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Una visita al Stratford-upon-Avon de William Shakespeare para celebrar el Día del Libro

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En el Día Internacional del Libro y tocaba hablar de libros, de escritores, e incluso de rosas y San Jordi. Saliéndonos un poco de la línea, en lugar de hablar de libros de viajes nos vamos a ir de viaje al Reino Unido a seguir los pasos de William Shakespeare en Stratford-Upon-Avon en el día de su cumpleaños.

La elección del 23 de abril para celebrar los libros y la lectura viene porque en 1616 murieron en ese día Miguel Cervantes, William Shakespeare (aquí hay truco) e Inca Garcilaso de la Vega. También muchos otros escritores “eligieron” esa fecha para despedirse del mundo. Quizás cansados de tanto Quijote nos vamos al Reino Unido a ver ese pueblo precioso que respira a Master William en cada piedra.

Anne Hathaway’s Cottage

Cotagge 2

Vamos a empezar con uno de los lugares más preciosos (todos lo son) de los del Shakespeare Birthplace Trust, que es la organización que se encarga de su gestión y su conservación. El Anne Hathaway’s Cottage es la maravillosa casa de campo en la que William Shakespeare cortejó al amor de su vida, Anne Hathaway, y que fue construido hace más de 500 años y en el que vivieron 13 generaciones de la familia hasta que la adquirió la organización. Está en un perfecto estado de conservación y todavía tiene muebles y partes de la casa originales, por los que caminó nuestro protagonista.

Cocina

En un principio, en el siglo XV no tenía más de que tres habitaciones y la planta de arriba con todas las chimeneas es del siglo XVI, cuando la heredó el hermano de Anne Hathaway. A esa casa acudió William Shakespeare, a pisar ese suelo de la cocina (en la visita te dicen que es el original) cuando cortejó al amor de su vida.

Silla

La delicia de visitar casas antiguas es que siempre están llenas de objetos relacionados con la época, réplicas y demás, así como la ambientación perfecta en cocinas y habitaciones. Una de los originales es esta silla de cortejo que es la que usaron los enamorados. Está en la cocina.

Cama

En uno de los dormitorios que se visitan hay también una silla original junto a una cama, con su calentador y toda la parafernalia. La madera está perfectamente tratada y cuidada, pero cruje viva bajo tus pies. Un pequeño detalle: Shakespeare no vivió aquí, aunque es uno de sus lugares relacionados más visitados.

La granja de Mary Arden

Granja

Siguiendo con las casas relacionadas con la historia de William Shakespere nos trasladamos a la Granja de Mary Arden, que no es otra que la abuela del escritor. Construida por su padre ha sufrido muchas reformas a lo largo de su historia, pero sigue conservando su planta e importancia. Hoy en día es una preciosa granja escuela gestionada al estilo tudor en la que hay demostraciones de artesanía, cetrería y hay muchos animales.

Casa Natal de William Shakespeare

Casa

Volviendo al centro de Stratford-upon-Avon nos vamos a la casa más importante. Quizás no es la más bonita pero es la casa en la que nació William Shakespeare el 23 de abril de 1564, y entonces era la más lujosa de Henley Street. En ella tenía el padre de William su taller de guantes, trabajo honrado con el que sostuvo una familia con ocho hijos. Incluso fue alcalde de la ciudad.

Casa 2

La casa la heredó William cuando murió su padre y alquiló una parte de la misma para que la convirtieran en pensión. Hoy en día, como punto central del Shakespeare Birthplace Trust está siempre llena de vida y actividades y es muy común ver representaciones en el jardín interior (que es por donde se accede a la casa). Si os fijáis bien en la foto hay un señor con polainas de la época que estaba recitando la arenga de Enrique V en el día de San Crispín.

Ventana

Puede que si sois muy observadores os habréis dado cuenta de que en esa fachada que da a la calle hay una ventana que se ve diferente. Es la única que se conserva de la casa original, así que con toda seguridad por ella se asomó William más de una vez. También ahí está la habitación en la que nació él y que, aunque no conserva el mobiliario original, tiene una cuna para señalarlo.

Casa Nueva de Shakespeare

Ventana Nueva

A poca distancia de ahí, en la misma calle está la casa familiar de William Shakespeare y Anne Hathaway, donde formó familia. La compró siendo ya un dramaturgo de fama en 1597 y en ella murió el 23 de abril de 1616. Con truco, porque esa era la fecha del calendario juliano y en el gregoriano (el que se usa ahora) fue realmente un 3 de mayo.

