Cine y Tv
Los mayores éxitos en taquilla del cine mexicano

2019 fue un año récord en recaudación y asistentes para el cine mexicano. Hasta el cierre de noviembre, los estrenos mexicanos de este año ya habían superado los $1,600 millones de pesos (en 2018 fueron poco más de $1,450) y 30.5 millones de boletos vendidos.
Para llegar a esas cifras obviamente se necesitaron muchas películas (cerca de 100 estrenos), algunas películas que cumplieron con sus expectativas y unas cuantas que fueron verdaderos fenómenos taquilleros. Aunque ojo: no toda recaudación alta es sinónimo de éxito. Por ejemplo: La boda de mi mejor amigo (versión México) superó los $100 millones de pesos y aún así no aparece en este conteo… básicamente porque se esperaba mucho más de ella y porque en su segunda semana se estrelló en caída libre en su recaudación. En contraste, una secuela pequeñita de la que se esperaba poco terminó colándose a la lista de éxitos del año. En suma: como en años anteriores, el top 5 de recaudación no necesariamente corresponde con el top 5 de éxitos mexicanos, ya que hay películas pequeñitas que pudieron sorprender.
Antes de pasar al top 10, quisiéramos mencionar una decena de películas de corte no-comercial que finalmente llegaron a cines. Si bien su estreno fue discreto, vale la pena mencionarlas, pues en muchos casos enfrentaron un largo y doloroso viacrucis para finalmente se exhibidas en salas de cine. Estos proyectos son: Los años azules, Distancias cortas, El ombligo de Guie’dani, Restos de viento, Bruma, El sueño del Mara’akame, Noches de julio, Olimpia, Niebla de culpa y Luciérnagas. Varias de ellas ya están disponibles en plataformas de streaming.

