Cine y Tv
La otra cara de la crisis: ¿y si la pandemia salva al cine?
El cine, al igual que muchas otras industrias, ha sufrido durante la pandemia. A la fecha es difícil anticipar cuáles serán las consecuencias de la crisis, pero cada día que pasa aumentan los daños: los estudios han modificado sus calendarios y recurrido a prácticas arriesgadas como el retorno a los estrenos escalonados, la reducción en la ventana de distribución e incluso la apertura directa en streaming; los festivales maniobran por definir estrategias seguras que garanticen su tradición o en algunos casos su subsistencia; las grandes cadenas intentan recapturar a las audiencias perdidas con una taquilla carente de grandes títulos, aforos parciales y con la promesa de que las salas son una experiencia segura mientras que los pequeños exhibidores agonizan; las producciones asumen que sus costos de producción se elevarán ante las nuevas medidas de seguridad y batallan por conseguir aseguradoras que les respalden en necesidad de imprevistos sanitarios; la industria en su totalidad ignora cuál será su destino en la nueva normalidad.
Los números, que cambian cada día, son desmotivantes: AMC, la cadena más importante de Estados Unidos, reporta pérdidas de $2,400 mdd por el cierre temporal de sus salas [vía]; las de Disney ascienden a los $4,200 mdd [vía], magnificadas por el cese temporal de actividades en sus parques temáticos.
La crisis parece aumentar con la competencia del streaming, que cada vez cuenta con más sistemas, pero sobre todo con más usuarios alrededor del mundo. Como prueba sólo basta recordar que Netflix ganó 10.1 millones de suscriptores en el segundo tercio del año que marcó el inicio de la pandemia en occidente [vía], mientras que Disney Plus llegó a los 60.5 millones de suscriptores este agosto, una cifra que esperaba alcanzar en su quinto año de operaciones [vía].
Esta combinación de factores ha provocado que el modelo convencional deje de ser sostenible y que presuntamente evolucione en uno donde los principales estudios forjen todo tipo de alianzas con las principales plataformas –que en casos como Disney y Warner serán propias–, para el estreno de películas y series. De concretarse, los estrenos en salas se limitarían a los tentpoles, es decir, auténticos eventos cinematográficos que puedan garantizar una buena recaudación (vía), el mediano presupuesto –de la comedia romántica al drama convencional– sería relegado al digital, mientras que el indie permanecería en el limbo esperando por conocer el destino de salas independientes.
El coronavirus representa una de las crisis más agudas en toda la historia del celuloide, al grado que muchos auguran lo peor. Sin embargo, un vistazo al pasado nos deja ver que la industria ha atravesado una gran variedad de adversidades a través del tiempo, muchas de las cuales incluyen los momentos más oscuros de la humanidad como la pandemia de 1918, la Gran Depresión, las Guerras Mundiales y el 9/11. El cine nunca murió, sino todo lo contrario: siempre salió avante y cada vez más fortalecido, ¿existen razones para creer que esta tendencia se repetirá tras el 2020?
Las crisis como fuente de inspiración
Una de las premisas más populares del mundo artístico es que las crisis repercuten directamente en la creatividad de las personas al influir en su necesidad de expresarse, una tendencia que puede ir de los problemas personales como sucedió con Mozart, Woolf y Van Gogh, a los colectivos como Picasso [vía]. El cine no ha sido la excepción a esta regla, pues algunos de los momentos más gloriosos del celuloide han sido antecedidos por sucesos catastróficos. No hay razón alguna para creer que la pandemia será la excepción.
El primer gran ejemplo ocurrió con el cine alemán que se apoyó en el expresionismo para reflejar los problemas sociales, políticos y económicos suscitados tras la derrota en la Gran Guerra y las duras penalizaciones impuestas por el Tratado de Versalles. Un contexto clave para la concepción de El gabinete del doctor Caligari (1920) con el que el guionista Hans Janowitz plasmó [vía] “el gran poder autoritario de un gobierno que odiábamos y que nos había sometido a un juramento, reclutado de manera forzosa a aquellos que se oponían a sus fines bélicos, y obligado a asesinar y ser asesinados”. También fue el marco ideal para Nosferatu (1922), con FW Murnau apoyándose en Drácula de Bram Stoker para mostrar una criatura de apariencia humana que oculta a un monstruo sediento de sangre como los vistos en las trincheras.
No menos importante fue el éxito de Universal Monsters, nacida como recurso desesperado para salvar una industria aquejada por la crisis económica y urgida de ingresos al menor costo posible. La misión se vio enaltecida por genios creativos como Tod Browning y James Whale que no se conformaron con adaptaciones simplistas, sino que aprovecharon a las distintas criaturas para reflejar la desesperanza norteamericana tras la Gran Depresión. Estos problemas favorecieron que Drácula (1931) fuera equiparado con los empresarios que succionaron la vida de sus víctimas y que la criatura de Frankensten (1931) como un ser que lucha por decidirse entre el estado natural y el tecnológico del nuevo mundo. La tendencia se mantuvo durante toda la primera ola de la franquicia, con El hombre lobo (1942) como símbolo de la violencia germana en la II Guerra Mundial.
