Cine y Tv
Yermo y el cine que nos permite respirar

Un árido camino balancea la camioneta que se atreve a viajar por sus inhóspitas tierras. El sonido del motor y de las llantas sorteando todo tipo de obstáculos se mezclan con ese silencio inigualable del desierto. Han pasado horas enteras desde que emprendimos este viaje; uno lleno de paisajes maravillosos y de historias maravillosas. Pero tal parece que su belleza ha jugado con nuestras mentes. Parece que todo ha cambiado y no nos percatamos. Ya no estamos en Mongolia sino que nos encontramos en Perú. ¿O era Marruecos y viajamos a La India? Quizá estemos en Namibia, México o en Islandia pero nuestros ojos tengan problemas para comprenderlo. Este Yermo frente a nosotros, sea del país que sea, parece ser exactamente el mismo.

Luego del desgarrador documental La libertad del diablo, el destacado documentalista Everardo González nos transporta a algunos de los desiertos más salvajes del mundo para mostrarnos las similitudes que existen entre ellos. “El primer desierto que visitamos fue el de Gobi, en Mongolia”, recuerda en entrevista con Cine PREMIERE. “Era un mundo completamente distinto al que yo conozco y, sin embargo, como se cuenta en la película, muy similar a muchas cosas que todos compartimos; muy parecido a lo que somos todos”.
Aquella aventura ocurrida en 2013 –por iniciativa del fotógrafo Alfredo de Stefano– marcó el viaje incierto de la vida de Yermo y también inició una faceta inesperada en el cine de Everardo González. “Ahí fue en donde estábamos entendiendo cómo se iba a filmar todo lo demás. En ese entonces había mucho tiempo de observación, de contemplación, de calma y de frio, mucho frío”, recuerda el cineasta entre risas. “Pero todo era sorprendente. Por eso lo recordaré siempre como uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida”.
Para Everardo, de todos los retos de esta gran aventura, el que recuerda como el más complejo fue la barrera del idioma que creaba un abismo entre las personas que filmaba con su cámara. “No entendía nada”, nos dice el documentalista. “Dependía mucho de los guías con los que viajábamos, que nos servían de intérpretes. Y tenía que ir con fe ciega en que tradujeran lo que yo quería que se tradujera y que me interpretaran lo que el otro había dicho. Pero la película realmente empezó a tomar forma cuando llegaron las traducciones. Ahí nos dimos cuenta que lo que me habían dicho no era de lo que [la gente filmada] hablaba. Y ahí encontró Yermo su historia”.

Fue así como Yermo se convirtió en un filme sobre cómo nos ven aquellos que están acostumbrados a ser filmados. Así oímos voces que, confiadas en la “protección” otorgada por la barrera del idioma, se burlan de quienes se han acercado a ellos con una cámara en las manos. De pronto, aquellas personas que danzan desnudas en el árido desierto, que portan peculiares trajes folclóricos o que montan un camello para transportarse de in lugar a otro, convierten en “los exóticos” a los que, a ojos del mundo, son personas civilizadas.
“Cuando recibimos las traducciones de los testimonios que filmamos, nos dimos cuenta de lo que hablaban era de lo exóticos que éramos nosotros. Ahí nos convertimos en los diferentes y eso le dio todo el discurso a esta película. Hay una frase que a mi me encanta de la mujer mongola, madre de familia, que dice que lo que más desea es visita lugares lejanos y conocer el mar. Lo está diciendo una mujer que vive en el corazón del desierto de Gobi. ¿Qué más lejano para el mundo que ese lugar? Y, sin embargo, para ella, lo lejano somos nosotros”.
Explorando tierras desconocidas
Con Yermo, el hombre detrás de historias como Cuates de Australia o El paso explora tierras nuevas, posiblemente más salvajes que las visitadas en el rodaje de su nueva cinta. Por primera vez en su destacada filmografía, Everardo estrenará un proyecto audiovisual en el mundo del streaming. En el marco de Ambulante 2020, Yermo llegará a todo el público a las 0:00 horas del sábado 2 de mayo, donde podrá ser visto únicamente por mil personas. “Voy a extrañar la presencia en la sala”, nos confiesa el documentalista. “Nunca lo he hecho. A ver cómo jala. Estoy muy curioso pero muy contento porque se termina un proceso largo de trabajo, porque la película podrá estrenarse y porque también pudimos apoyar a un evento tan relevante para nosotros como Ambulante”.
Para Everardo, el hecho de que la mayoría de su filmografía se encuentra disponible en distintas plataformas de streaming, es motivo de celebración. “Me doy cuenta que, después de tantos años que hemos buscado el camino para democratizar el cine, tuvo que llegar una corporación a hacerlo”, afirma entre risas. “Eso habla un poco mal de nuestras políticas públicas. Pero, para mi, lo revelante es que [el cine] se vea. Si este es el camino, si por aquí hay que ir, aquí hay que adaptarse”.
Para él, en estos tiempos de incertidumbre política y social, Yermo se convirtió en una oportunidad más de trabajar con la libertad que ha levantado su destacada filmografía. “Eso es uno de los privilegios que tenemos los hacedores de películas y, sobre todo, los documentalistas, quienes tenemos que pisar la tierra que vamos a filmar. Me siento un privilegiado absoluto por haberlo hecho”, dice sobre el proyecto que fue creado gracias al apoyo del FONCA. Tienen razón cuando nos acusan de privilegiados. Pero el privilegio no tiene que ver con el dinero; tiene que ver con la posibilidad de ver el mundo y así es como yo me siento. Imagínate como lo extraño en estos momentos”.