Las 10 que cumplieron
Primero, las 10 que cumplieron (en orden de estreno):
- Belzebuth. Un gran proyecto de un género que le encanta al espectador mexicano (terror) y que, sin embargo, tiene pocos exponentes nacionales. Fue el primer gran estreno comercial del año, con 700 mil espectadores.
- Un filósofo en la arena. Debutó en febrero, y se mantuvo en el top 10 taquillero nacional durante el primer tercio del año, siendo el documental mexicano más visto de 2019.
- Como novio de pueblo. Debutó en marzo y finalizó con poco más de $60 millones de pesos y 1.1 millones de espectadores. Para toda industria, siempre es sano tener comedias ‘medianas’.
- En las buenas y en las malas. Debutó en marzo y finalizó con poco menos de $60 millones de pesos y 1.1 millones de espectadores. Curiosamente, debutó el mismo fin de semana que Como novio de pueblo.
- Las niñas bien. La película mexicana más aclamada de 2019 (junto con La Camarista) debutó en un número reducido de salas, pero sumó más de $17 MDP. Su taquilla superó a las últimas siete ganadoras del Ariel a Mejor Película (incluyendo La 4ª compañía, Sueño en otro idioma, Güeros y Las Elegidas).
- Chicuarotes. Fue de los pocos estrenos comerciales que se atrevieron a estrenar en verano. Al final, superó los $24 MDP y 400 mil espectadores, nada mal para un drama sobre la violencia en el México actual.
- Mentada de padre. La comedia se estrenó al final de un verano dominado por Disney. No lo hizo mal, sobre todo considerando lo difícil que era vender su premisa: superó el millón de espectadores y nos regaló una actuación memorable de Héctor Suárez en apenas 5 minutos.
- Todas las pecas del mundo. En México existen pocas teen-movies comerciales (hace muchos años existieron, con La primera noche y su secuela). Esta rondó los $20 MDP y 400 mil espectadores.
- Día de muertos. ¡Finalmente se estrenó! Si bien no rebasó los $100 MDP, como han hecho Los Huevos o Las Leyendas (con sus últimas dos entregas), sí superó los $60 MDP y 1.2 millones de espectadores.
- Guadalupe Reyes. Debutó en una fecha poco usual (finales de noviembre) y para ser una película con un target restringido (hombres chavorrucos) se enfila a números positivos: más de un millón de boletos vendidos.
Los 7 éxitos de 2019
- Tod@s caen
Segundo proyecto de Martha Higareda y Omar Chaparro en 2019, el cual debutó en el mes más benévolo para el cine mexicano (septiembre). Poco importó que los protagonistas tuvieran dos películas con sólo seis meses de distancia: al final se embolsaron $136.0 MDP y 2.6 millones de boletos vendidos, suficientes para el top 15 histórico en recaudación.
- La boda de la abuela
La secuela del filme de 2016 (que tuvo una recaudación modesta, por cierto) debutó en octubre, y para sorpresa de muchos, terminó recaudando más que otros proyectos con mayores expectativas de recaudación, como Chicuarotes y El complot mongol. Pocos pensarían que se logró colar al top 20 nacional de 2019, con medio millón de boletos vendidos.
- Dulce Familia
¿Qué culpa tiene el niño? demostró en 2016 que mayo puede ser un buen mes para el cine mexicano, y Fernanda Castillo vino a demostrar que tiene un mojo taquillero imparable, pues sumó $112.6 MDP (top 28 histórico de cine mexicano). Gracias a esta comedia, Castillo sumó tres proyectos con más de $100 MDP en solo 17 meses (Ya veremos, Una mujer sin filtro). También marcó el regreso de Florinda Meza a las pantallas y demostró que Regina Blandón fue la actriz con más éxitos en la primera mitad del año (Mirreyes vs Godínez, Como novio de pueblo).
- #LadyRancho
Debutó en febrero, y lo que más sorprendió fue su “aguante”: en su primer mes en cartelera, pues nunca perdió más de 50% de su recaudación de una semana a otra. Al final, terminó rebasando los 1.1 millones de espectadores y $51.2 millones de pesos, siendo el mayor éxito taquillero de Corazón Films en 2019.
- Solteras
Se estrenó en el Festival de Guadalajara de este año y desde allí cosechó buenas críticas. Luego tuvo su debut comercial en pleno verano (dominado por Disney) y aguantó bien: multiplicó x3 sus números de arranque. Finalizó como la sexta película mexicana más taquillera de 2019, con $67 MDP y 1.2 millones de espectadores. Fue el mayor éxito de Cinépolis Distribución este año (en 2018 tuvo uno con el doble de taquilla: Perfectos Desconocidos).
- Mirreyes contra Godínez
En enero ya se habían registrado tres grandes éxitos para el cine mexicano: Una mujer sin filtro, La leyenda del Charro Negro y ¿Qué le dijiste a Dios? Pero este se comportó como todo un blockbuster en un mes donde no suelen darse fenómenos taquilleros. Rápidamente se convirtió en uno de los cinco estrenos mexicanos más taquilleros de la historia, con $65.3 MDP y 1.1 millones de espectadores, y al final terminó recaudando poco más de 3.5 veces sus números de arranque, lo cual quiere decir una cosa: al público le encantó lo que vio y lo recomendó ampliamente.
Terminó con $238.6 MDP y 4.5 millones de espectadores, suficientes para el top 5 histórico de la taquilla mexicana. ¿Para cuándo la secuela, tchikos?
- No Manches Frida 2
La primera entrega (de septiembre de 2016) rápidamente llegó al top 3 de recaudación histórica para el cine mexicano, con $222.2 MDP y 5 millones de espectadores. Ahora su secuela era una incógnita por varios motivos. ¿Abril (por Semana Santa) es un buen mes para el cine mexicano? ¿El cinéfilo nacional realmente estaba esperando esta secuela? ¿La dupla Chaparro-Higareda se ha desgastado? ¿Se sentirá la ausencia de Fernanda Castillo?
La respuesta contundente la dieron los números del primer fin de semana: $97.7 MDP en 4 días ($87.2 si quitamos el jueves) y 1.8 millones de espectadores, con lo cual se convirtió en el segundo mayor debut nacional de la historia, sólo detrás de No se aceptan devoluciones. Como se trataba de una secuela, suponíamos que se “desinflaría” rápido y terminaría por debajo de los $277.7 de ¿Qué culpa tiene el niño? ¡Oh, sorpresa! No Manches Frida 2 finalizó con $329.3 millones de pesos y 6,651,114 espectadores, a solo $11 millones de Nosotros los Nobles. Gracias a este y otros proyectos, Videocine se apoderó del 1-2-3-4 de 2019.

