Connect with us

Actualidad

Steve Jobs descubrió que las reuniones eran un enorme problema. Larry Page confirmó que solucionarlo no era fácil

Published

on


El exceso de reuniones en el trabajo ha sido un obstáculo para la productividad desde hace décadas. Aunque hoy en día es un tema muy debatido, ya en 1986 Steve Jobs lo identificó como uno de los grandes enemigos de la eficiencia en las empresas tecnológicas.

Décadas más tarde, Larry Page, cofundador de Google, también se enfrentó a este problema al asumir el cargo de CEO en sustitución de Eric Schmidt. En ese momento se dio cuenta del reto que suponía solucionar ese problema sin ocasionar otros incluso peores.

Los intentos de Jobs y Page por cambiar la cultura de las reuniones demostraron que, aunque las soluciones parecen sencillas, ponerlas en práctica resulta mucho más complicado de lo que parece.

Steve Jobs y el problema de las reuniones

En 1986, Steve Jobs se dio cuenta de que las reuniones frecuentes y poco productivas estaban afectando negativamente a la creatividad y la eficiencia de los equipos, tal y como reconoció en las cartas recogidas en el libro Make Something Wonderful.

Jobs observó que, en lugar de ayudar a avanzar, muchas de las reuniones en NexT se convertían en una pérdida de tiempo, frenando la innovación y la toma de decisiones rápidas. Jobs promovió la idea de reducir al mínimo las reuniones (e incluso prohibirlas los jueves) y solo convocarlas cuando realmente fueran necesarias.

Según Jobs, la clave estaba en mantener los equipos pequeños y enfocados, evitando grandes grupos donde la mayoría de los asistentes no aportaban nada relevante. Esta filosofía ayudó más adelante a Apple a mantener su agilidad y capacidad de respuesta, además de servir de inspiración para el CEO de otra gran tecnológica: Google.

Larry Page y el desafío de cambiar Google

En 2011, Larry Page tomó el mando de Google como CEO, en un momento en el que la empresa ya contaba con 30.000 empleados y retos cada vez más ambiciosos.

Tal y como contaba Jacob Voytko, exempleado de Google que vivió en primera persona aquellos cambios, Page se dio cuenta de que el exceso de reuniones estaba afectando la capacidad de la empresa para innovar rápidamente.

El exempleado contaba una anécdota en la Larry Page había criticado a grandes compañías como Yahoo! Porque tardaban semanas en actualizar su página principal, mientras en Google lo hacían en horas. Sin embargo, ahora que Google había crecido, Page se preguntaba si en alguna startup alguien estaría haciendo bromas sobre la lentitud en la toma de decisiones de Google.

reuniones
reuniones

Para combatir este problema, Larry Page envió un correo a toda la empresa con nuevas reglas para las reuniones:

  • Toda reunión debe contar con un “tomador de decisiones”.
  • Se pueden debatir temas, pero una vez decididos, cada uno los ejecuta como si la decisión fuera propia.
  • Cada reunión debe tener un propósito, una estructura y una agenda claros. Si no tienes nada que aportar no vayas
  • Todos deben ser puntuales, y prestar atención plena a la reunión (no otras tareas en segundo plano)
  • Celebrar reuniones en grupos de menos de 10 personas y difundir ampliamente las notas
  • Establecer una duración máxima de 50 minutos en vez de una hora y respetar esos límites de tiempo

Las dificultades de aplicar las nuevas reglas

Aunque las instrucciones de Page eran claras, Voytko contaba que la implementación de estas medidas no fue sencilla. Muchos empleados siguieron alargando las reuniones hasta que les era imposible continuar porque otros necesitaban la sala.

De hecho, algunos equipos incluso intentaban aprovechar los huecos de 10 minutos entre reuniones para llevar a cabo encuentros rápidos en las que ni siquiera se sentaban, generando fricciones con los usuarios que alargaban sus reuniones más allá de los 50 minutos reglamentarios.

