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Cuando Samsung adelantó a Nokia y Motorola con el primer teléfono con reproductor de MP3 del mundo: así era el UpRoar

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Los teléfonos móviles han recorrido un largo camino hasta convertirse en dispositivos inteligentes capaces de sustituir, en cierto modo, a otros productos como cámaras, reproductores de música y agendas electrónicas. Aquellos con cierta cantidad de años probablemente recordarán el día que Steve Jobs subió al escenario del Moscone Center de San Francisco para presentar “un iPhone, un teléfono y un comunicador de Internet”, que no eran tres dispositivos, sino uno: el iPhone.

Si bien el teléfono de Apple supuso una auténtica revolución cuando apareció en 2007, y significó la ruina para algunos actores establecidos de la industria como BlackBerry, no fue pionero en muchas de sus funciones. Samsung fue la primera compañía en lanzar al mercado un teléfono con reproductor de MP3. Lo hizo en el 2000, cuando comenzó a vender el Samsung SPH-M100 (llamado Samsung UpRoar si se ofrecía con el operador estadounidense Sprint), que presumía de esta interesante novedad.

Samsung SPH-M100, el primer teléfono móvil con MP3

En el año inaugural del nuevo milenio ni siquiera existía el iPod. La primera versión del reproductor de música de la compañía de la manzana no llegó hasta el 2001. En el mercado existían algunos reproductores portátiles de MP3, como el MPman F10 y el Rio PMP300, pero la norma era escuchar tus canciones con este formato de archivo en el ordenador. Si lo que buscabas era libertad para escuchar música desde cualquier parte, una opción tremendamente popular era el CD Walkman de Sony.

Después de más de una década en las tiendas, los teléfonos móviles habían evolucionado notablemente. Ya no eran grandes y pesados como el legendario Motorola DynaTAC 8000X o el Nokia 2010. Estos dispositivos ya eran más pequeños, livianos y elegantes. ¿El paso siguiente? Incorporar más y más funciones. Samsung pensó que sería buena idea añadir la función de reproducción de MP3, algo que, como decimos, se materializó a principios del siglo XXI con el SPH-M100, pero con varias limitaciones.

Samsung Sph M100 1
Samsung Sph M100 1

El teléfono tenía una memoria de 32 MB, lo que le permitía almacenar unas 10 canciones en MP3. Si querías que exprimir más el almacenamiento disponible, podrías hacerlo con un truco: codificando los archivos por debajo de los 128 Kbps. Para pasar los archivos al móvil necesitabas utilizar un cable que estaba incluido en la caja para conectar el móvil al puerto paralelo de una PC. Y no podrías arrastrar las canciones fácilmente, debías utilizar el programa MP3 Manager de Samsung.

Samsung incluía, además, unos auriculares con micrófono que servían para hablar por teléfono y para escuchar música. Este accesorio tenía cuatro botones, que permitían contestar y colgar una llamada, reproducir o pausar música, y pasar a la siguiente canción o reproducir la anterior. Si recibías una llamada, la música se pausaba automáticamente. Al terminar de hablar, no obstante, había que reanudar la reproducción de forma manual. En cualquier caso, el dispositivo prometía 10 horas de producción continúa.

Desde luego se trataba de un teléfono más que interesante para la época, aunque definitivamente no era para todos. Se trata de una opción premium que tenía un precio de 400 dólares (poco más de 730 dólares en la actualidad). El tiempo ha pasado, y algunos usuarios que conservan este teléfono han decidido ponerlo en venta en eBay. Los precios oscilan entre los 99 dólares y los 299 dólares. Eso sí, no estamos seguros si captarán la atención de los coleccionistas como otros productos.

Imágenes | Samsung | Captura de pantalla

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15.000 euros de multa y nueve meses de cárcel

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Utilizar el carné de conducir de un tercero para librarse de la retirada de puntos. La práctica es tan habitual que es posible encontrar anuncios en espacios digitales de compra y venta, como Milanuncios. Eso mismo es lo que hizo un conductor en 2015. Ahora, el Tribunal Supremo ha dirimido su caso y tiene malas noticias.