El mayor conflicto bélico en toda la historia de la humanidad también repercutió en las industrias de los diferentes países, con perspectivas muy distintas entre perdedores y vencedores. Italia, liberada de Mussolini y su cine propagandístico, incursionó en el neorrealismo para capturar el sentir de la sociedad, una tendencia que resultó en clásicos como El ladrón de bicicletas (1948) y en un estilo narrativo que fue adoptado por otras industrias como México, España y Japón, pero que no fue bien vista por las autoridades locales que no deseaban enviar una imagen de miseria al resto del mundo, lo que desembocó en el posneorrealismo y el desarrollo de grandes cineastas como Michelangelo Antonioni y Federico Fellini. El caso de Estados Unidos fue radicalmente opuesto pues, aunque su ascenso como primera potencia mundial disparó la producción y la asistencia a salas, la victoria resultó en reflexiones sociopolíticas menos profundas que contribuyeron a la crisis de 1952 ante la popularización de la televisión.
No pasó mucho tiempo para que el COVID-19 fuera abordado por algunas películas, pero lo verdaderamente interesante será ver el rumbo que tome esta inminente tendencia, que parece destinada a integrar todo un subgénero cinematográfico de escala global como sucedió con la II Guerra Mundial y que irá del pandemic horror a las distintas reflexiones sociopolíticas de una normalidad que se ha ido para siempre. A diferencia del conflicto armado, se trata de una crisis en la que no hay ganador, por lo que se auguran títulos que aborden la tragedia personal de tantas personas, pero también el heroísmo de muchas otras; durísimas críticas a los distintos gobiernos que pudieron hacer más por contener el desastre, así como al sistema económico que colapsó frente a la crisis; thrillers médicos que aborden la saturación hospitalaria y la búsqueda desesperada de la vacuna; profundas deliberaciones desde el encierro que vayan de la esperanza a la culpa y viceversa y que cuestionen la posición de la especie humana en un mundo que se la ha ido de las manos. El cine como reflejo de la realidad y de nosotros mismos, que podría dar grandes exploraciones bajo la visión de los grandes realizadores contemporáneos, así como de los talentos emergentes que recibirán una industria muy distinta a la generación que les antecedió.
Enfrentar la competencia con calidad
No todos los problemas del celuloide han venido de factores externos, sino que muchos se han originado al interior de la propia industria del entretenimiento. Algunos de los más importantes surgieron con la llegada de los distintos competidores, siendo la televisión el más importante por ser el primero de todos, pero también por la drástica reducción en el número de asistentes en salas norteamericanas, que pasaron de los 4,680 millones en 1947 a los 2,470 millones en 1956 [vía]. Es decir, una baja del 47.2% en menos de diez años.
Las majors temerosas por la potencial desaparición del cine ante la comodidad del hogar y convencidas de que su mayor fortaleza recaía en la espectacularidad de la pantalla grande, experimentaron con cambios en el formato, como el Cinerama y el 3D, para proporcionar experiencias más inmersivas. Estas cualidades se potenciaron con las superproducciones, como Ben-Hur (1958), El Álamo (1960), El día más largo (1962), Lawrence de Arabia (1962) y Cleopatra (1963). Grandes películas, pero cuyos altísimos costos de producción resultaron incosteables, al grado que esta última casi deja en la bancarrota a 20th Century Fox, pues si bien fue la cinta más taquillera de su año con una recaudación de $57.7 mdd, también fue la más cara con un presupuesto de $44 mdd. El cine no desapareció, sino que intentó nivelar sus cuentas con una reducción en los costos, lo que desembocó en una auténtica era dorada con cineastas como Francis Ford Coppola, Martin Scorsese y Steven Spielberg, entre muchos otros que demostraron que el éxito cinematográfico no se obtiene a base de presupuestos elevados, sino de creatividad y talento. Una era dorada que no tardó en reflejarse en la taquilla, siendo El padrino (1972) y Tiburón (1977) dos de los mejores ejemplos. La primera costó $6 mdd y recaudó $243.8 mdd; la segundo tuvo una inversión de $7 mdd que regresó $470 mdd. Ambas en sus pases originales.
