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Cinco razones por las que agradecerás ir a Sanabria
Los baños de bosque, las tirolinas y la gastronomía reaniman el patrimonio natural de la comarca zamorana de Sanabria y no hay nada mejor que darse una vuelta por el románico zamorano de la zona. Cada vez que anunciaba a algún amigo mi próxima escapada me decía lo mismo: “Sanabria, ¡qué ganas de descubrirla!” “He estado a punto de ir varias veces”. “He visitado toda España y me falta ese cruce de caminos entre Portugal, León y Ourense”. Tras la visita, os regalo cinco razones por las que agradecerás ir a Sanabria.
¡Cierto! La Sanabria mágica de Unamuno, la del Lago de leyenda que cuenta que en él hay sumergido un pueblo entero, Valverde de Lucerna, es mucho más que el famoso Lago. Ahora sus bosques están más animados que nunca con “baños” que serenan cuerpo y espíritu y con las excitantes tirolinas por las que Tarzán se volvería loco si levantara la cabeza. La exquisita gastronomía de Zamora inspirada en su riqueza micológica y cinegética merece capítulo aparte.
1. Villa Lucerna: un mirador sobre los árboles, baños de bosque y la más deliciosa comida
Es lo último, acaba de presentarse en sociedad y supone un destino turístico en sí mismo. Es una finca de hectárea y media en la que se cuenta que ya vivió durante el siglo XIV, Men Rodríguez, el noble, militar y mayordomo de Pedro I de Castilla. Aquella casa con caballerizas y granero ha sido rehabilitada de acuerdo a las exigencias de Patrimonio Nacional. Y es el alojamiento perfecto para descansar y mucho más. Un hotel de montaña, de cuatro estrellas, construido con la piedra de la zona y desde cuyas habitaciones, (casi todas) se ve el famoso Lago de Sanabria.
Desde su apertura hace menos de un año, Villa Lucerna es un reclamo más para visitar la que antaño fuera comarca más pobre de Zamora. Por su gastronomía y por las posibilidades deportivas que ofrece entre árboles del siglo pasado y que la convierten en el paraíso de las tirolinas.
¡Mirador a la vista!
Su solicitado mirador, (al que querrás subirte en cuanto lo veas) en lo alto de un pino centenario y a 30 metros del suelo, es otra atracción desde la que divisarás el misterioso lago sin creer lo que ves.
Para la expedición de periodistas que íbamos a conocer su gastronomía, la dirección de Villa Lucerna organizó una cata apta solo para intrépidos, orquestada nada más y nada menos que por el mejor cortador de jamón del mundo. Florencio Sanchidrián, el hombre que susurra al jamón, mostró las 7 partes de un excelente Castro y González de Guijuelo, ibérico de bellota con 2 años en bodega. Cada loncha era diferente a la vista, a la nariz y en la boca, según fuera de la maza o de la punta, por ejemplo.
Mientras el embajador del ibérico en el mundo, un tanto travieso para unos y casi místico para otros, desplegaba todo su arte, la cantante argentina Pamela Magán, nos deleitaba con el tango “volver”. Así empezaba la colección de momentazos que nos trajimos a casa 48 horas después de haber pisado por primera vez suelo zamorano. Fue una cata con vistas, animada y de altura, para adelantarnos las posibilidades eno-gastronómicas de Villa Lucerna.
Productos del bosque y de la tradicional cocina sanabresa, un chef con muchas luces y la “sobremesa” en camas balinesas
Los desayunos en este complejo deportivo, cultural, gastronómico en plena naturaleza, despiertan inexorablemente todos los sentidos de buena mañana. Yo probé todas las tostadas: con tomate, con queso fresco y aguacate, con jamón y zumo de naranja recién exprimido. Hay menú diseñado para desayunar como un rey antes de lanzarse al vuelo con las tirolinas. Las tostadas con queso zamorano y miel pura de abeja surten un efecto ilusionante para empezar el día con alegría. Y es que la miel ha sido cosechada en un enclave único, declarado reserva de la biosfera en Sanabria y es multifloral de brezo, roble y castaño. El queso contiene la leche de las ovejas churra y castellana. A mí me gusta muy curado. El pan llega cada mañana recién hecho desde Barrio de Sanabria.