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Se apropian el gran cine de acción: Viola Davis y la mexicana Patricia Riggen unen fuerzas para salvar el mundo a lo grande

En la película G20, su nuevo trabajo como protagonista y productora, el personaje al que da vida Viola Davis afirma: “Ser fuertes es lo que nos trajo aquí”.
En la pantalla estas palabras van dirigidas a una colega de las altas esferas de la política, pero en la vida real bien se lo podría decir a la cineasta mexicana Patricia Riggen, a quien confió este proyecto en el que ambas desafían límites y expectativas a través de una cinta de acción. Se trata de un reto profesional al que han llegado después de trayectorias prolíficas y exitosas en las que han tenido que probar una y otra vez lo capaces que son.
“A partir de cierta edad pareciera que las actrices no pueden hacer ciertos roles. Y no es cierto», comenta la tapatía Patricia Riggen, que lleva dos décadas abriéndose paso Hollywood. «Y yo creo que eso es lo que está detrás de la decisión de Viola de generar sus propios proyectos. No sé si a alguien se le hubiera ocurrido darle una película de acción, pero a ella se le ocurrió y ahora no hay ninguna duda de que es tan capaz para la acción como Liam Neeson”.

Viola Davis ya había interpretado a la líder de un grupo de guerreras en La mujer rey y a la primera dama Michelle Obama en la serie The First Lady. Sin embargo, es hasta ahora, a sus 59 años, cuando al fin puede ponerse en los zapatos de una figura que ha estado reservada principalmente para actores como Morgan Freeman o Harrison Ford, o para actrices blancas como Julia Louis-Dreyfus o Sela Ward: la del titular de la Casa Blanca.
A diferencia también de muchos de esos papeles, la presidenta encarnada por Davis no es una que se sienta a decidir el destino del mundo desde una silla o una oficina, sino que corre, dispara, y salta de un helicóptero al tiempo que toma resoluciones de relevancia global. Y la posibilidad de hacer esto fue lo que la llevó a impulsar el proyecto desde la producción: “La pasión que sentí por este proyecto fue la de verme en un papel que las mujeres tradicionalmente no tenemos. Como actrices incursionamos en la producción no porque nos es necesario, sino porque nos es esencial. Y como productora puedes tener la autonomía de salir y buscar a los actores y a la directora que, tradicionalmente, tampoco elegirían. Esa es la mejor parte, que hay personas en la periferia que son perfectamente capaces, y tú los ves y te conviertes en su defensora”, expresó Viola sobre su rol de productora, que se consolidó en 2011 con JuVee Productions, la compañía de producción que fundó junto con su esposo, Julius Tennon, y que ha impulsado historias para cine y TV centradas en la comunidad afroamericana y las mujeres.
«Tras el estreno de Historias cruzadas, cuando empezamos la compañía, esos artistas de la periferia eran los que estaban escribiendo historias para mujeres como yo», dijo Viola recientemente durante la premiere de G20. «Así que había que sacarlos de la oscuridad».