Según publicaba Business Insider, Larry Page estableció que ninguna decisión debía esperar a una reunión, y si esta requería de una reunión debía convocarse de urgencia. Eso generó cierta confusión y caos organizativo ya que se interpretó como que estas reuniones tenían preferencia sobre otras, demostrando que cambiar hábitos tan arraigados requiere mucho más que simples reglas.

Para reforzar estos cambios, Larry Page dividió Google en siete grandes grupos de producto, cada uno de ellos con un responsable claro. El objetivo era que cada uno de ellos actuara como una startup interna. De ese modo, se agilizaría la toma de decisiones y se evitaría que la burocracia y las reuniones innecesarias frenaran el avance de los proyectos.

Más de una década más tarde, las grandes tecnológicas vuelven a intentar aplicar las mismas recetas para evitar que alguien, en alguna startup, no se burle de su lentitud a la hora de tomar decisiones.

En Xataka | Trabajar en Google era un sueño para muchos. El paraíso en las oficinas de las tecnológicas ahora se está desvaneciendo

Imagen | Apple, Flickr (Niall Kennedy), Unsplash (Rodeo Project Management Software)

ues de anuncios individuales.

Source link

Continue Reading

Actualidad

Ucrania ha preguntado a Rusia si paran por Navidad como en la Primera Guerra Mundial. La respuesta no ha podido ser más rusa

Published

on


La referencia inevitable cuando se habla de una pausa navideña en mitad de un conflicto es la tregua espontánea de diciembre de 1914, en los primeros meses de la Primera Guerra Mundial. En varios sectores del frente occidental, soldados británicos y alemanes abandonaron las trincheras, intercambiaron cigarrillos, cantaron villancicos e incluso jugaron al fútbol en tierra de nadie.

Ucrania lo ha recordado, pero va a estar complicado. 

La primera vez. En aquella ocasión de la Primera Guerra Mundial, la tregua no fue ordenada por los mandos ni formó parte de una negociación política: surgió desde abajo, del agotamiento humano ante una guerra que todavía no había mostrado toda su brutalidad industrial. 

Precisamente por eso nunca volvió a repetirse. Los altos mandos la consideraron peligrosa, subversiva e incompatible con una guerra moderna total. Desde entonces, la Navidad ha sido utilizada muchas veces como símbolo retórico de paz, pero casi nunca como una interrupción real de los combates.

La propuesta ucraniana. En ese contexto histórico cargado de simbolismo, Ucrania ha planteado la posibilidad de un alto el fuego durante la Navidad, una idea cuidadosamente formulada para no aparecer como una rendición encubierta. Zelenski ha hablado de una pausa concreta, especialmente vinculada a los ataques contra infraestructuras energéticas, en un momento crítico del invierno y con la población civil como principal víctima colateral. 

Al mismo tiempo, Kiev prepara un nuevo paquete de propuestas de paz respaldadas por socios europeos y canalizadas a través de Estados Unidos, con la expectativa de que Washington ofrezca garantías de seguridad de máximo nivel si Moscú rechaza el plan. Zelenski, sin embargo, se ha mostrado prudente y ha rebajado cualquier expectativa de un acuerdo rápido, asumiendo públicamente que Rusia puede optar por continuar la guerra y que, en ese caso, Ucrania pedirá más sanciones y más armas.

D
D

Oficiales y hombres del Tren de Municiones de la 26ª División jugando al fútbol en Salónica, Grecia, el día de Navidad de 1915

La respuesta rusa. La reacción del Kremlin al “parón navideño” ha sido inmediata y tajante, casi ritual en su formulación. Dmitri Peskov ha descartado cualquier alto el fuego temporal, incluida una tregua navideña, con un argumento que Moscú repite desde hace meses: una pausa solo serviría para que Ucrania se reagrupara, se rearmara y prolongara el conflicto.