Aunque la televisión de paga y el formato casero desataron miedos similares, ninguno tan intenso como el suscitado por el streaming que trajo nuevas especulaciones sobre la posible muerte de la experiencia cinematográfica como industria, pero también como expresión artística. El primero por la amenaza del reemplazo y el segundo por los espacios brindados a cineastas como Alfonso Cuarón, Martin Scorsese y Guillermo del Toro cuyas credenciales empezaron a resultar insuficientes para los estudios que deseaban reducir los riesgos al mínimo. Esto provocó que el celuloide entrara en una posición engañosa: buena salud financiera con una asistencia que, si bien tenía altibajos, no bajaba de los 1,200 millones de espectadores en Estados Unidos desde 1995, y una recaudación global de $1,000 mdd que parecía asequible para cada vez más proyectos, al grado que 40 de los 45 títulos que han superado esta cifra fueron estrenados en el periodo comprendido entre 2010 y 2019 [vía]. Todo esto apoyado en un sistema de franquicias construido a partir de secuelas, remakes, reboots y spinoffs que incrementan el compromiso del público. Una práctica que ha resultado en inversiones cada vez más elevadas en busca de ganancias más abultadas, pero también en una crisis de creatividad ante los ojos del público y la crítica. En otras palabras, el cine estaba en una zona de confort que difícilmente abandonaría a menos que las circunstancias le obligaran a ello. Y así fue.
El modelo infalible se tornó insostenible cuando la pandemia resultó en el cierre de salas, postergó algunos de los estrenos más esperados y obligó a muchos estudios a voltear a la ruta digital, aceptando en algunos casos acuerdos que antes parecían impensables, con el fin de reducir las pérdidas. Esto hizo que la coexistencia con el streaming dejara la transición orgánica al dar un salto tan abrupto que ha hecho pensar que el futuro está en las distintas plataformas, una premisa demasiado sencilla que parece olvidar los más de $14,170 de deuda acumulada de Netflix [vía], la crisis de identidad de Disney Plus en sus esfuerzos por mantenerse netamente familiar [vía] y la sobresaturación de un mercado digital del que no todos saldrán adelante: las Streaming Wars.
Esto no significa que la industria podrá retomar sus viejas prácticas con facilidad, recordando el incremento en los costos de producción para garantizar la seguridad de cast y crew en esta nueva normalidad. Universal destinó $9 mdd a estas medidas al momento de retomar el rodaje de Jurassic World: Dominion, una cifra que tal vez no todos estarán dispuestos a pagar tras un año de grandes pérdidas [vía]. Suena desastroso desde un punto de vista netamente económico, pero no así desde el creativo ante la necesidad de hacer más con menos recursos.
¿Luz al final del túnel?
La incertidumbre actual ha resultado en conclusiones precipitadas que auguran lo peor para el cine, cuando lo cierto es que nadie puede definir cuál será el porvenir. El nerviosismo es lógico al tratarse de un momento sin precedentes que combina una amenaza externa de carácter global como es la pandemia, con una interna como es el streaming.
Aun así, la historia dice que hay esperanzas y muy buenas posibilidades de que la industria evolucione y emerja más fuerte que nunca. Después de todo, las debacles sociales, políticas y económicas enfrentadas a lo largo de los años siempre han generado cineastas brillantes y obras de gran calidad, lo que aunado a las necesidades económicas surgidas por la crisis podría augurar un futuro prometedor para un celuloide que necesitaba un impulso para regresar a su máximo potencial. Y, al fondo, el streaming, un refuerzo importante que aporte sus propias cualidades como antes hicieran la televisión, los sistemas de paga y el formato casero. El pasado nos dice que hay espacio para todos.
El coronavirus representa una de las crisis más agudas en toda la historia del celuloide, pero no lo matará. Porque si ha soportado todo tipo de embestidas en sus más de cien años de existencia, no hay una razón para pensar que la pandemia y el streaming serán la excepción. Después de todo, el cine es más que una sala oscura con una proyección, es un lugar de sueños, de encuentros y de esperanzas.
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Las mejores biopics musicales | Cine PREMIERE
Aunque parezca una frase rebuscada, es cierto que la música nos conecta, incluso más allá de lo que creemos. Pero detrás de cada melodía y letra hay una historia humana fascinante, y a veces más interesante que la imaginada (o recordada) en nuestra mente. Gracias a increíbles biopics, numerosos directores nos han permitido conocer el proceso creativo, o incluso las experiencias de vida que dieron paso a temas inolvidables. A continuación, te presentamos las biopics musicales que más han sido celebradas por críticos y fans de diversos artistas.
NOTA: Las películas se presentan por orden cronológico de estreno.
Amadeus (Dir. Miloš Forman, 1984)
Ganadora de 8 Premios Óscar (incluyendo Mejor película) y considerada una de las mejores biopics musicales en la historia. Aunque basada en hechos históricos, la película se toma libertades creativas para explorar la supuesta rivalidad entre Mozart y Salieri, quien cuenta la historia desde su perspectiva. Si bien, no es un precisa en cuanto a hechos históricos se refiere, construye una narrativa de enemistad muy interesante. Es protagonizada por F. Murray Abraham y Tom Hulce; el primero encarna la envidia y la frustración de un hombre que ve su talento eclipsado, mientras que el segundo tiene la energía y encarna la genialidad que caracterizó a Mozart. Los momentos musicales, acompañados de un maravilloso diseño de producción, son el escenario perfecto para hacer preguntas sobre el éxito y las envidias que provoca.
