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Las Ray-Ban Meta son unas de las mejores gafas inteligentes. Mark Zuckerberg planea añadirles una pantalla, según FT.
No es ningún secreto que el smartphone se ha convertido en el epicentro digital de nuestras vidas. Lo utilizamos para todo tipo de tareas, desde gestionar nuestras finanzas, realizar pagos con Bizum o sin contacto, hasta abrir el coche, interactuar en redes sociales o usar aplicaciones de navegación como Google Maps. Sin embargo, con el tiempo, es probable que empecemos a utilizarlo menos a medida que otros dispositivos ganan terreno.
En la actualidad podemos hacer algunas cosas directamente desde el smartwatch, lo que reduce la cantidad de veces que sacamos el teléfono del bolsillo. Mark Zuckerberg lleva tiempo apuntando en esta dirección. Hace unos días señalaba que probablemente para 2030 las gafas se convertirán en la nueva plataforma de computación cotidiana. Aquí, precisamente, apuntan a tener un papel protagónico las gafas inteligentes Ray-Ban Meta.
Unas gafas Ray-Ban con pantalla
Nuestro compañero Javier Lacort tuvo la oportunidad de que probar las gafas Ray-Ban Meta a principios de este año y se sorprendió gratamente. El dispositivo tiene un diseño tradicional, pero incorpora algunos añadidos tecnológicos interesantes, como cámaras incorporadas, cinco micrófonos, sonido y, lo más importante, la posibilidad de utilizar el asistente de inteligencia artificial (AI) Meta AI directamente con la voz.
Próximamente podríamos asistir a uno de los cambios más interesantes del producto. Según Financial Times, Meta está considerando incorporar pantallas a sus gafas Ray-Ban. La mejora aterrizaría tan pronto como en la segunda mitad del año próximo y permitiría ofrecer una experiencia mucho más completa. Las fuentes señalan que sería útil para mostrar notificaciones o respuestas del asistente de IA de la compañía estadounidense.
El periódico no ha brindado detalles sobre la tecnología que utilizaría Meta, pero la llegada de una pantalla a las gafas Ray-Ban sin incrementar el volumen y el peso del dispositivo podría ser un gran acierto. Ahora bien, la experiencia podría ser muy diferente a la que vimos en las gafas Orion. El prototipo avanzado es capaz de ofrecer una experiencia de realidad aumentada (RA) en toda regla, pero su tecnología no está lista para llegar al mercado.
Sencillamente, combinar el mundo físico con el virtual gracias a la RA en unas gafas cuya apariencia se asemeja a unas gafas tradicionales es un desafío titánico desde varios puntos de vista. Las gafas Orion incorporan lentes fabricadas con carburo de silicio, un material ligero y resistente, pero carísimo. El único inconveniente no es su coste, sino que los procesos de producción todavía no están listos para manejar grandes cantidades.
Meta también está desarrollando sus propios productos de realidad mixta. Las Meta Quest 3 han tenido una buena recepción entre el público, aunque el promocionado concepto de Metaverso que vimos hace tiempo está muy lejos de hacerse realidad. Algo similar ocurre con las Vision Pro de Apple, que según el propio Tim Cook son un producto de adopción temprana, una propuesta para las personas que quieren tener la tecnología del mañana, hoy.
Imágenes | Meta
En Xataka | Google ha declarado la guerra en el segmento de la realidad aumentada. Apple y Meta no van a ponérselo fácil
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Una empresa de Japón probó con los insectos comestibles convencida de que son el futuro de la alimentación. Acaba de quebrar
El 1 de junio de 2021 fue un día importante: se aprobó un nuevo alimento. Aunque llevamos milenios comiendo insectos, ese día la Unión Europea dio a los insectos la etiqueta de “alimento seguro”. Realmente, los insectos son un ingrediente habitual en muchos alimentos que consumimos diariamente, y una empresa japonesa se atrevió en 2019 a ir con todo, convirtiendo el polvo de grillo en su ingrediente principal.
Acaba de quebrar.
Insectos > ganado. Realmente, la UE no hacía nada nuevo. Llevamos miles de años comiendo insectos y es algo totalmente normal en países asiáticos, americanos y en algunos africanos. La Unión Europea consideró que los insectos eran el alimento del futuro al ser ricos en proteínas y otros nutrientes, peor lo fundamental es que su huella de carbono es mínima comparada con la del ganado.
