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la fiebre global mueve ya casi tanto como su industria del acero
Todos hemos visto anime. Todos, sin excepción. “No, yo es que tengo 60 años, eso me ha pillado viejo”, no, Jose Miguel, no es así. Tú también has visto anime. Seguramente hayas visto ‘Arupusu no Shōjo Haiji’, ‘Haha o Tazunete Sanzenri’ o ‘Majingā Zetto’. ¿Cómo? ¿No te suenan? Espera, quizá si te digo que has visto ‘Heidi‘, ‘Marco‘ o ‘Mazinger Z‘ la cosa sea diferente.
La animación japonesa es mucho más influyente de lo que pensamos. Es, de hecho, una industria multimillonaria. La industria del entretenimiento japonesa (videojuegos, anime y manga) exporta anualmente contenido por valor de 4,7 billones de yenes, unos 27.734 millones de euros. Estamos hablando de una industria que se queda poco por debajo de la de los semiconductores (5,7 billones de yenes) y la del acero (5,1 billones). ¿Los motivos? Varios.
PD: La serie sobre estas líneas es ‘Sakamoto Days’ y se estrena el año que viene. El manga ya está en serialización y merece muchísimo la pena.
El crecimiento post-pandemia. La COVID-19 nos encerró a todos y no fuimos pocos los que nos refugiamos en el anime. De hecho, si se ha notado un crecimiento importante desde 2020 hasta ahora y, más concretamente, desde 2021-2022 hasta hoy, no es cosa nuestra. Los datos están ahí.
Según detalla el Anime Industry Report 2023 de la Association of Japanese Animation (AJA), “el mercado de la industria del anime en 2022 alcanzó el 106,8% del año anterior, que había sido entonces el más alto registrado, con un aumento de 185.500 millones de yenes”. Entre 2013 y 2022, la industria creció un 198%, que se dice pronto. En 2023, la industria había crecido hasta alcanzar los tres billones (billones, sí) de yenes.
Salir fuera. El mercado internacional ha sido capital para este crecimiento. La AJA lo califica como “el motor de esta evolución”, y no es para menos. Además, las plataformas de streaming se han lanzado a emitir anime, desde Netflix a HBO, pasando por Prime Video y hasta Disney+. Sí, ya existía Crunchyroll, la meca para los que disfrutamos de este género, pero la realidad es que Crunchy, AnimeBox y compañía no son tan populares y masivas como… Netflix, sin ir más lejos.

Satoru Gojo, personaje de ‘Jujutsu Kaisen’ (y dueño de mi corazón) | Imagen: MAPPA
Para hacernos una idea de lo importante que ha sido el mercado internacional para la industria del anime, un par de datos. En 2013, el mercado internacional generó 283.300 millones de yenes. En 2019, año de la pandemia, la cifra fue de 1,2 billones. En 2023, ha sido de casi 1,5 billones. Si sumamos el resto del entretenimiento, a saber manga y videojuegos, la cifra se coloca en los 4,7 billones de yenes que mencionábamos anteriormente.
¿Eso qué significa? Que el mercado internacional es tan, pero tan importante para la industria del anime que solo 9.300 millones de yenes, un 0,6%, lo separa del mercado nacional. El culpable de que los locales ganen, por cierto, es el entretenimiento en vivo, una industria que Japón tiene intención de explotar pero cuyos planes se vieron frustrados por, efectivamente, la COVID-19, según el ya mencionado informe.

‘DanDaDan’ es uno de los animes que más fuerte están pegando ahora mismo, y con razón. Es muy tontorrón, pero realmente divertido | Imagen: Netflix
El futuro. Japón es una de las diez economías más importantes del mundo, pero también es uno de los países con más deuda. Concretamente, 1.300 billones de yenes. 7.836.751.000.000 euros o 130,6 veces lo que Microsoft pagó por Activision Blizzard, por si nos ayuda a tener una mejor idea. ¿Qué industria está creciendo a pasos agigantados y tiene potencial para ayudar a reducir esa cifra? Efectivamente, el anime.
