Actualidad
Steve Jobs y Tim Cook las han usado todas
Dirigir una gran empresa como Apple requiere de unas ciertas cualidades en sus líderes. El formador e instructor de LinkedIn Learning Scott Mautz resume en su libro ‘El líder mentalmente fuerte‘ los mantras sobre estrategia empresarial que han llevado hasta el éxito a muchos CEO y fundadores de grandes empresas.
En un artículo para CNBC, el escritor dejaba algunas de esas frases y no resulta complicado unir los puntos y reconocerlas en algunas de las decisiones más importantes que tanto Steve Jobs como Tim Cook han tomado a lo largo de sus carreras al frente de Apple.
1- No existe el camino perfecto
La filosofía japonesa Wabi-sabi enseña a apreciar la belleza de la imperfección en sí misma, asumiendo que nada alcanza nunca la perfección absoluta. Esa es, sin duda, una sabia lección contra la tendencia a la inmovilidad que genera la toma de decisiones que definen el futuro de una empresa. “Cuando dudas sobre el camino que has elegido o te lamentas porque no todo está saliendo como esperabas, puedes quedar atrapado en un círculo negativo”, aseguraba Mautz en su entrevista.
Esta aversión al inmovilismo es lo que llevó a Steve Jobs a eliminar casi el 70% del catálogo de productos de Apple cuando volvió a coger las riendas de la compañía en 1997 y perdía 867 millones de dólares al año, según publicaba The New York Times.
Ante una decisión similar se encontró Tim Cook en cuando decidió eliminar definitivamente el conector de auriculares de los iPhone. Tim Cook sabía que nunca habría un momento “perfecto” para hacerlo, por lo que el cambio de generación al iPhone 7 fue un momento tan bueno como cualquier otro, y el resto de marcas no tardaron en opinar lo mismo.
2- No es lo que perdí, es lo que todavía tengo
Cuando el destino reparte mal las cartas, es fácil dejarse llevar por la negatividad, pero lo que se recomienda es centrarse en los ases en la manga que todavía se conservan.
Según el escritor y experto en liderazgo, mantener un pensamiento positivo es lo que diferencia a los líderes que marcan el camino hacia la recuperación o terminan de arruinar a sus empresas. “Recordar que hay que centrarse en lo que todavía se tiene marca una gran diferencia”, aseguraba Mautz en su artículo. Un estudio de la Universidad de California confirma que ese pensamiento positivo contribuye a condicionar el estado mental necesario para superar situaciones adversas.
Steve Jobs demostró esa fortaleza mental cuando fue despedido de la empresa que fundó una década antes. Lejos de centrarse en el enorme proyecto que le habían arrebatado, el millonario fundador se centró en las habilidades que tenía, y las utilizó para levantar dos nuevos proyectos exitosos: la compañía de ordenadores NeXT y nada menos que la productora Pixar.
Años más tarde, el propio Jobs reconocería en su motivador discurso de Stanford que “haber sido despedido de Apple fue lo mejor que jamás me pudo haber pasado”.
3- La adversidad crea creencias, no consecuencias
Saber transformar lo negativo en positivo es uno de los rasgos comunes en muchos líderes corporativos de éxito. Como explican en Healthline ese concepto se basa en el modelo ABC de la terapia cognitiva conductual, y sirvió como palanca de cambio para que Apple reaccionara ante la crisis del “Antennagate” del iPhone 4 en 2010, mejorando la transparencia de la compañía.
Como comenta Scott Mautz: “La adversidad no significa automáticamente resultados negativos” sino que esta tendencia se puede revertir adoptando cambios y manteniendo una estrategia a largo plazo. Algo que también ha sufrido Tim Cook ante las críticas por las ventas del Apple Vision Pro, dando por buenos las malas cifras de la primera versión, pero poniendo la vista en el potencial del producto en el futuro.
