El actor y comediante, Eduardo Eugenio Manzano, falleció el jueves 4 de diciembre a los 87 años de edad, informó su hijo a través de un comunicado en Facebook. 

Eduardo Manzano formó parte del dúo de “Los Polivoces” junto con Enrique Cuenca, durante la segunda mitad del siglo XX; posteriormente, realizó diversos programas de comedia en la televisión mexicana. 

“Hoy el escenario de la vida ha bajado el telón, mi padre, un comediante querido por miles y un ser humano admirado por todos los que lo conocieron ha partido de este mundo. Fue un hombre extraordinario, bondadoso, inteligente y con un corazón tan grande como su talento”, dice el comunicado. 

“Detrás de cada chiste había un trabajador incansable, detrás de cada aplauso había un ser humano que amaba profundamente lo que hacía y detrás de cada sonrisa siempre hubo un padre que nos enseñó a reír incluso en los momentos más difíciles”, agregó. 

“Los Polivoces” era una dupla de comediantes que comenzó en 1971 como un programa de chistes y estuvo activo hasta 1973 con un total de cinco temporadas; la actriz y vedette, Yolanda Liévana también compartió pantalla con ambos durante algunos episodios. 

De acuerdo con medios especializados, el dúo se separó antes de los 2000 debido a un conflicto de intereses, pero la esencia del programa fue pionera en la comedia mexicana.

Su hijo, el también comediante, Lalo Manzano, compartió algunas fotografías de Eduardo Manzano en sus redes sociales. En las imágenes se veía al actor en un presunto buen estado de salud y en compañía de sus familiares; la última publicación de ambos fue ayer, horas antes de la lamentable noticia.

“Su legado no sólo vive en los escenarios que iluminó, sino en las personas que transformó con una sonrisa. Gracias papito hermoso, por cada enseñanza y por haber hecho de nuestras vidas tu obra maestra. Hoy el mundo te aplaude una vez más, descansa en paz”, finaliza el comunicado.

Que me pidan una recomendación de móvil es habitual. Que dicha recomendación no pase de los 300 euros es la coletilla que suelen añadirme al pedir consejo. Y hace varios meses que tengo una marca en la diana para ese precio: Nothing. Móviles como el Nothing Phone (3a) Lite logran que recomendar un móvil barato no implique apenas sacrificio.

¿Puede un teléfono ajustado en precio ofrecer una experiencia de un móvil mucho más caro? Sin que dejen de existir las lógicas diferencias, no eché de menos demasiado mientras estuve probando el Nothing Phone (3a) Lite. Me parece increíble que una marca tan «pequeña» logre ponerle un precio de 239 euros a este móvil. Es casi magia negra.

Ficha técnica del Nothing Phone (3a) Lite

Nothing Phone (3a) Lite 5g 6,77″ 128gb Negro

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Diseño: lo que hace único a Nothing, está presente

Nothing comenzó construyendo auriculares transparentes y ha terminado trasladando ese estilo a sus teléfonos. Además, la marca le dedicó especial espacio a las luces: la denominada interfaz Glyph lleva dando carácter a la parte trasera de los móviles desde el Nothing phone (1). Con mayor o menor presencia dependiendo del precio.

Dado que el Nothing Phone (3a) Lite es un gama media, las luces quedan reducidas a un LED inferior que se ilumina en función de los patrones de música y vibración. Dicho LED subraya una cara trasera de estilo industrial y con transparencias. La triple cámara queda en el área superior, aunque solo dos son realmente útiles. La tercera, más pequeña y destinada al macro, queda descentrada en el diseño.

Dos botones: Essential Space (inferior) y encendido (superior). Es fácil confundirlos

El cuerpo del teléfono es de policarbonato. No da sensación de baja calidad, más bien al contrario: la construcción es excelente. Dispone de doble cara de cristal (vital para la transparencia), incluye un doble botón en el costado derecho (encendido y Essential Space) y el controlador de volumen en el lado izquierdo.

Para mi uso, no le he encontrado mucha utilidad a tener un botón para las herramientas de Essential. A menudo me he confundido al intentar apagar el teléfono. Y no se puede ni desconectar ni personalizar, hay que tragar con él. Ni siquiera pude cambiarlo con Button Mapper.

El Nothing Phone (3a) Lite es un móvil de tamaño considerable, también algo ancho: tengo las manos algo grandes y, aun así, me presenta cierta resistencia el rodearlo (puede hacerse incómodo de sostener durante mucho tiempo). Las 6,77 pulgadas, y los marcos de casi 3 mm, contribuyen a hacer más grande el teléfono.

