Ruth Lechuga fue una doctora, fotógrafa y coleccionista que dedicó su vida a reunir objetos de la cultura popular mexicana y abrió un museo para que la gente pudiera admirar su colección
Entre los cientos de museos que encontramos en la CDMX hay uno muy particular que guarda tesoros de la cultura popular mexicana y muestra las piezas de una coleccionista que dedicó gran parte de su vida a recopilar objetos de la cultura indígena de nuestro país. Aquí te contamos sobre el Museo Casa Ruth Lechuga, uno de los más curiosos e interesantes que podemos encontrar en la capital mexicana, con un tesoro cultural único en su tipo.
Ruth Lechuga llegó a reunir más de 10,000 artesanías mexicanas./Imagen Artes de México Facebook
La colección de la doctora Lechuga llegó a tener más de diez mil piezas entre máscaras, textiles, cestas, muñecas, juguetes, nacimientos, objetos de madera y muchos otros, todos fabricados por artesanos de los diferentes pueblos originarios de México. Estos objetos fueron recopilados durante 60 largos años y son una muestra del arte de las culturas de nuestro país.
La coleccionista ganó renombre gracias a su afición y a su estudio./Imagen Artes de México Facebook
En 1956 la familia de Ruth Lechuga se muda a un departamento del Edificio Condesa, donde la coleccionista empezó a colocar los objetos que obtenía en sus viajes por los diferentes lugares del país. Después de que su hermano se casara, ella quedó sola en el departamento y decidió hacerlo un museo para que la gente pudiera contemplar su increíble colección.
Sobre la vida de Ruth Lechuga
Ruth Deutsch Reiss, mejor conocida como Ruth Lechuga, nació en Viena, la capital de Austria, en 1920. Se distinguió en su labor como doctora, investigadora, fotógrafa y coleccionista y llegó a México en 1939 por la persecución nazi de la Segunda Guerra Mundial. Así, hizo su hogar en nuestro país nacionalizándose como mexicana en 1954.
La colección se formó a lo largo de 60 años./Imagen El Cine que no vemos Facebook
Trabajó como enfermera en la Cruz Roja y estudió Medicina en la Universidad Autónoma de México y entre otras cosas, se enamoró del arte popular mexicano. En un principio realizaba viajes a las diferentes regiones del país para acompañar a su padre, y ya fuera por carretera, en avioneta o en mula, Ruth Lechuga visitaba los diferentes pueblos sin importar que algunos de ellos resultaran casi inaccesibles.
El museo está en el antiguo departamento de Ruth Lechuga, en el Edificio Condesa./Imagen México Secreto Guiado Facebook
Se apasionó por el arte mexicano y se dedicó a visitar los diferentes mercados y zonas arqueológicas del territorio. La dedicación de la doctora es notable. Al preguntarle cuál era su pieza favorita ella contestaba que todas o la última que había adquirido. Ruth Lechuga murió en octubre de 2004 y antes de su muerte donó su colección al Museo Franz Mayer, que se encargó de catalogarla y de presentar algunas exposiciones con los objetos.
Una colección inigualable
Ruth Lechuga se enamoró del arte y el pensamiento mágico-religioso de la cultura popular mexicana, que para ella es tan diferente de las tradiciones y el pensamiento europeo. Así conseguía diferentes objetos para recordar cada lugar que visitaba. Se dedicó a investigar sobre las diferentes técnicas artesanales y sobre las creencias de los diferentes pueblos indígenas.
La doctora reunió piezas de cada región del país./Imagen Museo Franz Mayer Facebook
Durante mucho tiempo colaboró con instituciones como el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, el Instituto Nacional Indigenista o el Museo Nacional de Artes e Industrias Populares. Ruth Lechuga también fue una fotógrafa distinguida y se dedicó a retratar a la cultura mexicana y llegó a reunir un total de 20 mil negativos en su fototeca.
Visita al museo
El departamento de Ruth Lechuga convertido en Museo puede ser visitado, de preferencia con una cita previa. En algún momento se amplió con la adquisición de otro departamento para la exhibición de la colección de objetos sorprendentes.