Bajo la estrategia Cool Japan, el país nipón tiene intención de convertir su industria del entretenimiento en el motor de su economía. El gobierno pretende ampliar el mercado hasta los 20 billones de yenes (118.000 millones de euros), superando así a los 13 billones que genera la industria del motor. Esta estrategia también contempla todo lo relacionado con la cultura japonesa, como la gastronomía, la moda o el turismo. En general, Cool Japan aspira a generar 50 billones de yenes, casi 300.000 millones de euros, para el año 2033.

‘Chainsaw Man’ es de esos animes que parten de una premisa muy básica, pero que cuando coge carrerilla se pone muy interesante | Imagen: Espinof
Un win-win. Que las plataformas de streaming se hayan lanzado a publicar anime no es casualidad. El público lo demanda y trae suscriptores. El anime llega más lejos, las plataformas se benefician, win-win.
Netflix, es, sin duda, la plataforma mainstream que más fuerte está apostando por el género con títulos como ‘Cyberpunk: Edgerunners‘, ‘Hunter x Hunter‘, ‘DanDaDan‘, ‘Baki Hanma‘, ‘Naruto‘, ‘Ranma 1/2‘, ‘One Piece‘ a partir de Egghead, ‘Haikyiuu!‘, ‘Blue Eye Samurai‘, ‘Pluto‘ y ‘Jujutsu Kaisen‘, entre otros títulos. También tiene el live action de ‘One Piece’ que, de alguna forma, ha ayudado a evangelizar la obra de Oda a los no iniciados.
Prime Video también tiene cositas, como ‘Spy x Family‘, ‘Kimetsu no Yaiba‘, ‘My Hero Academia‘, ‘Dragon Ball Super‘ y ‘Attack on Titan‘. En el catálogo de Disney+ hay algunos títulos interesantes, como ‘Bleach‘, ‘Tokyo Revengers‘, la serie de ‘Sand Land‘ y ‘Summer Time Render‘. Max, por su parte, se ha quedado algo atrás y lo más potente, que es la reciente adaptación anime de ‘Uzumaki‘, empezó muy fuerte (y tanto, vaya barbaridad), pero tras el primer episodio, todo un ejercicio de cómo animar un manga, la serie ha ido cuesta abajo y sin frenos.

‘Attack on Titan’ es obligatoria. Tiene un par de giros de guion que te dejan del revés y la trama es muy interesante. El final, no obstante, es más discutible | Imagen: MAPPA
No todo es rosa. Aunque la industria del anime vive una suerte de época dorada, la realidad entre bambalinas es compleja. El anime es como la ciencia: no se hace, hay que hacerla. Hay que dibujar, animar, y eso no es algo que todo el mundo sepa hacer. Hay escasez de trabajadores cualificados, algo que tiene sentido si pensamos en que los salarios son bajos.
Un animador novel comienza como “genga man”, es decir, el que dibuja los fotogramas intermedios, las conexiones entre los fotogramas clave. Su salario en 2019 era equivalente a 12.000 dólares anuales, según detalla New York Times citando un informe de la AJA. Esa cifra no tiene en cuenta los freelance, que pueden cobrar incluso menos. Para algunos, el salario es de apenas 200 dólares al mes. Un animador bien pagado cobra una media de 40.000 dólares anuales, nada que ver con los 65-75.000 que cobra un animador de renombre estadounidense, por ejemplo.
Según explica The Asashi Shimbun, en Japón solo hay 6.000 animadores y muchos de ellos “se marchan debido a las malas condiciones de trabajo”. “El salario medio de los animadores es de alrededor de 1.300 yenes por hora, muy por debajo del promedio de 2.400 yenes de todas las industrias”, afirma el medio. En otras palabras, un animador japonés apenas cobra ocho euros la hora.