Se estima que una vaca necesita 8 kg de comida para engordar un kilo y, después, aprovechamos el 40% de su carne. Producir 1 kg de carne de grillo requiere únicamente 1,7 kg de comida y se aprovecha el 80% del insecto. Antes del anuncio de la UE, ya había países europeos lanzando su regulación en materia de comestibles a base de insectos, y algo que destaca es que el grillo casi siempre estaba en el menú.
Polvo de bicho. Los grillos, que son extremadamente comunes y se han postulado como una solución de alimentacióndurante los primeros años de la colonización de Marte, son el corazón de Gryllus INC., una empresa japonesa que arrancó en 2019 con la idea de hacer aperitivos. La clave es que no hay que pensar en estos snacks como grillos tostados, conservando su forma de insecto, sino como un ingrediente más.
Así, el proceso consistía en reducir los grillos a polvo y utilizarlo para crear un snack con forma de bolita que venía en dos sabores: salado ‘umami’ y ‘takoyaki’ (bolitas de pulpo). En la promoción, la compañía desplegó una food truck en la que sirvió patatas fritas condimentadas con polvo de grillo y también lanzaron harina de polvo de grillo, galletas y otros productos.
Bichoburger. No parecía ir mal la cosa, ya que en 2022 la aerolínea japonesa Zipair Tokyo llegó a un acuerdo con ellos para distribuir dos platos con el polvo de grillo como ingrediente. Uno era un plato de pasta con marisco en el que el grillo es parte de la mezcla de la salsa de tomate. El otro era una hamburguesa con el polvo de grillo mezclado entre el resto de ingredientes.
El precio de cada uno de los platos era de 1.500 yenes (unos 11 euros) y, como leemos en South China Morning Post, la aerolínea informó de 60 pedidos de los platos durante los dos primeros meses en el menú.
Todo mal. La suerte de la compañía se torció ese mismo año cuando a Gryllus se le ocurrió introducir el ingrediente en una escuela de secundaria. Las críticas no tardaron en aparecer, esparcidas por redes sociales con padres preocupados sobre el aporte nutricional de la comida escolar, argumentando que eran incompatibles con restricciones dietéticas y aludiendo a posibles alergias.
Desde la compañía se afirmó que era una campaña impulsada por la desinformación. Takahito Watanabe, fundador de la empresa, comentó que era “posible que los informes falsos y las teorías de la conspiración que se difundieron en redes sociales fueran aceptadas por quienes las leyeron”. El daño ya estaba hecho.
La quiebra. Como apuntan desde SCMP, las ventas de la compañía cayeron en picado y se encontraron con un exceso de inventario que no pudieron manejar. Intentaron pedir subsidios gubernamentales para dar un giro al negocio y enfocarse en la producción de grillos como alimento para el ganado y la acuicultura, pero el rechazo de las autoridades provocó la caída del castillo de naipes.
Incapaces de remontar, el 7 de noviembre de este año, Gryllus INC. declaró su insolvencia, con una deuda que suma aproximadamente 153 millones de yenes, unos 945.000 euros.
Potencial. Watanabe, que además del fundador de la empresa es profesor de biología del desarrollo en la Universidad de Tokushima, al sur de Japón, comentó que iniciaron la aventura debido a la crisis de proteínas que atravesará el mundo con los aumentos de población. “Creíamos que existía suficiente potencial para que tuviera éxito en Japón”, afirma.
La realidad ha sido otra, pero pese al revés, está convencido de que los insectos son el futuro de la cocina. “No sé cuánto tiempo llevará, pero creo que los insectos se convertirán en una parte clave de nuestra dieta. Durante gran parte de la historia humana, los insectos han sido una fuente fundamental de proteínas, por lo que creo que existe una buena posibilidad de que vuelvan a ser aceptados como fuente de alimento, cuando puedan mejorarse con nuevas tecnologías”, afirma Watanabe.
Alternativas. El investigador escogió los grillos por su facilidad de crianza, la rapidez de maduración y su aporte de calcio, magnesio, zinc, hierro, vitaminas y fibra, pero aunque hay otros que los consideran como uno de los grandes alimentos del futuro —y del presente, incluso en forma de barritas proteicas—, no son los únicos.
