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Siete museos de Madrid que puedes visitar completamente gratis

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Viajar no tiene porqué ser algo que nos cueste mucho dinero, ya que hay siempre un montón de actividades y visitas que se pueden hacer sin invertir nada. Todos los grandes museos tienen días y horas de acceso gratuito, pero otros lo son siempre, como estos siete museos de Madrid que puedes visitar completamente gratis.

Con lo grande que es Madrid hay muchos más, pero queremos empezar con estos, que por su importancia y su originalidad, bien merecen una visita, no sólo por que sean gratuitos. Panteones, aviones, historia de la ciudad, historia del dinero. De todo tenemos hoy.

Museo Casa de la Moneda

Museo Casa De La Moneda

Wikipedia – Martinevans123 – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0

El Museo Casa de la Moneda está situado en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y sí, ahora mismo estáis pensando en ‘La Casa de Papel’.  Es uno de los museo más importantes del mundo en su ramo, y en él se puede aprender de la historia y evolución del dinero desde la prehistoria hasta la actualidad. Para poder entrar tendréis que presentar DNI o pasaporte en vigor.

  • Horario: De martes a viernes de 10:00 a 20:00. Sábados, Domingos y Festivos de 10:00 a 14:00. Para disfrutar de la entrada gratuita es imprescindible presentar documento de identificación, DNI o Pasaporte.
  • Dirección: Doctor Esquerdo 36
  • Metro: O’Donnell

Casa Museo Lope de Vega

Casa Museo De Lope De Vega Madrid 01

Wikipedia – Luis García, CC BY-SA 2.0

Es una deliciosa visita a la que fue su casa, y en la que falleció, en el Barrio de las Letras de Madrid. Las visitas son limitadas y guiadas, así que es conveniente llamar para reservar. Duran aproximadamente 35 min.

  • Horario: de martes a domingo de 10:00 a 18:00, siendo la última visita a las 17:00.
  • Dirección: Calle de Cervantes 11
  • Metro: Antón Martín

Museo de Historia de Madrid

Museo De Historia De Madrid Espana 03

Wikipedia – Luis García, CC BY-SA 3.0

El Museo de Historia de Madrid proporciona una perfecta inmersión en la historia de la ciudad desde los Austrias hasta bien entrado el siglo XX. Fue inagurado en 1929 en el edificio del antiguo hospicio de la ciudad, con una espectacular fachada barroca del siglo XVIII. Dentro encontraréis estampas, pinturas, fotografías, postales, dibujos, porcelanas y abanicos que nos guían por la evolución histórica de la ciudad, las artes, la vida cotidiana y las costumbres de los madrileños.

  • Horario: de martes a domingos de 10:00 a 20:00. Verano: de martes a domingos de 10:00 a 19:00. Cerrado: lunes y los días 1 y 6 de enero, 1 de mayo, 24, 25 y 31 de diciembre.
  • Dirección: Calle Fuencarral 78
  • Metro: Tribunal

Museo de San Isidro

Patio Renacentista Del Museo De San Isidro De Madrid

Wikipedia – Luis García, CC BY-SA 3.0

Siguiendo con la historia de la ciudad, el Museo de San Isidro se ocupa de lo ocurrido desde la prehistoria hasta 1561, cuando Madrid es nombrada capital de España. En contra de lo que su  nombre indica no está dedicado al patrón de la ciudad.

  • Horario: de martes a domingos de 10 a 20 horas. Verano: de martes a domingos de 10 a 19 horas. Cerrado: lunes y los días 1 y 6 de enero, 1 de mayo,  24, 25 y 31 de diciembre
  • Dirección: Plaza de San Andrés, 1
  • Metro: Tribunal, Bilbao y Alonso Martínez

Panteón de los Hombres Ilustres

Sagasta

Wikipedia – Edescas – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0

Un curioso museo lleno de imponentes monumentos funerarios de políticos y militares importantes del siglo XIX e inicios del XX. Aquí descansan los restos de alguno de los políticos más influyentes de la historia de España, como como Sagasta, Cánovas del Castillo, Dato, Ríos Rosas, Canalejas o Gutiérrez de la Concha. Cuenta con un claustro neomedieval y con los conjuntos escultóricos que constituyen los mausoleos.

  • Horario : De martes a sábado de 10:00 – 14:00 y 16:00 – 18:30 y domingos y festivos de 10:00 – 15:00
  • Dirección: Calle Juliá Gayarre 3
  • Metro: Menéndez Pelayo

Museo de Aeronáutica y Astronáutica

Fokker Dr I Madrid

Wikipedia – M.Peinado, CC BY 3.0

A las afueras de Madrid encontramos el museo perfecto para los amantes de los aviones. El Museo de Aeronáutica y Astronáutica cuenta con una exposición exterior y siete hangares que albergan aeronaves, uniformes, condecoraciones, motores, maquetas y otros fondos relacionados con la aviación.