4- Déjalo, acéptalo y sigue adelante
“Decirte a ti mismo: ‘No le hagas ni caso’ puede ser una forma de aceptación cognitiva, que es un camino seguro para salir de una espiral descendente. No se trata de eliminar un acontecimiento adverso de tu psique ni cambiar lo que sientes al respecto. Déjalo ahí. Reconoce y acepta que tus emociones son reacciones legítimas y concéntrate en cómo avanzar de forma productiva“, aconseja el experto en la toma de decisiones.
Esa aceptación no implica ignorar los problemas sino precisamente consiste en tomar consciencia de ellos y seguir avanzando evitando que te paralicen.
Cuando Tim Cook tomó el relevode Steve Jobs al frente de Apple, las referencias al liderazgo de su fundador eran constantes, por lo que, en lugar de tratar de imitar lo que haría Jobs en su lugar, Tim Cook optó por tomar sus propias decisiones con respecto al futuro de Apple. La apuesta no le ha salido mal teniendo en cuenta que la ha convertido en un gigante tecnológico.
Algo similar sucedió cuando Apple lanzó el iPad y todos temieron que la tableta de Apple terminara por canibalizar el nicho de los Mac. Steve Jobs estaba convencido del éxito del iPad, y estaba dispuesto a asumir el riesgo de que su nuevo producto ocupara el lugar de los Mac, más adelante, incluso la propia Apple lo ha incentivado.
5- Visión general, pasos pequeños
Comerse una tarta de un solo bocado es todo un desafío, pero hacerlo porción a porción resulta mucho más factible. Al final el objetivo se mantiene, pero al segmentar las tareas en pasos más pequeños se consigue mayor flexibilidad y capacidad de adaptación a los pequeños cambios que puedan surgir, aseguraba Scott Mautz.
En este aspecto, toda la evolución de los iPod primero, y los iPhone después, es una muestra de esa visión de Steve Jobs sobre cómo avanzar paso a paso en una misión a largo plazo.
Lo curioso de estos cinco conceptos que recoge Scott Mautz en su libro, es que son extrapolables a cualquier decisión en tu vida o negocio, ayudándote a adoptar el marco mental adecuado en cada situación.
Imagen | Flickr (thetaxhaven)
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
En 1919 los alemanes decidieron hundir toda su flota en el Mar del Norte. El acero de esos barcos terminó en el espacio
A las 11:20 de la mañana del 21 de junio de 1919, el barco del Almirante von Reuter comenzó a hacer señas al resto de barcos alemanes que había en la bahía de Scapa Flow, en Inglaterra. Se abrieron los grifos y las tomas de agua, se destrozaron las tuberías, se desmontaron los ojos de buey: nadie notó nada. Hasta que hacia mediodía, el Friederich Der Grosse empezó a escorarse a estribor.
Ya era tarde, la bandera alemana ondeaba en los 74 mástiles.
Scapa Flow. La imagen narra la historia de Scapa Flow, el hundimiento de la flota alemana inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial. Mientras los Aliados negociaban con Alemania los términos del Armisticio, la flota se mantenía cautiva y estacionada frente a las costas británicas. Von Reuter temía que los Aliados se repartieran los barcos, por lo que decidió hundirla al completo, al precio que fuese.
Los barcos de la marina británica que estaban de maniobras llegaron a las 14:30 y solo pudieron salvar un barco. El último en hundirse fue el crucero de batalla Hindenburg. Nueve alemanes murieron, 16 resultaron heridos, 1774 fueron detenidos. 52 barcos se hundieron el 21 de junio en Scapa Flow. Pero ya no están ahí: están en la Luna, Júpiter y más allá de la órbita de Plutón.
El acero es acero. Un tipo duro, de malas pulgas y pocas palabras. Pero en 1945 (o un poco antes), todo cambió. Al principio no nos dimos cuenta, pero rápidamente descubrimos que aunque todos los aceros son iguales, hay algunos aceros más iguales que otros. No me voy por las ramas: lo que ocurrió en el 45 fue la bomba atómica, el aparato del Demonio que nos hizo cambiar de era geológica.