Uno aprobado por la propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria es el gusano de la harina. Otros, como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición detallan en su web, son las langostas migratorias o las larvas de escarabajo del estiércol. Y las preparaciones son variadas: congelados, desecados, en polvo, en pasta y hasta en forma de polvo light.
Hay muchos que tienen claro que los insectos serán parte de la dieta occidental del futuro. Sólo habrá que superar el yuck factor, o el factor de repugnancia.
Imágenes | Fracta, Gryllus INC.
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Una empresa de Japón probó con los insectos comestibles convencida de que son el futuro de la alimentación. Acaba de quebrar
El 1 de junio de 2021 fue un día importante: se aprobó un nuevo alimento. Aunque llevamos milenios comiendo insectos, ese día la Unión Europea dio a los insectos la etiqueta de “alimento seguro”. Realmente, los insectos son un ingrediente habitual en muchos alimentos que consumimos diariamente, y una empresa japonesa se atrevió en 2019 a ir con todo, convirtiendo el polvo de grillo en su ingrediente principal.
Acaba de quebrar.
Insectos > ganado. Realmente, la UE no hacía nada nuevo. Llevamos miles de años comiendo insectos y es algo totalmente normal en países asiáticos, americanos y en algunos africanos. La Unión Europea consideró que los insectos eran el alimento del futuro al ser ricos en proteínas y otros nutrientes, peor lo fundamental es que su huella de carbono es mínima comparada con la del ganado.
Se estima que una vaca necesita 8 kg de comida para engordar un kilo y, después, aprovechamos el 40% de su carne. Producir 1 kg de carne de grillo requiere únicamente 1,7 kg de comida y se aprovecha el 80% del insecto. Antes del anuncio de la UE, ya había países europeos lanzando su regulación en materia de comestibles a base de insectos, y algo que destaca es que el grillo casi siempre estaba en el menú.
Polvo de bicho. Los grillos, que son extremadamente comunes y se han postulado como una solución de alimentacióndurante los primeros años de la colonización de Marte, son el corazón de Gryllus INC., una empresa japonesa que arrancó en 2019 con la idea de hacer aperitivos. La clave es que no hay que pensar en estos snacks como grillos tostados, conservando su forma de insecto, sino como un ingrediente más.
Así, el proceso consistía en reducir los grillos a polvo y utilizarlo para crear un snack con forma de bolita que venía en dos sabores: salado ‘umami’ y ‘takoyaki’ (bolitas de pulpo). En la promoción, la compañía desplegó una food truck en la que sirvió patatas fritas condimentadas con polvo de grillo y también lanzaron harina de polvo de grillo, galletas y otros productos.
Bichoburger. No parecía ir mal la cosa, ya que en 2022 la aerolínea japonesa Zipair Tokyo llegó a un acuerdo con ellos para distribuir dos platos con el polvo de grillo como ingrediente. Uno era un plato de pasta con marisco en el que el grillo es parte de la mezcla de la salsa de tomate. El otro era una hamburguesa con el polvo de grillo mezclado entre el resto de ingredientes.
El precio de cada uno de los platos era de 1.500 yenes (unos 11 euros) y, como leemos en South China Morning Post, la aerolínea informó de 60 pedidos de los platos durante los dos primeros meses en el menú.
Todo mal. La suerte de la compañía se torció ese mismo año cuando a Gryllus se le ocurrió introducir el ingrediente en una escuela de secundaria. Las críticas no tardaron en aparecer, esparcidas por redes sociales con padres preocupados sobre el aporte nutricional de la comida escolar, argumentando que eran incompatibles con restricciones dietéticas y aludiendo a posibles alergias.
Desde la compañía se afirmó que era una campaña impulsada por la desinformación. Takahito Watanabe, fundador de la empresa, comentó que era “posible que los informes falsos y las teorías de la conspiración que se difundieron en redes sociales fueran aceptadas por quienes las leyeron”. El daño ya estaba hecho.