El móvil está certificado para IP54: puede aguantar salpicaduras, pero no admite la inmersión en agua. Es sólido y apunta a ser resistente. Al menos mientras no se caiga: el astillado es el peligro habitual de la doble cara de vidrio.

Pantalla: grande y suficientemente nítida

Es un panel de generosa diagonal y bastante bueno para el precio que tiene el móvil. AMOLED con resolución de 1.080 x 2.392 píxeles y refresco máximo de 120 Hz. La pantalla se ve muy bien en todas las condiciones, arroja suficiente nitidez y la saturación queda bastante ajustada en el modo estándar. Incluye un modo activo que resalta los colores, para bien prefiera mayor viveza.

La respuesta al toque es buena y también los ángulos de visión: no hay variaciones de color incluso inclinando el teléfono para mirarlo en diagonal. El contraste está a gran nivel y el brillo máximo también: con 3.000 nits de brillo pico, he podido leer la pantalla bajo la luz del sol sin mayores problemas. De noche, el panel deslumbra demasiado al mínimo.

El brillo automático del Nothing Phone (3a) tiene excesivos inconvenientes, aunque no siempre se adapta con rapidez al entorno: a veces le cuesta un poco, sobre todo con los entornos oscuros. Nothing incluye el gesto del doble toque, tanto para apagar como para encender la pantalla.

En cuanto al registro biométrico, me he encontrado con un escáner óptico bajo la pantalla al que le daría un notable. No me costó añadir una nueva huella, el desbloqueo es bastante rápido y la lectura es positiva incluso con una porción de dedo. Es un buen lector de huellas para el precio del Nothing Phone (3a).

Sonido: cumple, no demasiado más

Los recortes en hardware deben aparecer por alguna parte. Y uno de los más notorios es el sonido: Nothing incluye un único altavoz externo, situado en la parte baja del dispositivo. Distorsiona bastante por encima del 70 % de volumen, llega a hacerse hasta molesto. En cuanto a presión sonora máxima, obtuve 86 dB medidos en el teléfono.

Con auriculares la calidad del sonido mejora. En el apartado Bluetooth me encontré con un audio suficientemente nítido y con una mayor presencia de graves. El volumen es alto, es compatible con audio HD y con la mayor parte de códecs, incluidos los aptX, LDAC y LHDC.

Con auriculares cableados aprecié un sonido algo metálico y más neutro. El volumen máximo es bastante alto y cuenta con un detalle importante: el Nothing phone (3a) Lite incluye salida de audio analógica (mejorable), no hace falta un adaptador USB-C con DAC. Tampoco incluye ecualizador de serie, sí la app Nothing X: el móvil sale predispuesto para la escucha de sus propios auriculares.

Rendimiento: sin pegas en el día a día

No es un smartphone destinado a machacar píxeles en 3D. Esto tampoco se le da mal, aunque donde saca mejor nota es en el día a día: no tuve la sensación de que el Nothing Phone (3a) Lite se me quedase corto. Me siguió el ritmo incluso fuera de casa, todo con fluidez y sin problemas en la ejecución de aplicaciones.

El Mediatek Dimensity 7300 Pro es un buen chip. Todoterreno y sin que se pierda la ejecución de juegos exigentes: en mis habituales pruebas con el Genshin Impact, aguantó hasta los ajustes más altos. Con caídas de frames constantes y cierta bajada de calidad en movimientos bruscos, pero ni tan mal.

El móvil no se me calentó en exceso ni durante sesiones extensas de juego. En cuanto a pruebas de rendimiento, estas quedaron de la siguiente manera:

El resto del hardware queda al nivel y sin que presente inconvenientes. Tiene suficiente memoria RAM y almacenamiento, hasta en la versión más barata. Las llamadas fueron nítidas y sin que apreciase un exceso de ruido en el otro lado de la línea. Incluso la ubicación se encuentra a muy buen nivel: el Nothing Phone (3a) Lite posiciona en segundos y con precisión de un metro.

Software: distinción y carisma con sombras de bloatware

Si Nothing lleva su sello al exterior del teléfono, con transparencias y luces, lo mismo hace en el interior del software: la capa sobre Android 15 es elegante, llamativa, ofrece un diseño único y, por desgracia, algo de bloatware que se puede inhabilitar o eliminar. Encontrarme con las apps de Meta ocultas en segundo plano no me gustó, tampoco tener Lock Glympse en la pantalla de bloqueo (una app de fondos de pantalla que también muestra contenido cercano a los anuncios). Nothing no incluye juegos o apps de terceros, ahí bien.

