Ustedes, ¿por qué se llaman como se llaman? ¿Por qué sus papás eligieron su nombre? Algunos, seguramente, vienen de tradiciones familiares; otros tienen algún significado especial y, muchísimos más, se originaron de la cultura pop. Curiosamente, uno de los ejemplos más notorios en México —aunque no lo crean— está en RBD.

Resulta que RBD o la telenovela Rebelde, alcanzaron tanta popularidad en nuestro país que terminaron por definir los nombres de niñas de toda una generación.

Efecto Mía Colucci

A este sorpresivo fenómeno —de cómo la popularidad de RBD definió los nombres de niñas de toda una generación— decidimos bautizarlo como el Efecto Mía Colucci porque suena bastante interesante, ¿no?

Y bueno, obvio, por la cantidad impresionante de niñas nacidas en México que adoptaron el nombre de su protagonista, interpretada por Anahí.

De acuerdo con los datos oficiales del Registro Civil en la Ciudad de México, en el año 2000 —tres años antes de que se estrenara la novela—, tan solo se registraron 15 niñas con el nombre de Mía en la capital del país.

Un año después, el nombre seguía siendo muy poco popular. En el 2001 solamente nacieron 10 niñas con el nombre de Mía. Hasta ese momento: nada extraordinario.

Todo eso cambiaría en el 2004 cuando se estrenó en el Canal de las Estrellas la telenovela de Rebelde; que, al convertirse en banda, adoptaría el nombre más conocido de RBD. Desde entonces, toda una generación de miles de niñas han sido registradas en la CDMX con el mismo nombre de la protagonista.

Mía Colucci y RBD en los nombres de niñas de una generación

Apenas se estrenó la novela y comenzó la carrera musical de la agrupación mexicana, el nombre de Mía creció constantemente de popularidad. Muchísimo. Más de lo que se imaginan.

Cuando llegó 2004, con apenas unos meses al aire en televisión abierta, aparecieron 184 niñas con el nombre de Mía —un aumento ridículo de 1126% comparado con el año previo. Pero eso no quedaría ahí.

El efecto de Mía Colucci y RBD en los nombres de niñas en la CDMX siguió creciendo a niveles insospechados. En 2005 veríamos un aumento más del 264% cuando se registraron más de 670 niñas con ese mismo nombre, popularizado por la novela.

Vean esta pequeña gráfica con el crecimiento. Recuerden que en 2004 empezó la popularidad de RBD en México:

Para 2015, cuando —sospechamos— muchas de las personas que seguían su música o las películas, empezaron a tener hijos, el nombre de Mía era extremadamente popular. Solo 10 años después de su estreno en televisión, el número de niñas con el mismo nombre de Mía Colucci era de 1267.

Acá les compartimos una gráfica por años para que noten el aumento constante del nombre inspirado en la protagonista de RBD.

Aunque en años recientes el número ha ido cayendo un poco —como la popularidad de RBD—, es impresionante notar que un nombre que apenas aparecía 10 veces al año, se ha convertido en el nombre de pila de más de 15 mil 600 personas menores de 18 años.

Curiosamente, este mismo patrón, aunque en menor medida, se encuentra en el número de niñas llamadas Roberta, inspirado en el personaje de Dulce María.

Si en el año 2000 solamente hubo 12 niñas registradas con ese nombre en la Ciudad de México, para el 2006 cuando RBD estaba en su pico de popularidad televisiva, ese número se había multiplicado por cinco: se registraron casi 70 niñas con el nombre de Roberta.

¿Por qué se eligen los nombres populares?

Obviamente el efecto Mía Colucci y cómo RBD marcó los nombres de niñas en una generación es nomás una curiosidad de la viralidad en México —no es nuestra tesis de maestría, pues—, pero nos da chance de hablar de cómo es que los nombres más populares que usamos se influencian por la cultura que nos rodea.

Estudios con décadas de información han encontrado que los nombres más populares van de la mano de películas famosas, actores, canciones o eventos de actualidad.

Aunque algunos nombres siempre permanecen —piensen en María o José—, otros se guían del mundo que nos rodea para aumentar su popularidad. Una popularidad que, conforme pasa el tiempo, se irá desvaneciendo.

Esta vez nos encontramos que el fenómeno de RBD y el efecto Mía Colucci a principios de los años 2000 definió los nombres de toda una generación de niñas, pero sucederá de nuevo y con muchos otros factores. Quizás es por eso que Daenerys —un nombre que nunca en la historia se había usado en CDMX—, desde el 2012, que se estrenó Game of Thrones, se ha usado para nombrar a casi 150 niñas en la ciudad.

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