“¿No tienes calor?”, le preguntan todos los días de verano a quienes visten exclusivamente de negro. Creemos, también, que las playeras blancas son más frescas para usar en días soleados. Es más, seguramente se han encontrado con la imagen de un experimento viral que mide cuánto calor absorben los diferentes colores de ropa.

La ropa clara refleja el calor y la ropa oscura lo absorbe; es una verdad universal, ¿no? ¿Será que no estamos viendo todas las caras del problema?

Aunque parezca un tema tonto, el color de la ropa que usamos y el calor que nos puede llegar a dar bajo el sol es un asunto que ha ocupado a la ciencia desde hace casi medio siglo. Se han hecho experimentos con tecnologías infrarrojas, con el plumaje de los pájaros, con la ropa tradicional o con los principios básicos de reflectividad de la luz.

La respuesta resulta mucho más entretenida de lo que esperábamos. El color de tu ropa no tiene nada que ver con el calor y la manera en la que creemos que lo absorbe podría ser un mito.

Piénsenlo: si creemos que la ropa negra da más calor en el verano; entonces, ¿por qué cuernos los Beduinos de los desiertos del norte de África usan ese color?

Playera blanca vs. Playera negra

Una playera blanca refleja la luz, mientras que una playera negra la absorbe. De eso no hay pierde.

Después de todo, así funciona —en sus términos más simples— el color que percibimos. Una playera azul absorbe todas las longitudes de onda excepto la azul.

Una playera blanca no absorbe ninguna, por lo que refleja todas las longitudes de la luz —acuérdense que el blanco era “todos los colores”.

En contraste, una playera negra absorbe todas las longitudes de la luz, sin reflejarnos nada —acuérdense que el negro era “ausencia de color”.

La luz que se absorbe se convierte en calor. Eso hace que, cuando pongamos ambas playeras en una cámara infrarroja, la playera negra se vea, se sienta y, de hecho, esté mucho más caliente que una playera blanca.

Es un experimento que podemos comprobar en casa. Es más: seguro ya lo sabían. Si ponen una hoja de papel negro y una hoja de papel blanco bajo el sol, en cuestión de minutos, la hoja negra va a estar mucho más caliente.

Hasta ahí todo suena súper sencillo, parece que la duda está 100% resuelta y que tanta discusión no tenía sentido. La bronca es que el asunto del color de la ropa y el calor que sentimos es más complicado que esto.

Por ejemplo, ¿qué tal que una playera negra absorbe también el calor de tu propio cuerpo, haciéndote sentir más fresco? ¿Qué tal que la playera blanca refleja el calor de regreso a ti?

Lo que los Beduinos nos enseñan de la ropa negra y el calor

Los Beduinos son un pueblo históricamente nómada que ha vivido en los desiertos del norte de África o Arabia desde hace miles de años. Curiosamente, a pesar de las condiciones en las que viven, el detalle que los ha hecho famosos es que su vestimenta tradicional para soportar el calor endemoniado… ¡es una grande y gruesa túnica negra!

Además, la ropa tradicional incluye una kefia negra y por supuesto, la ropa interior, con pantalones holgados o playeras, también son negras.

Nadie entendía las razones de la ropa de los Beduinos, hasta que un estudio de la revista Nature —publicado en 1980— nos ayudó a comprender que la ropa negra no hace la diferencia en el calor que sentían. Échenle un ojo a esta historia.

Los científicos consiguieron a un voluntario que se paró durante 30 minutos en el desierto, a 45ºC, usando ropa negra y descubrieron que se mantuvo fresco. Sucedió gracias a dos posibles fenómenos:

• El primero es que la ropa negra permitió un efecto de chimenea. La pesada tela negra absorbió el calor de su cuerpo y el aire caliente subió, saliéndose por las túnicas holgadas, abriéndole paso al aire frío.
• La segunda es que la túnica negra absorbió el calor del sol y como era pesada, no permitió que ese calor extra llegara al cuerpo del voluntario.

Aunque claro, aquí empieza un problema práctico. Es posible que el color de tu playera no tenga nada que ver con el calor, pero no todos nos beneficiamos de usar ropa tan holgada como una túnica de los Beduinos.

Algo similar le pasa a los pájaros

Aprovechando que andamos en modo científico, vale la pena contarles que lo mismo le sucede a los pájaros.

Un estudio de 1983, publicado por el Instituto Americano de Ciencias Biológicas, encontró que no existe relación entre el color de los pájaros con el calor que absorben o sienten.

En teoría, una paloma blanca y un cuervo negro sentirían el mismo calor bajo el sol, lo que los diferencia se encuentra en otros detalles. El estudio encontró que sus formas aerodinámicas, la estructura de sus plumajes o la clase de plumas que tenían eran mucho más determinantes para el calor que sentían.

Entonces, ¿qué cuernos me pongo? ¿Cuál es el mejor color de ropa para estar bajo el sol o sentir menos calor?

El color de tu ropa, el calor y qué ponerte bajo el sol

Curiosamente ciencia más básica parece indicar que no importa. Al menos, en sus términos más sencillos, el color de tu ropa no tiene ningún indicador del calor que vas a sentir en un día soleado.

Sin embargo, son otros factores los verdaderamente importantes: como la decisión de la tela o qué tan ajustada te quede la ropa.

Si vas a usar ropa negra bajo el sol siéntete a gusto de recordarle a tu mamá que no era solo una etapa, aunque —eso sí— intenta asegurarte de que, como los Beduinos, sea bastante holgadas. De otra manera, el calor que absorbió de tu cuerpo se quedará atrapado en tu pequeño infierno personal.

Aunque todo parece apuntar a que no importa el color que usemos, de una cosa sí está segura la ciencia: si lo que quieren es no sentir calor, la mejor idea es estar desnudos. Pero bueno, eso no se los podía recomendar.

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