Connect with us

Musica

Carlos Rivera y el significado del amor

Published

on



Veinte años sobre los escenarios no le bastaron a Carlos Rivera para responder la pregunta que ahora nombra a su octavo álbum. El artista originario de Tlaxcala nunca dejó de cantarle al amor, pero esta vez decidió preguntarse por él.

“Al principio quería buscarle muchos significados al amor, muchas definiciones… pero al final concluí en una sola: cuando vi a mi hijo a los ojos, entendí que él era el amor. A través de él, veo a Dios. Esa es mi convicción en mi universo”, dice en el marco de su concierto en el Telmex donde hoy celebrará 20 años de carrera con sus fans tapatíos.

Al lado de su productor colombiano Nicolás de Las Priellas (Navi) y rodeado de jóvenes compositores y artistas emergentes, el proyecto fue creciendo hasta convertirse en un retrato emocional de distintas formas de amar: “Ni siquiera había terminado enero y ya teníamos tres canciones del disco”, recuerda Carlos.

“No todo tenía que ser lo que yo vivo. Quería contar también las historias de otros, lo que están sintiendo, viviendo”, añade.

Carlos no planeaba que el amor lo sorprendiera así. A principios de año, sus planes musicales tomaban otra dirección, con sonidos distintos y otro concepto. Pero entonces apareció una canción, “La mejor canción”, como decidió nombrar al tema que dedica a su hijo León y que nació en los primeros días de enero. Fue el inicio de un viaje emocional que lo cambió todo en su vida y obra.

Así nació “¿Qué significa el amor?”, su octavo disco de estudio, una obra personal que no sólo canta al amor, sino que lo explora, lo cuestiona y lo resignifica.

“Pensé que no era romántico, pero entendí que lo cursi deja de serlo cuando estás enamorado. El amor vuelve verdad hasta la frase más dulce, y por eso escribo canciones que puedes dedicarle a quien más ames, sea tu pareja, tus hijos o la vida misma”, explicó.

AGÉNDALO

Carlos Rivera en concierto 

Todo está listo para que hoy, 15 de junio, a las 20:30 horas, el cantante se presente en el Auditorio Telmex con su concierto: “La última gran fiesta XX”.

Con información de El Universal 

Temas

Lee También

ues de anuncios individuales.

Source link

Continue Reading

Musica

Música: Una vida inquebrantable: David González inspira “Concierto para otras manos”

Published

on



En la música no existen barreras. La música es una fuerza que nos hace eclosionar y crecer, que nos deja semillas invisibles y nos suscita sentimientos no nombrados; es un diálogo sin palabras, algo más allá de nosotros. La música es crecimiento y esperanza, carece de límites, derriba nuestras fronteras personales, incluso aquellas que con tanto ahínco nos hemos creído.

Para el pianista tapatío David González Ladrón de Guevara, un talentoso músico de 27 años, ninguna adversidad lo ha detenido, y la música ha sido su esperanza y motor de vida. David vive con síndrome de Miller —una condición genética que produce discapacidad motriz y auditiva— y tiene ocho dedos, pero esto no ha sido impedimento, jamás, para que su talento en el piano lo haya llevado a escenarios internacionales.

Su vida, lucha y tenacidad llegarán este 10 de julio a los cines de México con el documental “Concierto para otras manos”, del director Ernesto González Díaz, quien también es el guionista del filme que explora el poder transformador de la música.

Lejos de centrarse en la limitación, el filme muestra cómo la creatividad, la resiliencia y el acompañamiento familiar pueden abrir caminos alternativos de expresión artística, inclusión, talento y superación. A lo largo del documental, el espectador acompaña a David en su camino hacia la música: desde su infancia, cuando experimentaba sonidos con un pequeño teclado, hasta su participación en festivales musicales diseñados para personas con discapacidad.

