Necaxa anunció este lunes la salida del técnico mexicano Eduardo Fentanes, como consecuencia de los pobres resultados del equipo en el Torneo Apertura 2024 de la Liga MX.

“Tras un exhaustivo análisis se ha llegado a un acuerdo mutuo para que el profesor Eduardo Fentanes deje su cargo como director técnico de nuestro primer equipo varonil”, anunció la directiva del equipo en sus redes sociales.

De la mano de Fentanes, Necaxa sumó tres victorias, cuatro empates, siete derrotas y 13 puntos en sus primeros 14 partidos en el campeonato; aparece en el decimotercer lugar con casi nulas posibilidades de entrar a la zona de repesca por un lugar en los cuartos de finales.

🇲🇽 Los NÚMEROS de EDUARDO FENTANES al mando de Necaxa:

○ 46 partidos.
○ 14 victorias.
○ 14 empates.
○ 18 derrotas.

👉 Mientras estuvo al frente del equipo, Los Rayos CONVIRTIERON 66 goles y RECIBIERON 74. pic.twitter.com/ELuJyzdQcd

— dataref México (@dataref_mx) October 29, 2024

El equipo ha tenido altibajos, con una ofensiva con margen de mejoría y una defensa insegura en algunos momentos, en lo cual deberá trabajar quien sustituya al técnico despedido.

“Agradecemos a Eduardo y a su cuerpo técnico, quienes durante su gestión demostraron trabajo, profesionalismo y dedicación hacia esta institución. Le deseamos el mayor de los éxitos en sus futuros proyectos profesionales, asegura la nota.

Los directivos han comenzado un trabajo de evaluación de candidatos para hacer cargo del equipo para el torneo Clausura 2025, en tanto Luis Padilla dirigirá de manera interina en los tres restantes compromisos en el torneo del cuadro de Aguascalientes.

Necaxa visitará el próximo domingo a Pachuca, recibirá el 6 de noviembre a San Luis y el 10 a Atlas, en sus tres partidos restantes en el Apertura.

La liga más importante de futbol americano del mundo, la NFL, y una de las series de televisión más importantes de la historia, Los Simpson, anunciaron el lunes que a través de Disney+ y ESPN realizarán la transmisión animada en tiempo real del partido entre Dallas Cowboys y Cincinnati Bengals del próximo 09 de diciembre correspondiente a la semana 14 de la temporada.

A nivel internacional esta presentación especial estará disponible en más de 145 mercados en vivo, entre los que destacan Latinoamérica, México, Australia, Nueva Zelanda, Países Bajos, África y Canadá.

Los Simpson, serie animada que surgió en 1989, se ha mantenido vigente a través de 35 temporadas, y ahora protagonizarán las acciones del duelo del tradicional lunes por la noche que medirá a Dallas y Cincinnati el 09 de diciembre en el AT&T Stadium, hogar de los Cowboys.

La acción del partido en el mundo animado transcurrirá en el estadio Atoms de Springfield y para la transmisión se utilizarán las voces originales que interpretan a Homero, Marge, Lisa, Bart y el resto de los personajes de la prestigiosa serie.

Bart, Krusty, Nelson, Milhouse y Ralph jugará al lado de Joe Burrown en Cincinnati; Homero contará con el apoyo de Carl, Barney, Lenny y Moe para unir fuerzan con Dak Prescott en Dallas. Lisa, hermana de Bart, y Marge, su madre, estarán encargadas de entrevistar a varios de los jugadores a lo largo del partido.

Cada integrante de Bengals y Cowboys aparecerá como un jugador animado con movimiento activado en cada jugada del juego, esto será posible gracias a la tecnología de seguimiento de última generación que ofrecen las plataformas Next Gen Stats de la NFL, Beyond Sports de Sony y el seguimiento óptico de Hawk-Eye Innovations de Sony.

La tecnología de Beyond Sports permite generar un entorno de tercera dimensión (3D); el seguimiento óptico de Hawk-Eye Innovations será el encargado de crear movimientos dinámicos de los personajes activados como jugadores con gestos muy detallados.

Los hermanos Manning, Peyton y Eli, leyendas de la NFL, entre otras personalidades aparecerán como personajes animados en algunos segmentos.

La transmisión estará ambientada con el inconfundible tema de Los Simpson.

Este miércoles se cumplen 50 años del ‘Combate del Siglo’ entre los boxeadores estadounidenses Muhammad Ali y George Foreman en Kinshasa, en el corazón de África, un acontecimiento de resonancia planetaria que desbordó todas las fronteras al ser televisado en directo.

Pero el 50 aniversario de lo que en inglés se llamó ‘Rumble in the Jungle’ (una rima que significa ‘retumba la selva’) va a pasar sin pena ni gloria: ni en la capital del Congo ni en Estados Unidos nadie parece haber reparado en la importancia de la fecha ni ha previsto celebraciones.

En Kinshasa, ni siquiera el Estadio 20 de Mayo, hoy rebautizado Tata Raphael, donde se celebró el combate está en condiciones de recordar aquel evento, ya que el lugar se cae a pedazos. Tampoco parece que el Gobierno congoleño tenga interés en rememorar los años de Mobutu Sese Seko, el sanguinario dictador que acogió aquel combate para labrar su propia gloria personal y dejó al país en ruinas.