La quiebra. Como apuntan desde SCMP, las ventas de la compañía cayeron en picado y se encontraron con un exceso de inventario que no pudieron manejar. Intentaron pedir subsidios gubernamentales para dar un giro al negocio y enfocarse en la producción de grillos como alimento para el ganado y la acuicultura, pero el rechazo de las autoridades provocó la caída del castillo de naipes.
Incapaces de remontar, el 7 de noviembre de este año, Gryllus INC. declaró su insolvencia, con una deuda que suma aproximadamente 153 millones de yenes, unos 945.000 euros.
Potencial. Watanabe, que además del fundador de la empresa es profesor de biología del desarrollo en la Universidad de Tokushima, al sur de Japón, comentó que iniciaron la aventura debido a la crisis de proteínas que atravesará el mundo con los aumentos de población. “Creíamos que existía suficiente potencial para que tuviera éxito en Japón”, afirma.
La realidad ha sido otra, pero pese al revés, está convencido de que los insectos son el futuro de la cocina. “No sé cuánto tiempo llevará, pero creo que los insectos se convertirán en una parte clave de nuestra dieta. Durante gran parte de la historia humana, los insectos han sido una fuente fundamental de proteínas, por lo que creo que existe una buena posibilidad de que vuelvan a ser aceptados como fuente de alimento, cuando puedan mejorarse con nuevas tecnologías”, afirma Watanabe.
Alternativas. El investigador escogió los grillos por su facilidad de crianza, la rapidez de maduración y su aporte de calcio, magnesio, zinc, hierro, vitaminas y fibra, pero aunque hay otros que los consideran como uno de los grandes alimentos del futuro —y del presente, incluso en forma de barritas proteicas—, no son los únicos.
Uno aprobado por la propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria es el gusano de la harina. Otros, como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición detallan en su web, son las langostas migratorias o las larvas de escarabajo del estiércol. Y las preparaciones son variadas: congelados, desecados, en polvo, en pasta y hasta en forma de polvo light.
Hay muchos que tienen claro que los insectos serán parte de la dieta occidental del futuro. Sólo habrá que superar el yuck factor, o el factor de repugnancia.
Imágenes | Fracta, Gryllus INC.
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la fiebre global mueve ya casi tanto como su industria del acero
Todos hemos visto anime. Todos, sin excepción. “No, yo es que tengo 60 años, eso me ha pillado viejo”, no, Jose Miguel, no es así. Tú también has visto anime. Seguramente hayas visto ‘Arupusu no Shōjo Haiji’, ‘Haha o Tazunete Sanzenri’ o ‘Majingā Zetto’. ¿Cómo? ¿No te suenan? Espera, quizá si te digo que has visto ‘Heidi‘, ‘Marco‘ o ‘Mazinger Z‘ la cosa sea diferente.
La animación japonesa es mucho más influyente de lo que pensamos. Es, de hecho, una industria multimillonaria. La industria del entretenimiento japonesa (videojuegos, anime y manga) exporta anualmente contenido por valor de 4,7 billones de yenes, unos 27.734 millones de euros. Estamos hablando de una industria que se queda poco por debajo de la de los semiconductores (5,7 billones de yenes) y la del acero (5,1 billones). ¿Los motivos? Varios.
PD: La serie sobre estas líneas es ‘Sakamoto Days’ y se estrena el año que viene. El manga ya está en serialización y merece muchísimo la pena.
El crecimiento post-pandemia. La COVID-19 nos encerró a todos y no fuimos pocos los que nos refugiamos en el anime. De hecho, si se ha notado un crecimiento importante desde 2020 hasta ahora y, más concretamente, desde 2021-2022 hasta hoy, no es cosa nuestra. Los datos están ahí.
Según detalla el Anime Industry Report 2023 de la Association of Japanese Animation (AJA), “el mercado de la industria del anime en 2022 alcanzó el 106,8% del año anterior, que había sido entonces el más alto registrado, con un aumento de 185.500 millones de yenes”. Entre 2013 y 2022, la industria creció un 198%, que se dice pronto. En 2023, la industria había crecido hasta alcanzar los tres billones (billones, sí) de yenes.