  • Horario: Gratis todos los días de 10:00 a 14:00, cerrado los lunes.
  • Dirección: Carretera de Extremadura, kilómetro 10,5. Tres Cantos

Estación Museo Chamberí

Metro Gb51f112ac 1920

Pixabay

La estación de Chamberí perteneció a la primera línea de metro que se inauguró en Madrid en 1919 y que con ocho estaciones iba desde Cuatro Caminos hasta Sol. Hoy en día la Estación Museo de Chamberí es volver a los años 50 con solo bajar unos cuantos escalones. La visita guiada es gratuita para un máximo de 25 personas y dura unos 30-40 minutos. Además está adaptada para personas de movilidad reducida. Y hay que reservar previamente.

  • Horario: Viernes de 16:00 a 20:00; Sábados de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00; Domingos de 10:00 a 14:00.
  • Dirección: Plaza de Chamberí s/n
  • Metro: Iglesia

Imagen portada | Wikipedia –  Emilio J. Rodríguez Posada – Panteón de Hombres Ilustres, CC BY-SA 2.0

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La única muralla romana del mundo que se conserva completa está en España, es Patrimonio de la Humanidad y comparte lazos con la Gran Muralla China

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Hay algo profundamente evocador en las murallas. A menudo, cuando camino junto a una de ellas, ya sea en una ciudadela medieval o entre los vestigios de un antiguo campamento romano, no puedo evitar imaginar cómo sería la vida entre esos muros: los mercados bulliciosos, las voces en las calles empedradas, las noches frías protegidas por la seguridad de la piedra. Las murallas no solo encierran ciudades, sino también secretos, costumbres, y la cotidianidad de generaciones enteras.

Y en el corazón de la ciudad de León, al noroeste de España, se alza la muralla romana mejor conservada del mundo, una joya histórica que, aunque a menudo eclipsada por otras estructuras más conocidas, guarda en sus piedras siglos de legado.

La Muralla de León no solo atestigua la importancia estratégica que tuvo la ciudad en la antigüedad, sino que también representa un símbolo vivo de la transformación urbana, social y cultural de una de las ciudades más antiguas y con más carácter de la península ibérica. Por ese motivo fue declarada Patrimonio de la Humanidad​ por la Unesco en el año 2000.

Muralla de León: una fortaleza única en el mundo

Los orígenes de la Muralla de León se remontan al siglo 13 a.C, cuando la antigua ciudad romana de Lucus Augusti, fue reforzada con un recinto amurallado para proteger a sus tropas. La construcción inicial tenía un marcado carácter militar, construido con piedra y mortero, reforzada con torres semicirculares cada ciertos metros y su trazado formaba un rectángulo que albergaba la ciudad.

La muralla de León, en su forma original, medía más de dos kilómetros y medio de longitud, con una altura que oscilaba entre los ocho y diez metros. Estaba construida principalmente con piedra, cal y cantos rodados, utilizando técnicas romanas como el opus caementicium.

En su perímetro se levantaban 85 torres semicirculares que reforzaban la estructura, y contaba con cinco puertas de acceso y que coinciden con las actuales de Porta Miñá, Porta Falsa, Porta de San Pedro, Porta Nova y Porta de Santiago. De ellas la Porta Miñá y, al parecer, la Falsa son originales y las otras tres son  posteriores. La puerta principal estaba en donde se construyó el Reducto de Cristina y era conocida por el nombre de Porta Castelli, y otras añadidas durante la Edad Media, como la Puerta Moneda. 

Con la caída del Imperio romano y la llegada de la Edad Media, la muralla fue modificada, ampliada y restaurada en diversas ocasiones. En particular, durante los siglos X al XII, su importancia creció exponencialmente, por lo que las defensas se reforzaron, adaptándose a las nuevas formas de combate y al urbanismo creciente.

Curiosidades con sabor a historia

Una de las particularidades más fascinantes de la Muralla de León es la historia que se esconde en sus propios materiales. Al haber sido levantada y reutilizada en distintas épocas, muchas de sus piedras provienen de antiguos restos romanos, incluyendo lápidas funerarias que hoy forman parte del muro. En algunas aún pueden leerse inscripciones dedicadas a soldados y ciudadanos de la época, como si la piedra se resistiera al olvido. Bajo ciertos tramos también han aparecido símbolos grabados que ofrecen pistas sobre la vida militar dentro del campamento romano original, revelando cómo era la organización interna y las creencias de quienes habitaron esos muros.

