Allá por 2009, con Sucker Punch apuntado en la agenda de Zack Snyder como su siguiente proyecto cinematográfico, Warner Bros. inmediatamente adquirió los derechos de distribución. A fin de cuentas, se trataría de la primera película con un guion 100% original de un director que la misma compañía llamó “visionario” durante el marketing de Watchmen. Sin importar el desempeño que esta cinta de anti héroes enmascarados eventualmente tuvo en taquilla, el cineasta también responsable del demoledor éxito 300 siguió mereciendo la confianza de los ejecutivos, quienes ambicionaban acompañarle en una nueva aventura que —a diferencia de sus otros títulos con Warner— ahora carecería de sustento en aclamadas novelas gráficas.

El destino no fue nada benévolo. Sucker Punch, estrenada en la primavera de 2011, a la fecha presume la calificación más baja de toda la filmografía de Zack Snyder (22% en los Rotten Tomatoes). Adjetivos como «sexista» o «incoherente» han sido empleados para describirla, a pesar de los declarados intentos del cineasta por ser todo lo contrario. Desde hace tiempo, el mismo Snyder ha comentado sobre la intromisión de Warner Bros. en aras de volverla una película más comercial, lo cual habría influido negativamente en el mensaje del producto final. Aunado a esto, por años igualmente se rumoró sobre la existencia de un corte del director de Sucker Punch, a lo cual el cineasta concedió veracidad en días recientes.

En entrevista con Vanity Fair, Zack Snyder se refirió a su primer largometraje original —coescrito por Steve Shibuya— como una historia incomprendida, que «de muchas maneras [pretendía ser] una película de protesta». Recordemos que Sucker Punch: Mundo surreal (así titulada en Hispanoamérica) sigue a un grupo de mujeres jóvenes que planean escapar de un siniestro hospital psiquiátrico por medio de un puñado de riesgosas tareas, las cuales inexplicablemente conllevan viajar a otra dimensión y pelear contra robots, dragones o gigantescos guerreros samurái. Lo que en parte se le criticó a la película es que sexualizaba sobremanera a sus protagonistas, pero Snyder ha sostenido incansablemente que su propósito era emitir un comentario sobre el sexismo inherente a la cultura geek.

Si bien aquellas intenciones no fueron captadas del todo, el director de 55 años no lamenta haber llevado Sucker Punch a la pantalla grande. Comentó a Vanity Fair que dicho título le permitió experimentar por primera vez ese sabor amargo de ejecutivos metiendo mano en tu película —¿alguien dijo Justice League?— y admitió además que su visión íntegra efectivamente reside en una versión definitiva que nunca ha visto la luz.

«Creo que en su momento me criticaron por ser lo contrario, como [si Sucker Punch fuera] una especie de perorata sexista, pero fue divertida de hacer y todavía me encanta hasta el día de hoy», manifestó Snyder. «Esa fue la primera vez en la que realmente me enfrenté a una verdadera reestructuración radical de la película para que fuera más comercial. Hay un corte del director de esa película que aún no se ha estrenado. Lo diré en voz alta».

En realidad, no es la primera vez que Snyder habla sobre aquel misterioso corte del director. El cineasta reveló en noviembre de 2020 que, si bien existía aquel montaje, era poco probable que fuera estrenado en algún punto, debido a que él no ostentaba los derechos para hacerlo. Por otro lado, Warner Bros sí lanzó una versión una versión extendida de Sucker Punch, la cual contenía aproximadamente 18 minutos más de metraje —en comparación con la película estrenada en cines— y presumía una clasificación para adultos.

De Zack Snyder, esta semana estrenó en Netflix El ejército de los muertos, película que significó su regreso al género zombi. ¿Ya la vieron? ¿Qué les pareció?

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