En el lenguaje oficial ruso, la palabra “tregua” se presenta como una trampa, mientras que la palabra “paz” se reserva para un escenario en el que Rusia haya alcanzado todos sus objetivos estratégicos. Según Peskov, Moscú no está dispuesto a sustituir una negociación integral (en sus propios términos) por soluciones “momentáneas y no viables”. La lógica es clara y brutal: o se acepta el marco ruso de victoria política y territorial, o la guerra continúa sin interrupciones sentimentales.

Territorio, garantías y líneas rojas. Detrás del cruce de declaraciones late el núcleo real del conflicto. Rusia exige que Ucrania renuncie a amplias zonas de su territorio, acepte límites permanentes a sus fuerzas armadas y descarte cualquier futura adhesión a la OTAN. 

Ucrania, por su parte, rechaza entregar el Donbás, incluso bajo fórmulas ambiguas como una supuesta “zona económica libre” desmilitarizada, y recuerda que ya fue traicionada una vez cuando renunció a su arsenal nuclear en 1994 a cambio de garantías de seguridad que no evitaron la invasión. Las encuestas muestran que una mayoría clara de la sociedad ucraniana se opone a retirarse del este y está dispuesta a seguir luchando, un factor interno que limita enormemente el margen político de Zelenski incluso si la presión internacional aumenta.

Navidad sin milagros. La propuesta de una pausa navideña expone, en realidad, la distancia abismal entre la guerra que evocamos en la memoria histórica y la guerra que se libra hoy. En 1914, una tregua improvisada fue posible porque los soldados aún se veían como seres humanos enfrentados por accidente. En 2025, la guerra en Ucrania es un conflicto de objetivos estratégicos, líneas rojas existenciales y cálculo frío de poder, donde cada día de pausa se mide en kilómetros de frente, reservas de munición y ventajas operativas. 

La respuesta rusa, seca y desconfiada, no es solo “muy rusa”: es la confirmación de que, en esta guerra, la Navidad no tiene capacidad para suspender la lógica del conflicto. A diferencia de hace más de un siglo, no hay espacio para villancicos entre trincheras, solo para comunicados oficiales que recuerdan que, para Moscú, la paz no empieza con una tregua, sino con la derrota política del adversario.

Imagen | RawPixel, WikiCommons, Ariel Varges 

En Xataka | 24 horas después las imágenes por satélite no dejan dudas: un dron submarino de Ucrania ha cambiado el futuro de las guerras

En Xataka | Suenan tambores de paz en Ucrania. Y eso debería ser algo bueno para Europa… a no ser que Finlandia tenga razón

ues de anuncios individuales.

Source link

Continue Reading

Actualidad

La dueña de un Audi A3 fue multada tres veces por conducir sin carné. A la cuarta, el juzgado le ha quitado el coche

Published

on


¿Qué le impide a un conductor conducir sin carnet? 

Evidentemente, la ley. 

Pero bajando a un terreno puramente práctico, ¿qué impide que un conductor sin carnet de conducir vaya al garaje de casa, coja su coche, gire la llave y meta primera para ir con el coche al trabajo, dar una vuelta o salir de marcha?

Eso es lo que ha pasado en Vigo donde la Justicia solo ha encontrado la salida para una mujer: quitarla su Audi. La Audiencia Provincial, cansada de ponerle sanciones en las que se le recalcaba que tenía prohibido conducir, ha decidido decomisar su Audi para evitar males mayores. 

Para entonces las condenas habían tenido un “nulo efecto disuasorio”, en palabras recogidas en la sentencia. 

O me lo das o te lo quito

No hay muchas infracciones por las que nos puedan retener el coche. Tampoco hay muchas por las que nos puedan retirar el carnet de conducir. Seguro que ya has dado con una de ellas. Bingo. Un positivo en alcohol o drogas deja, por el momento, el coche inmovilizado y dependiendo de la gravedad del positivo puede dejarnos sin carnet de conducir. 