La austriaca se enamoró de la cultura mexicana./Imagen Escuela Nacional de Cerámica Facebook
El museo Franz Mayer tiene un espacio dedicado a la célebre coleccionista./Imagen Centro de Estudios Ruth D. Lechuga Instagram
El Museo Casa Ruth Lechuga está en: Pachuca S/N, Edificio Condesa, entrada 8, departamento 6, Col. Condesa, cerca de las estaciones del metro Chapultepec y Sevilla de la línea 1.
Te puede interesar
Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com
Este domingo 9 de marzo, agentes del Servicio Secreto dispararon a un hombre armado que se encontraba a las afueras de la Casa Blanca.
Un domingo bastante movido para el Servicio Secreto de los Estados Unidos. Y es que este 9 de marzo, la agencia federal tuvo que confrontar a balazos a un hombre que se encontraba armado a las afueras de la Casa Blanca.
Un hombre armado resultó herido afuera de la Casa Blanca. Foto: Getty Images
Un hombre armado resultó herido afuera de la Casa Blanca, en Estados Unidos
A través de un comunicado (citado por TMZ), el Servicio Secreto detalló que el pasado sábado 8 de marzo recibieron un reporte por parte de la policía local por un hombre –el cual creen que tenía tendencias suicidas– que había viajado desde Indiana a Washington D.C. a última hora.
Los agentes de la agencia estadounidense se dieron cuenta que ese hombre estaba estacionado junto a un edificio directamente al lado de la Casa Blanca. Cuando se le acercaron, el hombre sacó un arma de fuego y “se produjo un enfrentamiento armado, durante el cual se dispararon tiros”.
Esto luego de un enfrentamiento con agentes del Servicio Secreto. Foto: Getty Images
Esto luego de un enfrentamiento con agentes del Servicio Secreto
En el comunicado, el Servicio Secreto mencionó que el hombre en cuestión resultó herido en el enfrentamiento y tuvo que ser trasladado a un hospital local, donde se desconoce su estado de salud.
Por su parte, ninguno de los agentes del Servicio Secreto resultó herido y la situación ya es investigada por las autoridades estadounidenses, quienes indagarán sobre las intenciones de este sujeto de andar armado afuera de la residencia presidencial.
El comunicado del Servicio Secreto sobre lo ocurrido.
Te puede interesar
Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com
Redactora de música, entretenimiento y noticias. Llevo siete años en medios de comunicación y he tenido la oportunidad de conocer, entrevistar y escuchar en vivo a mis artistas favoritas.
More by Stephania Carmona
La nueva muestra del MUAC nos enseña la forma en la que un artista conceptual percibe la CDMX.
El artista Dennis Oppenheim amaba recorrer las calles de la Ciudad de México, particularmente sus mercados. Visitó una multitud de lugares que no sólo lo impresionaron sino que lo inspiraron a crear poéticas plásticas y una exposición llamada Materialidad del Consumo, que en estas fechas se presenta en el MUAC.
Y es que más que una muestra, plagada de colores, texturas y esculturas de diferentes dimensiones, Materialidad del Consumo es algo así como un viaje íntimo a la verbena cotidiana de la capital mexicana; esa que tiene que ver con nuestros hábitos de consumo y con el comercio popular.
La nueva exposición del MUAC /Imagen Wikipedia.
Esta exhibición es también un homenaje necesario a uno de los artistas estadounidenses más interesantes del sigloXX. Oppenheim fue uno de los grandes referentes del arte conceptual, cuya obra siempre desafió las formas tradicionales de y nos permitió indagar en el verdadero significado de las cosas.
La expo se presentará hasta el 6 de abril en el famoso recinto del CCU, y es sin duda, una buena oportunidad para disfrutar estos días de calor con una bebida fría y mucho arte.
Reflexiones sobre Dennis Oppenheim
“La mayor parte de mi trabajo provine de un grupo de ideas, de las sólo uso un pequeño fragmento. En ese sentido, el Land Art me ha permitido explorar, conceptos fuertes capaces de mutar.”