Con Yermo –integrante de nuestra lista de lo más esperado del cine mexicano en 2020– , el ganador de cinco premios Ariel reafirma el poder del documental como “la gran herramienta de construcción de memoria visual del país. Eso sigue y seguirá siendo. Ahora que el acceso a las cámaras es para todos, se documenta sin mucha consciencia. Faltará que, en el futuro, lleguen los que articulan el discurso para que lo filmado tenga sentido. Suena poco retórico pero es lo que nos da cierta identidad. Es lo que construye la memoria y lo que nos permite revisar la historia.
Para el responsable de celebrados filmes como La canción del pulque, Los ladrones viejos o Un abrazo de tres minutos, el cine documental “es lo que nos da consuelo, ocio, provoca reflexiones, emociones, entretenimiento y todas esas cosas tan valiosas ahora que estamos confinados. [El cine es] un escape, una reflexión, un reconocimiento o consuelo. En este caso particular, espero que la gente encuentre un cierto aire que respirar cuando vean Yermo.

Yermo forma parte de la edición en línea de Ambulante 2020. Disfrútala completamente gratis a partir de las 0:00 horas del sábado 2 de mayo en ambulante.org
La entrada Yermo y el cine que nos permite respirar se publicó primero en Cine PREMIERE.
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Crupieres reales en mundos virtuales: Cómo la RV está mezclando la realidad y los juegos en línea