Y sí, no nos hemos vuelto locos, no hay casa, porque fue demolida en 1759 y para conmemorar su importancia se creó un jardín, protegido en el que se intenta que exista una conexión especial entre el escritor y los visitantes. Aquí escribió sus últimas obras, entre ellas ‘La Tempestad’

Hall’s Croft

Croft

Si nos adentramos más en Stratford-upon-Avon llegaremos hasta Hall’s Croft, la casa en la que vivió Susanna, la hija de Shakespeare, con su marido, John Hall, un médico de renombre, incluso con un libro publicado, que atendía a ricos y pobres, católicos y protestantes haciendo gran uso de plantas, hierbas y extractos animales. De todo hay en la casa todavía.

Croft 2

A lo largo de la historia estuvo siempre en manos de gente de dinero, como comerciantes, y fue la última adquisición del Shakespeare Birthplace Trust, en 1949.

Holy Trinity Church

Tumba

Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar el polvo aquí encerrado. Bendito sea el hombre que respete estas piedras, y maldito el que remueva mis huesos.

Como todo tiene un final dejamos para este momento el lugar en el que descansa William Shakespeare con ese epitafio sobre la losa bastante amenazador. Llegamos a la Holy Trinity Church, una preciosidad de templo, casi en las afueras, majestuoso y lleno de cosas preciosas. Hacia el final está la zona de tumbas de los Shakespeare, todos seguidos. A su lado está su Anne.

Bautismo

Otra de las cosas curiosas que encontramos allí es la inscripción de nacimiento y de fallecimiento del bardo y también hay una biblia escrita por él. No sé cuan de cierto tendrá pero el agradable voluntario que nos explicó cosas en la visita nos contó que deslizó palabras que no existían previamente en el texto. Quiero creer la historia porque me gusta.

Imágenes | Viola de Lesseps, Char y Karen Ro

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La única muralla romana del mundo que se conserva completa está en España, es Patrimonio de la Humanidad y comparte lazos con la Gran Muralla China

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Hay algo profundamente evocador en las murallas. A menudo, cuando camino junto a una de ellas, ya sea en una ciudadela medieval o entre los vestigios de un antiguo campamento romano, no puedo evitar imaginar cómo sería la vida entre esos muros: los mercados bulliciosos, las voces en las calles empedradas, las noches frías protegidas por la seguridad de la piedra. Las murallas no solo encierran ciudades, sino también secretos, costumbres, y la cotidianidad de generaciones enteras.

Y en el corazón de la ciudad de León, al noroeste de España, se alza la muralla romana mejor conservada del mundo, una joya histórica que, aunque a menudo eclipsada por otras estructuras más conocidas, guarda en sus piedras siglos de legado.

La Muralla de León no solo atestigua la importancia estratégica que tuvo la ciudad en la antigüedad, sino que también representa un símbolo vivo de la transformación urbana, social y cultural de una de las ciudades más antiguas y con más carácter de la península ibérica. Por ese motivo fue declarada Patrimonio de la Humanidad​ por la Unesco en el año 2000.

Muralla de León: una fortaleza única en el mundo

Los orígenes de la Muralla de León se remontan al siglo 13 a.C, cuando la antigua ciudad romana de Lucus Augusti, fue reforzada con un recinto amurallado para proteger a sus tropas. La construcción inicial tenía un marcado carácter militar, construido con piedra y mortero, reforzada con torres semicirculares cada ciertos metros y su trazado formaba un rectángulo que albergaba la ciudad.

La muralla de León, en su forma original, medía más de dos kilómetros y medio de longitud, con una altura que oscilaba entre los ocho y diez metros. Estaba construida principalmente con piedra, cal y cantos rodados, utilizando técnicas romanas como el opus caementicium.

En su perímetro se levantaban 85 torres semicirculares que reforzaban la estructura, y contaba con cinco puertas de acceso y que coinciden con las actuales de Porta Miñá, Porta Falsa, Porta de San Pedro, Porta Nova y Porta de Santiago. De ellas la Porta Miñá y, al parecer, la Falsa son originales y las otras tres son  posteriores. La puerta principal estaba en donde se construyó el Reducto de Cristina y era conocida por el nombre de Porta Castelli, y otras añadidas durante la Edad Media, como la Puerta Moneda. 

Con la caída del Imperio romano y la llegada de la Edad Media, la muralla fue modificada, ampliada y restaurada en diversas ocasiones. En particular, durante los siglos X al XII, su importancia creció exponencialmente, por lo que las defensas se reforzaron, adaptándose a las nuevas formas de combate y al urbanismo creciente.

Curiosidades con sabor a historia

Una de las particularidades más fascinantes de la Muralla de León es la historia que se esconde en sus propios materiales. Al haber sido levantada y reutilizada en distintas épocas, muchas de sus piedras provienen de antiguos restos romanos, incluyendo lápidas funerarias que hoy forman parte del muro. En algunas aún pueden leerse inscripciones dedicadas a soldados y ciudadanos de la época, como si la piedra se resistiera al olvido. Bajo ciertos tramos también han aparecido símbolos grabados que ofrecen pistas sobre la vida militar dentro del campamento romano original, revelando cómo era la organización interna y las creencias de quienes habitaron esos muros.