Patricia Riggen es la comandante en jefa
G20 acompaña a la presidenta Danielle Sutton (Viola Davis) a una cumbre mundial realizada en Sudáfrica justo en el momento en que vive una crisis como madre de dos adolescentes. Cuando un grupo terrorista asalta la cumbre para crear videos deep fake que generen desconfianza en los mandatarios de los países más poderosos y caos financiero, la presidenta pone en práctica sus habilidades de combate para sobrevivir con sus colegas, pero también su instinto más protector para defender a su familia.
En una entrevista que se hizo viral, realizada en el evento Women of the World de 2028, Viola Davis mencionó que, a pesar de tener una carrera como la de Meryl Streep, Julianne Moore o Sigourney Weaver, las oportunidades para ella como actriz de color no eran para nada cercanas, ni en términos de dinero, ni de papeles. Con G20, le interesaba representar a una mujer ágil e inteligente, y demostrar que a su edad es perfectamente capaz de crear al personaje que le hubiera gustado ver en pantalla cuando era niña. Y en lugar de elegir para la dirección del proyecto a directores con trayectoria en el cine de acción, optó por una directora que pudiera ponerle corazón a la historia.
“La aportación de la mirada femenina en mi caso comienza desde el desarrollo del guion, en el que me aseguro de meter elementos desde el punto de vista femenino. Por ejemplo, para mí era muy importante la familia, la relación con la hija, decidir que esa relación fuera el eje central de la película para que hubiera un lado humano y que no fuera pura pelea”, aporta Patricia Riggen.

Originaria de Jalisco, la cineasta decidió mudarse a Estados Unidos para hacerse un camino en la industria. Desde el estreno de su primer largometraje en 2007, La misma luna, llamó su atención por hacer una cinta que fue muy elogiada a nivel internacional y que además tuvo éxito comercial, con la participación de Eugenio Derbez, Kate del Castillo y America Ferrera. Posteriormente hizo Educando a mamá (2012) con Eva Mendes; Los 33 (2015), con Antonio Banderas; y Milagros del cielo (2016) con Jennifer Garner y Queen Latifah. Pero fue su experiencia dirigiendo episodios de la serie de acción Jack Ryan (2018) lo que la puso en la mira de Davis, quien quedó convencida de que era la indicada al escuchar sus propuestas y ver cómo las defendía desde la primera vez que dio su opinión sobre las mejoras que haría en el guion.
“Es una artista por excelencia; tiene visión, tiene pasión y tiene la habilidad para ejecutar. Y, sobre todo, tiene la valentía de no abandonar su idea. Lo que pasa con las mujeres, nuestro poder y la forma en que le agradamos a las personas siempre tiene que ver con qué tanto servimos al otro, más que a nosotras mismas. Y lo que vi y aún veo en Patricia es alguien que no estaba dispuesta a ceder en su visión de esta película. Ella era mi primera opción, y creí en ella y creo que el mundo también verá lo mismo”, sostuvo en entrevista la intérprete.
Con G20, Riggen se convierte en la primera mexicana y la primera directora latina en dirigir una película de acción de alto presupuesto, con lo que entra a una reducida lista de mujeres que han tenido la misma oportunidad, como Kathryn Bigelow (The Hurt Locker) y Patty Jenkins (Wonder Woman). Desde que el proyecto le fue encomendado, tenía claro que la presión era doble, pues, como latina y como mujer, tenía que hacer las cosas bien, para que las puertas en este género —usualmente reservado a los hombres— continúen abiertas para futuras directoras que quieran incursionar en el cine de entretenimiento en las grandes ligas.

“Nadie dirá nunca ‘Esta película la dirigió un hombre y quedó mal, ya no hay que contratar hombres’ ¡Jamás! Pero si es una mujer sí les entra la sospecha. Entonces sí, la responsabilidad es enorme y la tengo muy clara y por eso no puedo fallarle a todas las chicas que vienen detrás”, dijo la directora, que ahora disfruta el estreno mundial de la película a través de la plataforma Prime Video.
Riggen coincide con el personaje de Viola y afirma que ha sido criticada por ser fuerte, pero “si una no fuera fuerte no estaría aquí”. En este proyecto, tanto la actriz como la cineasta son prueba de que la fuerza en las mujeres viene en muchas formas, ya sea pateando a los villanos, o tomando las riendas de sus trayectorias. “Llevo 20 años en esto, abriendo camino. Y he sufrido, me ha costado mucho. Pero estoy muy contenta de haber podido acceder a una película como esta, de haber dirigido a Viola Davis y de haber tenido un presupuesto para realmente hacer muchísima acción. Me siento muy afortunada”.
G20 ya se puede ver en la plataforma de Prime Video México.