‘Dragon Ball Daima’ es de lo más reciente y está gustando mucho | Imagen: Netflix
Un problema estructural. El origen de este problema es la propia industria, que impide que el dinero llegue a los estudios. Tal y como explican desde The Asashi Shimbun citando información del Japanese Research Institute (JRI), “las productoras (de anime) recibieron sólo el 18% de las ventas nacionales de anime en 2022 y sólo el 6% de las ventas en el extranjero”. La mayor parte de los ingresos van a parar a empresas dedicadas a la planificación, la creación de contenidos originales, el marketing, la emisión y el streaming, afirman desde el medio.
En palabras de Yosuke Yasui, investigador principal del JRI, “muchas empresas están operando a duras penas, lo que las lleva a aceptar condiciones contractuales desfavorables y las atrapa en un ciclo de bajos beneficios”. Además, la cantidad de personas jóvenes deseando trabajar en la industria es tan alta que los estudios pueden mantenerse a flote sin tener que subir los salarios.

‘Kaiju No. 8’ es, actualmente, uno de los pilares de la Shonen Jump y su anime está muy bien. La animación es chulísima y la trama, aunque previsible, merece la pena | Imagen: Crunchyroll
Karoshi. Es un término que significa “muerte por exceso de trabajo” y es algo relativamente común en el mundo del anime y del manga. Es una industria en la que el crunch y las jornadas maratonianas están a la orden del día. Casos hay muchos, pero uno de los más recientes es el de Kentaro Miura, autor de ‘Berserk’. Falleció a sus 54 años debido a una disección aórtica aguda causada por el estrés y el exceso de trabajo.
Eiichiro Oda, autor de ‘One Piece’, pasó por un 2023 complicado. ‘One Piece’ tiene 1.130 episodios, es una obra a la que el autor ha dedicado su vida y eso pasa factura. En 2023, Oda reconoció que estaba en contacto permanente con su médico, al cual le enviaba todos los días sus datos de presión arterial. De acuerdo a su médico, era demasiado alta. En marzo de 2024, con el arco de Egghead en su punto álgido, Oda acabó tomándose un extraño descanso de tres semanas.
La mayoría de manga y episodios de anime se estrenan con una cadencia semanal, de ahí los plazos de entrega tan brutales
Son solo un par de ejemplos, pero si algo caracteriza a la industria del manga y el anime son los cortos plazos de entrega. No nos olvidemos de que la mayoría de capítulos de manga, con unas 15-20 páginas cada uno, se estrenan con una cadencia semanal, igual que los episodios de anime.
Unas 10.000 personas mueren al año por este Karoshi que, además, supone un tercio de los suicidios anuales en Japón.

‘Solo Leveling’ no es un manga, es un manwha (de Corea del Sur) y su anime se esperaba tanto que, cuando se estrenó, consiguió tumbar Crunchyroll | Imagen: Crunchyroll
IA. Ante esta situación (ansias de crecimiento, aumentos de volumen de producción, falta de mano de obra, salarios bajos y plazos absurdos), la industria está mirando con cierto interés a la inteligencia artificial generativa, una tecnología que podría relajar ciertos aspectos de la animación. No sin polémica, evidentemente.
K&K Design, un estudio de Nagoya, ha integrado la IA en su flujo de trabajo y, según la empresa, ha conseguido que procesos que antes tardaban una semana ahora lleven solo cinco minutos. Orange, otra empresa japonesa de Tokio, está usando IA para acelerar la traducción. De acuerdo a KrAsia, solo 14.000 de los 700.000 manga que existen se han traducido al inglés, no hablemos ya al español. El propio gobierno nipón está instando a los estudios a implementar IA en la industria en tanto que “la IA generativa puede contribuir a la creatividad en muchos aspectos de la producción de contenidos”.
Y para concluir, una recomendación:
Tienes que ver ‘One Piece’.