¿Dónde ver? Disponible para comprar y rentar en Apple TV.
Selena (Dir. Gregory Nava, 1997)
Esta película fue una manera de honrar la vida y el legado de Selena Quintanilla, quien fue trágicamente asesinada en la cima del éxito. Jennifer Lopez entregó una actuación tan enérgica y precisa que prácticamente se convirtió en Selena. No sólo replicó su comportamiento y forma de hablar, sino también sus icónicos movimientos en el escenario. Si bien, la película celebró su música y carrera, también habló de una mujer latina que logró alcanzar el éxito en la industria musical y se convirtió en ídolo de muchos. La carrera de su protagonista, que fue nominada al Globo de Oro como Mejor actriz en una película de comedia o musical nunca volvió a ser la misma.
¿Dónde ver? Max.
8 Mile: Calle de las ilusiones (Dir. Curtis Hanson, 2002)
Si algo tienen en común varias de las biopics aquí mencionadas, es que no sólo se dedican a reflejar la vida de sus protagonistas; también tienen algo importante por decir y que conecta con la audiencia. 8 Mile, ganadora del Óscar a Mejor canción original, retrató los barrios marginados de Detroit, un entorno que fue crucial en el crecimiento de Eminem. Con batallas de rap, conflictos personales y relaciones familiares con las que muchos se pueden identificar, se convirtió en todo un éxito de crítica y taquilla. Se alabó la actuación de Eminem, pero también el reflejo de los desafíos y aspiraciones de todos aquellos que buscan salir adelante en entornos hostiles, y que ven en la música su gran liberación.
¿Dónde ver? Disponible para comprar y rentar en Apple TV y Claro Video.
Ray (Dir. Taylor Hackford, 2004)
Interpretar a Ray Charles, uno de los cantantes más influyentes de las últimas décadas, hizo que Jamie Foxx se ganara el Óscar a Mejor actor. Hubo una ligera transformación física, pero sobre todo, un gran trabajo actoral para ir más allá de los éxitos de Charles y ahondar en sus luchas personales contra la ceguera y las drogas. En su banda sonora se incluyeron las canciones más famosas de Charles, lo cual fue bien recibido por los espectadores. Este murió sólo unos meses antes de que la película estrenara, por lo que ver su vida en pantalla fue especial. Recaudó $124 millones de dólares y recibió elogios de numerosos críticos musicales. Uno de ellos, Robert Christgau, señaló que Foxx logró “lo imposible” al conseguir casi el mismo carisma de Charles.
¿Dónde ver? Disponible para comprar y rentar en Apple TV y Claro Video.
Johnny y June: Pasión y locura (Dir. James Mangold, 2005)
Joaquin Phoenix y Reese Whiterspoon se convirtieron en Johnny Cash y June Warter Cash. Su trabajo los hizo acreedores de múltiples nominaciones, e incluso ella ganó el Óscar a Mejor actriz. La película se basa en un par de autobiografías de Cash y retrata su ascenso a la fama, sus luchas personales con las adicciones, la relación que mantuvo con June Carter y su transformación espiritual. Recibió buenas críticas por su apartado musical, pero también por el trabajo de sus protagonistas y la forma en que construyen una pareja encantadora. James Mangold también fue objeto de buenas críticas por su dirección, que equilibró la carrera de Cash, el contexto social de la época y la ya mencionada historia de amor.
¿Dónde ver? Disney Plus.
La vida en rosa (Dir. Olivier Dehan, 2007)
A través de una estructura no lineal, esta producción francesa nos sumerge en la vida turbulenta y apasionante de Édith Piaf, desde su infancia (viendo cómo su abuela comandaba un burdel) hasta su ascenso a la fama mundial. Si por algo sobresalió, fue por no sólo presentar la imagen idealizada de Piaf; habló de la vulnerabilidad que la caracterizó, y los demonios internos que se hicieron presentes en varias de sus letras. Marion Cotillard realizó una interpretación tan conmovedora y precisa de Édith Piaf que prácticamente se transformó en la icónica cantante. Su voz, gestos y presencia la convirtieron en ganadora del Óscar a la Mejor actriz. En términos cinematográficos, gracias a la recreación de la época, también resulta una delicia.
¿Dónde ver? Disponible en DVD en Amazon.