Esta fusión de épocas no solo se manifiesta en los restos arqueológicos, sino también en la forma en que la muralla se integró a la vida urbana a lo largo de los siglos. Durante mucho tiempo, muchas viviendas se construyeron directamente adosadas a ella, usándola como pared estructural, lo que refleja cómo la ciudad creció literalmente abrazada a su muralla. Aún hoy es posible ver esta convivencia entre lo antiguo y lo cotidiano en lugares como la Avenida de Los Cubos, aunque existe un proyecto municipal para expropiar estas construcciones con el fin de recuperar la visibilidad completa del trazado original.

Y aunque pueda parecer que poco tiene en común con otras murallas del mundo, lo cierto es que estructuras como la de León y la Gran Muralla China comparten un mismo propósito esencial: proteger, controlar y simbolizar el poder de quienes las construyeron. Ambas nacieron como barreras defensivas y terminaron convirtiéndose en emblemas duraderos de civilización y permanencia. Esta conexión simbólica llevó a que en 2007 ambas quedaran hermanadas formalmente, como parte de un acuerdo internacional que busca preservar y poner en valor este tipo de patrimonio.

Imagen | Portal Oficial de Turismo de España

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cómo llegar y qué ver tras las últimas lluvias

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Las generosas lluvias caídas en las últimas semanas han transformado el paisaje español, tiñéndolo de verdes intensos y reflejando una exuberancia poco habitual incluso en los rincones más secos del país. Este renacer natural ha impulsado el turismo rural, que está viviendo un gran momento y somos muchos los que no hemos podido resistirnos a regalarnos un merecido “homenaje de naturaleza”.

En este contexto de esplendor paisajístico, hay lugares que brillan con especial intensidad. Uno de ellos es una joya escondida entre las cumbres del norte de Extremadura, entre montañas cubiertas de bosques y ríos cristalinos: la Garganta de los Infiernos.

Ubicada en la comarca del Valle del Jerte, esta maravilla natural es una Reserva protegida que enamora por igual a senderistas, amantes del agua y exploradores de paisajes singulares. Declarada Reserva Natural en 1994 y perteneciente a la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura, la Garganta de los Infiernos se extiende a lo largo de 7.226 hectáreas de belleza en estado puro.

Un espectáculo geológico y natural en el corazón del Valle del Jerte

La Garganta de los Infiernos es célebre por sus Pilones, un conjunto de pozas naturales formadas por la erosión del agua sobre la roca granítica. Estas marmitas de gigante, como se las conoce geológicamente, se han convertido en un icono del turismo de naturaleza por sus aguas verdes y cristalinas, ideales para un chapuzón en verano (¡eso sí, siempre con precaución!). Además cuenta con una amplia red hidrográfica que incluyen abundantes saltos y cascadas, una de las principales peculiaridades de este espacio natural.

Pero más allá de los Pilones, el espacio protegido ofrece rutas de senderismo que atraviesan robledales y miradores que permiten contemplar la inmensidad del valle, con altitudes que van 2.290 m. hasta los 600 m. La biodiversidad del lugar también es otro reclamo importante de la zona, con especies como la salamandra común, el águila real o el desmán ibérico.

Cómo llegar a la Garganta de los Infiernos

Garganta De Los Infiernos Pilones
Garganta De Los Infiernos Pilones

Pilones de la Garganta de los Infiernos

La entrada principal a la Reserva se encuentra cerca de la localidad de Jerte, a través de la carretera N-110. A pocos metros de la rotonda que conecta esta vía con el acceso a la reserva, se encuentra una zona de aparcamiento habilitada. Es importante tener en cuenta algunas normas de acceso y estacionamiento para evitar inconvenientes durante la visita.

No está permitido aparcar entre el campo de fútbol de Jerte y el Camping Valle del Jerte. Esta zona está expresamente restringida y quienes estacionen allí podrán ser sancionados. Por otro lado, la zona de aparcamiento ubicada junto a la rotonda de la N-110, que da acceso a la Reserva Natural, funciona con sistema de pago desde mediados de marzo hasta finales de octubre (fuera de este periodo, el uso es gratuito). Asimismo, se permite la libre circulación de vehículos por la pista que conecta la N-110 con el Camping Valle del Jerte y la localidad de Jerte, aunque no está permitido aparcar en el tramo anteriormente mencionado.

A la hora de visitarlo, es recomendable llevar calzado adecuado, ya que aunque los senderos están señalizados, algunos tramos pueden ser pedregosos o resbaladizos. También es fundamental respetar el entorno: la Garganta es un espacio protegido, por lo que no se deben dejar residuos ni encender fuegos. Además en temporada alta (primavera y verano), conviene acudir a primera hora, ya que la afluencia es elevada y los aparcamientos pueden llenarse rápidamente.