Imagen de portada | Toei Animation
En Xataka | Los 26 mejores animes de todos los tiempos y dónde verlos
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Mercedes tiene el motor que quiere revolucionar los coches eléctricos
Desarrollar un motor, fundar una startup y que te compre una empresa como Mercedes debe ser el sueño hecho realidad de cualquier ingeniero. Precisamente, es lo que ocurrió al fabricante británico YASA. En 2009, miembros de la Universidad de Oxford fundaron la empresa con un objetivo en mente: crear motores eléctricos de flujo axial. Tras conseguir clientes como Ferrari, Mercedes vio potencial y compró la empresa en 2021. Ahora han creado un motor “diminuto” capaz de entregar 1.000 CV.
En este tipo de motor, un campo magnético y la fuerza que hace girar el rotor se da en un sistema paralelo al eje de giro. Piezas como el rotor o el estator están dispuestas en forma de discos planos y enfrentados. En un motor radial tradicional tenemos el clásico cilindro con el estator fuera, el rotor girando dentro y el campo magnético va del centro hacia fuera.
Un motor eléctrico de flujo axial es un tipo de motor en el que el campo magnético y la fuerza que hace girar el rotor discurren paralelos al eje de giro. En uno radial, eso ocurre del centro hacia fuera. El radial es el que llevan los híbridos y eléctricos actuales, pero el de flujo axial llega como un contendiente para revolucionar el interior de los coches de nueva energía gracias a una ventaja clave: el espacio.
Los axiales son más pequeños porque todos los elementos son platos unos sobre otros, lo que permite que sean mucho más planos y ligeros, así como capaces de desarrollar mucha potencia. A base de pulir su proceso de diseño, YASA afirma que han conseguido un motor de última generación capaz de conseguir 1.000 CV.
El motor de los 1.000 CV para revolucionar los eléctricos
Fue hace unos meses cuando la filial de Mercedes-Benz anunció un prototipo de motor axial que, con apenas 12,7 kg de peso, es capaz de entregar una potencia pico de 750 kW. Eso se traduce en los mencionados 1.000 CV y la relación de potencia es de 59 kW/kg.


El equipo supera el récord que también ostentaban, el de la densidad de 42 kW/kg con un total de 55 kW que, además, pesaba unos gramos más, alcanzando los 13,1 kg. Claro, esa es la potencia pico, ya que desde la propia YASA aseguran que el objetivo es que este nuevo motor pueda ofrecer una potencia continuad e entre 350-400 kW (unos 530 CV).
Según el equipo, han logrado ese aumento de potencia gracias a mejoras tanto en el diseño como en la disipación térmica, haciendo que el motor sea más eficiente y constante y sin emplear “materiales exóticos” para lograr esas mejoras en la disipación y rendimiento. Tim Woolmer, CEO y fundador de YASA, afirma que su creación “cambiará el juego en el sector automotriz de alto rendimiento”.
Porque… sí, este motor no está enfocado al coche eléctrico de calle en estos momentos. Es en el mundo de las altas prestaciones donde un motor así de compacto y potente tiene todo el sentido. Cuando menos pese y menos ocupe, más se reduce la masa y el volumen del sistema de propulsión, permitiendo chasis más eficientes y baterías más grandes que mejoren la autonomía final.
¿Ejemplos de coches que ya montan motores de YASA? El Ferrari SF90 Stradale con tres motores YASA que suman 217 CV y sirven de apoyo al V8 térmico para lograr 987 CV totales, el Ferrari 296 GTB con un motor YASA de 165 CV en el eje trasero, el Koeningsegg Regera con tres motores YASA que aportan 700 CV o el Lamborghini Revuelto don dos YASA en el eje delantero. La propia Mercedes -AMG también se aprovecha de su tecnología en el GT Coupé de cuatro puertas.
Ahora bien, el interés que tiene esto para el usuario de a pie es que estas innovaciones tienen el potencial de terminar llegando a los utilitarios. Actualmente, conducimos coches con tecnologías heredadas tanto de la competición como de los superdeportivos, y motores escalables, fáciles de producir en masa y que tengan una buena relación entre el peso, la potencia que despliegan y el espacio que ocupan es algo atractivo para la industria de la automoción.