Mi historia sin mí (Dir. Todd Haynes, 2007)
Sin duda, una de las biopics más particulares que se han realizado. En lugar de presentar un relato lineal de Bob Dylan, el guion lo fragmenta en seis personajes distintos, cada uno interpretado por un actor diferente (Cate Blanchett, Christian Bale, Richard Gere, Heath Ledger, Marcus Carl Franklin y Ben Whishaw). Aunque arriesgada, la idea funciona y deja que cada uno de ellos construya su faceta de Dylan. Más allá de abordar los hechos biográficos “tradicionales” en este tipo de cintas, Haynes enfocó en el proceso creativo y la influencia de la música creada por Dylan. Sí, fue un fracas de taquilla, pero los críticos y el público la recibieron de major manera. Cate Blanchett fue nominada al Óscar como Mejor actriz de reparto.
¿Dónde ver? Disponible en Blu-Ray en Amazon.
Mi nombre es John Lennon (Dir. Sam Taylor-Johnson, 2010)
Aquí nos adentramos en los años de John Lennon como estudiante, un período crucial para crear una de las leyendas musicales más grandes en las últimas décadas. Taylor-Johnson muestra a Lennon como un joven rebelde, lleno de dudas y pasiones, que busca su lugar en el mundo. También nos deja conocer las canciones que inspiraron su obra, y a millones de fans en todo el mundo. La relación con su madre, la crianza de su túa Mimi, y los primeros acercamientos con la música también forman parte de este relato. Fue una plataforma para que Aaron Taylor-Johnson se diera a conocer, pues aun cuando no obtuvo grandes nominaciones o premios, los críticos reconocieron su labor.
¿Dónde ver? ViX y Pluto TV.
James Brown: El rey del soul (Dir. Tate Taylor, 2014)
Similar a lo visto en La vida en rosa, esta producción nos cuenta la historia de James Brown, pero no cronológicamente. La actuación de Chadwick Boseman fue uno de los puntos más destacados; su caracterización y voz lograron que muchos voltearan a verlo y elogiaran su preparación. Hay recreaciones de algunos espectáculos donde Brown participó, pero también se habla de cuán ambicioso fue, cómo lidió con su ego, y la relación compleja que vivió entre fama y éxito. No fue un éxito de taquilla, pero puso aún más en el radar a su protagonista y se le consideró un interesante homenaje.
¿Dónde ver? Disponible para comprar y rentar en Apple TV y Claro Video.
Letras explícitas (Dir. F. Gary Gray, 2015)
Captar la esencia y el impacto de N.W.A., uno de los grupos de rap más influyentes de la historia, no era tarea fácil. Y menos si se quería hacer de una forma respetuosa. Por suerte, todo se conjuntó de la manera adecuada y tanto críticos como fans resultaron satisfechos. N.W.A. fue un grupo que utilizó su música como una plataforma para denunciar las injusticias sociales y la brutalidad policial. En la película, más de una escena sirvió para demostrar cómo sus temas se convirtieron en la voz de toda una generación. Fue bien recibida por su fiel representación de la realidad en Compton, California, durante los 80 y 90. O´Shea Jackson Jr. (también conocido como Ice Cube) y Dr. Dre, que formaron parte de N.W.A., estuvieron involucrados en la producción. Se convirtió en un gran éxito de taquilla.
¿Dónde ver? Prime Video.
Bohemian Rhapsody: La historia de Freddie Mercury (Dir. Bryan Singer, 2018)
Este exitoso largometraje es, ante todo, una celebración a la música creada por una de las bandas más exitosas en la historia. La recreación de sus espectáculos y la dinámica de Queen fue algo que, de inmediato, llamó la atención. Rami Malek se metió de lleno en la piel de Freddie Mercury, ofreciendo una interpretación llena de energía, gestos y movimientos que sorprendieron a los más fans del cantante. Alternando entre el desarrollo de la banda y la vida personal de Mercury, entendemos las luchas internas de este útlimo, y cómo llevó su orientación sexual ante los ojos del mundo. Aunque se tomó algunas libertades creativas, conectó con un gran sector de la audiencia. Como muestra están sus inesperados $900 millones de dólares en la taquilla mundial.
Rocketman (Dir. Dexter Fletcher, 2019)
La vida de Elton John no podía ser contada de forma convencional, y vaya que Dexter Fletcher, en conjunto con el guionista Lee Hall, entendió la misión. A diferencia de otras biopics que tienden a suavizar los aspectos más controvertidos de la vida de sus protagonistas, Rocketman aborda de frente las adicciones, las inseguridades y los desafíos que Elton John enfrentó a lo largo de su carrera. Es, en esencia, la historia de un hombre que intentó todo sólo para conseguir el amor y aprobación de su madre. El talento de Taron Egerton ayudó a las escenas musicales, con coreografías, movimientos de cámaras y voces espectaculares. Una oda a la música de su protagonista, que durante años buscó su lugar en medio de extravagancias, desamores y hasta traiciones.
¿Dónde ver? Disponible para comprar y rentar en Apple TV y Claro Video.
