Por acá les vamos a contar una noticia súper interesante y que es considerada como “histórica” por un par de cosas, como el hecho de que las piezas del friso del Partenón regresen a Grecia o el acercamiento entre el Vaticano y la Iglesia ortodoxa.

Y todo a raíz de la decisión del papa Francisco, quien en diciembre de 2022 dijo: “¡Va! Vamos a regresar 3 piezas del friso del Partenón a Grecia” —o sea, no lo dijo así literal, pero pues no está mal pensar que sucedió de esa manera.

El friso del Partenón y las piezas milenarias que el Vaticano regresará a Grecia

Como saben, el Partenón es uno de los más grandes símbolos de la cultura griega, es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad y nada más para que calen: tiene 2 mil 400 años de antigüedad.

Por sus lares ha pasado de todo: guerras, invasiones, revoluciones y… saqueos. Estos últimos diezmaron la estructura de este templo dedicado a la diosa Atena (Atenea), la protectora de Atenas, la capital de Grecia.

Y a más de 2 mil años de su edificación, Grecia está buscando que las piezas del Partenón —ubicado dentro de la Acrópolis— regresen, como una manera de reunificar el legado cultural.

Peeeero, sus esfuerzos no han dado mucho resultado que digamos. Hasta ahora que el Vaticano anunció que va a regresar 3 piezas del friso del Partenón, que formaron parte de la colección de los Museos Vaticanos desde el siglo XIX.

Y aquí empieza la cadena de historicidad, ya que esta decisión —de alguna manera— acerca al Vaticano con la Iglesia ortodoxa, en un intento por estar más en contacto.

(En cuestión del mero simbolismo, las piezas del Partenón serán entregadas a Jerónimo II, el líder de la Iglesia Ortodoxa griega, el 24 de marzo de este 2023).

Eso es por el lado del protocolo y la relación entre instituciones religiosas. La otra es que esta entrega abre la puerta para que otras naciones —como Reino Unido, cof, cof— regresen las piezas del Partenón a Grecia.

¿Qué piezas regresará el Vaticano al Partenón en Grecia?

Son 3 fragmentos de mármol que formaban parte del friso (la parte ancha del centro del entablamento) del templo.

Una de estas piezas representa la cabeza de un caballo. Formaba parte del frontón occidental del Partenón, en la que se representa la lucha entre Atenea y Poseidón por el Ática.

Otra pieza es un relieve con la cabeza de un niño. Un personaje que forma parte de la representación de la procesión de las Panateneas (la fiesta en honor a Atenea).

Y la última pieza es la cabeza de un hombre con barba, que posiblemente pertenecía a una de las metopas (escenas de los mitos) del lado sur de este templo y que forma parte de la representación de la centauromaquia.

El Partenón

No nos vamos a quedar con la cosquilla de saber qué onda con el Partenón. ¿Por qué y por quiénes fue construido? O, ¿sí?

Chequen, amigos: el Partenón es un templo construido para adorar a la diosa protectora de Atenas. En el año 449 a.C , Pericles (gobernador de esta ciudad durante 30 años) encomendó a Fidias este proyecto.

Aunque este proyecto, en realidad, se basa en otro que fue interrumpido por una de las invasiones persas a Atenas. Originalmente, esta polis iba a construir un templo dedicado a Atenea y para conmemorar su victoria contra el ejército de Persia en la Guerra de Maratón —que sucedió en el año 490.

Pero, ¿qué creen? Una nueva invasión persa frustró este proyecto, hasta que llegó el buen Pericles y convocó a Fidias retomar esta construcción con el objetivo de empoderar a esta polis frente a las otras, al menos en lo simbólico.

Y la neta es que lo logró, pues a más de 2 mil años de su construcción, sigue impresionando no sólo a Grecia, sino a todo el mundo.

De esta manera bajo la orden de Pericles y con la dirección de Fidias, los arquitectos Ictino y Calícrates —y un buen número de obreros— construyeron un templo de alrededor de 69 metros de longitud, 30.9 de ancho y cuyas columnas alcanzaron los 10.9 metros de altura.

92 mitos

El Partenón se diferenció en corto de otros templos por el friso, que contenía 92 metopas o escenas que hacían referencia a los mitos para contar batallas épicas o la victoria de los griegos frente a los persas. Todo mediante las Panateneas.

Y además de este increíble friso, el Partenón llegó a distinguirse por la estatua de Atenea cubierta con láminas de oro.

(Poco se sabe de esta escultura. Hay teorías que dicen que fue saqueada y, lo que quedó de ella, fue llevada a Constantinopla —hoy Estambul—, donde probablemente fue destruida).

Un histórico regreso

Pues sí, la decisión del Vaticano pone el ejemplo a otras naciones para que regresen las piezas del Partenón a su lugar de origen.

Grecia se ha enfrascado por muuuuchos años en un esfuerzo por regresar las piezas a Atenas.

Uno de los países con los que el gobierno de Grecia ha hablado es Reino Unido, país que resguarda más de la mitad de las piezas que quedan del Partenón.

Sin embargo, a pesar de estos acercamientos, Reino Unido no ha dado el paso. ¿La razón? En Londres dicen que, legalmente, ellos ya son propietarios de las piezas del Partenón o “los mármoles de Elgin”.

Así las bautizaron en honor a Lord Elgin, embajador de Reino Unido en el Imperio Otomano.

Estamos hablando de 1801, época en que Lord Elgin se dedicó a extraer las piezas del friso —con el “permiso” del Imperio Otomano, que llegó a ocupar Grecia— para después llevarlas al Museo Británico, junto con otros cientos de objetos de la antigua civilización griega.

Según esto, en pleno 2023, el Museo Británico está viendo si hay chance de regresar o repatriar las piezas del friso a Atenas, pero la verdad todo sigue en suspenso, aunque el Vaticano ya abrió una ventana.

Y bueno, la misma historia como disciplina está a la espera de que a más de 2 mil años, este legado material cultural se reúna —un caso más o menos parecido a lo que sucede en Egipto o nuestro país, México, que ha buscado sin éxito el regreso del Penacho de Moctezuma, que anda en tierras austriacas.

Por acá, para rematar esta notota, les dejamos un video explicativo de los buenazos de TEDed sobre la construcción del Partenón y su importancia, a manera de resumen, si lo quieren ver así:

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