Fabiola Santiago Periodista y crítica de cine. Le interesa la diversidad de miradas en películas y series. Habla y escribe sobre cine hecho por mujeres, por cineastas indígenas y latinoamericanos.
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Cine y Tv
¡Hogwarts cobra vida de nuevo! HBO revela el elenco de seis miembros del personal para la nueva serie de Harry Potter

La magia regresa con fuerza a la pantalla: HBO ha confirmado oficialmente a seis actores que darán vida a los icónicos personajes del personal de Hogwarts en la esperada serie original de Harry Potter. El reparto está encabezado por el aclamado actor John Lithgow como Albus Dumbledore, director de Hogwarts y mentor de Harry. Lithgow, ganador de seis premios Emmy y dos Tony, recientemente fue galardonado con el Olivier Award 2025 como Mejor Actor por su papel en Giant.
La multipremiada Janet McTeer interpretará a la estricta pero entrañable Minerva McGonagall, subdirectora y jefa de la casa Gryffindor. El talentoso Paapa Essiedu, nominado al Emmy y al BAFTA por I May Destroy You, será el complejo y misterioso Severus Snape.
La ternura y la fuerza del medio gigante Rubeus Hagrid estarán en manos de Nick Frost, conocido por su trayectoria en cine y televisión británica.
El profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras en el primer año de Harry, Quirinus Quirrell, será interpretado por Luke Thallon, destacado actor de teatro.
Finalmente, Paul Whitehouse, cinco veces ganador del BAFTA, asumirá el papel del malhumorado conserje Argus Filch.
Francesca Gardiner, showrunner y productora ejecutiva, junto con el director Mark Mylod, expresaron su entusiasmo:
Estamos felices de anunciar el casting de estos seis actores. Nos emociona contar con tanto talento para dar nueva vida a estos personajes tan queridos.
La producción comenzará en verano de 2025 y la serie se estrenará exclusivamente en Max, llegando a públicos de todo el mundo, incluidos nuevos mercados como Turquía, Reino Unido, Alemania e Italia.
Esta adaptación televisiva será fiel a la saga original escrita por J.K. Rowling, quien también funge como productora ejecutiva junto a Neil Blair, Ruth Kenley-Letts y David Heyman, productor de las películas originales.
Con una narrativa más profunda y visualmente impactante, la serie promete redescubrir el mundo mágico y enamorar tanto a los fans veteranos como a una nueva generación.
¡Prepárate para volver a Hogwarts!
Cine y Tv
Un periplo por Asia donde realidad y ficción se entremezclan

Para el cineasta portugués Miguel Gomes, todas sus películas «son remakes de El mago de Oz«. Así lo dijo en una entrevista que concedió en el marco del Festival Internacional de Cine de Cannes 2024, donde presentó Grand Tour, su sexto largometraje como director y el primero que lo vuelve partícipe de aquel prestigioso encuentro cinematográfico, aparte de ahí mismo hacerlo acreedor del premio a la Mejor dirección; una película cuyo vínculo con las aventuras de Dorothy y Toto lo percibe el director no en la historia ni en los personajes, sino en la coexistencia de un mundo real y un mundo ficticio.
En este drama de época, Kansas viene a ser esa realidad que Gomes registra con avidez documentalista: el recorrido que él y un pequeño equipo de producción realizó hace cinco años, inspirado en el tour por Asia que solían hacer los exploradores británicos hasta principios del siglo XX. Y en cambio, la fantástica Tierra de Oz encuentra su equivalente en todo aquello que el quincuagenario realizador rodó en estudio: una historia ficcional que bebe de las comedias screwball y donde si bien no figura un León Cobarde ni una Bruja Mala del Oeste, sí hay un hombre temeroso que huye por varios países asiáticos, y una mujer testaruda que lo acecha sin descanso.