En la última década, la realidad virtual se ha convertido en una experiencia inmersiva que ha cambiado la forma en la que interactuamos con los videojuegos y los entornos digitales. En particular, la llegada de croupiers reales en mundos virtuales está redefiniendo la frontera entre el mundo físico y el mundo online.
El auge de los croupiers reales en entornos virtuales
Con el avance de la realidad virtual, los casinos en línea han encontrado en los dealers reales una fórmula para atraer a un público que quiere autenticidad y dinamismo. A diferencia de las tradicionales mesas de casino digital, los entornos en realidad virtual permiten la presencia simultánea de jugadores y un crupier real que reparte cartas, lanza la bola o dirige la partida desde un estudio equipado con cámaras 360º y sensores de movimiento.
Algunas plataformas han instalado estudios especiales donde los crupieres están conectados a escenarios virtuales que replican un salón de juego: luces tenues, mesas verdes, sonido ambiental y una sensación de amplitud. Desde la perspectiva del jugador, basta con colocarse las gafas de VR para caminar por el lobby, elegir una mesa de blackjack o póker y sentarse frente a un crupier humano que reacciona en tiempo real a cada jugada.
Asimismo, la interacción social entre jugadores mejora enormemente. Aquí la interacción es a través de voz y gestos faciales, que permiten conversaciones más auténticas, risas y reacciones inmediatas. Estos juegos brindan un ambiente de camaradería y competición tradicional, que contrasta con lo artificial y solitario de los juegos sin estas características. Algunos casinos que lanzan por primera vez estas formas de jugar ofrecen promociones exclusivas de Caliente Casino para nuevos jugadores; para que estos puedan familiarizarse con las funciones.
Esto no quiere decir que, técnicamente, sea un sistema más complejo. Lo primero, es necesario contar con una infraestructura robusta: cámaras de alta definición, conexiones de banda ancha de baja latencia y servidores potentes para procesar los múltiples usuarios simultáneos. Las empresas, por esto, han apostado por invertir elevadas sumas de dinero en servidores dedicados, redes distribuidas y software de renderizado en tiempo real.
Las complejidades de mezclar lo físico con lo digital
El modelo de crupier real en realidad virtual presenta algunas complejidades que los desarrolladores deben tratar. Primero, la ubicación física de los crupieres es un problema. En algunos países, las licencias para operar casinos están muy reguladas. Cuando un crupier trabaja desde un estudio en un país determinado mientras atiende a jugadores de distintas jurisdicciones, surge la necesidad de aclarar bajo qué legislación se regula la operación: ¿el país del dealer? ¿El del jugador? ¿O el país del servidor?
Esto no quiere decir que no haya cosas más “bonitas” dentro de este mundo. En lo tecnológico, por ejemplo, se abre un mar de posibilidades. Las mejoras en comunicación háptica representan una de las líneas de desarrollo más prometedoras. Actualmente, los jugadores interactúan con movimientos de manos simulados y audio en estéreo. Pero esto se puede mejorar, con dispositivos hápticos que transmitan la sensación de tocar las fichas, las cartas, percibir los golpes cuando la bola cae en rojo o negro… Algunas compañías ya están trabajando con guantes y chalecos hápticos para VR, pero aún no son accesibles al gran público.
Asimismo, los crupieres en VR están impulsando la creación de nuevos modelos de negocio y colaboraciones entre casinos tradicionales y desarrolladores de plataformas. Algunos establecimientos físicos han optado por asociarse con empresas de VR para emitir mesas virtuales en su propia marca, lo que les permite llegar a un público global sin necesidad de abrir filiales internacionales. A cambio, los usuarios VR perciben un entorno provisto de la estética y el prestigio de un casino reconocido.
En términos de inclusión y accesibilidad, la modalidad con crupiers ofrece oportunidades interesantes. Para personas con movilidad reducida, desplazarse a un casino convencional es un reto. La realidad virtual elimina barreras físicas, ya que basta con contar con un dispositivo compatible y una conexión a internet.
De igual forma, los curriculums de formación de los crupiers están evolucionando: ahora, además de dominar las reglas de póker, ruleta o blackjack, los dealers deben familiarizarse con herramientas de streaming en vivo, encuadre de cámaras y protocolos de interacción en realidad virtual. Los centros de formación especializados han añadido módulos de tecnología VR a sus programas, lo que resulta en un perfil de empleado híbrido: experto en atención al cliente y en manejo de tecnologías inmersivas.
A futuro, el mercado de crupieres en VR podría expandirse a otros ámbitos del entretenimiento digital más allá de los casinos. Ya hay plataformas que experimentan con subastas virtuales, demostraciones de productos o eventos de ventas en vivo donde un anfitrión real interactúa con clientes en un entorno tridimensional. Asimismo, la educación y la formación corporativa han tomado nota de esta tendencia: en academias de idiomas, por ejemplo, un profesor real puede impartir clases dentro de una sala virtual a estudiantes de distintas partes del mundo, enriqueciendo la experiencia con gestos y expresiones auténticas.