“Fue una experiencia muy bonita y divertida, porque la música era algo que respiraba todos los días”, comparte en entrevista con EL INFORMADOR el pianista David González, recordando cómo la música siempre estuvo presente en su vida. “Yo soy el pequeño, tengo dos hermanas mayores. Una es cantante y la otra, violinista; entonces, yo desde pequeño veía cómo todos en mi familia tocaban un instrumento o cantaban. Y también quise aprender a tocar, en especial el piano, porque mi papá tocaba el piano. Algo que siempre digo es que mi compositor favorito es mi papá. Me gusta mucho lo que compone y lo que transmite. Ahora me gusta más tocar mis propias composiciones, porque sé lo que quiero transmitir a las personas; te conectas más con lo tuyo, con algo que tú creaste. Es más fácil conectar porque sabes lo que significa cada nota, cada melodía”.

Pero David González no sólo toca el piano, y si bien la música clásica es uno de los grandes motores de su vida, hay mucho más que él mismo tiene para ofrecer y que está descubriendo. “En mis composiciones busco transmitir esperanza”, asegura. “Pero tampoco me quiero encasillar sólo en piano u orquesta, que me encanta. También tengo canciones en inglés, en español, pop, un tanto country, un tanto electrónicas. Espero grabar poco a poco e ir subiendo. Quiero seguir componiendo y dar a conocer más mi música, para inspirar, porque hay momentos bajos que todos tenemos”.

Dejar de vivir los miedos, para vivir los sueños

Luis González piensa que “Concierto para otras manos” también deja un mensaje muy poderoso para quienes no padecen ninguna discapacidad —o creen que no la padecen—, que es: ¿de qué me quejo? Espera que este documental pueda ayudar a que más personas miren este universo con ojos más abiertos, con una visión más amplia, en un país en el que ha habido avances, pero donde todavía hay mucho camino por recorrer.

David expresó su entusiasmo, nerviosismo y orgullo por el próximo estreno del documental, pues espera compartir con el público una de sus certezas más grandes de la vida, y que le sirve de lucero guía:

“Quitando nuestro enfoque de lo que no podemos hacer y enfocándonos en lo que sí podemos hacer, dejaremos de vivir nuestros miedos y comenzaremos a vivir nuestros sueños”, finaliza el pianista tapatío.

Una historia de familia, amor y música

José Luis González Moya, el padre de David, por su parte, notó desde la infancia el interés de su hijo por la música, pero en un principio no lo motivó por la “rigidez” de su propia formación musical. No obstante, pronto comprendió que la condición de su hijo no era una limitante, pues en la música nada lo es. “Yo sí noté que desde pequeño David tenía un gusto bastante marcado por la música. Pero no lo fomenté directamente; simplemente lo veía jugar con un tecladito que teníamos en casa. Era muy pequeño y la verdad es que en ese momento no me atreví a impulsarlo. Pensaba: ‘Bueno, en el piano no creo que vaya a poder hacer mucho’. Recuerdo muy bien que fue mi hermana quien comenzó a darle clases de música. Ahí empecé a notar que sí, que tenía talento, que tenía habilidad, una capacidad rítmica muy fuerte. Claro, no podía tocar arpegios o escalas de manera tradicional, pero ahí estaba. Entonces pensé: ‘Si hay otros pianistas con ciertas limitaciones que también van a tocar, quiere decir que existe música diseñada especialmente para ellos, o que ellos mismos la crean, o sus profesores’. Ahí fue cuando comenzó realmente nuestra interacción creativa”, comentó a esta casa editorial.

La idea de “Concierto para otras manos” surgió luego de que el director se enterase de la historia de David y confirmó sus intenciones al presenciar su talento en el piano. Fue un esfuerzo grande, con muchas de las grabaciones abarcando el transcurso de días completos, en un proceso que se prolongó por cinco años, pero que deja en David un gran sentimiento de satisfacción por haber aceptado la propuesta para un documental. Aprendió muchas cosas de sí mismo, al verse desde fuera. Además, el filme aborda temas como la educación musical adaptada, los retos de accesibilidad en espacios culturales y el impacto que una visión inclusiva puede tener en la sociedad.

“La película quedó padrísima. Me sigo sorprendiendo cada vez que la veo. Me gusta mucho analizar y me doy cuenta del porqué de algunas cosas, y así mejoro o agradezco. De hecho, en una de las funciones como que se me fue el ‘rollo’ de que era yo, yo hasta iba a aplaudir —dice David, entre risas—. Me envolví demasiado en el público. También ese es otro factor: que se nos olvida todo el esfuerzo y todo lo que hemos logrado, no sólo por mí, sino por la gente en el día a día, el esfuerzo que todos hacemos por estar donde estamos y soñar con llegar a donde queremos”.