El problema. Desde que las primeras bombas atómicas explotaron en la superficie de la Tierra, el aire contiene trazas de elementos radiactivos. Están ahí, disueltos en él, pero la cantidad es tan pequeña que resultan inocuos. A menos que por alguna extraña razón tengas que insuflar enormes cantidades de aire en el proceso de fabricación de algún material.
No nos sirve casi nada. Es decir, todo el acero fabricado después de la explosión de la primera bomba atómica es radioactivo. Muy poco, casi nada. Pero lo suficiente para que algunos instrumentos médicos, físicos o astronómicos no funcionen correctamente. Por ejemplo, los sistemas de monitorización de radioactividad que usan las naves espaciales.
Lo cuenta David Bodanis en “E = mc². Biografía de la más famosa ecuación del mundo“, un libro que, aunque se ha quedado algo desactualizado, sigue siendo una delicia. Es posible que hayáis escuchado la historia, pero es una buena historia.
Acero = caro. En el libro, Bodanis explica que, ante este problema, el acero no contaminado se volvió carísimo. Sobre todo, porque antes del 45 no hacíamos acero en cantidades tan industriales como ahora. Imagino a decenas de ingenieros de la NASA rebuscando en la cubertería de su familia para poder enviar máquinas fiables al espacio. Hasta que alguien se acordó de los barcos del káiser Guillermo.
La peculiaridad de Scapa Flow. Barcos hundidos hay en muchos lugares, pero no hay muchas ensenadas poco profundas con 52 barcos hundidos en sus aguas. No estaban todos, pero bastaban algunos pocos para que pudiéramos fabricar los equipos que la misión Apolo dejó en la superficie lunar, los que la sonda Galileo llevó a Júpiter y los que la sonda Pioneer está llevando aún más allá. El mal, la mar.
En Xataka | Un hallazgo cuántico en Cambridge apunta al “Santo Grial” solar: paneles solares de un solo material
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
cientos de toneladas de tierras raras
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi levantó cientos de refugios antiaéreos como marcos defensivos del Tercer Reich para proteger a la población civil y a infraestructuras críticas de los bombardeos aliados. Tras la guerra, la mayoría quedaron abandonados y pasaron por usos marginales hasta que, décadas después, uno de ellos fue reconvertido en un almacén de alta seguridad.
De la guerra a la reserva estratégica. En algún punto no revelado de Fráncfort, un búnker antiaéreo de la Segunda Guerra Mundial, uno de esos colosos de hormigón que durante décadas fueron ruinas urbanas o espacios reconvertidos al ocio, ha adquirido una nueva función silenciosa y profundamente política: albergar uno de los mayores almacenes europeos de tierras raras y metales críticos.
En pleno deterioro del comercio global y con Europa enfrentándose a una dependencia estratégica que llevaba años ignorando, este refugio subterráneo se ha transformado en un depósito de seguridad extrema para materiales sin los cuales la industria moderna simplemente no funciona.
El shock chino y la carrera. La reactivación del búnker no es casual. Desde que China endureció en abril sus restricciones a la exportación de tierras raras y metales estratégicos (en respuesta a los aranceles estadounidenses), los inventarios europeos han quedado bajo mínimos.
Tradium, uno de los dos grandes importadores alemanes de estos materiales, comenzó a recomprar existencias a inversores privados y a redistribuirlas directamente a empresas europeas de sectores clave como la automoción, la electrónica, la energía o la defensa. El movimiento recuerda a una economía de guerra en cámara lenta: no se trata de especular, sino de sobrevivir a una interrupción prolongada del suministro.
Un almacén blindado. El antiguo búnker, reformado desde 2011 tras el primer gran aviso de Pekín con el embargo a Japón por las islas Senkaku, ofrece más de 2.400 metros cuadrados de almacenamiento con distintos niveles de seguridad, protegidos por muros macizos, cámaras, persianas opacas y una puerta acorazada de cuatro toneladas que da acceso a una cámara sin ventanas.