Staff Cine PREMIERE Este texto fue ideado, creado y desarrollado al mismo tiempo por un equipo de expertos trabajando en armonía. Todos juntos. Una letra cada uno.
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Crupieres reales en mundos virtuales: Cómo la RV está mezclando la realidad y los juegos en línea

En la última década, la realidad virtual se ha convertido en una experiencia inmersiva que ha cambiado la forma en la que interactuamos con los videojuegos y los entornos digitales. En particular, la llegada de croupiers reales en mundos virtuales está redefiniendo la frontera entre el mundo físico y el mundo online.
El auge de los croupiers reales en entornos virtuales
Con el avance de la realidad virtual, los casinos en línea han encontrado en los dealers reales una fórmula para atraer a un público que quiere autenticidad y dinamismo. A diferencia de las tradicionales mesas de casino digital, los entornos en realidad virtual permiten la presencia simultánea de jugadores y un crupier real que reparte cartas, lanza la bola o dirige la partida desde un estudio equipado con cámaras 360º y sensores de movimiento.
Algunas plataformas han instalado estudios especiales donde los crupieres están conectados a escenarios virtuales que replican un salón de juego: luces tenues, mesas verdes, sonido ambiental y una sensación de amplitud. Desde la perspectiva del jugador, basta con colocarse las gafas de VR para caminar por el lobby, elegir una mesa de blackjack o póker y sentarse frente a un crupier humano que reacciona en tiempo real a cada jugada.
Asimismo, la interacción social entre jugadores mejora enormemente. Aquí la interacción es a través de voz y gestos faciales, que permiten conversaciones más auténticas, risas y reacciones inmediatas. Estos juegos brindan un ambiente de camaradería y competición tradicional, que contrasta con lo artificial y solitario de los juegos sin estas características. Algunos casinos que lanzan por primera vez estas formas de jugar ofrecen promociones exclusivas de Caliente Casino para nuevos jugadores; para que estos puedan familiarizarse con las funciones.
Esto no quiere decir que, técnicamente, sea un sistema más complejo. Lo primero, es necesario contar con una infraestructura robusta: cámaras de alta definición, conexiones de banda ancha de baja latencia y servidores potentes para procesar los múltiples usuarios simultáneos. Las empresas, por esto, han apostado por invertir elevadas sumas de dinero en servidores dedicados, redes distribuidas y software de renderizado en tiempo real.
Las complejidades de mezclar lo físico con lo digital
El modelo de crupier real en realidad virtual presenta algunas complejidades que los desarrolladores deben tratar. Primero, la ubicación física de los crupieres es un problema. En algunos países, las licencias para operar casinos están muy reguladas. Cuando un crupier trabaja desde un estudio en un país determinado mientras atiende a jugadores de distintas jurisdicciones, surge la necesidad de aclarar bajo qué legislación se regula la operación: ¿el país del dealer? ¿El del jugador? ¿O el país del servidor?
Esto no quiere decir que no haya cosas más “bonitas” dentro de este mundo. En lo tecnológico, por ejemplo, se abre un mar de posibilidades. Las mejoras en comunicación háptica representan una de las líneas de desarrollo más prometedoras. Actualmente, los jugadores interactúan con movimientos de manos simulados y audio en estéreo. Pero esto se puede mejorar, con dispositivos hápticos que transmitan la sensación de tocar las fichas, las cartas, percibir los golpes cuando la bola cae en rojo o negro… Algunas compañías ya están trabajando con guantes y chalecos hápticos para VR, pero aún no son accesibles al gran público.
Asimismo, los crupieres en VR están impulsando la creación de nuevos modelos de negocio y colaboraciones entre casinos tradicionales y desarrolladores de plataformas. Algunos establecimientos físicos han optado por asociarse con empresas de VR para emitir mesas virtuales en su propia marca, lo que les permite llegar a un público global sin necesidad de abrir filiales internacionales. A cambio, los usuarios VR perciben un entorno provisto de la estética y el prestigio de un casino reconocido.
En términos de inclusión y accesibilidad, la modalidad con crupiers ofrece oportunidades interesantes. Para personas con movilidad reducida, desplazarse a un casino convencional es un reto. La realidad virtual elimina barreras físicas, ya que basta con contar con un dispositivo compatible y una conexión a internet.
De igual forma, los curriculums de formación de los crupiers están evolucionando: ahora, además de dominar las reglas de póker, ruleta o blackjack, los dealers deben familiarizarse con herramientas de streaming en vivo, encuadre de cámaras y protocolos de interacción en realidad virtual. Los centros de formación especializados han añadido módulos de tecnología VR a sus programas, lo que resulta en un perfil de empleado híbrido: experto en atención al cliente y en manejo de tecnologías inmersivas.
A futuro, el mercado de crupieres en VR podría expandirse a otros ámbitos del entretenimiento digital más allá de los casinos. Ya hay plataformas que experimentan con subastas virtuales, demostraciones de productos o eventos de ventas en vivo donde un anfitrión real interactúa con clientes en un entorno tridimensional. Asimismo, la educación y la formación corporativa han tomado nota de esta tendencia: en academias de idiomas, por ejemplo, un profesor real puede impartir clases dentro de una sala virtual a estudiantes de distintas partes del mundo, enriqueciendo la experiencia con gestos y expresiones auténticas.