José Luis González aplaude la tenacidad de su hijo. “Concierto para otras manos” es también la historia de cómo compuso una pieza especialmente para David, una obra nacida de preguntarse cómo sería la música si todos hubiesen nacido con las características físicas de David. Una música distinta, de matices únicos, un propio universo musical, un infinito de posibilidades.

“Una de las cosas más importantes que he aprendido de David es su voluntad”, dice José Luis. “Como una de sus piezas, que se llama ‘Inquebrantable’. Y es que realmente tiene una voluntad así: inquebrantable. Cuando se propone hacer algo, se empeña hasta lograrlo. Yo también he aprendido a ver el mundo desde otra perspectiva. David nos abrió la puerta al universo de la discapacidad. Y es un universo muy amplio. Cada persona con una discapacidad es distinta. Eso nos ha hecho como familia más tolerantes, más abiertos, más conscientes de que todos somos diferentes. Incluso entre las personas ‘normales’ —entre comillas— hay muchas diferencias, y necesitamos respeto y tolerancia para convivir”.

“Hubo un momento en que me hice esta pregunta: ‘Si todos hubiéramos nacido con las características físicas de David, ¿cómo sería el repertorio pianístico?’. Seguramente no sería el que conocemos hoy. Ahí empecé a pensar diferente: ‘Vamos a componer para esas posibilidades’. Y poco a poco fui diseñando piezas a la medida, como si fueran trajes hechos especialmente para él: un saco a la medida, unos pantalones a la medida. Empecé a buscar recursos, a utilizar las mismas notas, pero de otra forma, adaptadas a lo que él sí puede hacer”.

“Concierto para otras manos”

El documental tendrá funciones en Cineteca Nacional, Cineteca FICG, Cineforo, Cinemex y salas independientes en Ciudad de México, Guadalajara y otros Estados.

CT

Temas

Lee También

ues de anuncios individuales.

Source link

Continue Reading

Musica

Música: Una vida inquebrantable: David González inspira “Concierto para otras manos”

Published

on



En la música no existen barreras. La música es una fuerza que nos hace eclosionar y crecer, que nos deja semillas invisibles y nos suscita sentimientos no nombrados; es un diálogo sin palabras, algo más allá de nosotros. La música es crecimiento y esperanza, carece de límites, derriba nuestras fronteras personales, incluso aquellas que con tanto ahínco nos hemos creído.

Para el pianista tapatío David González Ladrón de Guevara, un talentoso músico de 27 años, ninguna adversidad lo ha detenido, y la música ha sido su esperanza y motor de vida. David vive con síndrome de Miller —una condición genética que produce discapacidad motriz y auditiva— y tiene ocho dedos, pero esto no ha sido impedimento, jamás, para que su talento en el piano lo haya llevado a escenarios internacionales.

Su vida, lucha y tenacidad llegarán este 10 de julio a los cines de México con el documental “Concierto para otras manos”, del director Ernesto González Díaz, quien también es el guionista del filme que explora el poder transformador de la música.

Lejos de centrarse en la limitación, el filme muestra cómo la creatividad, la resiliencia y el acompañamiento familiar pueden abrir caminos alternativos de expresión artística, inclusión, talento y superación. A lo largo del documental, el espectador acompaña a David en su camino hacia la música: desde su infancia, cuando experimentaba sonidos con un pequeño teclado, hasta su participación en festivales musicales diseñados para personas con discapacidad.

“Fue una experiencia muy bonita y divertida, porque la música era algo que respiraba todos los días”, comparte en entrevista con EL INFORMADOR el pianista David González, recordando cómo la música siempre estuvo presente en su vida. “Yo soy el pequeño, tengo dos hermanas mayores. Una es cantante y la otra, violinista; entonces, yo desde pequeño veía cómo todos en mi familia tocaban un instrumento o cantaban. Y también quise aprender a tocar, en especial el piano, porque mi papá tocaba el piano. Algo que siempre digo es que mi compositor favorito es mi papá. Me gusta mucho lo que compone y lo que transmite. Ahora me gusta más tocar mis propias composiciones, porque sé lo que quiero transmitir a las personas; te conectas más con lo tuyo, con algo que tú creaste. Es más fácil conectar porque sabes lo que significa cada nota, cada melodía”.