Salir fuera. El mercado internacional ha sido capital para este crecimiento. La AJA lo califica como “el motor de esta evolución”, y no es para menos. Además, las plataformas de streaming se han lanzado a emitir anime, desde Netflix a HBO, pasando por Prime Video y hasta Disney+. Sí, ya existía Crunchyroll, la meca para los que disfrutamos de este género, pero la realidad es que Crunchy, AnimeBox y compañía no son tan populares y masivas como… Netflix, sin ir más lejos.
Para hacernos una idea de lo importante que ha sido el mercado internacional para la industria del anime, un par de datos. En 2013, el mercado internacional generó 283.300 millones de yenes. En 2019, año de la pandemia, la cifra fue de 1,2 billones. En 2023, ha sido de casi 1,5 billones. Si sumamos el resto del entretenimiento, a saber manga y videojuegos, la cifra se coloca en los 4,7 billones de yenes que mencionábamos anteriormente.
¿Eso qué significa? Que el mercado internacional es tan, pero tan importante para la industria del anime que solo 9.300 millones de yenes, un 0,6%, lo separa del mercado nacional. El culpable de que los locales ganen, por cierto, es el entretenimiento en vivo, una industria que Japón tiene intención de explotar pero cuyos planes se vieron frustrados por, efectivamente, la COVID-19, según el ya mencionado informe.
El futuro. Japón es una de las diez economías más importantes del mundo, pero también es uno de los países con más deuda. Concretamente, 1.300 billones de yenes. 7.836.751.000.000 euros o 130,6 veces lo que Microsoft pagó por Activision Blizzard, por si nos ayuda a tener una mejor idea. ¿Qué industria está creciendo a pasos agigantados y tiene potencial para ayudar a reducir esa cifra? Efectivamente, el anime.
Bajo la estrategia Cool Japan, el país nipón tiene intención de convertir su industria del entretenimiento en el motor de su economía. El gobierno pretende ampliar el mercado hasta los 20 billones de yenes (118.000 millones de euros), superando así a los 13 billones que genera la industria del motor. Esta estrategia también contempla todo lo relacionado con la cultura japonesa, como la gastronomía, la moda o el turismo. En general, Cool Japan aspira a generar 50 billones de yenes, casi 300.000 millones de euros, para el año 2033.
Un win-win. Que las plataformas de streaming se hayan lanzado a publicar anime no es casualidad. El público lo demanda y trae suscriptores. El anime llega más lejos, las plataformas se benefician, win-win.
Netflix, es, sin duda, la plataforma mainstream que más fuerte está apostando por el género con títulos como ‘Cyberpunk: Edgerunners‘, ‘Hunter x Hunter‘, ‘DanDaDan‘, ‘Baki Hanma‘, ‘Naruto‘, ‘Ranma 1/2‘, ‘One Piece‘ a partir de Egghead, ‘Haikyiuu!‘, ‘Blue Eye Samurai‘, ‘Pluto‘ y ‘Jujutsu Kaisen‘, entre otros títulos. También tiene el live action de ‘One Piece’ que, de alguna forma, ha ayudado a evangelizar la obra de Oda a los no iniciados.
Prime Video también tiene cositas, como ‘Spy x Family‘, ‘Kimetsu no Yaiba‘, ‘My Hero Academia‘, ‘Dragon Ball Super‘ y ‘Attack on Titan‘. En el catálogo de Disney+ hay algunos títulos interesantes, como ‘Bleach‘, ‘Tokyo Revengers‘, la serie de ‘Sand Land‘ y ‘Summer Time Render‘. Max, por su parte, se ha quedado algo atrás y lo más potente, que es la reciente adaptación anime de ‘Uzumaki‘, empezó muy fuerte (y tanto, vaya barbaridad), pero tras el primer episodio, todo un ejercicio de cómo animar un manga, la serie ha ido cuesta abajo y sin frenos.
No todo es rosa. Aunque la industria del anime vive una suerte de época dorada, la realidad entre bambalinas es compleja. El anime es como la ciencia: no se hace, hay que hacerla. Hay que dibujar, animar, y eso no es algo que todo el mundo sepa hacer. Hay escasez de trabajadores cualificados, algo que tiene sentido si pensamos en que los salarios son bajos.