Nacido el 6 de septiembre de 1938 en Washington, Oppenheim fue hijo de dos migrantes rusos que le heredaron una manera particular de percibir la existencia. Creció en un barrio de clase trabajadora de California, y desde niño supo que se quería dedicar al arte.
Uno de los referentes del Land Art. /Imagen Wikipedia
Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de California, pero nunca se sintió cómodo. Por eso se mudó en 1966 a Nueva York, la ciudad donde logró desarrollarse como artista y encontrar su voz creativa. Ahí tuvo la oportunidad de conocer a grandes exponentes del arte contemporáneo y forjar una carrera prolífica y original.
En la década de los 70 fue uno de los precursores del arte conceptual y del land art, un movimiento de vanguardia que involucraba directamente las obras de arte con el paisaje y la atmósfera.
En ese sentido, sus obras son más bien una experiencia sensitiva que nos permite revisitar, a través de los objetos de la vida cotidiana, lo que sabemos del presente.
Una Instalación que desafía es estatus quo/Imagen Wikipedia
Entre sus piezas más destacadas, vale la pena mencionar Dispositivo para obrar maldonde podemos contemplar literalmente una iglesia de estilo Nueva Inglaterra construida al revés. Con la punta del campanario clavada al suelo, y las puerta de entrada flotando en las alturas, suspendida en el tiempo.
Sobre Materialidad del Consumo
En 1998 Dennis hizo una exposición para el Museo Carrillo Gill que consistió en la instalación de siete paisajes visuales inspirados en los símbolos sociales y culturales de la CDMX y en el famoso surrealismo mexicano.
Los materiales de cada pieza se sacaron de los mercados, tlapalerías y bodegas industriales. Estas esculturas modernas dialogan con la identidad nacional y su relación con la globalización. En ese sentido, las esculturas nos permiten reflexionar sobre las capas simbólicas con las que convivimos todos los días.
Se usaron materiales del mercado. /Imagen MUAC Facebook
En la exposición podremos no sólo contemplar las piezas, de colores, formas, texturas y materiales diversos, como el plástico, sino que podremos sumergirnos en la atmósfera folclórica de la capital desde la mirada de uno de los artistas contemporáneos más disruptivos.
Para entender los pormenores de su paso por la CDMX, basta recorrer los nombres de las piezas: Cuatro famosos edificios históricos españoles, Quisco, Ángeles y Sombrero con halo.
Esta muestra se hizo en 1998./Imagen MUAC Facebook
Finalmente, la muestra es que nos permite ver cómo nos ven. Y es que antes de su muerte en 2011, Dennis Oppenheim transformó para siempre nuestra relación con los huacales y hasta las pequeñas jotas inadvertidas que aparecen en los tianguis los domingos.
¿Cómo, cuándo y dónde?
Fecha: Estará hasta el 6 de abril
¿Dónde? Museo Universitario de Arte Contemporáneo.
Dirección: Avenida Insurgentes Sur 3000, Coyoacán.
Costo: $40
*El museo está abierto de Miércoles a domingo.
Te puede interesar
Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com
La paella se come desde el siglo XV. Este platillo es un viaje en sí mismo y en la CDMX hay lugares que saben cómo prepararla.
Si hay algo claro de la CDMX, es que aquí se puede comer muy bien. Además de ofrecer lo mejor de la gastronomía mexicana, en esta ciudad pueden encontrar sabores, restaurantes y platillos de muchos lugares, como por ejemplo, España un país con una inmensa tradición culinaria, en la que existen obras de arte como los pinchos, la tortilla y por supuesto la paella.
Más que un plato, hecho con arroz y azafrán, la paella es un viaje en sí mismo. Una travesía de especias, verduras y proteínas que nos permite probar la cultura de Valencia, una provincia al este de España, donde se mantienen vivas las recetas y las influencias árabes que llegaron a la Península Ibérica en otros siglos.
La paella es originaria de Valencia/Imagen Unsplash
Hoy en día, además de ser quizá la gran exponente de la cocina de española, la paella es también el pretexto para sentarnos juntos en una mesa grande y compartir algo más que la comida deliciosa.
