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Italia va a construir el puente colgante con el vano más grande del mundo. Y se lo van a cargar a los presupuestos de la OTAN
Las megaconstrucciones están a la orden del día. Cada poco nos encontramos proyectos colosales, algunos que nos hacen arquear una ceja pensando si eran necesarios. Sin embargo, pocos pueden presumir de ser la culminación de un trabajo de siglos, o incluso de milenios. Italia está cerca de conseguirlo al aprobar un enorme puente que conecte el continente con Sicilia: el puente de Messina.
El giro es que lo han calificado como algo clave para la OTAN. ¿Para qué? Para que el presupuesto del puente se incluya en el porcentaje de gasto militar que Italia debe aportar.
Sueño histórico. Sicilia es un territorio complicado. Aislado del continente, sigue siendo Italia y, aunque cuentan con un sentimiento identitario muy fuerte, ese aislamiento ha llevado a algunos problemas y dificultades a lo largo de la historia. En el Imperio Romano ya se propuso unir el territorio a través del estrecho de Messina con un plan peculiar: conectar Calabria y Sicilia utilizando barcazas y barriles. Se descartó por motivos evidentes como el intenso tráfico marítimo o su inviabilidad técnica.
En la Edad Media, Carlomagno también estudió emprender acciones para unir el territorio y, en 1866, se trazaron planes más firmes para construir un viaducto, pero también se desecharon al considerar que un túnel sería más adecuado. De la manera que sea, también acabó en nada y, durante las décadas siguientes, el proyecto del puente en el estrecho fue cambiando de manos sin éxito, manteniéndose la conexión con la península mediante ferry.
Colosal. En todo. Todo cambió en 2023, cuando el nuevo gobierno de Giorgia Meloni resucitó el plan. Contemplando una inversión superior a los 13.000 millones de euros, el puente marcaría un punto de inflexión en la arquitectura italiana, europea y mundial, dependiendo de a quién preguntemos.
La longitud será de unos 3,7 kilómetros con torres gemelas de 399 metros en ambas orillas, una altura de 72 metros sobre el nivel del mar para que puedan pasar grandes embarcaciones y capacidad para mover una gran cantidad de vehículos. Los tres carriles por sentido ofrecen una capacidad para 6.000 vehículos por hora, y sus dos vías ferroviarias permitirían una cadencia de 200 trenes al día.
Es una barbaridad de transporte para conectar Sicilia, pero lo único de este puente será el vano central: 3.300 metros que fijaría un nuevo récord mundial para un vano suspendido.


Necesario. El inicio de las obras está previsto para este mismo 2025 y su finalización estimada para 2032. Como decimos, tras muchas idas y venidas, el proyecto ya está oficialmente en marcha, como el ministro de Transporte e Infraestructura de Italia, Matteo Salvini, anunció el pasado miércoles. Finalmente, el coste será de 13.500 millones de euros y, como leemos en New York Times, el ministro y vicepresidente italiano, se muestra “absolutamente orgulloso del trabajo”. Afirmando que “será una obra pública sin precedente en el mundo”.
La justificación del puente, como leemos en Financial Times, viene por el lado de la revitalización de Sicilia. Con este volumen movido desde el continente, se podrá impulsar la economía de una de las regiones más pobres de Italia, donde el paro prácticamente duplica la tasa nacional: un 13% frente al 6,5% del resto del país.


Pero… ¿Necesario? La pregunta es por qué, si era tan importante un puente entre ambos territorios, no se había hecho algo. Y, sobre todo, por qué proyectos firmes como el de 2011 se tiró por tierra, argumentando preocupaciones sobre su precio, unos 5.000 millones de euros en aquel momento y, además, sobre su necesidad real. Y no era la primera vez: Silvio Berlusconi ya propuso este proyecto en 2005 por unos 3.900 millones de euros.
Críticas. Muchas. No son pocos los detractores del puente. Esta “obra sin precedentes en el mundo” se enfrenta a la oposición, a los ambientalistas y hasta a la propia naturaleza. La oposición, como expone el artículo de New York Times, considera que es “una catástrofe económica y social” al desviar fondos de otros proyectos más necesarios para construir “una catedral en el desierto”.
Los animalistas lo consideran un desastre para la flora y fauna local, así como para una ruta migratoria de las aves. Y cuando decimos que tiene en contra la naturaleza, es porque esos críticos también comentan que la zona es propensa a terremotos que podrían hacer que el puente colapsara. Incluso la ‘Cosa Nostra’, la mafia siciliana, manifestó estar en contra del puente en 2023.
Tiene truco. Si tiene tanto en contra, si no está claro que vaya a revitalizar Sicilia tras una inversión mastodóntica, ¿por qué se sigue adelante con el proyecto? Durante la cumbre de la OTAN en junio, Meloni declaró que, debido al momento convulso que se vive en varios puntos del mundo, “existen muchas amenazas y actores hostiles operando en el flanco sur de la Alianza Atlántica”. Además, comentó que “Rusia proyecta cada vez más su presencia en el Mediterráneo”.