¿De qué se trata Grand Tour?
Ambientada en 1918, Grand Tour sigue a un funcionario británico llamado Edward (Gonçalo Waddington) y a su prometida Molly (Crista Alfaiate), inmersos en un juego del gato y el ratón. Al comienzo de la historia, Edward abandona su hogar en Myanmar y escapa a Singapur con tal de eludir la boda. Sin embargo, una persistente Molly empieza a seguir sus huellas, y el viaje deviene una persecución entre cómica y reflexiva que les hace a ambos aventurarse por varios países y ciudades de la región, como Bangkok, Saigón, Osaka y Shanghái.
Las poblaciones que Edward y Molly visitan en la ficción son donde Miguel Gomes encomendó el levantamiento de material audiovisual que retratara la vida cotidiana y las distintas manifestaciones culturales que dan identidad a cada territorio. Así que, por un lado, Grand Tour ahonda en las aventuras y desventuras de sus protagonistas en una versión de Asia de inicios del siglo XX —recreada en un set— y por otra parte, intercala imágenes de cada ciudad en la actualidad. Esto ocasiona un diálogo entre realidad y ficción que reafirma en el estilo de Gomes los atributos de dualidad y experimentación que ya se veían, por ejemplo, en Tabú (2012), que ultimadamente es también una película «romántica» que juega con temporalidades.
«Me obsesiona averiguar cómo puedo establecer el diálogo entre estas dos cosas tan diferentes y qué es lo que pueden aportarse mutuamente», comenta el cineasta en una reciente charla con Cine PREMIERE. «Creo que esto es algo que planteo en cada película. Esta pregunta: ¿Cómo puedo aprovechar esa capacidad [del cine] de captar la realidad y también de inventar un mundo con nuevas reglas? ¿Y cómo puedo juntarlas para que se enriquezcan entre ellas?»
Para Grand Tour, el director no descartaba que el material filmado en locación tuviera el potencial de expresar algo acerca del mundo interno de los personajes. Quizás la imagen de una rueda de la fortuna pudiera de algún modo representar la falta de rumbo que aqueja a Edward. Pero Gomes jamás preconcibió esa clase de asociaciones. Simplemente quería que lo documental y lo ficcional convivieran, sin la menor idea de qué efecto producirían en conjunto. Tal vez, si acaso, que a ojos de la audiencia, uno «contaminaría» al otro.
«Al principio no tenía la respuesta. Incluso ahora, no sé si tengo la respuesta. Pero sabía que producirían algo», agrega. «Este choque continuo entre dos cosas muy diferentes —estudio de filmación y mundo real; pasado y presente— debía ofrecer algo. Y mi esperanza era que las escenas de estudio se ‘contaminaran’ con las secuencias rodadas en Asia. Y que lo que se ve en el diario de viaje pudiera ‘contaminarse’ también por lo que se ve en el estudio».

Perdidos en el sudeste asiático
Para concebir la historia anti-romántica de Edward y Molly, Miguel Gomes tomó de inspiración una simple broma expuesta en el libro The Gentleman in the Parlour, donde el inglés W. Somerset Maugham vertió sus experiencias de viaje por el sudeste asiático en la primera mitad del siglo pasado. «Era un chiste sobre que los hombres son cobardes y las mujeres, testarudas [a la hora de casarse]», nos explica el director.
Sin embargo, el oriundo de Lisboa acertó en no elaborar una mera caricatura de sus personajes. Claro que éstos gozan de sus propias excentricidades, como que a Edward lo conozcamos aferrado a un ramo de flores —las cuales reparte entre extraños una vez que decide huir de Myanmar— o que Molly posea una risa peculiar que sale a presión, cual globo desinflándose. Pero el director de Grand Tour anhelaba profundidad y sobre todo transformación en sus protagonistas.
“Edward y Molly no son los mismos al inicio y al final de la película”, explica el portugués. “Creo que el Edward aterrado de la primera escena no es el Edward [del final] que se siente perdido de una forma más melancólica. Algo le sucedió durante su viaje. Y con Molly, es aún más evidente que ella al principio estaba alegre, llena de vida y abierta a todo el mundo. Pero al final, ella sólo piensa en Edward y se torna más y más oscura”.
Para Gomes, es obligado que el punto de partida —en este caso, una burla basada en clichés de género acerca del matrimonio— se convierta en algo diferente para que valga la pena llevarlo a la pantalla. A su parecer: “Las cosas deben cambiar, los personajes deben cambiar, pero sobre todo, una película debe cambiar, como también la relación que existe entre ésta y el espectador”.
En lo que concierne al público, el quincuagenario cineasta quería adrede confundir a los espectadores (“al espectador occidental, al menos”) al no poner subtítulos cuando hubiera diálogos de personas locales con las que Edward y Molly se cruzan durante su travesía por Oriente. Así la audiencia podía compartir la perspectiva foránea con la que Gomes reconoce haber hecho Grand Tour y que evidentemente es también la de sus protagonistas británicos.
“La película trata sobre desencuentros”, enfatiza el realizador. “De algún modo, nos queda la sensación de que todos estos personajes de Occidente están un poco fuera de lugar, al no entender demasiado lo que está sucediendo [a su alrededor]”.