Que el móvil salga con Android 15, y Nothing no apueste directamente por Android 16, tampoco me parece positivo. El último parche de seguridad a fecha de escribir este artículo es el de noviembre. La marca asegura que el Phone (3a) Lite tendrá tres actualizaciones clave de Android (si sale desactualizado en realidad solo tiene dos) y seis años garantizados de actualizaciones de seguridad.

Nothing OS 3.5 es la capa y versión que trae de serie el teléfono. Ofrece un aspecto muy distinto al de la mayoría de Android y sin alejarse demasiado de las líneas de diseño marcadas por Google.

El Nothing Phone (3a) Lite permite personalizar en buena medida la experiencia, ofrece widgets únicos, añade apps propias para la galería o la grabadora e incluye el sistema Glyph de notificaciones y avisos. Admite distintas configuraciones a pesar de que, en la práctica, solo incluye un LED luminoso posterior. Que Nothing se esfuerce en llevar su personalidad al software más barato me parece destacable.

Batería: no se le puede pedir más

No apuesta por las baterías gigantescas que estamos viendo en muchos móviles chinos. No obstante, sus 5.000 mAh cunden de sobra para mantener una dura jornada en pie desde la mañana hasta bien entrada la noche. Incluso con 5G y uso avanzado.

El gasto energético está bien controlado en segundo plano y con la pantalla apagada: en reposo su consumo se encuentra entre el 2-4 % de batería por hora. A máximos puede irse al 15-20 % de consumo por hora. Las 7-8 horas de pantalla con una carga son posibles, siempre con un uso moderado. Me llegó a aguantar hasta tres días.

El Nothing Phone (3a) Lite viene sin el cargador, esto ya es lo habitual. La marca asegura que carga a un máximo de 33 W, yo no pude pasar de los 29 W: medí los tiempos con mi batería habitual. Estos fueron:

• 5 minutos de carga: 9 % de batería.
• 10 minutos de carga: 20 % de batería.
• 20 minutos de carga: 43 % de batería.
• 30 minutos de carga: 65 % de batería.
• 50 minutos de carga: 96 % de batería.
• Total: 57 minutos.

Cámara: le toca recuperar en septiembre

Tres por detrás, dos en la realidad y una que sobresale por sus capacidades: el conjunto de cámaras que presenta el Nothing Phone (3a) Lite sigue el guion de la mayoría de gama media accesible. Los resultados generales no son malos, pero distan mucho del equilibrio general que logra el resto del teléfono.

El hardware fotográfico queda de la siguiente manera:

• Cámara principal: sensor de 50 megapíxeles con tamaño de 1/1,57 pulgadas. Apertura f/1.9, tamaño del píxel de 1 μm, dual pixel PDAF, distancia focal equivalente a 24 mm (5,56 mm reales) y estabilización electrónica EIS.
• Cámara gran angular: sensor de 8 megapíxeles con tamaño de 1/4 pulgadas. Apertura f/2.2, tamaño del píxel de 1,12 μm, distancia focal equivalente a 15 mm (1,64 mm reales) y amplitud de visión de 120º.
• Cámara macro: sensor de 2 megapíxeles. Apertura f/2.4 y distancia focal equivalente a 24 mm (1,77 mm reales).
• Cámara delantera: sensor de 16 megapíxeles con tamaño de 1/3 pulgadas. Apertura f/2.45 y distancia focal equivalente a 24 mm (3,26 mm reales).

Eché en falta la estabilización mecánica en el sensor principal, sobre todo de noche: a veces las imágenes salen trepidadas si se utiliza el modo nocturno de larga exposición. En vídeo también es un inconveniente, aunque no deja de ser comprensible dado el precio del teléfono. Me parece una concesión lógica.

Las imágenes con luz natural y en exteriores no son malas, especialmente en la pantalla del teléfono. Cuando las vi en el ordenador, y con zoom sobre el segundo plano, aprecié un procesado que hace perder detalle incluso a la luz del día. El sensor principal pierde calidad en el segundo plano. Y el enfoque reduce nitidez en los bordes de la imagen, más allá del centro de enfoque.