Judy (Dir. Rupert Goold, 2019)
En este largometraje, que convirtió a Renée Zellweger en ganadora del Óscar a la Mejor actriz, vemos los últimos años de vida de Judy Garland mientras se encontraba en una gira por Londres. Vemos a la estrella, sí, pero mejor aún, conocemos a una mujer luchando contra sus demonios personales, la adicción y la presión de seguir siendo la estrella que el público espera. Esta cinta va más allá de las leyendas en decadencia y nos enseña cómo la salud mental juega un papel importante en ellas. Sin duda, lo más destacado de la película es la actuación de Zellweger. Su transformación física y vocal, así como la forma de evocar la nostalgia en algunas escenas, es digna de mención.
¿Dónde ver? Prime Video.
Elvis (Dir. Baz Luhrmann, 2022)
Austin Butler, quien interpreta a Elvis Presley, fue ampliamente elogiado por su actuación. No sólo se refugió en el maquillaje y peinado para llevar su personaje a buen término, sino que también estudió al llamado “Rey del Rock”, e incluso vivió (y habló) como él durante un largo tiempo. El estilo de su director está presente en todas las escenas, y ofrece una experiencia llena de color, música y edición desenfrenada. Elvis profundiza un poco más en la relación del cantante con su representante, el coronel Tom Parker, y gracias a ello tenemos otra visión sobre su carrera. El trabajo de Austin Butler a la hora de reinterpretar algunas canciones es más que sorprendente.
¿Dónde ver? Max.
Weird: La historia de Al Yankovic (Dir. Eric Appel, 2022)
Como en el caso de Elton John, no había otra forma de contar la vida de “Weird Al Yankovic” que con una comedia fuera de serie. El cantante, músico y humorista estadounidense es famoso por sus parodias musicales, en las cuales satiriza la cultura pop, a sí mismo, o incluso a los artistas originales. Con esta personalidad como base, la película decide parodiar los clichés y tropos comunes de las biopics musicales. Daniel Radcliffe celebra la excentricidad de “Weird Al” con una interpretación muy divertida, y en la que desaparece por completo. Además de homenajear a Yankovic y su obra, esta película celebra la locura, la creatividad en cada uno de nosotros, y lo bien que se siente reír de uno mismo.
¿Dónde ver? Disponible en Blu-Ray en Amazon.
Pharrell Williams: Pieza por pieza (Dir. Morgan Neville, 2024)
Si de propuestas originales hablamos, no podemos dejar de lado esta interpretación de la vida de Pharrell Williams, pero utilizando piezas de Lego. La decisión no sólo permite un aspecto visual único, sino también hacer una referencia a la creatividad e imaginación que han caracterizado a Williams. Hay algunos elementos de documental en varias escenas, como entrevistas que mezclan el live-action con la animación, pero también canciones icónicas que sirven para revivir la carrera del protagonista. Lejos de la fama, también se habla sobre la vida personal de Williams, qué o quiénes lo han influenciado, y hasta sus reflexiones sobre el estatus actual de la industria musical.
¿Dónde ver? Próximamente disponible en plataformas digitales.
Un completo desconocido (Dir. James Mangold, 2025)
Ambientada en los años 60, refleja un período crucial en la carrera de Bob Dylan, cuando decidió electrificar su música y desafiar las convenciones del folk. La actuación de Timothée Chalamet como Dylan fue elogiada no sólo por el parecido físico, sino también por su habilidad para el canto. Técnicamente hay una sólida recreación de la época, y la narrativa aprovecha para hablar de importantes cambios sociales ocurridos al mismo tiempo que la fama de Bob Dylan. Además de Chalamet, vemos la a participación de actores como Monica Barbaro (interpretando a Joan Baez) , Elle Faning (dando vida a Sylvie Russo) Edward Norton (como Pete Seeger), quienes complementan un periodo decisivo para que Dylan se convirtiera en semejante leyenda. Consiguió 8 nominaciones a los Óscar de 2025.
¿Dónde ver? Actualmente en cines de México.
Maria Callas (Dir. Pablo Larraín, 2024)
Tras contar las vidas de Jackie Kennedy y la Princesa Diana, el realizador chileno cerró su trilogía de “mujeres poderosas” con este relato sobre Maria Callas, la exitosa cantante de ópera que se convirtió en todo un referente. Con Angelina Jolie como protagonista, el guion se se centra en los últimos años de vida de Callas en París, mientras lidia con enfermedades y se refugia en el cariño y respeto de quienes trabajan en su casa. Hay flashbacks a su infancia, los primeros amores, e incluso aquellos hombres que marcaron su vida. Se trata de una mirada íntima y conmovedora hacia una mujer que, incluso en sus últimos minutos, encontró la felicidad gracias al canto y la admiración que recibía por este. Uno de los trabajos más espectaculares en la carrera de Jolie.
¿Dónde ver? 20 de febrero de 2025 en cines de México.