¿El problema? Precisamente, la gran virtud de este motor: que supone un cambio de paradigma. Las plataformas de construcción se han optimizado para los procesos de fabricación de motores radiales y cambiarlo todo para que se adapten a un motor de flujo axial implicaría una inversión considerable.
Para el mundo del alto rendimiento, estos motores ya son una realidad, pero para el coche de diario aún se siente algo lejos.
Imágenes | YASA
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La Virgen se apareció dentro de un volcán de la Garrotxa. Así que levantaron una de las ermitas más especiales del mundo
Confieso que una de las construcciones que más me fascinan es la de la ermita. Las hay tan espectaculares como la de Virgen del Castillo en Chillón, pero otras son cuatro paredes casi destartaladas en lugares remotos (o encerrada en una rotonda madrileña). Están dispersas por nuestra geografía, a veces extremadamente ocultas, hasta el punto de que hay una que corona un paisaje espectacular. Es la ermita de Santa Margarida de Sacot, en la Garrotxa.
Y está en el centro del cráter de un volcán.
Volcán de Santa Margarida. De entre todas las zonas volcánicas de la península ibérica, la de la Garrotxa es de las más espectaculares. Como en otras zonas volcánicas, podemos ver perfectamente los conos de los volcanes que entraron en erupción hace miles de años. Pero, a diferencia de lugares como Campo de Calatrava, la Garrotxa está teñida de verde gracias a su vegetación.
Se estima que la actividad volcánica en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa se dilató desde hace 700.000 años hasta hace 8.300, siendo el volcán Santa Margarida uno de los más jóvenes de los 40 conos que conforman la zona. A vista de dron, el volcán es imponente, pero llama la atención que el interior del cráter es un prado sin árboles y tiene un edificio justo en el centro.
Quedaría bien una ermita. Los lugares de culto no se suelen plantar en un sitio al azar y, como reza la tradición, la ermita que comparte nombre con el volcán se levantó cuando alguien descubrió algo milagroso: una imagen de la virgen tallada en el alabastro en el interior del cráter. Estaba claro: había que construir un edificio para honrar tal milagro.
Aunque la primera referencia documentada de la ermita es de 1403, cuando se destinó un dinero para mantener la capilla, se estima que este edificio románico se habría levantado en algún momento del siglo XIII.

La estampa es imponente
Al traste la iglesia. El milagro de la virgen no pudo repetirse para salvar la ermita de los efectos de unos terremotos que sacudieron la zona en 1428. Conocidos como “Terratrèmol de la Candelera”, una serie de temblores con una magnitud estimada de entre 6,5 y 7,3 tumbaron varios edificios, siendo la ermita de Santa Margarida uno de los que terminó mal parados.
Algo se salvó: la imagen de la virgen tallada en alabastro, que se conserva actualmente en Museo Diocesano de Girona. En 1865 se decidió que había que hacer algo con el lugar y reconstruyeron la ermita. Lo hicieron levantando una estructura de una sola nave que conserva algo de la original: el ábside semicircular y el porche, y dentro de la misma, una réplica de la talla de alabastro.
Profundo simbolismo. Desde entonces, y como estuvo haciendo durante 400 años, la ermita de Santa Margarida gobierna el centro del volcán homónimo y es parte del Parque Natural. Si te sientes con ganas, puedes visitarla, pero tendrás que hacer algo de senderismo. El coche se deja en el borde del volcán y toca seguir a pie por un sendero bien señalizado hasta alcanzar los 766 metros de altitud.


Ese es el perímetro del cráter, de 2.000 metros, y para llegar a la ermita, toca descender un poco hasta los 682 metros, donde por fin tenemos el lugar de culto rodeado por un verde prado. Para muchos, seguro que simplemente es otro lugar fascinante de nuestra geografía, pero para otros tantos es posible que pararse en ese sitio despierte los sentimientos que llevaron a quienes levantaron la ermita en la Edad Media: una profunda conexión con lo divino.