Y este puente sería una pieza clave, según el Gobierno italiano, “en el contexto de la defensa y seguridad de la OTAN, facilitando el movimiento de las fuerzas armadas italianas e internacionales en un contexto en el que el Mediterráneo es una zona geopolíticamente sensible”.
¿Y el truco? Pues que, como otros aliados de la OTAN, Italia se ha comprometido a aumentar su gasto anual en defensa hasta el 5% de su PIB durante la próxima década, incluyendo un 1,5% destinado a infraestructura estratégica. Si el puente son 13.500 millones de euros y lo incluyen en sus propuestas de “infraestructura estratégica”, ya estarían pegando un buen mordisco a ese 5% que deben invertir. En lugar de en armamento u otros elementos, en un nuevo puente.


Alemania va detrás. “El puente del Estrecho de Mesina constituye una infraestructura fundamental en relación con la movilidad militar, teniendo en cuenta la presencia de importantes bases de la OTAN en el sur de Italia”, afirmaron en un informe elaborado el pasado abril, pero Italia parece que no serán los únicos que intentarán ‘meter’ una renovación de infraestructuras en ese 5% de la OTAN.
Alemania, en un reciente informe, ha incluido en esos presupuestos de defensa otros 1.000 millones de euros para el mantenimiento de las ‘Autobahn’, su sistema de autopistas.
Forzando la máquina. Volviendo al puente italiano, y como leemos en Financial Times, Alessando Marrone, responsable del programa de defensa en el Instituto de Asuntos Internacionales de Roma, considera que se está “forzando el concepto” de infraestructura militar. Lo que quiere la OTAN es garantizar que las tropas estacionadas en Europa occidental se desplieguen rápidamente al este en caso de un ataque ruso, por lo que habría que centrarse en modernizar aeropuertos, puertos y carreteras de regiones más cercanas, no a través de una carretera en Sicilia.
Y otro punto a tener en cuenta es el que el general Gualtiero Corsini expuso en 1987. “La infraestructura está destinada a atraer la atención de cualquier agresor potencial”, comentando que “un puente colgante es la infraestructura más vulnerable” desde el punto de vista simbólico y político, por lo que, en caso de guerra, se necesitaría una constante protección antiaérea y antimisiles, derivando recursos que podrían estar en otra parte.
Con todo, parece que el puente seguirá su camino, ahora sí, con la vista puesta en la próxima década, aunque aún hay que esperar la aprobación final de la Corte de Cuentas de Italia. Sólo el tiempo dirá si revitaliza Sicilia, pero Marrone tiene claro que “los rusos saben que las tropas italianas no van a pasar por ese puente”.
Imágenes | Webuild
En Xataka | El puente colgante más largo del mundo: 8000 kilos de acero a 100 metros de altura (y casi no se balancea)
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Jimmy Kimmel extiende su contrato hasta 2027 tras pleitos con el gobierno de Trump
EFE.- El comediante Jimmy Kimmel ha firmado una extensión de contrato de un año con la cadena ABC lo que garantiza la continuidad de Jimmy Kimmel Live! hasta 2027, tras la suspensión temporal de su programa en septiembre pasado medio de presiones de la Casa Blanca, confirmaron este lunes medios estadounidenses.
La extensión del contrato de Kimmel citada por el medio especializado Hollywood Reporter se da luego que ABC, filial de Disney, suspendiera de manera abrupta el programa “Jimmy Kimmel Live!” el 17 de septiembre, luego de que el presentador criticara la respuesta de la administración del presidente Donald Trump al asesinato del activista ultraconservador Charlie Kirk.
El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC en inglés), Brendan Carr, cercano a Trump, había amenazado con revocar las licencias de las filiales de ABC si la cadena no castigaba a Kimmel.
La suspensión del programa desató una ola de críticas y preocupación por la libertad de expresión en el país. ABC reincorporó al comediante el 23 de septiembre, una semana después, y su regreso logró una audiencia de 6.3 millones de espectadores, la cifra más alta en diez años.
En su polémico monólogo, Kimmel satirizó al movimiento político MAGA de Trump al afirmar que habían hecho “lo imposible para mostrar al tipo que mató a Charlie Kirk como si no fuera uno de ellos y, de paso, aprovecharon para sacar rédito político”.
La polémica disparó la popularidad del comediante, que según una encuesta de YouGov y The Economist, lo ponía 4 puntos porcentuales por encima del presidente estadounidense en octubre pasado.
Trump había celebrado el anuncio de la cancelación, asegurando que Kimmel no tiene talento, y luego reaccionó con incredulidad al saber que el programa volvía a emitirse.
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su carrera por modernizarse está rompiendo lo que siempre ha funcionado
La promesa de Windows 11 era ofrecer un sistema operativo moderno, pero cuatro años después, esa modernización se siente como una obra en construcción permanente. Mientras la adopción del sistema sigue siendo lenta —aunque alcanzó a Windows 10— algunos usuarios se enfrentan a una experiencia lastrada por parches que a menudo se convierten en errores.