Imágenes | Turismo Valle del Jerte

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la escapada perfecta de fin de semana es esta ciudad europea que alberga un original Patrimonio de la Humanidad

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Aunque ciudades como París o Londres suelen encabezar las listas de destinos europeos favoritos para una escapada corta (según Euromonitor International, solo en 2023 más de 15 millones de turistas visitaron la capital francesa), también existe un nicho creciente que busca lugares que ofrecen una riqueza cultural, arquitectónica y gastronómica comparable, pero sin el bullicio constante del turismo masivo.

Huir de los típicos “top 10” y los tiktoks virales es tendencia. Afortunadamente Europa está salpicada de ciudades llenas de encanto que aún conservan la calma y la autenticidad, y entre ellas, hay una que destaca con luz propia: Bolonia.

Esta ciudad situada en el corazón del norte de Italia, cautiva sin necesidad de artificios. Conocida como La Dotta, La Rossa y La Grassa (la sabia, la roja y la golosa), sus apodos encapsulan a la perfección su alma. La Dotta, por ser la sede de la universidad más antigua de Europa, fundada en 1088. La Rossa, por el característico tono terracota de sus tejados y fachadas medievales. Y La Grassa, por su riquísima tradición culinaria, considerada una de las más exquisitas y auténticas del país.

Un paseo por la historia bajo los pórticos más largos del mundo

Bolonia no se descubre, se recorre. Y no hay mejor manera de hacerlo que bajo sus icónicos pórticos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2021. Con más de 40 kilómetros de estas elegantes estructuras que protegen del sol y la lluvia, pasear por la ciudad es un verdadero placer en cualquier época del año.

Los pórticos surgieron como respuesta al crecimiento demográfico, impulsado en gran parte por la llegada de estudiantes e intelectuales a su prestigiosa universidad. Su origen se encuentra en el sporto, un tipo de balcón de madera que se añadía a las fachadas para ampliar el espacio habitable de los pisos superiores. Con el tiempo, estos balcones fueron ganando volumen, lo que obligó a construir columnas para sostenerlos y evitar su colapso.

En un principio, los pórticos se construyeron en madera. Sin embargo, tras un decreto promulgado en 1568, su edificación pasó a realizarse con ladrillo o piedra. A pesar de ello, Bolonia aún conserva algunos ejemplos de pórticos de madera, como los de la famosa Casa Isolani en Strada Maggiore o el Palazzo Bolognini.

El más emblemático de todos es el pórtico de San Luca, que con sus 3.796 metros ostenta el récord de ser el más largo del mundo. Conecta el centro histórico de la ciudad con la basílica que se alza en la cima de la colina, ofreciendo un recorrido tan monumental como simbólico.

Cinco lugares imprescindibles para una visita de 48 horas

  • Piazza Maggiore: el corazón vibrante de la ciudad. Aquí convergen la imponente Basílica de San Petronio, el Palazzo d’Accursio y otros edificios históricos que narran el pasado comunal de la ciudad.
  • Las Dos Torres (Le Due Torri): Garisenda y Asinelli, las torres medievales inclinadas que se alzan como símbolos de Bolonia. Subir los 498 escalones de la Torre Asinelli recompensa con una vista panorámica espectacular.
  • Archiginnasio y Teatro Anatómico: un verdadero viaje al origen de la educación universitaria europea, donde se enseñaba anatomía observando disecciones reales en un teatro de madera del siglo XVII.
  • Cuadrilátero: el antiguo mercado que hoy es un paraíso para los amantes de la artesanía y de la buena gastronomía.
  • Santuario de San Luca: Situado en el Colle della Guardia y construido en el siglo XVIII, este santuario es uno de los grandes símbolos de Bolonia. Desde su privilegiada ubicación, ofrece una impresionante vista panorámica de 180 grados sobre la ciudad. Está conectado con el casco histórico a través de una singular columnata porticada, única en su género. 

Y como no podía ser de otra manera, la mejor forma de completar esta escapada es disfrutando de la exquisita gastronomía local en una ciudad considerada por muchos como el mejor lugar para comer en Italia. No es casualidad que Bolonia sea la cuna del ragù alla bolognese, la auténtica base de la popular, aunque a menudo malinterpretada fuera de Italia, salsa boloñesa.

Entre los sabores imprescindibles destacan las crescentine, unas ligeras y crujientes masas fritas que suelen servirse con embutidos locales; los tortellini in brodo, la emblemática pasta rellena servida en caldo; y la cotoletta alla bolognese, una jugosa chuleta de ternera empanada, coronada con jamón y queso parmesano. Una experiencia gastronómica que será la guinda perfecta de esta escapada, tan sabrosa como inolvidable, al corazón de una ciudad que conquista por el paladar y por la vista.

Imagen | Wikipedia Francobraso

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