Pero David González no sólo toca el piano, y si bien la música clásica es uno de los grandes motores de su vida, hay mucho más que él mismo tiene para ofrecer y que está descubriendo. “En mis composiciones busco transmitir esperanza”, asegura. “Pero tampoco me quiero encasillar sólo en piano u orquesta, que me encanta. También tengo canciones en inglés, en español, pop, un tanto country, un tanto electrónicas. Espero grabar poco a poco e ir subiendo. Quiero seguir componiendo y dar a conocer más mi música, para inspirar, porque hay momentos bajos que todos tenemos”.

Dejar de vivir los miedos, para vivir los sueños

Luis González piensa que “Concierto para otras manos” también deja un mensaje muy poderoso para quienes no padecen ninguna discapacidad —o creen que no la padecen—, que es: ¿de qué me quejo? Espera que este documental pueda ayudar a que más personas miren este universo con ojos más abiertos, con una visión más amplia, en un país en el que ha habido avances, pero donde todavía hay mucho camino por recorrer.

David expresó su entusiasmo, nerviosismo y orgullo por el próximo estreno del documental, pues espera compartir con el público una de sus certezas más grandes de la vida, y que le sirve de lucero guía:

“Quitando nuestro enfoque de lo que no podemos hacer y enfocándonos en lo que sí podemos hacer, dejaremos de vivir nuestros miedos y comenzaremos a vivir nuestros sueños”, finaliza el pianista tapatío.

Una historia de familia, amor y música

José Luis González Moya, el padre de David, por su parte, notó desde la infancia el interés de su hijo por la música, pero en un principio no lo motivó por la “rigidez” de su propia formación musical. No obstante, pronto comprendió que la condición de su hijo no era una limitante, pues en la música nada lo es. “Yo sí noté que desde pequeño David tenía un gusto bastante marcado por la música. Pero no lo fomenté directamente; simplemente lo veía jugar con un tecladito que teníamos en casa. Era muy pequeño y la verdad es que en ese momento no me atreví a impulsarlo. Pensaba: ‘Bueno, en el piano no creo que vaya a poder hacer mucho’. Recuerdo muy bien que fue mi hermana quien comenzó a darle clases de música. Ahí empecé a notar que sí, que tenía talento, que tenía habilidad, una capacidad rítmica muy fuerte. Claro, no podía tocar arpegios o escalas de manera tradicional, pero ahí estaba. Entonces pensé: ‘Si hay otros pianistas con ciertas limitaciones que también van a tocar, quiere decir que existe música diseñada especialmente para ellos, o que ellos mismos la crean, o sus profesores’. Ahí fue cuando comenzó realmente nuestra interacción creativa”, comentó a esta casa editorial.

La idea de “Concierto para otras manos” surgió luego de que el director se enterase de la historia de David y confirmó sus intenciones al presenciar su talento en el piano. Fue un esfuerzo grande, con muchas de las grabaciones abarcando el transcurso de días completos, en un proceso que se prolongó por cinco años, pero que deja en David un gran sentimiento de satisfacción por haber aceptado la propuesta para un documental. Aprendió muchas cosas de sí mismo, al verse desde fuera. Además, el filme aborda temas como la educación musical adaptada, los retos de accesibilidad en espacios culturales y el impacto que una visión inclusiva puede tener en la sociedad.

“La película quedó padrísima. Me sigo sorprendiendo cada vez que la veo. Me gusta mucho analizar y me doy cuenta del porqué de algunas cosas, y así mejoro o agradezco. De hecho, en una de las funciones como que se me fue el ‘rollo’ de que era yo, yo hasta iba a aplaudir —dice David, entre risas—. Me envolví demasiado en el público. También ese es otro factor: que se nos olvida todo el esfuerzo y todo lo que hemos logrado, no sólo por mí, sino por la gente en el día a día, el esfuerzo que todos hacemos por estar donde estamos y soñar con llegar a donde queremos”.

