que listos para dar conciertos en estadios, pues han sido headliners de festivales muy importantes en todo el mundo e incluso llenan las arenas donde se presentan. Pero hay algo mágico en dar shows pequeños donde puedan sentir cerca a su público y por supuesto que el dúo lo sabe.
Twenty One Pilots en el festival Tecate Pa’l Norte 2023/ Foto: Stephania Carmona
Twenty One Pilots volvió a México para dar un show íntimo en el Lunario del Auditorio Nacional
Estamos seguros que como a muchos, los tomó por sorpresa el hecho de que, de un día para otro y a través de una dinámica muy essstraña en Instagram, Twenty One Pilots anunciara un show íntimo en México (por acá les contamos cómo estuvo la onda si no se enteraron), prácticamente para la siguiente semana ysobre todo en un lugar como el Lunario del Auditorio Nacional, cuando ellos solitos podrían abarrotar sin problema y varias veces el ‘Coloso de Reforma’.
Sin embargo, Tyler y Josh decidieron regresar a nuestro país para aventarse la tercera fecha de “An Evening With”, un concierto que presentaron en ciudades como Nueva York, Berlín y Londres donde el dúo toca frente a una audiencia muy reducida y en foros relativamente chicos. Es por eso que los boletos para esta fecha única en la capital chilanga volaron en cuestión de minutos y solo unos cuantos afortunados lograron asegurar su lugar.
Pero bueno, después de mucha espera, el día por fin llegó. Desde que te acercabas al Lunario del Auditorio Nacional, se podía sentir la vibra de los Twenty One Pilots. A pesar de que en el “escenario grande” estaba Margarita la Diosa de la Cumbia, eran más los puestos de playeras, tazas, pósters y demás recuerditos del grupo estadounidense, que por supuesto, muchos aprovecharon para armar el souvenir del concierto.
Los boletos para este show especial de Twenty One Pilots en el Lunario del Auditorio Nacional volaron como pan caliente/Foto: Especial
Algo que principalmente le llamó la atención a este Sopibecario que les escribe es que jamás había visto una fila tan larga para entrar a este venue. De verdad, la cola casi le daba la vuelta a todo el lugar y llegaba casi hasta el estacionamiento de proveedores del Auditorio Nacional. Entre eso y la enorme cantidad de fans que se lanzaron tratando de conseguir un boleto, comprar merch o simplemente tratar de ver a Josh Dun y Tyler Joseph cuando salieran del show. Una locura.
Luego de hacer fila por un rato, como si estuvieran regalando algo, logramos entrar al Lunario y sorpresivamente, a pesar de la capacidad de 1,500 personas, no se sentía un caos dentro del foro, pues habían tres zonas perfectamente marcadas para ver el concierto de Twenty One Pilots. Y es que todo estaba tan controlado que suponemos que por eso, y para evitar ‘desconectes’, no hubo venta de alcohol en el venue (por ahí escuchamos a varios que se decepcionaron por esta noticia, jiar jiar jiar).
El dúo se rifó aventándose un setlist con puras rolas no tan famosas
Minutos antes de las 9 de la noche muchos empezaron a hacer el conteo regresivo con los últimos 10 segundos para la hora indicada en el boleto. Y tras un par de intentos fallidos, las luces se apagaron en el lugar y la locura, el griterío y el momento que todos habían estado esperando llegó: Twenty One Pilots volvía a l a Ciudad de México.
En medio de una luz roja, Josh Dun tomó su lugar en el escenario (el cual, por cierto, solamente tenía su bataca, un piano y el logo del grupo de fondo) y comenzó a tocar “Overcompensate”, el primer sencillo de su nuevo disco, Clancy. Sin embargo, tras un rato escuchano la bataca, de la nada apareció Tyler Joseph para comenzar a echarse esta rola y así, iniciar una noche que desde el arranque se sintió como algo irrepetible.
De verdad fue mágica y especial la noche de Twenty One Pilots (@twentyonepilots) en el Lunario del Auditorio Nacional de la CDMX, un verdadero show para fans ???