La saturación y el balance de blancos por el día quedan ajustados a la realidad, aunque habrá quien eche de menos algo de viveza (el procesado puede generar tonos apagados incluso en escenas soleadas, aunque el azul de los cielos sobresale). Nothing incluye un HDR automático que no hace muy buen trabajo cuando los contrastes son altos: la subexposición en las zonas oscuras no deja apreciar los detalles. Suele arreglar con mayor empeño la sobrexposición.

El Nothing Phone (3a) Lite peca de sharpening en la corrección del enfoque y puede generar acuarelas incluso en el primer plano. Dicho enfoque no es lento, tampoco el guardado de la imagen. Para procesarla sí suele necesitar unos segundos: aprovecha para aplicar correcciones y mejoras, como el HDR automático.

La cámara principal suele perder nitidez más allá del punto de enfoque

La cámara gran angular tiene un rendimiento más modesto, nada extraño en este punto. Algo que no me gustó es que el móvil no respeta el balance de blancos e iluminación entre las cámaras: la misma escena cambia entre la foto principal y la misma en gran angular. Esta última tiende a obtener unos tonos más neutros. Pierde calidad con las acuarelas y sí ve bien corregido la deformación de perspectiva.

El balance de blancos y la colorimetría no se corresponden entre las cámaras

El Nothing Phone (3a) Lite no incluye telefoto. Para aplicar zoom la app recurre primero a un recorte 2x sobre los 50 megapíxeles del sensor: las tomas no pierden demasiado calidad aquí. Conforme aumenta el zoom entra en juego el procesado digital, lo que hace perder detalle a la imagen. El zoom máximo es 10x.

Si la iluminación es uniforme, las tomas nocturnas no son de mala calidad. Al hacer algo de zoom se aprecian los defectos

¿Y cómo se comporta el móvil en situaciones nocturnas? Deja que desear, nada extraño en la gama. Los tonos cálidos de las luces suelen marcar las tomas con una iluminación exagerada que no se ajusta a la realidad (esto ocurre siempre que hay dominio de un color concreto). 

Como en las luces destaque un color, el balance de blancos nocturno termina derivando

Entre activar el modo nocturno y no activarlo no siempre hay diferencias. Por lo general, la cámara identifica la escena y aplica un mayor tiempo de exposición por defecto, también sube la ISO para corregir la falta de luz. El Nothing Phone (3a) Lite equilibra los ajustes de captura para no abusar de la ISO ni de la exposición. Esto puede ser un error, ya que hay tomas que mejorarían elevando la sensibilidad. Parece que el procesado le tiene fobia al ruido.

La aplicación de cámara es funcional, mantiene el diseño icónico de Nothing y ofrece tanto disparo rápido como ajustes manuales para los más fotógrafos. Incluye un modo retrato ajustable en apertura por software (con selección de estilo para el bokeh), dispone de nivel en la cuadrícula (opcional), ofrece disparo en panorámico aparte de opción a macro con su cámara dedicada (anecdótico) y los pertinentes ajustes manuales. Tiene guardado en RAW.

La cámara frontal no ofrece un desempeño notorio en lo que a autorretratos se refiere. El recorte es bastante bueno, no tanto el detalle general, incluso en el primer plano. Las tomas acostumbran a lavar los rostros y el tono de piel no siempre se ajusta a los reales.

El recorte en el modo retrato es bastante bueno, igual que el bokeh. La lástima es el lavado del rsotro

He subido una muestra de fotos y vídeos sin retocar a este álbum de Google Fotos. Son perfectas para comprobar cómo se comportan las cámaras del Nothing Phone (3a) Lite en la realidad.

En grabación de vídeo, el móvil se queda en un máximo de resolución 4K con 30 fps. Gana fluidez en 1080p, ahí sí están disponibles los 60 fps, aunque solo en la cámara principal (la gran angular se queda con la resolución full HD). Las tomas no son de mala calidad, eché en falta la estabilización mecánica en el objetivo principal (el EIS hace lo que puede), la correspondencia de color y el balance de blancos no son malos y el enfoque automático se aprecia algo perezoso cuando debe ir ajustándose sobre la marca.

Nothing Phone (3a) Lite, la opinión de Xataka

Con sus lógicos defectos, mi experiencia con el móvil ha sido muy satisfactoria. No tuve la sensación de llevar un móvil de 239 euros salvo en los momentos donde el hardware sí flojeaba. No se le puede pedir una cámara sobresaliente, pero tampoco es mala. Igual que con el sonido, hay que hacer sacrificios.