Un cambio invisible que rompe cosas. Desde 2023, Microsoft aceleró una migración bajo el capó: abandonar la tecnología clásica y eficiente que dibujaba las ventanas, para abrazar WinUI y el Windows App SDK basado en XAML. El objetivo es unificar el diseño, pero la ejecución está pasando factura. WinUI introduce cambios que, si no se optimizan perfectamente, hacen sufrir al sistema: se atraganta esperando datos en el mismo hilo que dibuja la interfaz.
Esto explica por qué el explorador se siente pesado o por qué el menú de inicio y la barra de tareas llegan a desaparecer tras actualizaciones de seguridad. De hecho, en un encuentro comunitario que puedes ver en YouTube, confirman su misión de migrar superficies legacy a WinUI 3 para modernizar el SO, admitiendo las dificultades que han surgido.
No es solo diseño. Más allá de la capa de la UI, la última versión del SO ha sido un campo de minas donde Microsoft ha tenido que rectificar constantemente. El resultado son componentes que han ido presentando fallos, tanto por WinUI como por causas ajenas a este:
- La interfaz: los menús contextuales nacieron lentos y abarrotados, obligando a los de Redmond a rediseñarlos ahora para arreglar el problema de usabilidad que crearon. Incluso sus propios directivos han admitido públicamente que el Menú Inicio “molesta muchísimo” y necesita correcciones.
- La estabilidad: hemos sufrido desde actualizaciones que provocaban pantallazos azules por incompatibilidades de procesador hasta problemas específicos de rendimiento en chips AMD, pasando por fallos surrealistas donde el explorador de archivos se superponía a otras ventanas.
- La seguridad: la renovación del SO ha llegado a romper funciones vitales como la «Proteccion de Autoridad Local» (LSA), desactivándola involuntariamente con un parche.
La comunidad hace de parche y resistencia. Ante la lentitud para arreglar el último bug visual, los usuarios han tomado el control. El descubrimiento es revelador: desactivar la barra de comandos moderna (basada en WinUI) mediante herramientas no solo elimina los destellos blancos, sino que acelera la carga del programa y reduce el consumo de RAM.
Pero también esta comunidad se ha mostrado reacia a Windows 11: usan herramientas como Rufus para saltarse el requisito TPM (polémico en el lanzamiento) o versiones modificadas como Tiny11 para limpiar el bloatware. Parece que el usuario avanzado y entusiasta prefiere modificar el sistema antes que aceptar la visión oficial de Redmond.
El ciclo de la nostalgia. Todo esto alimenta el eterno debate sobre las versiones “buenas” y “malas” de Windows. Hoy muchos idealizan Windows 10 por su estabilidad, olvidando que en sus primeros años sufrió críticas feroces por las actualizaciones forzosas y la privacidad. Windows 11 parece estar atrapado en esa fase difícil de ciclo, agravada por unos requisitos que dejaron fuera a muchos PCs funcionales.
¿El Open Source al rescate? Mientras Microsoft vuelca recursos en la revolución ARM y los PC Copilot+, el escritorio no termina de afinarse. La compañía parece consciente y recientemente anunció planes para hacer WinUI de código abierto, de cara a acelerar la mejora de la tecnología base que hoy lastra al sistema. Quizá involucrar a más desarrolladores ayude a que este marco de desarrollo de la interfaz sea más limpio y estable, aunque tampoco implica que los fallos de Windows 11 (código privativo) vayan a arreglarse por esto.
Sin embargo, la comunidad de desarrolladores es escéptica, apuntando en foros especializados que WinUI tiene problemas de rendimiento. Hasta que Microsoft no logre que este nuevo elemento sea tan sólido como el clásico, y contente al enorme parque de hardware que lo instala, Windows 11 seguirá pagando el peaje de la modernidad con cierta inestabilidad ocasional.
Imagen de portada | Composición con imágenes de Pepu Ricca y Javier Penalva para Xataka
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Explotan críticas por la presentación de Bu Cuarón en el último concierto de Dua Lipa en la CDMX
Los hijos el cineasta Alfonso Cuarón, Tessy Bu Cuarón y Olmo Cuarón, ha sido criticados tras su presentación como “telonistas” en el último concierto de la gira de Dua Lipa “Radical Optimism Tour” en la Ciudad de México.
En un video compartido a través de sus cuentas de Instagram se observa a los hermanos arriba del escenario interpretando una canción en el estadio GNP.
Sobre esto, muchos usuarios cuestionaron que se le diera ese espacio a la inglesa Bu Cuarón, argumentando que existía “talento nacional alternativo”.
De igual manera, en comentarios en la publicación en Instagram, cuestionaron su capacidad como artista y más de un comentario la catalogaba como “sin talento”.
Usuarios de X la señalaron de “nepobaby” (referente a los hijos de celebridades que acceden a oportunidades por sus vínculos familiares) desde el día de su presentación hasta este lunes.
En una publicación compartida por Bu junto a Dua Lipa, su papá Alfonso Cuarón le escribió un escueto mensaje en los comentarios: “felicidades Bu y Olmo”.
Bu Cuarón lanzó su primer sencillo en Spotify titulado “Viceversa” en febrero del 2024 y desde entonces cuenta con 263 mil reproducciones desde su estreno.
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