En julio de 2023 se estrenó Oppenheimer, el último largometraje de Christopher Nolan y una de las películas más esperadas de la temporada pasada. La historia del “Padre de la bomba atómica”, protagonizada por Cillian Murphy, se considera la biografía más taquillera en la historia al recaudar más de 900 millones de dólares a nivel mundial.

Pero esa cifra no considera al mercado de Japón porque la película, apenas este 29 de marzo de 2024, se estrenó en sus salas de cine. Así es. Tras ocho meses del estreno oficial de Oppenheimer, tras recibir una enorme cantidad de premios incluido el Oscar a Mejor Película, apenas se estrenó en el país protagonista de la historia que se ve en la pantalla.

Y las reacciones tanto de la audiencia como algunas figuras políticas, no se han hecho esperar… para bien y para mal. Sobrevivientes de las bombas atómicas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki, alcaldes de ambas ciudades, y espectadores regulares, dieron su opinión respecto a Oppenheimer. Pero, ¿qué dijeron?

“Usaron la bomba para salvarse”

De acuerdo con The Hollywood Reporter, el exalcalde de Hiroshima, Takashi Hiraoka, no estuvo muy contento con Oppenheimer. El político habló en un evento previo a la proyección de la película, y mencionó algunas omisiones que se hicieron en la película.

“Desde el punto de vista de Hiroshima, el horror de las armas nucleares no se representó lo suficiente. La película fue hecha de tal manera que llega a la conclusión de que la bomba atómica fue lanzada para salvar la vida de los americanos“, dijo Takashi.

Nolan explora poco en Oppenheimer los efectos directos del lanzamiento de las bombas. Menciona algunas de las consecuencias fatales entre la población y la destrucción de las ciudades. Pero en realidad, la cinta se enfoca en la lucha interna del científico y cómo “tergiversaron” la justificación de la existencia de las bombas para utilizarlas.

“Nunca llegó la escena”

Para Toshiyuki Mimaki, sobreviviente de la bomba de Hiroshima (tenía 3 años) y ahora director de un grupo de víctimas de la bomba, no llegó el momento clave de Oppenheimer. “Durante toda la película estuve esperando y esperando que llegará la escena del bombardeo a Hiroshima, pero nunca sucedió“.

Lo que sí dijo es que los japoneses, con el ataque a Pearl Harbor, iniciaron una guerra que desde antes sabían no iban a ganar. Y las consecuencias fueron fatales frente a la respuesta de Estados Unidos con el uso de dos bombas nucleares.

Un abogado llamado Hiroyuki Shinju dijo que Oppenheimer funciona como un punto de inicio para dar a conocer la legitimidad del uso de armas nucleares en Hiroshima y Nagasaki. Es decir, un punto de reflexión sobre estos artefactos y las guerras.

Pero igual mencionó que parte de la realidad es que Japón también estaba trabajando en la creación de armas nucleares durante la Segunda Guerra Mundial y cree que las habrían usado en contra de sus enemigos. ¿Pero esto acaso importa si no fue lo que sucedió?

Lo que sucedió es que más de 10 mil personas murieron de manera inmediata en cada uno de los ataques, y miles más perdieron la vida en el lapso de días y semanas. Y no sólo eso, los efectos de la radiación emitida siguen vigentes. Todo esto sin mencionar las secuelas culturales y sociales entre los japoneses.

¿Oppenheimer es una película antiguerra?

Desde que se estrenó Oppenheimer, se generó un debate (no muy grande, para ser honestos) sobre si era una película antiguerra. Y de este lado creemos que no porque a pesar de rastrear, de manera lateral, las implicaciones del uso de bombas nucleares durante un conflicto, no logra mostrar el verdadero horror ni de la guerra ni del uso de esas mismas armas.

Como les contamos, Nolan exploró de manera profunda los conflictos morales, éticos, y por ende científicos, de la creación de la bomba bajo el mando de Oppenheimer en el Proyecto Manhattan. Ese fue el objetivo del director británico y lo cumplió.

Pero muchos creen que para convertirse en un filme de relevancia histórico más allá de su peso en el cine, debió profundizar más en las consecuencias fatales no sólo de la existencia de la bomba, sino en su uso. Y eso, de alguna manera, habría apoyado el conflicto interno del mismo Oppenheimer sobre su participación en la creación.

Pero no sucede en la película. Y del mismo modo, tampoco podemos decir que Oppenheimer es una cinta que va en contra de la construcción y creación de las armas nucleares. Habría llegado a este punto del discurso si, de nueva cuenta, hubiera mostrado el horror del uso de las bombas y la forma en la que cambió toda la narrativa de un país.

La película genera una respuesta de asombro frente al proceso de creación de la bomba más allá del conflicto moral del mismo creador. Incluso, se centra más en el desacuerdo entre Oppenheimer y Strauss dentro de la política de Estados Unidos, y la posible afectación a sus pobladores, más allá del impacto que tuvo la ciudadanía en Japón y las terribles afectaciones a un nivel social, económico, cultural y político.

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