El chef del bosque: Santiago Rodríguez
La apuesta por renovar, respetando rigurosamente, el recetario de las abuelas sanabresas es segura. Porque el chef Santiago Rodríguez, nacido en El Puente de Sanabria y formado con grandes de la restauración, sabe muy bien lo que tiene entre manos y precisamente de los bosques más próximos y recién cogidas, llegan a su cocina las setas con las que guisa los tradicionales habones de Sanabria, de piel muy fina e interior amantecado.
La oronja (amanita cesárea) en Villa Lucerna se sirve en carpaccio y los cucurriles (macrolepiota) salteados con ajo como los boletos pinícula que son la debilidad de Santi, el cocinero. El tomate de Villa Lucerna también es marca de la casa. Se trata del zamorano, el grandote, carnoso y sabroso y jugoso, el corazón de buey que más le gusta al cocinero José Andrés, según declara aquí y en EEUU. Según la temporada, puedes disfrutar de una ensalada de moruxas (o pamplinas) recién cogidas de la orilla del río Tera o el pote sanabrés con su berza crujiente y mucho menos amarga que el gallego. También es más ligero.
Los “chichos” o picadillo con huevo cocinado 45 minutos a 65 grados, son otra especialidad de la casa. Un homenaje a la genuina cocina sanabresa, con muchas influencias de la gallega y de la leonesa, que actualiza con sentido y sensibilidad Santi Rochi. Muy logradas, cortadas muy minúsculas, como a mí me gustan, están las mollejas de ternera sanabresa al ajillo.
En temporada de caza, y solo para paladares muy exigentes, en la cocina de Villa Lucerna se elaboran dos especialidades del chef: el lomo de ciervo marinado en seco con guiso de boletus y cous-cous y el jabalí al chocolate con manzanas de diversas variedades.
La carta de pescados sorprende con el rape asado envuelto en panceta y también debes pedir el ceviche de pulpo y mango. Sorpresa y equilibrio. La merluza es otra fuente de inspiración incesante para Santi que la cocina al vapor, a 65 grados. La salsa verde tradicional la transforma, con la gelatina de la cabeza, en un pil-pil para mojar pan y no decir basta. Otra salsa deliciosa con aroma a pueblo es la del pulpo a la sanabresa, que es un guiso a partir del concepto “a feira” (recién hervido y servido con aceite, sal y pimentón).
La ternera de Sanabria merece mención aparte. El “ternero pastenco” alistano/sanabrés da una carne exquisita, jugosa, de buena textura y color blanco rosado. Mucha proteína y poca grasa para reponer fuerzas tras un día de ejercicio y adrenalina por los aires. A la parrilla o guisada es extraordinaria. ¡Me encantó la carrillera!
¡No te levantes de la silla sin pedir las cañas zamoranas! Y todo este festín tienes la suerte de regarlo con los vinos de Viña Mambrilla. Los famosos Alidis de Ribera del Duero que triunfan allá donde van. Es insuperable su relación calidad precio. Empieza con un roble y déjate llevar.
Sobremesa/Sobrecamasbalinesas
Después de comer como un príncipe, te recomiendo que la sobremesa la conviertas en “sobrecamabalinesa”. Acomódate en una de las muchas que encontrarás a muy pocos metros del restaurante entre pinos y charcas y manantiales… tómate un sorbete de limón y volverás a sentir lo que es bueno para el alma.
Baños de bosque
Antes de cenar es el momento perfecto para darte un baño de bosque o practicar lo último en relax: la “medicina forestal” el shinyin roku, cuyos efectos nos recuerdan ahora los japoneses. Si no te has dado un “baño de bosque” no sabes lo que te estás perdiendo. Desde Villa Lucerna organizan salidas y dirigen paseos durante los que te invitan a agudizar el oído y el olfato, a abrazar troncos de robles y pinos centenarios, a descalzarte para “tomar tierra”. Tras la sesión que puede ser de 30, 60, 90 o 120 minutos te aconsejo que te tomes un té en una de las camas balinesas que encontrarás “suspendidas” en pleno bosque.
También puedes pedir el aperitivo en una de las gastro cabañas que hay entre los árboles y los manantiales que aderezan el recorrido. Permítete sentir que fluyes con sonidos, aromas y texturas que están esperándote desde hace cientos de años en un paseo que contrasta con el que los más aventureros hacen durante el día en tirolinas. Y es que Villa Lucerna es una inmensa caja de sorpresas en la que puedes desconectar de la rutina y, según tu estado de ánimo, liberar adrenalina o serotonina, respirando uno de los aires más puros de la península y comiendo estupendamente.