El Nothing Phone (3a) Lite es un teléfono que se aprecia de mucha calidad en el tacto, en la construcción y en los detalles. Tener la interfaz Glyph se agradece, que Nothing incluya bloatware no tanto. También creo que debería partir actualizado a Android 16.

No hay que sacrificar demasiado para tener un móvil capaz de seguirle el ritmo a cualquiera. Incluso en juegos con cierta exigencia, no creo que pueda pedírsele mucho más a Nothing. El (3a) Lite pasa automáticamente a mi puesto uno de recomendados para cuando alguien me diga eso de «¿Me recomiendas un buen móvil que no cueste más de 200 euros?». Excede esa cantidad, pero creo que lo vale con creces.

Nothing Phone (3a) Lite 5g 6,77″ 128gb Negro

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Imágenes | Xataka

En Xataka | Los mejores móviles (2025), los hemos probado y aquí están sus análisis

Este dispositivo ha sido cedido para prueba por parte de Nothing. Puedes consultar cómo hacemos las reviews en Xataka y nuestra política de relaciones con empresas.

Corría 2021 cuando Facebook hizo su mayor apuesta hasta la fecha con el metaverso, un mundo digital donde viviríamos conectados a unas gafas de realidad virtual. Zuckerberg creía tanto en el metaverso, que hasta rebautizó su empresa a Meta. Sin embargo, el sueño duró poco. Pérdidas millonarias, problemas con la tecnología y una clara falta de interés del público hicieron evidente que la apuesta había sido un fracaso, pero parece que todos lo sabíamos menos Meta, que seguía empeñada en crear ese mundo virtual. Hasta ahora.

Qué ha pasado. Meta se rinde a la evidencia y empezará a hacer recortes importantes en sus divisiones dedicadas al metaverso a partir de 2026. Lo cuentan en Financial Times: los recortes podrían ascender hasta el 30% e incluirá tanto el presupuesto de las divisiones Horizon Worlds y Quest VR como previsiblemente puestos de trabajo. 

Por qué es importante. El metaverso lleva siendo la obsesión de Meta desde 2021, pero a pesar de los esfuerzos la propuesta no ha cuajado. Que se estén planteando reducir un tercio de sus esfuerzos es una forma de admitir que el metaverso ha fracasado. Desde su creación, el departamento de realidad virtuasl y aumentada Reality Labs ha perdido la friolera de 70.000 millones de dólares. Además hay un punto clave y es el contexto actual con una inversión en IA desorbitada: a Meta se le han acabado las excusas para seguir gastando en su mundo virtual.

A los inversores les gusta esto. Meta está en un momento delicado. Tras la última revisión de resultados, las acciones de la empresa cayeron hasta un 11% pese a haber aumentado sus ingresos un 26%. ¿Cómo es posible? Muy sencillo: Zuckerberg anunció que el Capex para 2025 no sería de 66.000 millones de dólares como habían previsto, sino de 70 a 72.000 millones. Los inversores tienen muchas dudas sobre el gasto desenfrenado de la empresa. La noticia de los recortes de presupuesto en el metaverso también ha tenido efecto y las acciones han subido un 6%.

Nueva obsesión: la IA. Meta tiene una una obsesión con la inteligencia artificial. Zuckerberg se pasó todo el verano fichando a los mejores talentos de la IA por cifras multimillonarias y está invirtiendo miles de millones en la creación de centros de datos, especialmente el llamado Hyperion, que será casi tan grande como Manhattan. 

Y las gafas. Hace unos días Meta anunció la creación de un nuevo estudio de diseño dentro de su departamento Reality Labs y para ello ha fichado a Alan Dye, uno de los jefes de diseño de Apple. El objetivo es trabajar en la nueva interfaz de las gafas IA de la compañía, que se han convertido en su nuevo hardware de referencia. 

Las Ray-Ban Meta están funcionando bastante mejor que lo hicieron sus gafas de realidad virtual. A principios de 2025 ya se habían vendido un millón de unidades y en julio la división triplicó sus ingresos. En declaraciones a Financial Times, un portavoz de la compañía aseguró que “estamos trasladando parte de nuestra inversión del metaverso a las gafas de IA y los dispositivos wearables, dado el impulso que están experimentando”. 

Imagen | Meta

En Xataka | Los vecinos de Zuckerberg están hartos de él. La gota que colmó el vaso: montó un colegio privado ilegal en su mansión