Un animador novel comienza como “genga man”, es decir, el que dibuja los fotogramas intermedios, las conexiones entre los fotogramas clave. Su salario en 2019 era equivalente a 12.000 dólares anuales, según detalla New York Times citando un informe de la AJA. Esa cifra no tiene en cuenta los freelance, que pueden cobrar incluso menos. Para algunos, el salario es de apenas 200 dólares al mes. Un animador bien pagado cobra una media de 40.000 dólares anuales, nada que ver con los 65-75.000 que cobra un animador de renombre estadounidense, por ejemplo.
Según explica The Asashi Shimbun, en Japón solo hay 6.000 animadores y muchos de ellos “se marchan debido a las malas condiciones de trabajo”. “El salario medio de los animadores es de alrededor de 1.300 yenes por hora, muy por debajo del promedio de 2.400 yenes de todas las industrias”, afirma el medio. En otras palabras, un animador japonés apenas cobra ocho euros la hora.
Un problema estructural. El origen de este problema es la propia industria, que impide que el dinero llegue a los estudios. Tal y como explican desde The Asashi Shimbun citando información del Japanese Research Institute (JRI), “las productoras (de anime) recibieron sólo el 18% de las ventas nacionales de anime en 2022 y sólo el 6% de las ventas en el extranjero”. La mayor parte de los ingresos van a parar a empresas dedicadas a la planificación, la creación de contenidos originales, el marketing, la emisión y el streaming, afirman desde el medio.
En palabras de Yosuke Yasui, investigador principal del JRI, “muchas empresas están operando a duras penas, lo que las lleva a aceptar condiciones contractuales desfavorables y las atrapa en un ciclo de bajos beneficios”. Además, la cantidad de personas jóvenes deseando trabajar en la industria es tan alta que los estudios pueden mantenerse a flote sin tener que subir los salarios.
Karoshi. Es un término que significa “muerte por exceso de trabajo” y es algo relativamente común en el mundo del anime y del manga. Es una industria en la que el crunch y las jornadas maratonianas están a la orden del día. Casos hay muchos, pero uno de los más recientes es el de Kentaro Miura, autor de ‘Berserk’. Falleció a sus 54 años debido a una disección aórtica aguda causada por el estrés y el exceso de trabajo.
Eiichiro Oda, autor de ‘One Piece’, pasó por un 2023 complicado. ‘One Piece’ tiene 1.130 episodios, es una obra a la que el autor ha dedicado su vida y eso pasa factura. En 2023, Oda reconoció que estaba en contacto permanente con su médico, al cual le enviaba todos los días sus datos de presión arterial. De acuerdo a su médico, era demasiado alta. En marzo de 2024, con el arco de Egghead en su punto álgido, Oda acabó tomándose un extraño descanso de tres semanas.
La mayoría de manga y episodios de anime se estrenan con una cadencia semanal, de ahí los plazos de entrega tan brutales
Son solo un par de ejemplos, pero si algo caracteriza a la industria del manga y el anime son los cortos plazos de entrega. No nos olvidemos de que la mayoría de capítulos de manga, con unas 15-20 páginas cada uno, se estrenan con una cadencia semanal, igual que los episodios de anime.
Unas 10.000 personas mueren al año por este Karoshi que, además, supone un tercio de los suicidios anuales en Japón.
IA. Ante esta situación (ansias de crecimiento, aumentos de volumen de producción, falta de mano de obra, salarios bajos y plazos absurdos), la industria está mirando con cierto interés a la inteligencia artificial generativa, una tecnología que podría relajar ciertos aspectos de la animación. No sin polémica, evidentemente.
K&K Design, un estudio de Nagoya, ha integrado la IA en su flujo de trabajo y, según la empresa, ha conseguido que procesos que antes tardaban una semana ahora lleven solo cinco minutos. Orange, otra empresa japonesa de Tokio, está usando IA para acelerar la traducción. De acuerdo a KrAsia, solo 14.000 de los 700.000 manga que existen se han traducido al inglés, no hablemos ya al español. El propio gobierno nipón está instando a los estudios a implementar IA en la industria en tanto que “la IA generativa puede contribuir a la creatividad en muchos aspectos de la producción de contenidos”.
Y para concluir, una recomendación:
Tienes que ver ‘One Piece’.
Imagen de portada | Toei Animation
En Xataka | Los 26 mejores animes de todos los tiempos y dónde verlos
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