Contaba Nikkei que en su interior se alinean cientos de bidones azules y verdes cargados de neodimio, praseodimio, disprosio o terbio (todos de origen chino) junto a metales especializados como galio, germanio, indio, antimonio, renio o hafnio. En total, unas 300 toneladas que Tradium considera el mayor stock conocido de Europa, aunque admite que pueden existir reservas aún más grandes y discretas fuera de su conocimiento.
Precios disparados. El impacto del cerrojo chino se refleja con crudeza en los precios. El disprosio ha superado los 900 dólares por kilo, más del triple que antes de las restricciones, mientras que el terbio ronda los 3.700 dólares, cerca de cuatro veces su valor previo. Ambos son esenciales para mejorar la resistencia térmica de los imanes de los motores eléctricos, lo que los convierte en piezas críticas para la industria del vehículo eléctrico.
Sin embargo, para las empresas europeas el precio ha pasado a un segundo plano: el verdadero problema es la disponibilidad. Tras ocho meses de entregas inexistentes o mínimas, incluso un stock estratégico de medio año empieza a parecer insuficiente.
Seguridad extrema. El nivel de protección del almacén es tal que incluso en caso de robo los materiales no podrían reintegrarse en la cadena industrial sin certificación, lo que reduce su valor fuera del circuito legal. A cambio, los clientes pagan hasta un 2% anual del valor almacenado en concepto de logística, que incluye el seguro.
Mientras tanto, la diplomacia europea trata de ganar tiempo: el ministro alemán de Exteriores, Johann Wadephul, ha viajado a Pekín para negociar algún tipo de alivio, aunque él mismo ha reconocido que no hay señales claras de que China vaya a conceder licencias generales de exportación a corto plazo.
Geopolítica enterrada. Si se quiere también, el búnker de Fráncfort es mucho más que un almacén: es un símbolo físico de hasta qué punto la geopolítica ha penetrado en las entrañas de la economía europea. Allí donde antes se protegía a civiles de los bombardeos, hoy se protege a la industria de la asfixia estratégica.
Así, la pregunta que flota entre bidones y muros de hormigón no es cuánto costarán mañana las tierras raras, sino cuándo volverán a circular con normalidad y si Europa llegará a tiempo de construir una autonomía real antes de que el próximo corte de suministro vuelva a dejarla expuesta.
Imagen | Berlin Wanderlust
ues de anuncios individuales.
Source link
Actualidad
las Navidades de la gran polarización
Si es cierto eso de que las Navidades son tiempos de paz, amor y reencuentros, algo está claro: este año esos sentimientos estarán menos presentes en las mesas españolas. Las fiestas de 2025 serán las de la polarización y el debate bronco. Lo vaticinó Campofrío con su anuncio navideño, una pieza de dos minutos y medio titulada precisamente así ‘Polarizados’, y lo confirma la organización More in Common con un estudio que pone (aún más si cabe) el dedo en la llaga.
Las cenas Nochebuena y Nochevieja prometen ser este año territorio minado.
Turrón, polvorones… y bronca. No importa el año. Las Navidades tiene sus indispensables: lotería, turrones, una avalancha de anuncios de perfumes y Abel Caballero presumiendo en gallego/español/inglés de los millones de luces leds de Vigo. A ese cóctel se añadirá este año otro ingrediente: polarización. Lo advertía Campofrío en su anuncio navideño, en el que busca darle la vuelta a la crispación con un mensaje que invita a “disfrutar de la vida”. Y lo confirma un estudio de More in Common que pone el termómetro en la crispación política.
“La polarización Se ha convertido en el ruido de fondo de nuestra vida pública y también en una presencia incómoda en la vida privada. En estas fechas, cuando la Navidad nos reúne alrededor de una mesa, esa tensión se nota más”, reflexiona la organización en Substack antes de deslizar un dato interesante preocupante: el año pasado uno de cada cinco españoles (20%) ya vivió una “discusión fuerte” durante las grandes citas de estos días, Nochebuena y Nochevieja.