La identificación. Cuando en una autopista o autovía circulamos por encima de 150 km/h, el conductor se arriesga a la retirada de dos a seis puntos del carné de conducir. La cuantía económica supera, en estos casos, los 200 euros y puede llegar a los 600 euros.

Sin embargo, cuando esta velocidad es registrada por un radar fijo (o con Pegasus), la DGT obligará a que identifiquemos al conductor con la intención de restar a la persona que conducía el vehículo los puntos correspondientes. Una laguna en la que muchos conductores encontraron un buen caladero.

Prefiero que me quites el dinero. Esa obligación de identificar al conductor ha llevado a una estafa reiterada: endosar la multa por pérdida de puntos a un tercero. Suele ser relativamente sencillo con personas mayores que han dejado de conducir y a las que les da igual los puntos con los que cuentan en su licencia.

La situación puede ser mucho más dañina para quien trabaja a expensas de mantener una licencia de conducción activa, como puede ser un repartidor. No es extraño, por tanto, que en espacios digitales de compraventa lleguemos a encontrar anuncios en los que se propone la compra de puntos del carné de conducir de otras personas por una cantidad que, en algunos casos, llega a los 1.000 euros por punto retirado.

Falsedad documental. La maniobra es recurrente porque, como los radares fijos “cazan” al vehículo por detrás, es complicado confrontar la versión de que un conductor de 90 años no era el que estaba tras el volante de un coche que ha registrado una velocidad de 160 km/h.

Sin embargo, tiene muchos riesgos ya que quienes endosen sus puntos a la licencia de un tercero estará incurriendo en un delito de falsedad documental, lo que multiplica los problemas en caso de que la Justicia descubra que estamos tratando de engañarles. Es lo sucedido a este conductor de León.

15.000 euros de multa. El caso de este hombre se registró en 2015. Entonces, fue sancionado por exceso de velocidad con un castigo que obligaba a la retirada de puntos. Para evitarlo, registró a su padre de 82 años como infractor. Pagada la multa, todo debía haberse quedado en lo que muchas veces sucede: un engaño a la administración.

Este caso, sin embargo, es particular porque el conductor no mantenía una buena relación con su padre quien, al enterarse de la treta, denunció al conductor, explican en El País. Ahora, una década después, el Tribunal Supremo se ha reafirmado en la condena impuesta por instancias inferiores: 15.000 euros de multa y una pena de cárcel de nueve meses.

El Tribunal Supremo asegura que el conductor faltó a la verdad al contestar al requerimiento de la sanción y se reafirma en la condena de la Audiencia Provincial de León, quienes alegaron que se había producido un delito de falsedad documental.

Inconsistencias. Para defenderse, el conductor alegó que durante los años previos, la Justicia no ha seguido una jurisprudencia concreta. Así mismo, aseguraba que en su forma de actuar se daba una “falsedad ideológica” o, lo que es lo mismo, faltar a la verdad en la narración de los hechos.

Sin embargo, el Tribunal Supremo asegura que esto no es cierto. Entienden que al falsear el registro del conductor se produce una alteración del documento en sí mismo. Así, esto hace que el “documento en su totalidad constituya una falacia”, al tiempo que recordaba que ha producido un daño directo sobre la figura del padre.

Foto |  Andrea Piacquadio

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Muere la consagrada bailarina Yolanda Montes “Tongolele”, anuncia la ANDI

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Escrito en ENTRETENIMIENTO el

La actriz y vedette Yolanda Montes, más conocida como “Tongolele“, falleció a los 93 años, informó este lunes la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI). 

A través de sus redes sociales, la ANDI lamentó la muerte de la bailarina que alcanzó la popularidad en el cine y la vida nocturna en México a mediados del siglo XX. 

“A sus familiares y amigos mandamos nuestras más sentidas condolencias de parte del Consejo Directivo y Comité de Vigilancia de la ANDI”, escribió la asociación.

La Secretaría de Cultura lamentó el fallecimiento de Yolanda Montes en su cuenta de X, en la publicación destacó que la actriz llegó a participar junto a figuras como Germán Valdés “Tin Tan” en “El rey del barrio”, y trabajó bajo la dirección de Emilio “El Indio” Fernández.