2. El lago de Sanabria, un lago de leyenda.
El famoso lago de Sanabria es el lago glaciar más grande de la península ibérica con una longitud de 3,3 Km. Desde 1978 es Parque Natural. En torno a él puedes bañarte en “playas” contenidas por arena blanca o surcar sus aguas en una atracción que encanta a niños y a grandes: el primer catamarán eólico-solar del mundo, el Helios Cousteau, una experiencia eco turística muy instructiva. Una actividad que concluye con un culín de sidra. La laguna de los peces también merece una excursión.
3. El Bosque del Tejedelo
Otra opción para disfrutar de los bosques por tu cuenta te la brinda el Bosque del Tejedelo. Un conjunto de tejos milenarios, de troncos enrevesados que parecen auténticas esculturas naturales. Concretamente en otoño, el lance de la berrea de los ciervos es otra experiencia para vivir en el bosque sanabrés. Escuchar el choque de las cuernas de los ciervos en celo, al atardecer o en la noche más cerrada, sobrecoge.
4. El románico zamorano
Poder viajar en el tiempo es otro regalo para el visitante de Sanabria. En el término municipal de Galende, en la falda de un monte que domina la orilla septentrional del lago de Sanabria, se halla la aldea de San Martín de Castañeda, nacida a la sombra del monasterio de su nombre y del que Manuel Gómez-Moreno dijo: “Difícilmente podrá verse monasterio plantado en sitio más rebosante de hermosura que este: a media ladera de una sierra, cara al sol, entre huertas, praderas y bosques y teniendo a sus pies el Lago Sanabria, que bien podría rivalizar en fama y rendimientos con los de Italia…”
Los alrededores del Monasterio de San Martín, fundado en el siglo X, y del cual se conserva la iglesia reconstruida esperan pacientes la visita del viajero. Fue declarado monumento histórico-artístico en el año 1931.
5. Puebla de Sanabria
Fundamental del recorrido por Sanabria es visitar Puebla de Sanabria, un importante conjunto histórico artístico y “uno de los pueblos más bonitos de España”. Sin duda alguna, una maravilla del turismo rural que nos traslada a la época de los celtas que poblaron estas tierras siglos antes de Cristo. En el siglo XII por su ubicación estratégica junto a la frontera de Portugal se transformó en una villa fortificada.
En el siglo XV se construyó el castillo de los Condes de Benavente que querrás fotografiar sí o sí. La plaza del ayuntamiento tiene un encanto especial y te está esperando para dejarte embobado en medio de una plaza rodeada de casas blasonadas de madera y pizarra que pertenecieron a los hidalgos del pasado.
Imágenes | Concha Crespo, Inula78 en Wikipedia, rem734 en Pixabay
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Tres planes originales de Navidad en Madrid donde van menos de 1000 personas
La Navidad en Madrid es una época mágica, pero entre mercadillos abarrotados y calles con luces repletas de gente, a veces apetece descubrir rincones donde la paz reine sin perder el espíritu festivo.
La buena noticia es que en la capital es posible encontrar planes para dar la bienvenida a esta época tan divertida, que escapan de las multitudes y conservan la esencia de estas fechas. De hecho alguno es gratuito o bastante asequible y ofrecen una experiencia realmente inolvidable.
Si eres de los que esperan con ilusión celebrar estas fiestas, toma nota de estos tres planes en donde, con seguridad, disfrutarás como un niño y te librarás de grandes aglomeraciones.
Encendido de luces desde el Hotel Barceló Torre de Madrid
Este jueves 28 de noviembre, a partir de las 18:00 horas, el Barceló Torre de Madrid dará la bienvenida a la Navidad con un evento lleno de sabor y música mientras se disfruta del encendido de luces oficial de la capital. Un plan espectacular para quienes quieran disfrutar del espíritu navideño en un entorno único.
Este incluirá una deliciosa merienda de churros de la mano de ChurrOh!, que estará presente durante toda la temporada con sus productos más icónicos. Tanto huéspedes como público en general podrán acercarse al hotel para disfrutar de este dulce placer tradicional que se sirve con un toque especial.