En los casos que se inmoviliza el coche, bien puede hacerse cargo un pasajero que no dé positivo en el control de alcoholemia o bien puede acudir un familiar o un amigo a por él, siempre y cuando el coche inmovilizado no esté entorpeciendo la conducción. Si no se dan ninguno de estos dos casos, la grúa acude y lo lleva al depósito municipal. 

Al día siguiente, el coche puede ser retirado. Por una persona que tenga carnet de conducir, por supuesto. Pero, como decíamos, ¿qué impide realmente a una persona volver a coger su coche cuando llega al garaje de casa?

Los límites los ha encontrado la vecina de Vigo que protagoniza una historia recogida por La Voz de Galicia. La Audiencia Provincial ha terminado por decomisar su Audi para impedir que volviera a conducir sin carnet y de paso ha dado respuesta a la pregunta de cuántas veces son demasiadas veces. 

Explican en el medio gallego que el pasado 15 de marzo del 2025 fue sorprendida conduciendo sin carnet de conducir en regla porque anteriormente le habían retirado todos los puntos. 

Tomando las riendas del caso, el Juzgado de lo Penal sentenció una condena de de seis meses y un día de cárcel por un delito contra la seguridad del tráfico. Pero aplicó una decisión menos habitual: le decomisó su Audi A3

El motivo es que la condenada era la cuarta vez que se enfrentaba a la justicia por hechos parecidos. Hasta el punto que la jueza encargada señalaba que en su historial figuran otras tres condenas similares en apenas 11 meses. En esas tres ocasiones anteriores se multó a la conductora por circular sin carnet de conducir. En la tercera, además de la sanción económica, se le impusieron 60 días de trabajo en beneficio de la comunidad. 

En la cuarta ocasión perdió el Audi A3 con el que conducía. 

Escuchado el veredicto, la acusada recurrió a la Audiencia de Pontevedra,, alegando que las tres condenas anteriores por el mismo motivo (conducir sin carnet) no son suficientes para aplicarle el agravante de multirreincidencia. Además, solicitaba que le aplicaran un atenuante por drogadicción y pedía que le devolvieran el coche porque consideraba que la medida era desproporcionada e injustificada. 

Por su parte, la Audiencia de Pontevedra ha confirmado que el decomiso del vehículo fue una medida correcta porque las tres condenas anteriores habían tenido un “nulo efecto disuasorio”. Además, recalca que el propio coche era un “instrumento potencialmente peligroso” ya que a la conductora se la había detectado conduciendo sin luces por la noche o bajo los efectos de las drogas. 

Foto | Audi y DGT

En Xataka | En 1896 un hombre decidió conducir a la temeraria velocidad de 13 km/h. Y recibió la primera multa de la historia

ues de anuncios individuales.

Source link

Continue Reading

Actualidad

Noviembre ha sido un mes negro para las consolas. Ya no compiten entre ellas, sino contra TikTok

Published

on


Noviembre de 2025 es un mes que muchos amantes de los videojuegos hemos “celebrado” como el vigésimo aniversario de Xbox 360. Pura nostalgia, porque más allá del recuerdo, noviembre de 2025 será recordado por Sony, Nintendo y Microsoft como un mes negro. ¿El motivo? Es el peor noviembre para la venta de consolas desde, precisamente, noviembre de 2005.

En el reciente informe de Circana podemos ver una cifra muy llamativa: 27%. Eso es lo que ha caído el gasto de los consumidores estadounidenses -el mayor mercado para los videojuegos- durante noviembre de este año respecto al noviembre de 2024. Otro dato: con 1,6 millones de consolas vendidas ese mes, es el peor noviembre desde 1995, año de lanzamiento de PlayStation.

Es relevante porque hace un año se estrenó PS5 Pro y este mes de mayo Nintendo Switch 2, pero los altos precios tanto de las máquinas como de los videojuegos, que han experimentado un subidón estos últimos meses, no han sido capaces de convencer a los jugadores. Ni siquiera en el Black Friday.