“Su presencia en el escenario y su estilo único la consolidaron como un referente del entretenimiento en México”, afirmó la secretaría. 

Durante su juventud, la “Tongolele” participó en películas como “Nocturno de amor” y “¡Han matado a Tongolele”, donde se consagró como vedette en 1948. 

Yolanda Montes nació el 3 de enero de 1932 en Spokane, Washington, e hizo su debut como bailarina en 1947 en el teatro Tívoli en la Ciudad de México.

Desde sus primeras apariciones en el cine mexicano, escandalizó a la sociedad por su forma de bailar y su belleza, la cual fue recordada por miles de personas por su característico pelo bicolor. 

Expertos afirman que Montes logró dar el salto a la actuación de manera natural, con lo que logró consolidarse como una leyen en el ámbito cultural y popular.

La “Tongolele” participó en alrededor de 28 producciones mexicanas, entre películas y telenovelas. Su última aparición fue en 2012 en “El fantástico mundo de Juan Orol”, protagonizada por Roberto Sosa y dirigida por Sebastián del Amo. 

En 2011, participó en la puesta en escena “Perfume de Gardenias” a lado de su amiga y actriz, María Victoria, además, de Aracelí Arámbula y Jorge Salinas. 

La actriz recibió su reconocimiento en la Plaza de las Estrellas en 2007, donde recibió “Luminaria de oro”, un año antes había participado en la producción musical de “Bésame mucho”. 

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si casi nadie paga por su software, al menos pueden comprar sus nuevos bolsos y chaquetas oficiales

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Son tan pocos los usuarios particulares que pagan por WinRAR que la compañía no tiene reparos en admitirlo. Cada licencia cuesta 29,95 euros, pero su modelo de “probar antes de comprar” permite utilizar el programa durante 40 días de manera gratuita. Esto suele ser más que suficiente para descomprimir ese archivo puntual que te enviaron por correo electrónico o que bajaste de Internet.

Win.rar GmbH, la compañía detrás del legendario software, ha sorprendido estos días con unas curiosas publicaciones en X. “¿Qué mejor manera de apoyar el software por el que NUNCA has pagado que comprando una bolsa WinRAR? ¡Hazlo! ¡Te retamos a que lo hagas!”, puede leerse en un mensaje. Sí, WinRAR ya no solo está en el negocio del software, sino también del merchandising.

Bolsas y cazadoras de WinRAR

Lo más llamativo del catálogo es el bolso WinRAR Archive Messenger. Estamos frente a un producto cuyo diseño imita a la perfección los característicos tres archivos apilados de la herramienta de compresión. Según explica el fabricante, ha sido fabricado con cuero 100% vegano, tiene una correa ajustable con clip, y un sistema de cierre magnético. Sus medidas son 21,4 cm x 14 cm x 7 cm.

Si te estás preguntando cuánto cuesta este accesorio para fans de la informática, la respuesta es simple: más que una licencia de WinRAR. Su precio es de 115 euros, aunque dependiendo de dónde vivas, el envío puede subir la factura. Si lo quieres en Madrid, por ejemplo, el envío más barato cuesta 15,90 euros, dejando el total en 130,90 euros.

Wirnar102
Wirnar102

También hay una cazadora de WinRAR, adornada con parches de los iconos del software. Según la descripción, está confeccionada en lana 100%, con un forro de satén acolchado que mejora la comodidad y el aislamiento térmico. El precio tampoco pasa desapercibido: 224,90 euros, más gastos de envío.

Para la fabricación de estos productos, WinRAR se ha asociado con tern, una compañía que los producirá en China. Con esta estrategia, la empresa busca generar ingresos extra, aunque su negocio principal sigue siendo la venta de licencias a clientes corporativos y gubernamentales, que son quienes realmente pagan por el software.

Las raíces de WinRAR se remontan a Rusia, donde Eugene Roshal lanzó la primera versión en la década de 1990. Hoy, el programa es gestionado por Win.rar GmbH, una empresa registrada en Bremen, Alemania.

Imágenes | WinRAR | tern

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