La celebración estará acompañada por la actuación del Coro del Teatro Real de Madrid, que llenará el ambiente de música. Y, como momento culminante, el encendido oficial sorprenderá con un impresionante espectáculo de luces que transformará el hotel en el escenario más exclusivo para admirarlo.
Visita guiada en el Jardín Botánico de Madrid: Las plantas de la Navidad
Este plan es ideal para disfrutar del invierno en pleno corazón de Madrid. El Real Jardín Botánico ofrece un recorrido guiado único, centrado en las plantas que protagonizan las tradiciones navideñas y que no solo permite redescubrir su belleza en esta época del año, sino también conocer la fascinante historia, usos y simbolismo de especies como el acebo, el muérdago y la poinsettia.
Las visitas, diseñadas para toda la familia, tienen una duración de 90 minutos y se llevarán a cabo los días 23, 27, 28 y 30 de diciembre de 2024, así como el 2 y 3 de enero de 2025, a las 12:30 horas. Con un coste de 8 euros por persona, esta experiencia promete convertirse en una oportunidad perfecta para aprender, relajarse y conectar con la naturaleza en un entorno incomparable. Las entradas ya están disponibles en su página web.
Barco Navideño en Aranjuez
Durante la Navidad, el barco turístico de Aranjuez se convierte en un mágico escenario para recibir a Papá Noel y sus elfos. Este encantador paseo de 60 minutos incluye actividades como karaoke, concursos y la oportunidad de tomarse una foto con Santa. Un plan ideal para disfrutar en familia, con entradas a partir de 9,99 € por persona y acceso gratuito para los más pequeños.
Aunque las entradas están a la venta en su página web, se recomienda llegar con al menos 10 minutos de antelación, ya que los asientos no están numerados y se asignan según llegada.
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Este mercadillo navideño de Madrid esconde un foodtruck con Estrella Michelín
Los tradicionales mercadillos navideños, con sus luces, decoraciones artesanales y aromas de castañas asadas, están viviendo una transformación que los convierte en algo más que un paseo que te contagia del espíritu festivo. Cada vez más, estas ferias se reinventan para atraer a un público diverso, incorporando propuestas innovadoras que van desde experiencias gastronómicas de autor hasta actividades culturales y música en vivo.
Madrid tiene un ejemplo claro: el Mercadillo Navideño de Nuevos Ministerios, que este año ofrece una propuesta gastronómica que promete convertirse en uno de sus mayores reclamos. Se trata de Caña, un foodtruck que lleva el sello de calidad y creatividad de Javi Sanz y Juan Sahuquillo, dos jóvenes prodigios de la cocina española galardonados con una estrella Michelin cada uno.
Si algo ha llevado a la fama a estos chefs manchegos es su croqueta de jamón, coronada en Madrid Fusión 2021 como la mejor del mundo. Cremosa, intensa y perfectamente frita, esta joya culinaria estará disponible en Caña como uno de los imprescindibles del menú. Pero eso no es todo: este año, Sanz y Sahuquillo han decidido dar un paso más allá con una creación que combina lo mejor de sus raíces y su inigualable técnica.
La hamburguesa que rinde homenaje a la mejor croqueta del mundo
La estrella indiscutible de la carta es una hamburguesa que reinterpreta la croqueta en una nueva dimensión. Preparada con 170 gramos de una exquisita mezcla de carne de vaca gallega mestiza y buey rubio madurado durante 90 días, esta creación eleva la categoría del street food. El pan suave y ligeramente tostado envuelve capas de queso artesano fundido, láminas de coppa Joselito, y el toque crujiente y sorprendente de palomitas de tocinillo.
Pero el verdadero lujo está en su bechamel, elaborada con mantequilla y leche fresca de oveja Caraveruela, enriquecida con dados de jamón de bellota Joselito. Cada bocado es una explosión de sabores que equilibran lo tradicional con lo innovador.
Lujo navideño para disfrutar al aire libre
Aunque el nivel de calidad y la creatividad de sus propuestas puedan hacer pensar en un precio prohibitivo, Caña mantiene un ticket medio de entre 25 y 30 euros por persona, siendo la hamburguesa su producto más caro con un precio de 17 euros. Esto lo convierte en una oportunidad única para degustar una cocina de altísimo nivel, mientras se disfruta del animado ambiente navideño.