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un maestro se rebela contra el fascismo

La docencia siempre ha tenido un impacto muy grande en mi vida. Dos de mis más grandes maestros y mentores son muy cercanos a mí. Lo digo muy literalmente porque, de hecho, son mis hermanos mayores. Ambos han sido docentes de música, teatro e idiomas. Han visto a sus polluelos crecer, desafinar y afinar notas, pronunciar cada vez mejor los verbos y conjugaciones, consolidar su aprendizaje y consolidarse como artistas y como personas. Y a su vez, he sido testigo de los desafíos que, como profesores y seres humanos que también son, se salen de su control. Caprichos de los padres, reformas institucionales y demás adversidades han hecho de la labor de mis hermanos –y muy seguramente de la de cualquier profesor o profesora existente– un auténtico suplicio. Un suplicio hasta cierto punto necesario, digno y loable de atravesar.
Sin embargo, ¿qué se hace cuando la realidad de tu entorno de enseñanza atraviesa una metamorfosis radical, de efecto inmediato y tan grande que sobrepasa a cualquier padre de familia, director o supervisor problemático? ¿Cómo continuar trabajando para una institución cuyos valores se han vuelto completamente ajenos a ti, sabiendo que te convertirás en un engranaje más dentro de un sistema que desprecias y te desprecia? Y a la vez, ¿cómo abandonarla cuando eres posiblemente el único refugio para muchos jóvenes y niños que se sienten marginados e incomprendidos por el ambiente que les rodea?
Si no puedes detener el caos, difúndelo. Esa es quizás la tesis nuclear de Mr. Nobody Against Putin, documental dirigido por David Borenstein y Pasha Talankin, ganador del premio especial del jurado en el Festival de Cine de Sundance 2025. El filme sigue a Pasha, un carismático videógrafo y coordinador de eventos en una escuela en el pequeño poblado ruso de Karabash, quien ha formado un vínculo muy estrecho con los estudiantes y exalumnos que han pasado por ahí. Sin embargo, su día a día laboral cambia por completo con el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, cuando el gobierno ruso comienza a influir en el sistema educativo, incluyendo la institución donde él trabaja. La nueva política fomenta una agenda patriótica en favor de la guerra y el enlistamiento de jóvenes al ejército, exigiendo evidencia videográfica que compruebe que la propaganda está siendo transmitida a los estudiantes. Desolado, Pasha opta por obedecer y capturar el material que le piden, pero tiene otros planes en mente para estas grabaciones. En lugar de capturar lo que sucede solo para dar testigos al régimen, decide documentar la guerra de información y propaganda que ha invadido los salones de clase.
La película forma parte del Sundance Film Festival Mexico 2025 y es el resultado de una alianza creativa entre Pasha y el codirector David Borenstein, una complicidad que involucró sus propios peligros. Platicamos con el cineasta sobre el sensible enfoque narrativo manejado, que aborda los desafíos de la docencia en territorios en conflicto, y sobre los riesgos que conllevó para él y para Pasha el sólo hecho de comunicarse.