The Rumble in the Jungle’, held in Kinshasa, Zaire (now the Democratic Republic of the Congo) on October 30, 1974, was financially supported by President Mobutu Sese Seko. The event aimed to highlight Zaire on the world stage and celebrate African excellence.

📸: @LeiferNeil pic.twitter.com/S9NFfs2mTX

— Muhammad Ali (@MuhammadAli) October 21, 2024

Pero más llamativo es que el único museo dedicado a la memoria de Muhamad Ali (Muhammad Ali Center), en su ciudad natal de Louisville (Kentucky) no va a dedicar ningún acto en memoria de aquel combate, según confirmaron a EFE, y su página web no hace la menor mención al aniversario.

En cuanto al otro contendiente, George Foreman, hoy con 75 años, colgó los guantes en 1999 y se dedica a sus negocios, dio su nombre a una famosa parrilla eléctrica para la carne que vendió millones de unidades, y es además, como ‘cristiano renacido’, un activo pastor de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Es cierto que el boxeo, deporte que en aquellos años atraía a millones de aficionados en todo el mundo, no vive ahora sus mejores días; igualmente, la fiebre africanista que se vivía en los años setenta, con unos países que recién se emancipaban de sus colonizadores, también amainó, y las luchas raciales que consumían Estados Unidos también forman parte del pasado, aunque sea soterrado.

Esas fueron las tres razones que explicaron la resonancia de aquel combate épico.

Cien mil gargantas gritando ‘Ali, bomayé’
George Foreman era en 1974 el campeón mundial de los pesos pesados. Su enorme corpulencia y su técnica de empujar paulatinamente a su contrincante hasta arrinconarlo contra las cuerdas lo habían hecho casi invencible, pero un avispado empresario llamado Don King tuvo la idea de que el muy popular Muhamad Ali retara a Foreman por 10 millones de dólares, cinco para cada uno.

Se cumplen 44 años de “The Rumble in the Jungle”, cuando Muhammad Ali noqueó a George Foreman, en la actual República Democrática del Congo 🇨🇩

Considerada como una de las mejores peleas de la historia 🥊 pic.twitter.com/tJUkcnsNql

— Kary Correa (@KaryCorrea) October 30, 2018

Había un problema: ¿quién podía poner en la mesa 10 millones? Don King, de raza negra como los dos boxeadores, pronto miró hacia África por la simbología que tendría ese combate en el continente negro, y se dice que el libio Muamar Gadafi pujó por acoger el combate, sin éxito.

Quien convenció a King y puso los 10 millones fue finalmente Mobutu Sese Seko, que trataba de promover su persona y de refundar un país al que había cambiado incluso el nombre para llamarlo Zaire.

King y Mobutu quisieron convertir el evento en un canto a la africanidad, en un momento de reivindicación afroamericana. A Kinshasa viajaron los músicos negros James Brown, BB King y Miriam Makeba para un megaconcierto que serviría de aperitivo al gran combate.

El concierto se celebró, pero justo entonces Foreman se lastimó en una ceja mientras entrenaba con un ‘sparring’ y pidió retrasar el combate seis semanas, mientras cicatrizaba la herida. Era un mal momento, porque se acercaba la sesión de las lluvias y Kinsasha podría convertirse en un barrizal.

Pero Muhamad Ali aguantó el tirón y aceptó. Pasó esas semanas entrenando sin descanso y arengando a los congoleños con consigna de orgullo africano. Un día preguntó por qué todo el mundo lo recibía al grito de ‘Ali ¡bomayé!’, y le explicaron que en lengua lingala significaba ‘Ali, ¡mátalo!’. Inmediatamente hizo suyo el eslogan y era el primero que lo coreaba.

Cuando llegó el día del combate, el estadio estaba a reventar, con 100 mil asistentes a pesar de la hora, pues los organizadores habían programado el evento a las 4 de la madrugada para que las imágenes entrasen en horario de máxima audiencia en Estados Unidos.

Aunque Foreman era negro al igual que Ali, este último se había convertido en un activista por los derechos de los afroamericanos y el combate fue visto casi como una pugna de carácter político.

En Kinsasha los corazones no estaban ni mucho menos divididos: el estadio atronaba con los gritos de ‘¡Ali, bomayé!’, y era tal la electricidad que el dictador Mobutu prefirió seguir el combate por circuito cerrado de televisión desde su casa.

Dicen que Ali se dejó arrinconar por Foreman, protegiéndose convenientemente la cara y la cabeza con los dos antebrazos por delante, mientras minaba la moral de su contrincante, al que susurraba una y otra vez: ‘Me decepcionas. ¿Es todo lo fuerte que sabes pegar?’, según relató el escritor Norman Mailer, que estaba en primer fila.

Ali comenzó a recuperar terreno en el quinto asalto, y en el octavo, con un Foreman agotado física y mentalmente, le dio un derechazo que lo tumbó a la lona. El réferi comenzó a contar: 1, 2, 3… hasta llegar a 8, y todavía Foreman trató de ponerse de rodillas, pero dio por terminada la pelea y cantó el K.O.

Mohamed Ali había ganado. África había ganado. Un enorme aguacero cayó sobre Kinshasa justo después de la pelea.

Foreman, abatido, pasó dos años de depresión y hablando de un supuesto tongo, pero más tarde aceptó la derrota y se convirtió en uno de los mejores amigos de Ali, hasta la muerte de este último en 2016.