El 12 de enero pasado el Centro Nacional de Control de Energía de México (CENACE) anunció el estado operativo de emergencia energética en el Sistema Interconectado Nacional.

Esto a partir de las 22:00 horas de ese mismo día. Pero ¿qué significa? ¿por qué hay un estado de emergencia?

¿Emergencia energética en México?

Durante la conferencia mañanera desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que sí hay una “cierta” emergencia energética pero que ya están actuando de manera preventiva.

Afirmó que todo esto deriva de los problemas de las tormentas invernales en Estados Unidos, mismas que afectan sobre todo la producción, la distribución de gas y la energía eléctrica que se produce en plantas que requieren de gas.

De acuerdo con los reportes del clima en Estados Unidos, casi el 80% del país registrará temperaturas bajo cero en esta semana. Uno de los estados que varió récords de temperatura (y que nos interesa para este tema) es Texas. 

El Servicio Meteorológico Nacional incluso lanzó una advertencia ya que las bajas temperaturas podrían causar congelación en la piel expuesta en pocos minutos, así como hipotermia poco después.

Pero ¿y eso qué tiene que ver con la energía y el gas? Por allá de 2021 la cosa se puso bastante complicada: lo que empezó como un apagón que afectaba solo estados del norte de México luego escaló a cortes de energía en casi todo el país. 

Primero unos 4.8 millones de usuarios de energía de la CFE se quedaron sin luz y en unas horas esa falta de luz se extendió a 23 estados con casi 6 millones de personas afectadas.

Bueno, es para operar las plantas generadoras de electricidad en México necesitamos de gas natural. Nuestro país es el principal comprador de gas natural de Texas en el mundo porque el 60% de la infraestructura de generación eléctrica lo necesita.

Hasta el 2022, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía mexicana, México consume 8.3 billones de pues cúbicos diarios de gas natural, de los cuales importa 5.8. Por lo que la producción nacional aporta 2.5 pues cúbicos diarios, que al menos la mitad la consume el propio Pemex.

“Es decir, la demanda eléctrica e industrial de México se atiende gracias a las importaciones que provienen de Texas, en Estados Unidos“, destaca un artículo publicado en México, cómo vamos.

Y Texas no solo es importante para México, es el punto central de la producción de energía en Estados Unidos: petróleo, gas natural e incluso energía eólica.

La cosa es que como generalmente la temperatura en Texas y en esa zona está por arriba de la media, la infraestructura no está preparada para las tormentas invernales cada vez más intensas. Eso además de que la demanda de energía en invierno es más alta y algunas plantas fallan y dejan de funcionar. 

Las plantas de gas natural y carbón necesitan de agua para seguir operativas pero las instalaciones de agua se congelan y otras pierden el acceso a la electricidad que necesitan para seguir operativas. 

A esto hay que agregarle algo bastante curioso. Texas es el único estado que tomó la decisión de aislar su red eléctrica. Cuando la cosa va viento en popa, el estado no puede exportar su energía sobrante a otros estados, pero tampoco la puede importar cuando hay emergencia. 

Cuando el sistema falló se quedaron sin posibilidad de traerla de otros estados para poner a funcionar el ciclo. 

Si Texas no puede abastecer el gas natural ni para su propio país, menos para México. Y como ya vimos anteriormente, en México lo necesitamos BASTANTE. Así lo explican expertos.

Pero ¿y de qué manera está actuando México ante la emergencia energética?

Cuando pasó la crisis de 2021, en la que miles de estadounidenses se quedaron sin energía en plena tormenta invernal y acá de paso en México también, a la CFE le costó varios miles de millones comprar gas natural licuado a otros países para sobrellevar la crisis en Texas.

En enero del año pasado, en 2022, la CFE lanzó un comunicado en conjunto con la Secretaría de Energía para avisar que ya habían diseñado las estrategias y medidas preventivas para atender y garantizar el suministro de energía eléctrica en todo el país ante las posibles bajas temperaturas en Texas a principios de febrero. 

Se trata de un “grupo de alertas tempranas ante indisponibilidad de gas continental por congelamiento de ductos en USA, para monitorear las condiciones meteorológicas y para contar con el pronóstico de demanda con 6 días de adelanto”. 

Afirmaron también que si fuera necesario, la CFE está en condiciones de contar con la máxima disponibilidad de centrales con combustible y energéticos alternos.

“Se cuenta también con preparativos para la óptima operación de la Red Nacional de Transmisión y las Redes Generales de Distribución, así como con coberturas económicas“, se lee.

Si bien ahora el presidente López Obrador no explicó cuáles eran esas medidas preventivas que estaban tomando para evitar un desabasto, se intuye que son las mismas para el año pasado en relación al plan de emergencia operativa.

La cosa es que de acuerdo con el gráfico de demanda del Sistema Interconectado Nacional, hasta este momento (mediados de enero) ya hay algunas zonas y horas en las que la generación neta de energía está por debajo de la demanda neta.

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