Un porcentaje: 14%. El dato sale del ‘Atlas de la polarización en España’, un documento recién presentado por More in Common y que se ha elaborado con las respuestas de más de 2.5000 entrevistados. Todos españoles y mayores de edad. El informe debe tomarse como lo que es: un estudio, con sus fortaleces y puntos débiles, pero ayuda a entender un fenómeno que a pocos pillará por sorpresa.
Y no solo porque la “polarización cotidiana” sea fácilmente identificable en la prensa, la televisión generalista o las redes sociales. En los últimos años varios investigadores han tocado el tema en libros como ‘Polarizados’ o ‘De votantes a hooligans’ e incluso el CIS ha captado también esa división en sus sondeos.
Si nos enfocamos en el informe de More in Common hay un indicador en concreto que ayuda a entender mejor la deriva de la sociedad española y el fantasma que se alzará estas Navidades en no pocos hogares españoles: en el último año el 14% de los entrevistados ha roto relaciones familiares o de amistad por motivos estrictamente ideológicos. No solo eso. El 25% asegura haberse sentido “atacado” o “fuertemente criticado” por expresar sus ideas.
Un problema consciente. Lo más curioso es que los españoles somos conscientes de ese hándicap. A la pregunta de “¿En qué medida cree que España está unida o dividida?” el 16% responde que ve al país más o menos cohesionado, el 19% muestra dudas y el 65% admite que aprecia una fragmentación.
De hecho esta última opción ha ido ganando fuerza desde octubre de 2024, cuando la DANA sembró la sensación de que los españoles afrontábamos el futuro más unidos. Por esas fechas el 39% aseguraba ver armonía en el país.
¿Qué nos divide? Tampoco hay muchas dudas sobre qué hay detrás de esa fragmentación social. Cuando More in Common preguntó a sus entrevistados qué elementos están dividiendo al país se encontró con un resultado contundente. Las redes se perfilan como el factor más polarizante. El 37% de los encuestados las señalan como el factor que más contribuyen al clima de confrontación.
Le siguen por relevancia los medios de comunicación, con un 33%. Si hablamos de actores políticos destacan (por este orden) Vox, el Gobierno, el PP y PSOE, los que más a menudo se señalan como causantes de polarización. En el polo opuesto se sitúan los jueces, la Iglesia, las ONG y la Casa Real, que cierra el ranking.
Más que Alemania o Francia. Como recuerda More in Commons lo anterior se refiere a la percepción que tenemos los españoles de nosotros mismos, con lo que sigue botando una duda… ¿Tenemos de verdad un problema de polarización? La respuesta parece ser sí. Sí al menos si nos comparamos con otros países.
El informe muestra que en España los posicionamientos ideológicos están más dispersos que en Alemania, Francia o Italia. De hecho asegura que el nuestro es “uno de los países más polarizados de Europa occidental”. De telón de fondo, dos bloques ideológicos claramente definidos: los votantes de PSOE, Sumar o Podemos situados la izquierda y los de PP y VOX en la derecha.


Los temas ‘bomba’. El informe aclara también qué temas tensan más el ambiente cuando se encuentran dos personas enmarcadas en diferentes bloques ideológicos: uno de izquierdas y otro de derechas. Lo más curioso es que no son los impuestos, ni la sanidad, ni la educación o el papel del Estado. Ni siquiera el cambio climático. Las cuestiones “más divisivas” son la inmigración y el modelo territorial. Otro tema en el que los votantes de Podemos o Sumar y los de Vox están considerablemente distanciados es el de la igualdad de género.
Un concepto: “Polarización afectiva”. “Hay un bloque de Vox y PP y otro que se concentra en torno a PSOE y Sumar y otros partidos. Entre los votantes de un mismo bloque los sentimientos mutuos son relativamente aceptables, pero los sentimientos hacia el otro bloque se están volviendo negativos”, explica a El País Tarek Jaziri Arjona, autor de un estudio que ahonda en otro concepto relevante: la “polarización afectiva”. Es decir, no solo las divisiones ideológicas sino cómo nos sentimos cuando nos encontramos con personas que piensan distinto.