La insospechada historia de la Paella
Para entender la evolución de este platillo, habría que empezar por la etimología del vocablo. Algunas versiones sugieren que paella proviene del latín “patella” que se traduce como sartén. Hay quienes aseguran que esta palabra se usaba en la antigüedad para designar cualquier comida que pasara por el fuego.
Otras teorías plantean que tanto la palabra como la receta nacieron gracias a un cocinero que quería conquistar a una mujer y que en realidad el topónimo nació como un atajo de “para ella”.
Hay diferentes teorías sobre el origen del nombre-/Imagen Unsplash
Lo que sí es una certeza es que la paella era se comía en las zonas rurales de Valencia desde el siglo XV. Los expertos sostienen que los campesinos lo preparaban porque era fácil de cocinar y sobre todo porque podían usar los ingredientes que tenían a la mano, y no desperdiciar nada.
La paella se cocinaba para la cena, a fuego lento. Su receta consistía en mezclar muchos vegetales, azafrán, arroz, aceite de oliva y distintos tipos de proteínas como res, pollo, conejo y cerdo. El secreto era acompañar el proceso con hojas de naranjo, para dar un toque único.
Lugares para comer Paella
Dicho lo anterior, y porque hay que comer rico todos los fines de semana, aquí les dejamos una selección de restaurantes de la CDMX, donde se prepara la mejor paella. Algunos de estos establecimientos han logrado domar la receta tradicional y otros la han fusionado con ingredientes mexicanos; cada quien decide cuál es la que más le gusta.
Fundado en 1863, en uno de los palacios más bonitos del Centro Histórico, este restaurante es un ícono en lo que a comida sofisticada, de corte muy tradicional, se refiere.
Un establecimiento típico del Centro./Imagen Casino Español Instagram
En este sitio la paella es más bien una obra de arte protagonizada por un arroz cuyas especias huelen a kilómetros y proteínas frescas que son perfectas para maridar con un buen vino ibérico.
Si lo que se busca es regresar a las raíces clásicas de la paella, nada como un restaurante enfocado totalmente en al comida española.
Este restaurante tiene tres sucursales. /Imagen Bulla Instagram
Aquí encontraremos una colección de platillos típicos como croquetas de jamón serrano, gazpacho y una paella gigante llena de camarones, mejillones y sabores que nos hacen sentir en el campo de Valencia.
Además de tener una estupenda colección de platillos españoles, como un buen plato de lentejas, este restaurante nos ofrece recetas del mediterráneo que no hay en otro lugar de la ciudad.
Un restaurante en donde todos los platillos saben a España. /Imagen Castizo Instagram
Su paella es un mosaico de influencias, desde la presentación hasta el sabor, todo está pensado para comer delicioso.
Eh aquí el clásico bar de tapas español en el corazón de Polanco. Todo lo que hay en el menú es un pedazo de historia, un homenaje a las recetas casetas de antaño.
La especialidad de la casa es la paella con mariscos. /Imagen Jaleo Instagram
En Jaleo hay posibilidad de probar la clásica paella de mariscos. Para probarla ee puede ir al establecimiento o incluso pedirla a domicilio.
Un clásico capitalino, que desde hace 35 años, nos ofrece una paella divina protagonizada por ingredientes como chorizo, mejillones, camarones y hasta almejas que se deshacen en la boca.
Aquí hay paella todos los findes de semana-/Imagen Barranca Valenciana Instagram
En este restaurante de Coyoacán, la paella se prepara todos los fines de semana, y se acompaña con tortas de jamón serrano o chorizo.
Se trata de una iniciativa que mezcla magistralmente lo mejor de la gastronomía española con nuevos elementos. En la barra encontraremos tapas, mariscos, arroces (algunos negros) y paella con un toque autoral. Su paella es única, una sinfonía exquisita que mezcla especias y muchas proteínas.
Una paella con sabor autoral. /Imagen Barra de Fran Instagram
Te puede interesar
Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com