La llegada de Caña al Mercado de Nuevos Ministerios no solo es una propuesta gastronómica, sino una experiencia. Tanto que este foodtruck se está convirtiendo en un punto de encuentro para los amantes de la buena comida, quienes de paso hacen las primeras compras navideñas.
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La Cabra de Adviento sueca que lucha por sobrevivir cada Navidad
Imagina una gigantesca cabra de paja de 13 metros de altura y 7 toneladas, erigida orgullosamente en la plaza central de una pintoresca ciudad, que tiene como misión encarnar el espíritu navideño y atraer a locales y turistas para disfrutar de su magia festiva.
Pues esta cabra se llama Gävle Goat y se ha convertido en uno de los símbolos más queridos de la ciudad. Su construcción, el primer día del Adviento, marca el inicio oficial de la temporada navideña, y su inauguración es uno de los eventos más esperados del año porque reúne cientos de locales y turistas se reúnen en un ambiente muy alegre, lleno de música y luces navideñas. La cabra se transforma en un punto de encuentro, un lugar para tomar fotografías y vivir el espíritu navideño en comunidad. Un evento que con los años, se ha consolidado como un reclamo turístico que pone a Gävle en el mapa, atrayendo visitantes de todo el mundo.
Pero, cada año, el Gävle Goat (o Gävlebocken, en sueco) enfrenta un destino incierto. No por las inclemencias del tiempo, sino por su enemiga más temida: la acción de los vándalos. ¿Qué es lo que hace que esta cabra sea un imán tanto para la festividad como para el sabotaje?
El origen de la cabra y la tradición de quemarla
Todo comenzó en 1966 en Gävle, una ciudad al norte de Estocolmo. Con el deseo de atraer visitantes durante la temporada navideña, un grupo de comerciantes locales decidió construir una enorme cabra de paja, un símbolo tradicional de la Navidad escandinava.
El primer año fue un éxito, hasta la Nochevieja, cuando alguien prendió fuego a la cabra, reduciéndola a cenizas. Este incidente inesperado dio inicio a una tradición no oficial: ¿podría el Gävle Goat sobrevivir la temporada navideña o caería víctima del fuego?
Desde entonces, el Gävle Goat ha vivido una vida generalmente corta pero llena de adrenalina, enfrentando intentos anuales de destrucción. La motivación detrás de estos actos es variada: algunos lo ven como un desafío, otros como una broma, y hay quienes simplemente quieren “mantener viva” la tradición del sabotaje.
Los perpetradores van desde jóvenes bromistas hasta personas organizadas con estrategias dignas de una película. En 1973 fue robada por un hombre que la colocó en el patio de su casa y que posteriormente fue sentenciado a dos años de prisión por robo agravado. En 2005, dos hombres vestidos de Santa Claus y elfos lograron incendiarla con una flecha con fuego.
La cabra ha enfrentado otros peligros a lo largo de los años: en 1976 fue atropellada por un coche y en varias ocasiones, incluso ha sido desmantelada y robada por partes.
Los años en los que la cabra ha sobrevivido
Aunque la mayoría de los años la cabra ha terminado reducida a las cenizas, hay años en los que el Gävle Goat ha salido victoriosa, sobreviviendo hasta después de Año Nuevo. Sus años “afortunados” han sido 19 en total (1967,1968, 1981, 1988, 1990, 1993, 1994, 1996, 1997, 2002, 2006, 2007, 2010, 2014, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2022), principalmente gracias a los esfuerzos de vigilancia ciudadana.
Sin embargo, incluso en los años en los que la cabra “sobrevive”, siempre está en un estado constante de peligro.
Las iniciativas que han surgido para protegerla
La ciudad de Gävle y sus habitantes han hecho grandes esfuerzos para preservar a su cabra. Cada año, se instalan cámaras de seguridad, cercas protectoras y se organiza patrullaje constante. Además, se han introducido materiales ignífugos en su construcción.
La comunidad local también ha impulsado campañas creativas para promover la cabra como un símbolo de unidad. Por ejemplo, en 2020, se utilizó tecnología digital para que el Gävle Goat estuviera presente en celebraciones virtuales. Además, cada año se organizan eventos alrededor de la cabra, como mercados navideños y conciertos, que refuerzan su valor como emblema festivo. La pregunta obvia que surge es ¿sobrevivirá la cabra a la Navidad de 2024? En breve lo sabremos.
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