Juan José Cruz. Soy de los que siempre defendió a Robert Pattinson como Batman y puede ver la misma película en el cine hasta 7 veces. ¿Mi gusto culposo? El cine de terror de bajo presupuesto.
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Estrreno, trailer y entrevista del coming-of-age con Isaac Cherem y Aksel Gomez| Cine PREMIERE
Déjame estar contigo es una producción mexicana en la que Bruno y Lucía, un par de adolescentes con toda la inexperiencia del mundo y nada de tiempo restante, deciden aventurarse en la mágica experiencia humana que es querer a alguien y dejarse querer por ese alguien.
¿De qué trata Déjame estar contigo?
Bruno es un joven de 18 años que es deportado de Estados Unidos a México sin conocer nada ni a nadie. Lucía es una universitaria de 19 años con una enfermedad incurable. Sus caminos se cruzan cuando Bruno, trabajando en un call-center, llama a Lucía, quien le pide ayuda con una situación urgente.
En esta llamada encontrarán empatía, esperanza y mariposas en el estómago provocadas por alguien a quien todavía no conocen. Cuando lo hacen, tendrán que decidir cómo enfrentar sus sentimientos por el otro.
¿Quiénes están detrás de Déjame estar contigo?
Esta montaña rusa de emociones está escrita por Fernanda Eguiarte (La flor más bella) y dirigida por Isaac Cherem (Leona), quien nos compartió en entrevista para Cine PREMIERE que ella “es una persona muy tierna, entonces siento que ella ve así las relaciones”, además de que la inspiración para tomar este proyecto fue “mi experiencia personal de transición a la adultez, que tengo muy presente, que fue muy importante, que fue muy intensa y que, además, fue mientras me mudaba la Ciudad de México. Entonces era como un poco lo que vive el personaje de Bruno”.
En las sillas de producción tenemos a José Nacif Gobera (La caída), Marco Polo Constandse (Casi el paraíso), Catalina Aguilar Mastretta (Cindy, la regia: la serie) y Mariana Rodríguez Cabarga (Temporada de huracanes) a través de Filmadora; mientras que Fernanda Eguiarte y Ramiro Ruiz (Somos oro) se enmarcan como productores ejecutivos. La cinta está distribuida por Videocine.
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El elenco detrás de Déjame estar contigo
Aksel Gómez hace su debut fílmico en esta cinta, quien también nos contó en entrevista que encontró muchas similitudes con su personaje, a tal punto que sentía que estaba predestinado. Como Bruno, él también ha vivido toda su vida en Estados Unidos, lo que ayuda muy poco en su habla del español, sin embargo, aunque al principio podemos detectar cierto acento que lo delata, para el final su pronunciación tiene una notoria mejoría.
Al respecto, dijo que todo fue cuestión de “práctica, también, hablando con Andrea y con el crew. Y también hice una playlist de canciones de puro español, y las cantaba en la mañana antes de ir al set para que se me aflojara la lengua”. En esta misma conversación, Isaac preguntó cómo se comunicaba con sus papás, a lo que Aksel respondió que utilizaba el inglés, el español y el spanglish: “Como mi papá no es de Estados Unidos, es de México también, con él hablo mucho español; y con mi mamá es mayormente en inglés, pero sí, a veces le hablo en español también”.
A su lado, también protagonizando, se encuentra Andrea Sutton (The Gigantes), uniéndoseles Silvia Navarro (Papá o mamá), Johanna Murillo (La liberación) y Regina Blandón (Firma aquí).
¿Cuándo estrena Déjame estar contigo?
Este coming of age llega a las salas de cine mexicanas a partir del 30 de enero de 2025.
Póster oficial
Trailer oficial de Déjame estar contigo
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Yessica R. Viais Vivo creyendo que no se trata de lo que ves en la pantalla, sino de lo que te hace sentir, y mí me gusta mucho sentir. I’m just a girl… jaja
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Óscar 2025: Mejor actriz, predicciones y análisis de nominadas
Como ha sucedido en los últimos años, la fuerza interpretativa de las mujeres ha dejado espectaculares resultados. Hace unos meses, dos leyendas de la industria (Angelina Jolie y Nicole Kidman) parecían inamovibles entre las nominadas al Óscar 2025 como Mejor actriz, pero las últimas semanas han dado un gran giro a la competencia. Contendientes internacionales, películas exitosas y otros premios han hecho que la categoría sea una de las más difíciles para predecir. Y no nos malentiendan, eso se agradece.
Considerando los resultados de la temporada de premios, la narrativa alrededor de esta, e incluso los discursos, a continuación te presentamos nuestra predicción de la actriz que se alzará con la estatuilla más codiciada de la industria cinematográfica.
Revisa aquí la lista completa de nominaciones y nuestro análisis (con predicciones) por categoría.