Una de las características de los shows que están dando con “An Evening With Twenty One Pilots” es que el setlist no es el típico que se aventarían en un show masivo, pues se chutaron rolas que casi no tocan en vivo (o que de plano dejaron fuera de sus presentaciones en los últimos años). Y eso lo notamos desde el inicio, pero nos quedó claro que para ese toquin, el dúo se olvidaría por completo de “sus más grandes éxitos”.
Pero no solo eso, sino que también nos hicieron ver que a pesar de estar en un espacio tan pequeño –-como el del Lunario del Auditorio Nacional– iban a dar un espectáculo como el que montan en cualquier escenario choncho. Prueba de ello lo que pasó durante “Fairly Local”, donde Tyler hizo crowdsurfing sobre unos cuantos afortunados y Josh nos sorprendió con su habilidad para hacer un mortal de la nada… así como lo leen.
Aunque Josh Dun no se quedó atrás, pues además de lucirse en la batería, por ahí nos sorprendió con un mortal que dejó claro que anda en su prime ??#TwentyOnePilotspic.twitter.com/PQtCzBoOqj
Twenty One Pilots nos llevó por una montaña rusa de emociones
“Ciudad de México, muchas gracias por recibirnos esta noche”, mencionó el vocalista de Twenty One Pilots antes de echarse “Mulberry Street”. Este concierto se sintió como un verdadero repaso musical por la carrera del grupo a través de canciones un tanto infravaloradas. Es por eso que tras “Tear in My Heart” y preguntarnos si estábamos bien o la estábamos pasando bomba, Tyler anunció que venían un par de rolas antiguas, y para nuestra sorpresa sonaron “Trapdoor” e “Isle of Flightless Birds” de su disco debut homónimo.
En medio de todo el caos y la locura tanto del público como del dúo (que sobra decir que ambas partes conectaron en cuestión de segundos y se entregaron por completo en cada una de las rolas), hubo un momento de tranquilidad cuando Joseph tocó solito “The Craving (Jenna’s Version)”, una canción de Clancy que le compuso a su esposa y que tocó por segunda vez en vivo para sus fans en México… owww.
Claro que en medio de todo el caos hubo un poco de calma, pues Josh tocó solito (y por segunda vez en vivo) “The Craving (Jenna's Version)”, rola de ‘Clancy’ que le escribió a su esposa ??#TwentyOnePilotspic.twitter.com/V5QAZFRpyg
Aunque la calma no duró mucho, pues las cosas se volvieron a salir de control con el poderosísimo combo de “Nico and The Niners”, “Jumpsuit” y “Shy Away”. Tanto así que en esta parte del concierto ya no podíamos distinguir si se movía el piso por los brincos de la gente o porque estaba temblando. Eso y más provoca Twenty One Pilots en todo el público que tienen en nuestro país.
“Sé que es un show pequeño para 1,500 personas, pero se siente su energía como si fuera la de un estadio. Muchas gracias por venir”, dijo Tyler, haciéndonos sentir que lo que estábamos viviendo en el Lunario del Auditorio Nacional sería algo que probablemente el dúo jamás repetiría en México (y quizá en toda su historia). Y sí, gracias a esto vimos que algunos controlaron un poco la onda de sacar su teléfono para grabar cada rola.
El grito de “TOP, TOP, TOP” sonó durísimo luego de “Backslide”, con decirles que el mismo Josh acompañó el ritmo del alarido del público con el bombo de su batería. Con una emotiva versión de “Leave The City” que coreó todo el lugar (tanto que nos dolieron los oídos), Twenty One Pilots salió del escenario un momento. Aunque eso sí, todavía faltaban unas cuantas rolas para acabar con este show tan especial.
Tras casi una hora y 20 minutos de concierto, y 19 rolas, Tyler Joseph y Josh Dun se despidieron de sus fans mexicano. Ambos agradecieron y se fueron dejándonos con la emoción a tope y las ganas de escuchar más. Sin exagerar o “echarle crema a nuestros tacos”, podemos decirles que este será un concierto que pasará a la historia, pues pocas veces se ha visto tanta entrega, cariño y pasión de un artista hacia su público y viceversa.
