Beyoncé Knowles-Carter, una de las más grandes artistas musicales de nuestra época, se luce hoy en un álbum con un concepto basado en la música country a manera de homenaje al género netamente estadounidense. La artista tiene una visión extraordinaria, y añade entre muchos elementos raíces de gospel, (“AMERIICAN REQUIEM”), y la fuerza del rock de estadio con guitarras y coros inmensos (“16 CARRIAGES”).

COWBOY CARTER confirma que estamos en el año del resurgimiento del género country, y Beyoncé presume un equipazo con decenas de involucrados en la composición, producción y colaboraciones. Se unen en escritura y producción Atia Boggs (Justin Bieber, Chris Brown), Dave Hamelin (The Stills, 070 Shake), Raphael Saadiq (Tony! Toni! Toné!, Erykah Badu), Nate Ferraro (Lady Gaga, Carly Rae Jepsen) y demás.

Hasta la hija de seis años de Beyoncé y Jay-Z se une en este disco, en la introducción de la rola “Protector”, una balada en la que brilla el control de la cantante sobre su icónica voz.

COWBOY CARTER es el mejor disco vocal en la carrera de Beyoncé

El Country como pretexto para lucir arreglos espléndidos y una voz histórica

Beyoncé utiliza COWBOY CARTER para desplegar la fuerza creativa que tiene como equipo, al ser la directora artística encargada de este discazo, pero también aprovechó para lucir un vozarrón en cada una de las rolas del disco, ya sea tema original o un cover.

Desde “AMERIICAN REQUIEM”, la cantante decide combinar dos mundos aparentemente apartados: la música country y la herencia afrodescendiente. Es simplemente genial la idea de mezclar el gospel con las guitarras y elementos del Viejo Oeste.

Knwoles-Carter decide meterse de lleno al Country, y aunque hay rolas que juegan con la idea de los géneros y se meten al rap (“SPAGHETTII”), el disco luce en los tracks alusivos al género temático del disco.

Las guitarras acústicas y la voz de Bey parecen acompañarse en todo el álbum, y además de los espléndidos sencillos “16 CARRIAGES” y “TEXAS HOLD’ EM”, rolas como “ALLIIGATOR TEARS” y “II MOST WANTED” muestran el dominio de Beyoncé en el campo del Country. Apreciemos los arreglos en cuerdas para esta segunda rola, con Miley Cyrus en colaboración:

Hay dos covers en el disco que sorprenden y cautivan, ya que en “BLACKBIIRD” y “JOLENE”, Beyoncé se toma en serio las cosas y luce una potencia vocal impresionante, acompañamientos en voces de apoyo sublimes y un control sobre sus vibratos envidiable.

Para atreverse a coverear esas rolas, tenía en mente que debía hacer algo con una magnitud enorme, ya que son dos canciones icónicas en el colectivo musical, y lo hace de manera excepcional.

La ambición de crear un clásico contemporáneo de un género histórico con colaboraciones pesadas

Si algo ha definido la carrera de Beyoncé, es tener una ambición inmensa, y cada gira y álbum son un esfuerzo enorme que se traduce en un nivel altísimo de composición y producción. Nada de lo que Bey ha hecho es algo menor.

Para COWBOY CARTER, esto se mantiene intacto. la composición es destacable, y la interpretación de Beyoncé luce muchísimo. Aunque la canción no requiera una potencia vocal impresionante, su voz suena asombrosa, y los apoyos vocales se encargan de hacerla más notable.

Por ejemplo, “LEVII’S JEANS” no le exige mucho a Beyoncé, pero ella se encarga de hacer una interpretación impecable, controlando su voz en todo momento, y con la idea de hacer un pop que homenajea al Country. En esta rola es impresionante cómo es que canta, y luego rapea un poco, para regresar a cantar el coro con Post Malone.

La lista de artistas invitados parece broma, porque solo alguien de la importancia de Beyoncé podría reunir pasado, presente y futuro como se hace en COWBOY CARTER: Linda Martell, Willie Nelson y Dolly Parton celebran la herencia; Miley Cyrus y Post Malone son consagrados actuales; Willie Jones y Shaboozey son dos talentos emocionantes que prometen muchísimo.

‘COWBOY CARTER’: El segundo disco dentro de una trilogía intrigante para Beyoncé

Beyoncé nos había apantallado con su disco pasado, aunque esta nueva entrega es un logro distinto en la carrera de la cantante, ya que desafía los géneros en lugar de tomar lo convencional y crear dentro de lo preestablecido. “YA YA” inclusive se burla de los géneros, hace referencias a “These Boots are Made for Walking” y a “Good Vibrations”, creando algo original a la vez. Es una rola atípcia y fascinante:

Escuchar COWBOY CARTER también nos hace pensar sobre el siguiente disco, el final de la trilogía anunciada por Beyoncé, y cómo es que cambiará su sonido para ese entonces. Es cierto que la carrera de Beyoncé nos ha mostrado que esta artista nos hace esperar, pero trae productos abrumadores, para bien.

COWBOY CARTER es un disco de 27 rolas, con pocos y necesarios interludios, pero con 1 hora 18 minutos de duración, la espera pagó con calidad en las rolas, ya sean puramente Country, una mezcla con géneros como el rap y hasta la música dance, como en la pegajosa “RIIVERDANCE”.

El segundo acto de la trilogía de Beyoncé es una maravilla auditiva, muy bien producido y con una idea clarísima, que no se pierde en momento alguno, como sucedió por momentos con su antecesor.

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