Y puede que la clave aquí no sea que se lanzan miles de videojuegos cada mes o el propio precio de la consola. Puede que la clave sea que la guerra de las consolas ha acabado y ha empezado una muy distinta: la guerra de la atención.

¿Guerra de consolas? Guerra de la atención

En Xataka hemos tratado el tema en más de una ocasión. Tenemos rota la capacidad de enfocarnos en una tarea debido a la enorme cantidad de estímulos a los que estamos sometidos. Todo compite por nuestra atención.

Matt Booty, uno de los pesos pesados de Xbox, dijo hace unos meses que la competencia de Xbox no era PlayStation. Tampoco Nintendo. La competencia era TikTok. No fue un desliz, ya que Satya Nadella, jefazo absoluto de la compañía estadounidense, también afirmó que “la competencia de los videojuegos no son otros videojuegos, sino el vídeo en formato corto”.

Lo interesante es que no es una afirmación descabellada. A Netflix, sobre todo a raíz de la última temporada de ‘Stranger Things’, se le está acusando de producir series vacías para que la gente las tenga de fondo porque dan por hecho que van a estar consumiendo vídeos cortos en el móvil a la vez que miran la serie.

Por eso hay diálogos breves y una larga exposición inicial al principio de la temporada para que puedas “olvidarte” de tener que seguir nada más. Estamos en un momento en el que nos pasamos el día desconcentrados, sin poder mirar el móvil cada 15 minutos como acto reflejo y donde tenemos que buscar estrategias para que la multitarea y la división de la atención no nos afecte.

Ya lo contaba Matthew Bell, uno de los analistas más influyentes del mercado del videojuego, hace unos meses en su libro ‘The State of Video Gaming 2025’. En su radiografía, apuntaba cómo la industria del videojuego ya no compite contra ella misma, sino contra un ecosistema del entretenimiento digital tremendamente fragmentado.

Nuestro tiempo es finito. Si quitamos las horas de trabajo, descanso, transporte y alimentación, tenemos poco tiempo para lo demás. En Estados Unidos, hay estudios que no se ponen de acuerdo sobre cuánto tiempo pasa un usuario de media en TikTok. Los datos varían entre los 58 minutos y los 95, pero sea el que sea, luego están YouTube, Instagram o Facebook.

Eso, además, está teniendo consecuencias cognitivas: tenemos menos capacidad de atención que la que tiene un pez. Si en 2020 la media de la capacidad de atención humana era de doce segundos, ahora es de ocho. Un pez atiende durante nueve segundos, y a un videojuego hay que prestarle atención.

¿Y la amenaza de TikTok? La IA

Hay quien está pillando esta situación al vuelo y por eso han aparecido los microdramas. En un primer momento, la fiebre de las series con episodios de un minuto se dio en China, pero está escalando.

Y es lógico que pienses: si la competencia de las consolas es TikTok, ¿quién es la competencia de TikTok? La respuesta también es fácil: la inteligencia artificial.

Esos minutos en los que los usuarios usan ChatGPT como si fuera su psicólogo, un amigo virtual o hasta una pareja, son minutos que no dedican a TikTok. Sigue siendo algo tan accesible como abrir una app, exactamente igual que en TikTok, pero quizá esperar esa respuesta de una IA que se caracteriza por ser tremendamente aduladora es más reconfortante para nuestro cerebro que el enésimo vídeo rápido creado con… IA –el slop-.

Porque sean redes sociales, plataformas de vídeo, consolas, la inteligencia artificial y hasta el metaverso -algún día, si eso-, el objetivo es el mismo: tenernos pegados a la pantalla.

Y no podemos atender a todo.

En Xataka | Una desconocida consola ha desbancado a Xbox en ventas: es solo el principio de planes más ambiciosos

ues de anuncios individuales.

Source link

Continue Reading

Trending