Setlist de Twenty One Pilots en el Lunario del Auditorio Nacional
“Overcompensate”
“Pet Cheetah”
“Fairly Local”
“Holding On to You”
“Mulberry Street”
“Tear in My Heart”
“Trapdoor”
“Isle of Flightless Birds”
“Screen”
“The Craving (Jenna’s Version)”
“Nico and The Niners”
“Jumpsuit”
“Shy Away”
“Guns for Hands”
“Backslide”
“Leave The City”
“Ode to Sleep”
“Next Semester”
“Trees”
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Este domingo 9 de marzo, agentes del Servicio Secreto dispararon a un hombre armado que se encontraba a las afueras de la Casa Blanca.
Un domingo bastante movido para el Servicio Secreto de los Estados Unidos. Y es que este 9 de marzo, la agencia federal tuvo que confrontar a balazos a un hombre que se encontraba armado a las afueras de la Casa Blanca.
Un hombre armado resultó herido afuera de la Casa Blanca. Foto: Getty Images
Un hombre armado resultó herido afuera de la Casa Blanca, en Estados Unidos
A través de un comunicado (citado por TMZ), el Servicio Secreto detalló que el pasado sábado 8 de marzo recibieron un reporte por parte de la policía local por un hombre –el cual creen que tenía tendencias suicidas– que había viajado desde Indiana a Washington D.C. a última hora.
Los agentes de la agencia estadounidense se dieron cuenta que ese hombre estaba estacionado junto a un edificio directamente al lado de la Casa Blanca. Cuando se le acercaron, el hombre sacó un arma de fuego y “se produjo un enfrentamiento armado, durante el cual se dispararon tiros”.
Esto luego de un enfrentamiento con agentes del Servicio Secreto. Foto: Getty Images
Esto luego de un enfrentamiento con agentes del Servicio Secreto
En el comunicado, el Servicio Secreto mencionó que el hombre en cuestión resultó herido en el enfrentamiento y tuvo que ser trasladado a un hospital local, donde se desconoce su estado de salud.
Por su parte, ninguno de los agentes del Servicio Secreto resultó herido y la situación ya es investigada por las autoridades estadounidenses, quienes indagarán sobre las intenciones de este sujeto de andar armado afuera de la residencia presidencial.
El comunicado del Servicio Secreto sobre lo ocurrido.
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Redactora de música, entretenimiento y noticias. Llevo siete años en medios de comunicación y he tenido la oportunidad de conocer, entrevistar y escuchar en vivo a mis artistas favoritas.
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La nueva muestra del MUAC nos enseña la forma en la que un artista conceptual percibe la CDMX.
El artista Dennis Oppenheim amaba recorrer las calles de la Ciudad de México, particularmente sus mercados. Visitó una multitud de lugares que no sólo lo impresionaron sino que lo inspiraron a crear poéticas plásticas y una exposición llamada Materialidad del Consumo, que en estas fechas se presenta en el MUAC.
Y es que más que una muestra, plagada de colores, texturas y esculturas de diferentes dimensiones, Materialidad del Consumo es algo así como un viaje íntimo a la verbena cotidiana de la capital mexicana; esa que tiene que ver con nuestros hábitos de consumo y con el comercio popular.
La nueva exposición del MUAC /Imagen Wikipedia.
Esta exhibición es también un homenaje necesario a uno de los artistas estadounidenses más interesantes del sigloXX. Oppenheim fue uno de los grandes referentes del arte conceptual, cuya obra siempre desafió las formas tradicionales de y nos permitió indagar en el verdadero significado de las cosas.
La expo se presentará hasta el 6 de abril en el famoso recinto del CCU, y es sin duda, una buena oportunidad para disfrutar estos días de calor con una bebida fría y mucho arte.
Reflexiones sobre Dennis Oppenheim
“La mayor parte de mi trabajo provine de un grupo de ideas, de las sólo uso un pequeño fragmento. En ese sentido, el Land Art me ha permitido explorar, conceptos fuertes capaces de mutar.”
Nacido el 6 de septiembre de 1938 en Washington, Oppenheim fue hijo de dos migrantes rusos que le heredaron una manera particular de percibir la existencia. Creció en un barrio de clase trabajadora de California, y desde niño supo que se quería dedicar al arte.