Lo que es evidente es que, tengamos esa conexión o no, el paisaje es imponente y ver una construcción en el centro de un cráter volcánico es una imagen poderosa. Y si no hay mucho turismo, un momento de retiro y desconexión con el día a día cotidiano.
Imágenes | Jordiferrer, Carquinyol from Badalona
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estar ganando una cantidad indecente de dinero
La transformación de Rheinmetall desde un contratista más del ecosistema militar europeo hasta una superpotencia industrial con márgenes superiores al 20% refleja la nueva realidad de un continente que ha pasado de la austeridad defensiva a la reactivación masiva de su base militar.
Y aquí le ha surgido un problema a la compañía: ganar demasiado dinero.
Un gigante impulsado. Mientras Alemania se compromete a reconstruir el mayor ejército convencional de Europa, la empresa ha multiplicado su peso gracias a una integración vertical casi total: fabrica munición completa, desde la vaina hasta el propelente, y puede producir a un ritmo que deja atrás a sus competidores.
Esa escala le ha permitido pasar de márgenes del 5% en la década anterior a cifras cercanas al 19%, con el objetivo declarado de alcanzar un 30% en su negocio de munición para 2030. La paradoja es evidente: cuanto más produce para reforzar la seguridad europea, más se aproxima a niveles de rentabilidad que pueden resultar incómodos para gobiernos que financian estas compras con dinero público.
Tan rentable que amenaza con volverse insostenible. La paradoja la explicaba esta semana Bloomberg. El riesgo para Rheinmetall no es una eventual paz en Ucrania, sino ganar demasiado. El plan para quintuplicar ingresos hasta 50.000 millones de euros al final de la década, junto a un beneficio operativo potencial de 10.000 millones anuales, plantea preguntas de fondo: ¿cómo reaccionarán los contribuyentes cuando una empresa armamentística privada obtenga beneficios comparables a los de un gigante tecnológico?
Rivales como BAE están ampliando sus fábricas, lo que podría equilibrar el mercado y presionar los precios. Y en paralelo, economistas y analistas recuerdan que las industrias de defensa tienen un “umbral aceptable” de beneficio antes de que surjan propuestas de impuestos extraordinarios o controles regulatorios. A diferencia de otros actores europeos parcialmente estatales, Rheinmetall está totalmente en manos privadas, lo que significa que la impresionante revalorización del 1.400% desde 2022 apenas ha beneficiado a la ciudadanía alemana.
La apuesta por la automatización. El crecimiento desbocado se apoya en una ola de inversiones: más de 8.000 millones para nuevas fábricas de munición y pólvora en Europa del Este, líneas automatizadas capaces de producir 350.000 proyectiles al año con apenas 120 trabajadores y una expansión estratégica hacia el ámbito naval tras adquirir Lürssen.
Rheinmetall ambiciona convertirse en el proveedor principal de armamento de la OTAN en Europa (hasta un 25% del gasto aliado) y busca replicar su modelo industrial en sectores tradicionalmente menos rentables, como el naval. Sin embargo, esta robotización intensiva plantea otra contradicción política: el gran auge presupuestario de la defensa no se traduce en el aumento de empleo que muchos gobiernos habían prometido.
Futuro impredecible. La pregunta clave para los analistas es cuánto tiempo podrá sostener Rheinmetall un crecimiento y unos márgenes que superan ampliamente los de cualquier otro fabricante occidental de armas sin despertar un contraataque político, fiscal o competitivo. Si la empresa continúa acumulando beneficios récord mientras escala para dominar la industria europea, los Estados podrían exigir precios más bajos, imponer nuevas reglas o forzar una mayor participación pública en el sector.
En la nueva economía de guerra europea, donde seguridad y rentabilidad conviven, Rheinmetall se ha convertido en símbolo de un dilema mayor: la línea cada vez más fina entre la necesidad urgente de rearmarse y la incomodidad de financiar beneficios privados extraordinarios con fondos estatales.
Imagen | włodi
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