No es una cuestión menor si tenemos en cuenta que muchos españoles viven en ‘cámaras de resonancia’ ideológicas, entornos en los que las predominan quienes piensan de una forma parecida. El 48% de los encuestados reconocen de hecho que casi todos (14%) o la mayoría (34%) de sus amigos comparten sus ideas.
¿Todo mal, entonces? No. El informe arroja también algunas lecturas positivas. Por ejemplo, muestra que no es imposible disminuir la polarización del país. Ocurrió ya a finales de 2024, cuando los españoles se auto percibían mucho más unidos, aunque en aquella ocasión ese cambio respondiera a un episodio tan traumático como la DANA. Hoy la sociedad está más fragmentada, pero seis de cada diez personas siguen opinando que nuestras diferencias son salvables.
El estudio refleja también cierto nivel de autocrítica entre los votantes de cada partido y que hay temas en los que no cuesta identificar “puntos de encuentro”. “Sabemos que el apoyo a la inmigración legal y controlada es muy amplio y que hay una mayoría que aún ve en la inmigración más una oportunidad o necesidad que una amenaza”, señala la organización. Otros temas, como la fiscalidad o los servicios públcios, suscitan espacios de consenso más amplios. “Sí, existe una clara separación ideológica. Y aun así la convivencia cotidiana resiste”.
Pensando en la Navidad. Que el tema esté despertando interés justo ahora, en diciembre, no es casualidad. En nuestro día a día quizás nos rodeemos de amigos con ideas afines o sigamos en redes a gente que refuerza nuestra propia forma de pensar, pero en Nochebuena, Nochevieja o las cenas de empresa eso cambia: el abanico se abre, nos sentamos con gente que puede estar en otro polo ideológico.
Todo eso además en un ambiente informal, a la mesa, entre platos y copas, con gente con la que a priori tenemos familiaridad. Una bomba de relojería.
Un pacto de silencio. El estudio muestra también que seis de cada diez entrevistados prefieren evitar ciertos temas para no discutir, una suerte de “autocensura” en aras de la buena convivencia a la mesa. Al fin y al cabo el 24% de los encuestados reconoce haber tenido “una discusión fuerte” el último año con alguien cercano por motivos ideológicos, el 20% sufrió broncas las pasadas Navidades y el 15% ha abandonado grupos de WhatsApp por política.
“Yo no lo entiendo a él y él no me entiende a mí. Me niego a que un encuentro se me vaya de las manos, y más con nuestros hijos delante”, admite a RTVE Javier, un hombre que confiesa estar en las antípodas ideológicas de uno de sus hermanos. Resultado: un pacto: en la mesa no se habla de política.
Imagen | Taylor Heery (Unsplash)
ues de anuncios individuales.
Source link
-
Actualidad4 horas agocientos de toneladas de tierras raras
-
Actualidad1 día agoComprar marisco antes de Nochebuena ahorra hasta un 40%. Un error al congelarlo te arruina la cena
-
Actualidad1 día agoEn China puedes comprar un Audi de 800 CV a un precio de A3 pelado. El único truco es que no es un Audi
-
Actualidad1 día agoEn 2025, el salario de 6.800 funcionarios de Valencia depende de un formulario de Access. Solo una persona sabe cómo funciona
-
Actualidad2 días agono está claro cómo ganar dinero cuando la IA conteste a todo
-
Actualidad2 días agotenemos el paro más alto de la UE y también el menor número de vacantes de empleo
-
Musica2 días agoAgenda: Los mejores eventos de entretenimiento del 19 al 31 de diciembre de 2025
-
Que Hacer2 días agoEsta pequeña localidad de Gran Canaria es el nuevo pueblo de la Navidad Ferrero Rocher 2025