Esta fusión de épocas no solo se manifiesta en los restos arqueológicos, sino también en la forma en que la muralla se integró a la vida urbana a lo largo de los siglos. Durante mucho tiempo, muchas viviendas se construyeron directamente adosadas a ella, usándola como pared estructural, lo que refleja cómo la ciudad creció literalmente abrazada a su muralla. Aún hoy es posible ver esta convivencia entre lo antiguo y lo cotidiano en lugares como la Avenida de Los Cubos, aunque existe un proyecto municipal para expropiar estas construcciones con el fin de recuperar la visibilidad completa del trazado original.

Y aunque pueda parecer que poco tiene en común con otras murallas del mundo, lo cierto es que estructuras como la de León y la Gran Muralla China comparten un mismo propósito esencial: proteger, controlar y simbolizar el poder de quienes las construyeron. Ambas nacieron como barreras defensivas y terminaron convirtiéndose en emblemas duraderos de civilización y permanencia. Esta conexión simbólica llevó a que en 2007 ambas quedaran hermanadas formalmente, como parte de un acuerdo internacional que busca preservar y poner en valor este tipo de patrimonio.

Imagen | Portal Oficial de Turismo de España

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cómo llegar y qué ver tras las últimas lluvias

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Las generosas lluvias caídas en las últimas semanas han transformado el paisaje español, tiñéndolo de verdes intensos y reflejando una exuberancia poco habitual incluso en los rincones más secos del país. Este renacer natural ha impulsado el turismo rural, que está viviendo un gran momento y somos muchos los que no hemos podido resistirnos a regalarnos un merecido “homenaje de naturaleza”.

En este contexto de esplendor paisajístico, hay lugares que brillan con especial intensidad. Uno de ellos es una joya escondida entre las cumbres del norte de Extremadura, entre montañas cubiertas de bosques y ríos cristalinos: la Garganta de los Infiernos.

Ubicada en la comarca del Valle del Jerte, esta maravilla natural es una Reserva protegida que enamora por igual a senderistas, amantes del agua y exploradores de paisajes singulares. Declarada Reserva Natural en 1994 y perteneciente a la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura, la Garganta de los Infiernos se extiende a lo largo de 7.226 hectáreas de belleza en estado puro.

Un espectáculo geológico y natural en el corazón del Valle del Jerte

La Garganta de los Infiernos es célebre por sus Pilones, un conjunto de pozas naturales formadas por la erosión del agua sobre la roca granítica. Estas marmitas de gigante, como se las conoce geológicamente, se han convertido en un icono del turismo de naturaleza por sus aguas verdes y cristalinas, ideales para un chapuzón en verano (¡eso sí, siempre con precaución!). Además cuenta con una amplia red hidrográfica que incluyen abundantes saltos y cascadas, una de las principales peculiaridades de este espacio natural.

Pero más allá de los Pilones, el espacio protegido ofrece rutas de senderismo que atraviesan robledales y miradores que permiten contemplar la inmensidad del valle, con altitudes que van 2.290 m. hasta los 600 m. La biodiversidad del lugar también es otro reclamo importante de la zona, con especies como la salamandra común, el águila real o el desmán ibérico.

Cómo llegar a la Garganta de los Infiernos

Garganta De Los Infiernos Pilones
Garganta De Los Infiernos Pilones

Pilones de la Garganta de los Infiernos

La entrada principal a la Reserva se encuentra cerca de la localidad de Jerte, a través de la carretera N-110. A pocos metros de la rotonda que conecta esta vía con el acceso a la reserva, se encuentra una zona de aparcamiento habilitada. Es importante tener en cuenta algunas normas de acceso y estacionamiento para evitar inconvenientes durante la visita.

No está permitido aparcar entre el campo de fútbol de Jerte y el Camping Valle del Jerte. Esta zona está expresamente restringida y quienes estacionen allí podrán ser sancionados. Por otro lado, la zona de aparcamiento ubicada junto a la rotonda de la N-110, que da acceso a la Reserva Natural, funciona con sistema de pago desde mediados de marzo hasta finales de octubre (fuera de este periodo, el uso es gratuito). Asimismo, se permite la libre circulación de vehículos por la pista que conecta la N-110 con el Camping Valle del Jerte y la localidad de Jerte, aunque no está permitido aparcar en el tramo anteriormente mencionado.

A la hora de visitarlo, es recomendable llevar calzado adecuado, ya que aunque los senderos están señalizados, algunos tramos pueden ser pedregosos o resbaladizos. También es fundamental respetar el entorno: la Garganta es un espacio protegido, por lo que no se deben dejar residuos ni encender fuegos. Además en temporada alta (primavera y verano), conviene acudir a primera hora, ya que la afluencia es elevada y los aparcamientos pueden llenarse rápidamente.