José Luis González aplaude la tenacidad de su hijo. “Concierto para otras manos” es también la historia de cómo compuso una pieza especialmente para David, una obra nacida de preguntarse cómo sería la música si todos hubiesen nacido con las características físicas de David. Una música distinta, de matices únicos, un propio universo musical, un infinito de posibilidades.

“Una de las cosas más importantes que he aprendido de David es su voluntad”, dice José Luis. “Como una de sus piezas, que se llama ‘Inquebrantable’. Y es que realmente tiene una voluntad así: inquebrantable. Cuando se propone hacer algo, se empeña hasta lograrlo. Yo también he aprendido a ver el mundo desde otra perspectiva. David nos abrió la puerta al universo de la discapacidad. Y es un universo muy amplio. Cada persona con una discapacidad es distinta. Eso nos ha hecho como familia más tolerantes, más abiertos, más conscientes de que todos somos diferentes. Incluso entre las personas ‘normales’ —entre comillas— hay muchas diferencias, y necesitamos respeto y tolerancia para convivir”.

“Hubo un momento en que me hice esta pregunta: ‘Si todos hubiéramos nacido con las características físicas de David, ¿cómo sería el repertorio pianístico?’. Seguramente no sería el que conocemos hoy. Ahí empecé a pensar diferente: ‘Vamos a componer para esas posibilidades’. Y poco a poco fui diseñando piezas a la medida, como si fueran trajes hechos especialmente para él: un saco a la medida, unos pantalones a la medida. Empecé a buscar recursos, a utilizar las mismas notas, pero de otra forma, adaptadas a lo que él sí puede hacer”.

“Concierto para otras manos”

El documental tendrá funciones en Cineteca Nacional, Cineteca FICG, Cineforo, Cinemex y salas independientes en Ciudad de México, Guadalajara y otros Estados.

CT

Temas

Lee También

ues de anuncios individuales.

Source link

Continue Reading

Musica

Así fue como la hija de Ozzy Osbourne se comprometió en último concierto de Black Sabbath

Published

on



La legendaria banda de heavy metal Black Sabbath ofreció su concierto de despedida en Villa Park, Birmingham, marcando el final de una era para miles de fanáticos. La presentación, liderada por el icónico Ozzy Osbourne, contó con la participación de grandes figuras del rock y fue un emotivo homenaje a la trayectoria de la agrupación. Sin embargo, un momento inesperado fuera del escenario también captó la atención del público y la familia Osbourne.

En pleno backstage y rodeados de sus seres queridos, Kelly Osbourne fue sorprendida por su pareja, Sid Wilson (integrante de Slipknot) con una propuesta de matrimonio. El romántico gesto ocurrió poco después del final del concierto, mientras Ozzy se despedía de su audiencia. Frente a un ambiente cargado de emoción, Wilson se arrodilló y declaró su amor ante la hija del “Príncipe de las tinieblas”, iniciando así una nueva etapa en su historia juntos.

El momento fue captado en video, y en él se escucha a Wilson decir: “Kelly, sabes que te amo más que a nada en el mundo”, antes de hacer la gran pregunta. Rompiendo el silencio y con su particular sentido del humor, Ozzy interrumpió bromeando: “¡Vete al carajo, no vas a casarte con mi hija!”, lo que provocó risas entre los presentes, incluida su esposa Sharon y su hijo Jack Osbourne.

Wilson retomó rápidamente la formalidad y expresó su deseo de pasar el resto de su vida con Kelly, madre de su hijo Sidney George, nacido en 2022. La respuesta de ella fue un emotivo “sí”, sellado con un lujoso anillo de compromiso diseñado especialmente para la ocasión.

La joya, creada por la firma Mouawad, está valorada en aproximadamente 110 mil dólares. Inspirada en el apodo cariñoso de Kelly, “Honeybee”, la pieza fue elaborada en oro amarillo de 18 quilates, con diamantes blancos y amarillos, detalles en citrino y un diamante blanco redondo al centro. Según la casa joyera, el diseño refleja tanto la conexión emocional de la pareja como un trabajo artesanal excepcional.

SV

Temas

Lee También

ues de anuncios individuales.

Source link

Continue Reading

Trending