No pude evitar admirar la sensible amenidad, tan honesta y a veces incluso humorística con la cual optaron por llevarnos en este peligroso viaje, sin minimizar la seriedad de la situación y la urgencia de un cambio. ¿Cuánto tiempo les llevó encontrar ese balance y por qué dirías que es necesario este acercamiento narrativo a una problemática tan grave?
En muchos sentidos, justamente el tono es lo que hace tan especial a esta película. Es un tema muy serio, pero también hay humor, luminosidad y mucho amor. Y se construyó gracias a que hubo una colaboración muy única, en la cual yo, un director de documental experimentado trabajando en Europa, codirige junto con un profesor de secundaria en Karabash, Rusia. El eligió qué filmar, su voz está centrada como uno de los directores… la colaboración es tan extraña también, igual que el hecho de que haya sucedido en primer lugar (ríe). Es un tono único y hay que reconocérselo a Pasha, en verdad ama a su escuela y a su comunidad y fue quien se encargó de casi toda la edición y escritura… yo quería contar una historia sobre cómo la guerra está siendo inmiscuida en las escuelas rusas, cómo el fascismo está apoderándose del país y ayudar a la gente a entender lo que alimenta una máquina de guerra y el trauma que esto conlleva. Con Pasha en el centro, obtuvimos un tono completamente diferente a si alguien ajeno a la situación fuese el único director.
¿Cómo te enteraste del trabajo encubierto de Pasha dentro de su escuela y cómo describirías tu primera interacción con él?
Esa es una buena pregunta, porque realmente mucho del resultado creativo y narrativo final de la película llegó muy naturalmente y gracias a una colaboración incomparable. Ahora bien, esa fue la parte difícil. Mucha voluntad de todos lados, esfuerzos de seguridad y muchos problemas. (Pasha y yo) nos conectamos porque respondió a un llamado de casting sobre testimonios de cómo la guerra afecta los espacios de trabajo. Y él escribió un mensaje lleno de dolor, pavor y crítica al gobierno. Ninguna compañía rusa podía hacer esta película, fue enviada en una cadena de emails. Al hablar con Pasha, me enamoré de él como persona y me habló de su misión de documentar lo que estaba pasando en la escuela. El nunca había hecho una película… bueno, ya había estado filmando cosas como videógrafo en la escuela, pero yo le di la idea de hacer una película juntos a partir de ese material. Y su meta era mostrársela sólo a sus colegas, para ayudarles a reflexionar sobre su complicidad con lo que estaba ocurriendo.
¿Cuál fue el riesgo o el miedo más grande que enfrentaron durante el proceso de producción y distribución?
Hubieron muchos. En filmación, Rusia aprobó una ley de agentes extranjeros, la cual pudo haber traído problemas para Pasha si se descubría que trabajaba para nosotros, y aún más grave fue la nueva ley de traición, que criminalizaría básicamente todo el contenido de la película y habría implicado una pena grande y severa, posiblemente una cadena perpetua para Pasha si hubiera sido descubierto. Estábamos asustados y no queríamos ser atrapados. Pasha y yo sólo podíamos hablar en líneas encriptadas, fue aterrador, pero lo que más da miedo de Rusia es la forma en que podría pasarte algo, sin una advertencia previa. Pensábamos “¿Y si pasa ahora? Hay que sacarlo (a Pasha) lo más pronto posible de Rusia”. Estábamos preocupados. Más que él, de hecho. El tenía mucha más confianza que nosotros estando a la distancia. No sé por qué. Tal vez sólo era ingenuo y yo demasiado neurótico. Pero así era nuestra dinámica como equipo.
¿Qué mensaje le darías a los profesores y empleados escolares que, al igual que Pasha, están dando lo mejor de sí mismos en zonas de conflicto alrededor del mundo?
Creo que la respuesta, después de ver todo lo que grabamos y ser parte de esta historia por tantos años, es no dar por sentado a las instituciones. La escuela pasó de ser un lugar de libre expresión y pensamiento, donde los niños tenían el derecho de tener sus propias opiniones, y es sorprendente lo mucho que ha cambiado los últimos 3 años. No tomes nada por sentado, toma en cuenta que todo lo que te importa de una escuela puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos y lo que sea que ello signifique para ti y lo que hagas en reacción a ello, no lo sé, pero es importante saber lo rápido que las cosas pueden cambiar, y lo rápido que ese cambio puede y será normalizado.
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