Captar la realidad y crear un mundo nuevo
A principios de 2020, Miguel Gomes emprendió su periplo por Asia. Había planeado seguir la misma ruta trazada por W. Somerset Maugham décadas antes que él y capturar en 16mm las imágenes que le parecieran más interesantes. En cada urbe que visitó, contó con el apoyo de productores locales con quienes la relación variaba según el territorio. El director rememora que, por ejemplo, le resultó difícil rodar en Japón porque ahí se cruzó con gente que no aprobaba del todo sus constantes cambios de parecer sobre dónde poner la cámara. Y al contrario, en Filipinas le ayudó un productor a quien poco le preocupaba que no tuvieran los permisos de filmación necesarios.
En cuestión de semanas, Gomes visitó Myanmar, Singapur, Tailandia, Vietnam, Filipinas y Japón, exactamente en ese orden, que es el que siguen Edward y Molly en la ficción. En Grand Tour, China es el último destino de los personajes y originalmente ésa iba a ser también el de Gomes. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ocasionó que el realizador no pudiera concluir su recorrido y tuvo que esperar hasta 2022 para obtener el material documental que le faltaba.
«Teníamos la intención de ir a China, pero eran los comienzos del COVID, así que no nos dejaron entrar», nos platica el galardonado en Cannes. «Dos años más tarde, pudimos rodar en China pero a distancia. Yo estaba en Lisboa, sin poder entrar [al país asiático]. Así que [dirigí a distancia] a un equipo de producción chino que se encargó de las dos últimas semanas de rodaje».
Aquello que no deja de asombrar a Gomes es la capacidad que tiene el cine de, por un lado, “captar la realidad y nuestras vidas”, y por otra parte, crear un mundo completamente nuevo. Y si bien el director disfruta más filmar en locación, es consciente de las bondades de un foro como aquél en el que rodó la parte ficcional de Grand Tour. Ahí fue capaz de “inventar” su propio sol, a través de lo que él describe como “el gran poder de la iluminación de estudio”; un poder que en la escena final (ya lo descubrirán al ver la película) se manifiesta como una auténtica fuerza divina.
«La idea [para esa escena final] surgió como dos semanas antes de rodar [los segmentos de Edward y Molly]», comparte con Cine PREMIERE. «Originalmente no estaba en el guion. Pero entonces un día, mientras instalaban las luces en el techo del estudio, se me ocurrió que en la escena final hubiera esta gran intervención, [la manifestación] de este gran poder de la iluminación de estudio».

¿Dónde ver la película Grand Tour?
En México, Grand Tour se exhibe actualmente en salas del circuito alternativo. Llegará en exclusiva a la plataforma de streaming Mubi el 18 de abril de 2025.

Antonio G. Spíndola Tengo muy mala memoria. Por solidaridad con mis recuerdos, opto por perderme también. De preferencia, en una sala de cine.
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