Demi Moore – La sustancia (Predicción CP)
Tras años de ausencia, Demi Moore demostró que no sólo tiene el talento para protagonizar una cinta arriesgada, sino también las agallas para retarse a sí misma. Si los momentos más “extraños” en La sustancia funcionan (y vaya que hay muchos) es gracias a ella, que además ya tiene en la bolsa el Globo de Oro. Es díficil imaginar a otra actriz que pudiera interpretar a Elisabeth Sparkle con tanta dignidad y precisión.
A favor: Una poderosa narrativa muy similar a la que se ve en la película. Su discurso de agradecimiento en los Globos de Oro hizo que el mundo volteara a verla. Por otro lado, la Academia ama los regresos como este… y a los actores ocultos tras grandes capas de maquillaje.
En contra: El poco amor que los votantes han dado al terror / thriller, o a películas con una temática e imágenes igual de sangrientas. Mikey Madison también representa una gran amenaza.
Mikey Madison – Anora
La historia de una trabajadora sexual que sucumbe ante el amor hizo que esta joven actriz consiguiera el reconocimiento mundial. Los fans de Scream y Había una vez… en Hollywood ya la conocían, pero ahora fue el turno de la industria para ponerla en la cima. Como en el caso anterior, no habría una Anora tan aclamada de no ser por Madison.
A favor: Una película constante en nominaciones para otros premios. Madison ha conseguido todas las nominaciones de los premios precursores y carga, totalmente, con el peso de la cinta. Para quienes no la conocían, es toda una revelación.
En contra: El contenido sexual de la cinta podría alejar a algunos votantes. Se trata, también, de una actriz que “apenas” tiene 25 años. Muchos podrían considerar que, con su talento y edad, no batallará en conseguir otra nominaciones y galardones en el futuro.
Cynthia Erivo – Wicked
Después de una larga carrera en el teatro y algunos papeles en la pantalla grande (no todos igual de exitosos), la británica consiguió uno de los personajes más aclamados en 2024: Elphaba. La historia no contada de la bruja verde nos recordó su increíble talento vocal, pero también el rango que tiene para ir de la felicidad al coraje en sólo instantes.
A favor: Una película más que complaciente. La gran mayoría de los que ven Wicked resultan fascinados por su historia y mitología. Por otro lado, la cinta cierra con su interpretación de Defying Gravity, donde entrega todo de sí y crea momentos memorables. Tampoco se ha quedado fuera de las nominaciones más importantes.
En contra: Hay una competencia brutal por parte de Madison y Moore, y si hay una actuación de Wicked que será premiada por la Academia, esa pinta para ser la de Ariana Grande como Glinda. No todo está perdido, pues podría competir el próximo año gracias a Wicked: For Good, y a la canción que coescribió para la película.
Karla Sofía Gascón – Emilia Pérez
Más de una década atrás disfrutamos de su talento en Nosotros los Nobles, e incluso hace un par de años participó en un programa de cocina mexicano. Hoy, Karla Sofía Gascón llega a la contienda con un premio de Cannes y múltiples marcas en otras ceremonias, pero sobre todo, con una seguridad impresionante. Hay muchas cosas cuestionables en la película donde participa, pero si alguien cumple con lo que se le pide, es ella.
A favor: Una película adorada por la crítica internacional. Si los votantes extranjeros apoyan una actuación, muy probablemente sea esta. Al ser la primera actriz trans nominada a un Óscar, también arrastra consigo una importante narrativa. Su triunfo, por muchas razones, sería un momento histórico.
En contra: Las dudas sobre su rol en la película. Esta lleva el nombre de su personaje como título, pero muchos la consideran una interpretación secundaria y ven a Zoe Saldaña como la verdadera protagonista y es ella quien ha recibido más elogios.
Fernanda Torres – I’m Still Here
Creció en un entorno marcado por el arte. Su madre, Fernanda Montenegro, es considerada una de las actrices brasileñas más importantes de la historia, y ahora es su turno para continuar con el legado. Las buenas críticas a su trabajo y el apoyo de fans y críticos internacionales parecen coincidir en una cosa: “lo que bien se aprende, nunca se olvida”. Es considerada una gran figura en el arte contemporáneo brasileño.
A favor: Una sorpresiva victoria en los Globos de Oro, donde venció a actrices con mayor renombre. Su película, desde entonces, ha debutado con éxito en otros países y ha generado más conversación a su alrededor. Es una carrera muy abierta, y si los votantes internacionales deciden apoyarla, podría repetir la sorpresa. Además, que su película contienda al premio máximo no se debe ignorar.
En contra: Prácticamente todos los premios precursores han ignorado su trabajo. No estuvo presente en los Critics Choice Awards, SAG o BAFTA, y por ello, se puede considerar que la nominación es su verdadero triunfo.
Juan José Cruz. Soy de los que siempre defendió a Robert Pattinson como Batman y puede ver la misma película en el cine hasta 7 veces. ¿Mi gusto culposo? El cine de terror de bajo presupuesto.
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