Uno de los referentes del Land Art. /Imagen Wikipedia
Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de California, pero nunca se sintió cómodo. Por eso se mudó en 1966 a Nueva York, la ciudad donde logró desarrollarse como artista y encontrar su voz creativa. Ahí tuvo la oportunidad de conocer a grandes exponentes del arte contemporáneo y forjar una carrera prolífica y original.
En la década de los 70 fue uno de los precursores del arte conceptual y del land art, un movimiento de vanguardia que involucraba directamente las obras de arte con el paisaje y la atmósfera.
En ese sentido, sus obras son más bien una experiencia sensitiva que nos permite revisitar, a través de los objetos de la vida cotidiana, lo que sabemos del presente.
Una Instalación que desafía es estatus quo/Imagen Wikipedia
Entre sus piezas más destacadas, vale la pena mencionar Dispositivo para obrar maldonde podemos contemplar literalmente una iglesia de estilo Nueva Inglaterra construida al revés. Con la punta del campanario clavada al suelo, y las puerta de entrada flotando en las alturas, suspendida en el tiempo.
Sobre Materialidad del Consumo
En 1998 Dennis hizo una exposición para el Museo Carrillo Gill que consistió en la instalación de siete paisajes visuales inspirados en los símbolos sociales y culturales de la CDMX y en el famoso surrealismo mexicano.
Los materiales de cada pieza se sacaron de los mercados, tlapalerías y bodegas industriales. Estas esculturas modernas dialogan con la identidad nacional y su relación con la globalización. En ese sentido, las esculturas nos permiten reflexionar sobre las capas simbólicas con las que convivimos todos los días.
Se usaron materiales del mercado. /Imagen MUAC Facebook
En la exposición podremos no sólo contemplar las piezas, de colores, formas, texturas y materiales diversos, como el plástico, sino que podremos sumergirnos en la atmósfera folclórica de la capital desde la mirada de uno de los artistas contemporáneos más disruptivos.
Para entender los pormenores de su paso por la CDMX, basta recorrer los nombres de las piezas: Cuatro famosos edificios históricos españoles, Quisco, Ángeles y Sombrero con halo.
Esta muestra se hizo en 1998./Imagen MUAC Facebook
Finalmente, la muestra es que nos permite ver cómo nos ven. Y es que antes de su muerte en 2011, Dennis Oppenheim transformó para siempre nuestra relación con los huacales y hasta las pequeñas jotas inadvertidas que aparecen en los tianguis los domingos.
¿Cómo, cuándo y dónde?
Fecha: Estará hasta el 6 de abril
¿Dónde? Museo Universitario de Arte Contemporáneo.
Dirección: Avenida Insurgentes Sur 3000, Coyoacán.
Costo: $40
*El museo está abierto de Miércoles a domingo.
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La paella se come desde el siglo XV. Este platillo es un viaje en sí mismo y en la CDMX hay lugares que saben cómo prepararla.
Si hay algo claro de la CDMX, es que aquí se puede comer muy bien. Además de ofrecer lo mejor de la gastronomía mexicana, en esta ciudad pueden encontrar sabores, restaurantes y platillos de muchos lugares, como por ejemplo, España un país con una inmensa tradición culinaria, en la que existen obras de arte como los pinchos, la tortilla y por supuesto la paella.
Más que un plato, hecho con arroz y azafrán, la paella es un viaje en sí mismo. Una travesía de especias, verduras y proteínas que nos permite probar la cultura de Valencia, una provincia al este de España, donde se mantienen vivas las recetas y las influencias árabes que llegaron a la Península Ibérica en otros siglos.
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La insospechada historia de la Paella
Para entender la evolución de este platillo, habría que empezar por la etimología del vocablo. Algunas versiones sugieren que paella proviene del latín “patella” que se traduce como sartén. Hay quienes aseguran que esta palabra se usaba en la antigüedad para designar cualquier comida que pasara por el fuego.
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Lo que sí es una certeza es que la paella era se comía en las zonas rurales de Valencia desde el siglo XV. Los expertos sostienen que los campesinos lo preparaban porque era fácil de cocinar y sobre todo porque podían usar los ingredientes que tenían a la mano, y no desperdiciar nada.
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Lugares para comer Paella
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