Imágenes | Turismo Valle del Jerte

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la escapada perfecta de fin de semana es esta ciudad europea que alberga un original Patrimonio de la Humanidad

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Aunque ciudades como París o Londres suelen encabezar las listas de destinos europeos favoritos para una escapada corta (según Euromonitor International, solo en 2023 más de 15 millones de turistas visitaron la capital francesa), también existe un nicho creciente que busca lugares que ofrecen una riqueza cultural, arquitectónica y gastronómica comparable, pero sin el bullicio constante del turismo masivo.

Huir de los típicos “top 10” y los tiktoks virales es tendencia. Afortunadamente Europa está salpicada de ciudades llenas de encanto que aún conservan la calma y la autenticidad, y entre ellas, hay una que destaca con luz propia: Bolonia.

Esta ciudad situada en el corazón del norte de Italia, cautiva sin necesidad de artificios. Conocida como La Dotta, La Rossa y La Grassa (la sabia, la roja y la golosa), sus apodos encapsulan a la perfección su alma. La Dotta, por ser la sede de la universidad más antigua de Europa, fundada en 1088. La Rossa, por el característico tono terracota de sus tejados y fachadas medievales. Y La Grassa, por su riquísima tradición culinaria, considerada una de las más exquisitas y auténticas del país.

Un paseo por la historia bajo los pórticos más largos del mundo

Bolonia no se descubre, se recorre. Y no hay mejor manera de hacerlo que bajo sus icónicos pórticos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2021. Con más de 40 kilómetros de estas elegantes estructuras que protegen del sol y la lluvia, pasear por la ciudad es un verdadero placer en cualquier época del año.

Los pórticos surgieron como respuesta al crecimiento demográfico, impulsado en gran parte por la llegada de estudiantes e intelectuales a su prestigiosa universidad. Su origen se encuentra en el sporto, un tipo de balcón de madera que se añadía a las fachadas para ampliar el espacio habitable de los pisos superiores. Con el tiempo, estos balcones fueron ganando volumen, lo que obligó a construir columnas para sostenerlos y evitar su colapso.

En un principio, los pórticos se construyeron en madera. Sin embargo, tras un decreto promulgado en 1568, su edificación pasó a realizarse con ladrillo o piedra. A pesar de ello, Bolonia aún conserva algunos ejemplos de pórticos de madera, como los de la famosa Casa Isolani en Strada Maggiore o el Palazzo Bolognini.

El más emblemático de todos es el pórtico de San Luca, que con sus 3.796 metros ostenta el récord de ser el más largo del mundo. Conecta el centro histórico de la ciudad con la basílica que se alza en la cima de la colina, ofreciendo un recorrido tan monumental como simbólico.

Cinco lugares imprescindibles para una visita de 48 horas

  • Piazza Maggiore: el corazón vibrante de la ciudad. Aquí convergen la imponente Basílica de San Petronio, el Palazzo d’Accursio y otros edificios históricos que narran el pasado comunal de la ciudad.
  • Las Dos Torres (Le Due Torri): Garisenda y Asinelli, las torres medievales inclinadas que se alzan como símbolos de Bolonia. Subir los 498 escalones de la Torre Asinelli recompensa con una vista panorámica espectacular.
  • Archiginnasio y Teatro Anatómico: un verdadero viaje al origen de la educación universitaria europea, donde se enseñaba anatomía observando disecciones reales en un teatro de madera del siglo XVII.
  • Cuadrilátero: el antiguo mercado que hoy es un paraíso para los amantes de la artesanía y de la buena gastronomía.
  • Santuario de San Luca: Situado en el Colle della Guardia y construido en el siglo XVIII, este santuario es uno de los grandes símbolos de Bolonia. Desde su privilegiada ubicación, ofrece una impresionante vista panorámica de 180 grados sobre la ciudad. Está conectado con el casco histórico a través de una singular columnata porticada, única en su género. 

Y como no podía ser de otra manera, la mejor forma de completar esta escapada es disfrutando de la exquisita gastronomía local en una ciudad considerada por muchos como el mejor lugar para comer en Italia. No es casualidad que Bolonia sea la cuna del ragù alla bolognese, la auténtica base de la popular, aunque a menudo malinterpretada fuera de Italia, salsa boloñesa.

Entre los sabores imprescindibles destacan las crescentine, unas ligeras y crujientes masas fritas que suelen servirse con embutidos locales; los tortellini in brodo, la emblemática pasta rellena servida en caldo; y la cotoletta alla bolognese, una jugosa chuleta de ternera empanada, coronada con jamón y queso parmesano. Una experiencia gastronómica que será la guinda perfecta de esta escapada, tan sabrosa como inolvidable, al corazón de una ciudad que conquista por el paladar y por la vista.

Imagen | Wikipedia Francobraso

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